Santa Teresa Umbría de Mondego
"Si soy puta o santa, es mi problema. Usted cuide de su vida, que de mi coño me encargo yo."
Santa ha crecido en una cuna de oro Azteca y opulencia. El hecho de tener el apellido Umbria, le otorgó al hacer un pasaje VIP para el tren de la vida. Clasista, elitista, déspota, caprichosa, egoísta... es sólo una pequeña retahíla de adjetivos que la podrían describir. Quizá algún psiquiatra diría que presenta un claro perfil psicopático, donde conseguir sus metas sea cual sea el precio es el fin principal en su vida. No es particularmente familiar, no profesa un amor real hacia sus allegados, pero que porten el apellido Umbria hace que para ella sea cuestión de HONOR y un deber tener un mínimo sentimiento protector. Únicamente para que no se descarríen en la vida y acaben dejando el apellido por el barro. No deja de ser mero egocentrismo. Le gusta el control y sentirse poderosa, así que procuró tener, a toda costa un puesto asegurado dentro del grupo directivo de la empresa familiar.
Paola Graciela Umbria De la Vega
Debí hacer caso a la Virgen de Guadalupe
Ser hija única la ha mantenido en una burbuja de oro donde sus padres le daban los caprichos y protección que requería, aunque desconocía que el mundo exterior era más turbio de lo que pensaba. Guiada por la inocencia (o tontería) de la ilusión prematura del primer desfase, ahora vaga por la vida embarazada sin saber, a ciencia cierta, quién es el padre.
Ricardo Francisco Umbría de la Torre
Solo le importan las chamaquitas, su moreno y tener el pecho bien aseitado.
Luis Alfredo Blanco
Vecino de la Hasienda de al lado. Cultiva tabaco. Bueno para nada y metiche profesional.
Matilda González
Una mujer de armas tomar. Con mucho genio, capaz de sacar de quicio a cualquiera. Bastante gorda pero hecha toda una diva. Tiene una clase (o eso cree ella) que no se la merece. Está afincada con los Umbría porque es la amante del patrón... Ella se encarga de llevar las cuentas/contabilidad de la hacienda.