-Venga, guardad silencio, por favor. -el director Miyai esperó hasta que la clase hubiese callado-Vamos a presentar a los dos alumnos nuevos. Se han mudado hace muy poco. Quiero que los hagáis sentirse como en casa. ¿Está claro? -después se dirigió a los dos nuevos estudiantes, Kai y Nanako- Presentáos.
Miro un poco acojonado a los chicos obviamente son mayores que yo, así que tomo la tiza y paso a la pizarra a escribir mi nombre -mucho gusto soy Amada Kai, tengo ....- dudo si debo decirlo o no pero al fin me decido, que mas da si es otro año de pesadilla -14 años,es un placer estar con ustedes- emito un suspiro bastante pesado y me acerco al profesor.
-Disculpe sensei, puedo decirme que lugar debo ocupar- digo serio y casi enexpresivo - si me permite añadir, me agradaría estar en las primeras filas, por mi estatura.- musito con tranquilidad.
-Bien. Veremos que podemos hacer.
El murmullo que se levantó en clase al saber que el chaval era dos años menor que el resto se vio cortado de pronto por la voz del director.
-Bien, Señorita Dojima. Preséntese, por favor.
- Hola - Dijo Nanako, la simpatía siempre había sido una de las mayores virtudes de la chica - Mi nombre es Dojima Nanako y tengo 16 años, vengo de un pueblo lejano, pero he estado en varios colegios de todo el país.
Escribió en la pizarra pulcramente su nombre. Se levantó un poco las gafas y añadió:
- A mi me da igual el sitio para sentarme.
Vaya bonita pero seca, tu vida debe ser tragica y tu motivacion fuerte. Lastima de esos hermosos ojos, seguro me debe llevar un buen de trabajo para menterme en tu mente y en tus faldas. Pero igual no me interesa por el momento. Seguro haces mas interesante la trama de este salon de escuela.
Mientras digo mi discurso me tiro al rapaldo de mi asiento, mientras todos a mi alrededor de mi murmuran, pues si que les lleva tiempo entender la verdad como la veo yo.
Nanako se echa a reir.
- Vaya - Dice dirigiendose a Kai - Parece que no vas a ser el único chico de 14 años en la clase.
Nanako se sienta donde el profesor le dice y saluda a su nuevo compaéro/a.
Volteo a mirar a mi nueva compañera sonriendo por el comentario -da igual- tomo mi lugar asignado por el profesor y me dispongo a esperar que continue la clase.
"Supongo que si me quedo callado, todos me ignoraran como en la otra escuela".
Extraigo uno de mis libros escolares y trato de ponerme al corriente con la asignatura.
Efectívamente, toda la clase murmura por las palabras de Ryoma.
El profesor manda callar a la clase y continúa con la asignatura.
Así pasa la mañana hasta la hora del almuerzo.
Cambio de escena.
Por las palabras de Ryoma? Si le he dejado como a un crio de 14 años en una clase de 16...
Si, pero murmuran por que no les ha gustado tampoco su actitud.