Decidiendo que poco más podían hacer a tal altas horas de la noche, los buscadores decidieron retirarse a sus casas, donde recibir un descanso merecido después de un día tan tenso. Durmieron hasta tarde para recuperar fuerzas, y los recibió un día gris y lluvioso.La ciudad volvía a hacer honor a su apodo de «La Neblinosa Marsember». Cuando salieron al exterior, se vieron envueltos por el no menos tradicional olor a pescado, madera podrida y agua estancada. Tras desayunar en la Jarra de Anguilas, recorrieron las sinuosas calles de la orilla posterior -como llamaban los marsembianos al área de tierra firme-, y cruzaron una isla para llegar a donde se alza la capilla de Umberlee.
Se trataba de un edificio que parecía brotar del agua, con los bajos de piedra desgajadas por las olas y llenos de algas y moluscos. El piso superior era de madera de deriva, y aquí y allá había adornos en la fachada compuestos por conchas enormes de bestias marinas.
La capilla de Umberlee está marcada con el 22 en el mapa de la ciudad que os puse en el blog de trasfondo.
He supuesto que descansábais 8 horas para recuperar conjuros y demás. Si queréis hacer alguna alteración en los conjuros memorizados es el momento.
En el acceso principial había un joven imberbe, vestido con una túnica azul y una capa vaporosa del mismo color, ribeteada en piel blanca para representar la cresta rompiente de una ola. Se apoyaba en un bastón de madera de deriva, y parecía estar custodiando las puertas cerradas.
Si venís a hacer una ofrenda a la Reina Rabiosa tendréis que esperar unos instantes -dice el joven.
En algún punto a su espalda sonó un chapoteo, un grito desesperado y después un burbujeo... y el silencio.
Casi... volved más tarde -dijo el joven mientras lanzaba miradas nerviosas a sus espaldas.
Por cierto, os he colgado un artículo sobre Umberlee en el blog de trasfondo.
Me levanto con muy buen animo ya que tengo trabajo que hacer, además junto a compañeros y amigos, y anoche la cosa no se dió mal, avanzamos bastante, en la medida de lo posible claro esta...
Al asomarme a la ventana el día esta nublado y lluvioso, pero eso no influye en mi estado de animo, sin importarme demasiado el mojarme me encamino a la taberna en la que hemos vuelto a quedar. Llego el primero, pues mi intención es desayunar copiosamente, todo este musculo necesita energía y por las mañanas me levanto con un hambre atroz.
Mis compañeros no tardan demasiado en venir, por lo que nos ponemos en camino una vez estamos todos preparados.
Al llegar al templo un joven muchacho que parece estar custodiandolo nos veta la entrada, cree que venimos a hacer algún tipo de ofrenda. Espero callado la respuesta de alguno de mis compañeros, no estoy muy seguro de como tratar con estos religiosos...
Al momento se oye un chapoteo y un grito ahogado, el muchacho parece ponerse muy nervioso y nos dice que volvamos más tarde.
Aparta muchacho... -digo echandolo a un lado con mi gran antebrazo y dirigiendome directamente al lugar de donde proviene el grito.
Vamos vamos vamos... -digo al joven, mientras el pelirrojo gigantón intenta apartarlo con la mano- No hay que llegar a estos extremos Redhead. Veamos muchacho. Lo primero, perdona los modales de mi amigo. Ya sabes como son los marinos, tienen un genio un poco brusco. ¡Pero no es eso a lo hemos venido! -sonrio ampliamente, para decir después- Solo hemos venido a hablar con tu superiora y ha hacer un tributo a la Reina Rabiosa. Lo malo es que no podemos esperar. Así que, si eres tan amable de hacerte a un lado y dejarnos pasar, te lo agradeceríamos. No queremos problemas contigo, ¡y mucho menos con tu diosa!. Por eso hemos venido ha ofrecerla un tributo, para que nuestro barco pueda zarpar y esté en alta mar sin problemas.
Tras decir esto, espero la reacción del muchacho, mientras sobeteo mi bolsa de oro. Al parecer, el oro es un gran incentivo para que los humanos te dejen pasar a cualquier sitio...
¿Tiro engañar?
Cuando Redhead lo apartó con su musculoso brazo, el adepto de Umberlee chilló como una rata aterrada, pero no parecía muy dispuesto a ofrecer resistencia a cinco aventureros armados.
P... pero... es que la Señora está en una ceremonia ahora -consiguió balbucir-. Una ceremonia privada. Los que no son iniciados del culto a la Reina Rabiosa no pueden asistir.
El adepto tragó saliva y dirigió una mirada contrita al guerrero genasí.
¡No te resistas! -tronó una cruel voz femenina desde el interior del templo-. Venimos del mar y al mar hemos de volver, ¡abre la boca y bebe la bendición de la diosa!
La voz continuó la oración, pero su sonido fue amortiguado por un chapoteo.
Ni qué decir tiene que se traga la mentira.
Tras pasar al templo, me acerco a Arther, y le susurro- Es hora de que uses tus habilidades. Busca un lugar por el que husmear. Quizás descubras algo sobre el vestido que nos pueda interesar. Nosotros nos quedaremos aquí esperando a que el "ritual" se acabe. Distraeré al muchacho para que no te vea irte. -Y diciendo esto, me aparto del pícaro, y me acerco al muchacho. Cuando estoy a su lado, vuelvo otra vez a la puerta, para que se gire y captar su atención, y que Arther pueda irse a explorar.
Eh chico -digo al muchacho- Dime, ¿sabes si ese ritual tardará mucho?. Tenemos que zarpar pronto, y no quisiesemos irnos sin hacer la conveniente ofrenda a tu diosa.
Miro con curiosidad al joven que parece estar impidiendo que nadie se acerque hacia su espalda, cuando oímos el sonido de un grito.
Disculpa muchacho, pero o nos dejas pasar o pasaremos por encima de ti, espero por tu bien que no estés metido en eso que esta sucediendo a tu espalda, porque como sea así, que los dioses se apiaden de ti, porque nosotros no lo haremos le muestro una sonrisa burlona mientras le guiño el ojo sabes a que me refiero, ¿verdad?
Momentos después de haber sobrepasado la barrera que suponía el muchacho me detengo esperando la reacción de mis compañeros, Althen me dice que me detenga, que no sea impetuoso, pero el comentario de alina vuelve a espolearme, valoro las opciones...
Estos rituales han tenido lugar siempre, no se hasta que punto será bueno para nosotros y nuestra misión irrumpir en el centro saltandonos todas sus ancestrales reglas... por otro lado... ahí dentro hay alguién en apuros... deberiamos ayudarle.
Me quedo inmovil y mirando de medio lado a Mardred, esperando cualquier gesto de aprobación o negación
ella siempre sabe que hacer en estos casos...
Al ver que esta de momento no se pronuncia hago lo mismo con Althen y Alina
Asintiendo ante el comentario de Althen rapidamente me escabullo rapidamente ocultandome aprovechando el mobiliario de la vista de los presentes y buscando las distintas estancias a las que puedo acceder tratando de determinar segun mi opinion cual puede ser la mas lujosa y por tanto perteneciente a la persona de mas rango.
Las puertas normalmente hablan mucho de lo que guardan detras.
Pues eso observo las diferentes puertas o estancias tratando de detectar cual es de mejor calidad para ir por alli a husmear.
Un segundo -digo al muchacho. Cojo a Redhead y a Alina, y me los llevo donde el muchacho no pueda oírnos- A ver. Vamos a tranquilizarnos. Redhead, si queremos sacar algo en claro, no podemos ir usando la fuerza bruta. Esto no es una taberna. Tranquilo, tu fuerza nos ayudará llegado el momento, no te preocupes. Y Alina... -miro a la maga con severidad- pase lo que pase ahí dentro, este no es el momento apropiado para dárselas de héroe. Recuerda que tenemos una misión, y no es limpiar un templo. Además, recuerda que esta no es tu casa. Y cada uno, dentro de su casa puede hacer lo que quiera. Si quieres, cuando acabemos de buscar el vestido, puedes venir y pedir cuentas al templo. Pero no ahora. Además... Recuerda que este templo está dedicado a la que llaman la "Reina Rabiosa". Si la haces enfadar interrumpiendo un ritual, muchos marineros morirán hoy. ¿De verdad quieres eso?.
Así que, vamos a tranquilizarnos todos, y vamos a actuar de forma sutil. Si hay algún indicio del traje, Arther nos lo dirá. Pero por favor, lo que menos nos interesa si queremos saber dónde está el dichoso traje, es llamar la atención. Así que, comportaos. De momento, vamos a volver con el muchacho y a distraerlo mientras la sacerdotisa termina el ritual, y Arther de investigar. Ahora, vamos.
Y tras el discurso, volvemos con el chico, dándole tema de conversación mientras la sacerdotisa termina.
Por cierto, Madred está desmarcada de los posts por defecto, y supongo que debemos desmarcar a Arther, por aquello de que se ha ido.
El adepto frunció el ceño, como si le estuvieran gastando una broma. Pareció tomar una decisión y gritó:
¡Guardias, intentan entrar en el templo!
Arther apenas tuvo tiempo para deslizarse por las puertas cuando vió venir corriendo de frente a dos guardias con cota de mallas, blandiendo amenazadoramente sus tridentes contra él.
Tal y como lo habéis roleado (descoordinación y ¡hasta corrillos secretos delante del pnj!) es un fallo automático.
Si queréis entrar en el templo por la fuerza, tiradme iniciativa. Si preferís retroceder o huir, roleadlo.
Vaya, ya la hemos liado. En fin. Chico, tú lo has querido, lo haremos por las malas. Pero que conste que yo no quería...
Tirada: 1d20(+1)
Motivo: Iniciativa
Resultado: 7(+1)=8
Joder, si es que no hemos podido ni organizarnos. Y luego, cada uno a ido ha su bola... Ains.
Me cubro poniéndome detrás de Redhead no era para ponerse así, solo queríamos pasar, pero tú has decidido que entremos por las malas digo señalando al joven que se interpone entre nosotros y la entrada.
Tirada: 1d20(+6)
Motivo: Iniciativa
Resultado: 13(+6)=19
Descoordinacion total.
Tirada: 1d20(+7)
Motivo: Iniciativa
Resultado: 3(+7)=10
Tirada: 1d20
Motivo: Iniciativa
Resultado: 11
Suspiro ya nos estamos metiendo en lios.... Ya estoy aqui
Pues empezamos bien el día... -me giro hacía los guardias en posicion defensiva para proteger a Alina-
Tirada: 1d20(+2)
Motivo: iniciativa
Resultado: 10(+2)=12
Tirada: 1d20(+6)
Motivo: Ini Guardias
Resultado: 12(+6)=18
Tirada: 1d20(-1)
Motivo: Ini Adepto
Resultado: 15(-1)=14
Por tanto el orden de iniciativas es:
1. Alina
2. Guardias del Templo (2)
3. Adepto de Umberlee
4. Redhead
5. Mardred
6. Arther
7. Althen.
A lo largo de la mañana os pondré un dibujo o tablero de cómo estáis colocados. Pero para que os hagáis una idea, Arther está en la puerta, los guardias están dentro del templo y los demás estáis fuera, en corrillo. El adepto también está fuera, entre vosotros y la puerta.
Retraso mi accion hasta que actue Redhead