Partida Rol por web

Desafortunadamente, los monjes están lejos del pueblo, asi que no ves muestras de artes marciales por aquí.

Tras un par de días deambulando por los alrrededores, incluida una escapada al bosque, William regresa a tiempo para la marcha de la expedición. No había podido conseguir loq ue quería, pero no se puede tener todo.

Aparece a primera hora en el almacen, listo y con todo su equipo. Mochila a la espalda, arco colgando y espada al costado.

Muy bien muchachos, tenemos trabajo que hacer. Vamos allá.

El bastón repica en el suelo empedrado, con la misma fuerza que harían las mundanas botas de cualquiera de los presentes, y, sin embargo, el repique de la madera es la única pista que da la elfa de su presencia, su silueta se recorta en la puerta, observando al grupo que ya aguardaba para partir, con los ojos recorrí el lugar, repasando a los presentes, y guardando las palabras para el camino y haciendo un ademán mostrando el camino que frente a nosotros se extendía, invitando a caminar a mis compañeros, esperando que fuera el discípulo de Torag quien condujera el carro, al menos, eso habia entendido en la última conversación

Con un terrible dolor de cabeza y algún que otro retortijón de estómago, el pícaro logra presentarse a su cita puntualmente después de dos magníficos días de asueto.

-¡Che! Hacía tiempo que no me corría una juerga de tal magnitud--piensa Aslam sonriendo mientras va saludando a los demás integrantes de la caravana--Al menos, eso que me llevo si me limpian en el viaje. ¡Que me quiten lo bailado! ¡Je, je, je!

El enano camina seguro de si mismo y observa a los presentes con una sonrisa - Bueno. Será cuestión de comenzar. Entonces, alguien sabe conducir un carro? - insiste a su pregunta de los días previos - Sino me ocupo yo. Después de todo, según el dicho humano, los enanos pueden ser tan tozudos como las mulas... o algo así - acota, aparentemente sin sentirse ofendido por ello

- Y alguno querrá viajar en el carro, aunque no lo conduzca? O dejar su equipaje en el? - fiel a la forma de ser enana, Alfrik intenta organizar al grupo para que el viaje sea lo más cómodo posible para todos.

Maedros Tolre apareció con una hermosa mujer del brazo el dia de su partida, y se despidió de ella con un beso. Luego se acercó a sus compañeros.

- Por mi parte podemos partir cuando lo deseeis.