Partida Rol por web

Poco a poco sale confiado al escuchar la gangosa voz de una anciana asustadiza, lleva un arco corto y una flecha encajada en él, sin necesidad de amenazar ni apuntar tan solo queda atentamente mirando a Snikrot. Tal como habías advertido, lleva una extraña indumentaria: una larga túnica, y varías mantas superpuestas sobre él. No debe estar padeciendo de frío, al dar un par de pasos, advertís su forzado caminar, su sobreactuación de mantenerse erguido, pero seguramente esté herido.

 Me llamo Baddum Shaz-zar, de la tribu que viaja por las olas de arena, varias veces más allá del horizonte, por donde el despiadado sol nace. No sabía de la existencia de otras tribus orcas, tan solo sabía del peligro de los humanos y los gnolls, peligro que infravaloré.

¿Y vosotros sois?

Llevais mucho rato fuera, y aunque apenas es un eco lejano, vuestros oidos pueden percibir agudos aullidos de caza

Sólo soy una vieja, Matriorca es mi nombre. Y el joven valiente que me acompaña se llama Snikrot. Parece que los tres estamos heridos la noche en los que nuestros caminos se juntan. Ven, y nos refugiaremos para hablar tranquilamente.

¿A varias millas de aquí hay un desierto en el este? Lo desconocía. ¿Cómo de grande puede ser el mundo en el que vivimos y cuántos rincones desconoceremos?

Estás muy lejos de tu tierra. Cuéntanos que te trajo hasta aquí y quién ha lastimado tu cuerpo. Por cierto, espero que te queden cicatrices de este día para conmemorar tu habilidad en la batalla y honrar la vista de Gruumsh.

Matriorca acompañó a los dos nuevos orcos en dirección a la cabaña, mientras seguían hablando del tema.

Briskas llevaba convencido de la comodidad del techo desde que llegaron, ante la imposibilidad de convencer a Trash de las ventajas de vigilar desde el techo Briskas opta por huir de la vista del malherido pero poderoso lider de su grupo para refugiarse donde su vista pueda alcanzar los alrededores.

Las risas de hiena tan solo pasean por los alrededores y aunque Briskas consigue ver alguna fugazmente, ninguna se acerca suficiente para convertirse en diana del aburrido brujo-araña, finalmente las risas callan momentaneamente para recibir a los tres orcos que se acercan charlando.

Snikrot viene cargado de largas cañas y parece llevar en brazos un montón de piedras, Matriorca, totalmente desprovista de carga, viene apoyando su cuerpo en una firme caña, como una jovencita vendría de una excursión al lago, y junto a ellos un orco alto, desconocido, embutido en extraños ropajes.

De la cabaña sale un delicioso olor a barbacoa, y aullidos de hambre se escuchan en los alrededores, y Trash el Iracundo cocinero, tiene todo listo para daros un buen festín, realmente es una noche tranquila y muy especial.

Parece que nadie os vaya a molestar hoy, y además habeis encontrado a dos orcos extraviados, ¿A qué se debe todo esto? ¿Qué está ocurriendo con las tribus orcas? ¿Realmente está llegando el ocaso en la edad del orco?

Tranquilamente instalado sobre la puerta, Briskas observó la nueva "adquisición" del grupo - Vaya, vaya, parece que hoy es el día de los desconocidos - comentó en voz alta mientras apuntaba al mismo con su dedo - Espero que tengas una buena razón para estar aquí - insistió, esperando que su voz alertara, también a Trash

- Después de todo no tenemso que darle de comer a cualquiera que pase por aquí... excepto que nos convenga hacerlo - completó sus dichos con la habitual lógica orca

Por favor, Briskas, baja el dedo.

Matriorca sabía de los rayos que su dedo es capaz de lanzar, y no quería confrontación entre miembros de la misma raza. Después de todo, a saber cuándo volverían a encontrarse un orco.

Comida hay a puñados cerca de los lagos, pero los orcos como nosotros no abundan y son una cosa valiosa.

¿Quieres terminar como los humanos, que alzan las armas contra sus congéneres? Cualquier otra raza tiene conocimiento de ella como tal y no son necesarios lazos previos para prestar ayuda. Seamos orcos y no nos comportemos como humanos.

 Trash apareció entre las sumbras levemente anaranjadas del umbral, portaba el escudo y una hacha de batalla.

 - Que es este alboroto?- Dijo cuando se percató de la presencia del individuo que acompañaba a Matriorca y al nuevo. Sus ojos se tornaron una rendija. Tras unos instantes volvió hablar.- Quien eres tú, acaso otro miembro de la extinguida tribu de la que viene Pincha-Mucho?

Observa a Briskas, con una cara de sorpresa evidente al ver un orco encaramado sobre una casa, algo entre orcos, dificil de asimilar. En su tono de voz, pausado, puede denotarse que estudia la situación con evidente asombro, tratando de buscar, tal vez, una escalera por la que el brujo se haya encaramado arriba

No tengo una buena razón para estar aquí, ni siquiera una mala, tan solo las circumstancias me han traído, un destino inexorable que probablemente ni siquiera Gruumsh pudiera preveer, un destino que no hubiese imaginado ni en la peor de mis pesadillas.

A continuación aparece Trash, en su enorme envergadura, portando su escudo cubriéndole, como si al asalto de una fortaleza se lanzara y con el hacha alzada lista para abrir cabezas, lista para hacer lo que mejor sabe, tal vez lo único, habia que amortizar su habilidad, con quien fuera. El extraño tiene la misma imponente altura de Trash, pero aún yendo embutido en ropa carece visiblemente de sus músculos, siendo más bien estirado y delgado, su rostro no posee los tonos verdes que vosotros teneis, sino una piel marrón apagada, seca. Observando a Trash y estudiando sus palabras y situación durante unos segundos finalmente sentencia

En mi tribu era de suma importancia dar el nombre, si lo que deseabas era conocer uno nuevo

Hablame de tí si deseas saber de mí

 La mirada pasó de cierta desconfianza a desagrado.

 - Acaso te hirieron en la vista, si no es así mira de nuevo a tu alrededor, estás solo y nosotros somos cuatro. Oirás lo que tengamos de decirte cuando queramos. Y eso será, tal vez, después de que respondas a las preguntas que te hagan. Y responderás con claridad,sin rodeos, no estoy para juegos.

 Lanzó breves miradas a Matriorca y a Sikrot, y después puso su mirada, dura como el acero, en el recien llegado.

Aunque el extraño no retroceda ni un solo paso ante el imponente Trash, se muestra visiblemente intimidado, tan solo un arco corto cuelga de su hombro y aparentemente no lleva ninguna otra arma. Su rostro se arruga, en una mueca de repulsión y desagrado por el orco que tiene frente a él, unas lágrimas comienzan a brotar de sus ojos, y aún así su voz, aunque temblorosa al comienzo, se torna firme y desafiante al líder de la tribu orca.

Nada tengo que decirte orco de las praderas, nada que unos oidos necios sean capaces de entender, seais cuatro o seais veinte poco podeis arrebatarme. He sido invitado con la promesa de hospitalidad, pero al parecer las palabras resultan tan vanas como detener la lluvia con las propias manos.

Viajo al oeste, si os interesa, poco o nada más debo deciros, antes de seguir mi camino

- Bueno... supongo que si acabamos con una partida completa de gnolls, matar a este insolente no será problemático - comenta sin aparente preocupación el brujo, sonriendo con suficiencia - Trash, si necesitas que lo fría solo dímelo - agrega como al pasar

 Trash arruga el gesto en muestra de desagrado ante los balbuceos llorones del recién llegado. Es débil. Pronto en su rostro aflora una mueca de asco.

 - Si realmente corre songre orca por tus venas, ten la decencia de no lloriquear como una cría humana!- Casi ruge el orco.- Quieres hospitalidad? Que ofreces tú, palabras vacías y un estómago más vacío aún! Acaso hay algo de seso tras tu frente, te crees que nadamos en abunancia de riquezas y confianza como para derramarla sobre desconocidos de otras tierras!?

 Sus palabras están cargadas de una rabia contenida, su tono es violento y duro, pero no alza la voz.

Matriorca no sabía cómo apaciguar los ánimos. Tenía miedo de lo que suponía derramar sangre orca para sus tradiciones, sus tradiciones olvidadas por los jóvenes.

Si lo que te preocupa, Jefe, es que coma de nuestra despensa, yo no comeré hoy. Baddum comerá de mi parte. Ya que yo lo invité, yo debo acarrear las consecuencias. Y que duerma durante el día con nosotros no nos costará nada.

Baddum, el orco del escudo es Trash. El orco del tejado es Briskas. Compórtate con humildad como haría un invitado y no niegues tus palabras a nuestros ávidos oídos.

Esimismado por toda la pelea, y la actitud de Trash, me quedo callado, quizas en mi caso me deje llevar, al no ver a ningun orco durante tanto tiempo y la necesidad de un grupo, asi habia sido y seria por siempre con los orcos. Pero ahora este extraño, sus palabras son acertadas, quizas demasiado.

En perspectiva de que me inviten a comer, me callo y espero a un lado, hasta que terminen, soy demasiado nuevo para opinar, pero veo que ese tal Briskas, esta al 100% por 100% con el jefe, mientras me coloco mejor la carga que llevo, mis picudas orejas escuchan algo, algo que se acerca es ...

Baddum observa con cierta incredulidad las valientes palabras de Matriorca. Él esperaba la hostilidad de Trash, y el silencio de su tribu ante sus palabras tal como hace Snikrot o Briskas, no esperaba que una octogenaria se atreviera a sugerir algo así ante el furioso líder, que lejos de usar un tono amable, escupe sus palabras para doblegar a todo aquel que desee hablar con él.

Nada tengo para ofrecer, puesto que todo me ha sido arrebatado, Trash

Sois afortunados de teneros unos a otros, y sois afortunados de tener cobijo, y comida

Saca su arco, girándose hacia la anciana

Acertado es tu tono, y apropiadas son tus palabras, afortunada es tu tribu de tener tu sabiduría con ellos

Volviendo a encararse a Trash, le tiende el arco, bajando la mirada a sus pies

No sé cuanto tiempo permaneceré con vosotros, pues mi camino y mi destino son aún inciertos, pero si he de rendir mis respetos al líder de la tribu de las llanuras para vivir, así sea, este es mi arco, es todo lo que me queda.

Soy Baddum Shaz-zar, predicador de Gruumsh de la tribu del Zarim. Mi tribu fué por completo aniquilada en un furioso ataque de los piratas del desierto, hombres crueles, esclavistas y asesinos que barrieron de las enormes dunas de Zarim nuestra existencia. Gruumsh se mostró benévolo, y me permitió a mí y a mi familia huir a las llanuras. Mi mujer y mis dos hijas, perecieron las tres hace dos noches, nos sorprendió una enorme manada de hombres-perro, aullaban y reían mientras las desollaban despiadadamente. Yo caí en batalla, pero desperté ayer, un nuevo milagro de Gruumsh, que bien caro me ha costado.

Ahora camino al oeste, siguiendo el sol, esperando que me indique él me indique cual es mi camino.

No sé si mi sumisión será suficiente para recibir refugio bajo tu techo, Trash, pero es todo lo que tengo, al menos, ya, no somos desconocidos

- Parece que las hienas y los humanos se complotaron para eliminarnos - comenta el brujo, aún en el tejado y esperando las instrucciones del lider.

Sin embargo tras una pausa pregunta - Predicador? Acaso posees la habilidad de curar que tenían nuestros chamanes? Si es así quizás tengas algo más que tu arco para ofrecer -

Los hombres-perro se llaman a sí mismos gnolls. También mataron a un compañero nuestro ayer.

Les atacaron hace dos noches, eso significa que no fue una represalia por los gnolls que matamos nosotros...

Baddum, si vienes del este, habrás pasado cerca de un gran poblado humano. Conocemos su ubicación, pero nunca estuvimos lo suficientemente cerca cómo para apreciar sus defensas ni los guardias que la protegen.

Creo que la ciudad está a un día de aquí. Debió suceder muy próximo a la ciudad de los humanos. ¿Gnolls tan cerca del poblado? ¿Y riendo escandalosamente a pesar de los guardias? Se me hace difícil de creer.

 Trash miró al tal Baddum, como pide permiso para quedarse con ellos, ofreciendo su arco. Mientras permanece en silencio, parece que su respiración es menos agitada.

 Entonces Briskas y Matriorca hacen algunas observaciones. Trash adopta una postura menos ofensiva, pero sin bajar la guardia.

 - Responde a sus preguntas, Baddum del Este.- Su voz es poco más fuerte que un susurro, pero frío.

Los modos de Trash no correspondían, no seguían ninguna lógica, pero esto Baddum no lo sabía, y tan solo se mostraba extrañado y asustado por la gran hostilidad y agresividad de los orcos de las llanuras, probablemente, jamás en su vida habia oido de un comportamiento igual, al igual que vosotros, bestias verdes, supervivientes de la anarquía de Bejayla, no habeis conocido otro estilo de vida.

Mira a un lado y a otro, y viendo la actitud de Trash vuelva a colocarse el arco al hombro, empezando a asimilar, que aquí tan solo sirve la hostilidad y los malos modos, empezando a comprender, que ninguna costumbre que él tuviera, serviría para tratar con otros orcos, empezando a ver sin aún comprenderlo, que aquí el músculo es el único que habla aunque sea, sin decir nada.

Baddum observa a Briskas y responde con cierta sorna

Poseo los poderes que Gruumsh desea otorgarme, tal como vosotros, todos tenemos el poder y la fuerza que Gruumsh imbuye, y mi poder es canalizado hacia quien Gruumsh desea oportuno, ni más, ni menos. ¿Heridas? Con material adecuado puedo tratarlas, también era sanador en mi tribu.

Observando a Matriorca con una sonrisa seria y amigable responde

Me temo que no tropecé con ningún humano, no encontré tampoco campamentos ni lugares habitados de ninguna clase, este es el primer techo con el que me encuentro, y lejos de estar contento por ello, lo odio, lo aborrezco y lo maldigo, si tan solo lo hubiera encontrado unas noches antes, mi familia seguiría viva, no anhelo dormir bajo su techo, pues en el momento que perdí el aliciente de mantener a mi familia con vida me entregué en cuerpo y alma a la voluntad de Gruumsh, sea su voluntad y haga él lo que desee con mi cuerpo y mi alma que tan solo seguirá su señal, la señal del ocaso, la inequívoca señal de una tierra bañada por sangre donde tal vez encuentre mi reposo

El polígrafo de Matriorca determina..... que dice la verdad