Partida Rol por web

Un tornado interrumpe la calma en Bejayla, rayos multicolor estallan en todas partes coloreando el paisaje con tonos rosas y anaranjados, montones de maderos caen con gran estruendo entre el vendaval antes que el tornado se disipe, y la calma posterior a la catástrofe resulta un silencio sepulcral interrumpido únicamente por el crujido de escombros moviendose y un ridículo perro que ladra alrededor de ellos.

Entre la destrucción aparece Dorothy, terriblemente confundida, mira a un lado y a otro sin saber donde se encuentra. Magullada y sollozando sale entre los escombros con enormes astillas clavadas en su cuerpo observando a su alrededor.

Un largo camino se extiende desde donde está hacia el horizonte, y sin otra cosa a la vista, decide emprender un viaje que sin duda le llevará a conocer a unos compañeros un tanto peculiares

Vamos Tonto

Le dice al escuálido perrucho que brinca a su alrededor. Caminando por el sendero, junto a un infinito campo de trigo argénteo, Dorothy se maravilla con cada brizna de hierba fucsia, o ante los extraños pájaros que tararean canciones sin música de fondo, todo es tan extraño....

A un lado del camino, en medio del trigal, un orco feo cuelga de un enorme poste, se trata del espantapájaros, al que, unos granjeros han colgado ahí para que espante a los cuervos, pero que ahora no puede bajarse de él... necesita ayuda para bajar, y a la vista, tan solo ve a Dorothy

¿Pedirá el espantapájaros ayuda para bajar? ¿Como convences a una jovencita perdida que bajarle es la mejor idea? ¿Como sabrá su carne? ¿Y la de su perro Tonto?

Me dedique a contar gnull-sitos, iba por 1434398 aproximadamente, pero era la tercera vez que empezaba, lo unico que habia cambiado en todo este rato era, una ligera brisa, que soplaba cada 3000 gnull-sitos, que alegremente saltaban en mi imaginación una tapia, la cual yo defendia, pero eso es otra historia.

Ya mas que aburrido de estar colgado del mismo poste, veo que aperece a lo lejos, una adorable niñita con su perro, esta es la mia.
La espero con una encantadora y colmilluda sonrisa, la veo y creo que no es tan adorable, y que nisuquiera es una niñita,cuando esta lo suficientemente cerca.

-Heila- con un carraspeo - hola,-una pausa- jovenzuela, tendreis un momento para mi- digo acentuando aun mas la sonrisa - veras es que un grupo de desagradecidos topos han tomado a bien clavarme aqui arriba, eranmuchos y numerosos. Si me ayudas te contare la historia entera, ademas solo sera un momento. No tendras tanta prisa ¿verdad? - ademas tú precioso perro sabra muy bien esta noche trinchado en un palo, no te preocupes yo me encargare de todo.
 

La chica se queda boquiabierta.... el perro se adelanta a ella y rápidamente vuelve dando ridículos saltitos para juguetear bajo sus faldas, ella da unos pocos pasos hasta quedar junto a la cerca blanca en la que apoya sus manos, levantando la cabeza para poder verte, y alzando su voz para que esta pueda llegarte

¡¡ U-u-un Espanta- orco que habla !!

Eh... esto sí claro, ahora mismo te bajo de ahí... ¿pero como que hablas?

La joven Dorothy salta ágilmente la cerca, y se acerca apartanado el trigal plateado con la mirada en el suelo, abriendose paso hasta llegar a tus pies, frente al poste, donde continúa mirándote embobada. Finalmente cierra la boca y te desata para que caigas a plomo sobre sus robustos, fuertes y verdes hombros, para ponerte en pie apoyado en el poste. Mira alrededor, a la espera de, que haya alguien más que pueda ver esto, pero solo Tonto ladra desde el camino, no hay nadie más, no se escucha a nadie más, no se siente a nadie más. Solos tú y ella, que abandonando su cautela anterior pasa a tomar una actitud confiada y afable, con un tono enfermiza y alarmantemente alegre para la situación en la que se halla

No, no tengo prisa, me he perdido y no sé donde estoy ¿Tú sabes quien me puede ayudar?

Ya estás en el suelo, y te tambaleas un poco hasta tener tu equilibrio perfecto y observarla con cara pasmosa y sonriente

Pero, aún no puedo creer que hables, ¿Como hablas? Los espanta-orco no tienen cerebro

Haciendo un pequeño gesto con la cabeza - gracias, mi dulce niña - ago otro asentimiento de cabeza - si bueno, es una larga historia, yo antes era un robusto orco a secas, pero una sucia y apestosa bruja me convirtio en esto, pero ya me he acostumbrado ha vivir asi. ¿Te has perdido? vaya, podria acompañarte un trecho, hasta que sepas a donde vas, almenos me parece un buen pago por ayudarme desinteresadamente, ¿te parece? Asi podremos ir hablando por el camino, y ya veremos que hacemos con el delicioso perrillo. - digo esbosando una enorme sonrisa dientuda, pena que no pueda comer con este estomago de paja, algo que echo enormemente, comerme una buena presa.

No se adonde va, pero un buen paseo despues de estar colgado ahi, echando una mirada al palo donde me tenian colgado, ni me acuerdo del tiempo, estara bien un paseo, ademas sera un placer defender ha esta hermonsa y verde muchacha, durante un trecho.

Me llamo Dorothy, él es Tonto, mi perro, le tengo un gran aprecio, aunque es cierto que su carne es deliciosa y tierna, además esta raza de perro da un toque picante, al buen cocido. Pero es de agradecer que no te lo comas, pues Tonto, me es un amigo muy preciado.

Y así, dando saltitos cogidos por el brazo, Dorothy y el Espanta-orco se echaron al camino. Dejaron atrás el campo de espigas plateadas, el camino se adentraba en un bosque. Los arboles eran gruesos, sus troncos eran negros, rosas, verdes y rojos, y las hojas de todos tenían un color fucsia brillante que dañaba los ojos. Habian árboles retorcidos en locas espirales, algunos eran finos como hilo de pescar, otros tan gruesos que ni quince orcos podrían rodearlo.

Maravillados por el arcoiris de colores, avanzaron durante horas por el camino hasta llegar a un pueblo. En el pueblo no habia ni una sola persona, una y otra vez probó Dorothy a gritar y vociferar, rugir y ladrar, y no hubo respuesta, no habia nadie allí.

 Las casas eran grandes y elegantes, blancas, adornadas con topos de todos los colores imaginables, y otros colores que vuestra mente jamás será capaz de definir, mansiones lujosas con techos puntiagudos de teja amarilla. Puertas de madera negra, frente a cada casa, una pequeña farola encendida y un banco de madera negra cuidadosamente tallado.

De lado a lado recorrieron el pueblo, siguiendo el único sendero que había en éste, el mismo que les condujo hasta él, el mismo que les iba a sacar, y fué a la salida del pueblo, donde encontraron un orco de hojalata, frente a él, un árbol talado, seguramente de hace días

El pobre, estaba tan dejado y oxidado que ya no podía moverse, y apenas consiguió girar sus ojos cuando Tonto comenzó a ladrarle y a morder el bajo de su ya sucio y desgastado pantalón. A un lado suyo, habia un bidón entero de aceite lubricante, pobre diablo, seguro que se quedó a medio camino.

Con la ayuda del Espanta-Orco, Dorothy, metió cabeza abajo al orco de hojalata en el interior del contenedor de lubricante, y ése, pareció recobrar vida al comenzar a convulsionar mientras Tonto ladraba alegremente a un campo de margaritas anaranjadas... que no tenían nada que ver con la escena

Su cuerpo es demasiado pesado para Dorothy y el Espanta-orco, una y otra vez tratan de estirar mientras enormes burbujas eclosionan al llegar a la superficie de negro aceite, en un último intento, ya sudados y sucios de aceite, Dorothy y el espanta-orco logran sacarlo. Está totalmente negro y por su boca caen entre arcadas chorros semisólidos de aceite.

¿ Estás bien ? - Pregunta Dorothy

El orco de hojalata os observa a los tres y llevandose las manos a la cabeza comienza a gritar desesperadamente

WAAAAAAAAAAAAAAGH WAAAAAAAAAAAAAAAAGH WAAGH WAAGH WAAGH

Poniendose en pie, el enorme orco corre y se arroja al contenedor, vuelve a ahogarse, sus piernas patalean frenéticamente hasta que al final sus extremidades cuelgan inertes y sin vida de los bordes del bidón

Como si nada hubiera pasado, Dorothy y el espanta-orco, se vuelven a coger del brazo, y saltando, brincando y empapados en aceite salen del pueblo internandose en el bosque por el misterioso camino de piedra gris

Con una ancha sonrisa - vamos valiente compañero, el camino es largo y mil aventuras nos esperan - digo contento, hacia años que no tenia nada parecido a la familia, pero estaba claro a que me comprometia a ayudarlos, acaso tenia algo mejor que hacer un valeroso espantapajaros como yo, no creo.

Por el camino busco pasos de otros posibles viajeros, quizas encontremos una carreta para que nos lleve, asi solo tendremos que contar historias, de orcos que salvan a orcas mientras el paisaje pasa delante nuestra.

Compañera, si no le importa señor Espanta-orco

Tonto emite varios ladridos apoyando el argumento de Dorothy, quien sonríe con sus colmillos en una macabra y cruel sonrisa. Buscando entre el camino de tierra y polvo encuentras unas enormes huellas de deprededador, al menos de dos palmos cada una, nadie en su sano juicio las seguiria, pero comparte vuestro mismo camino así que sea quien sea... está cerca.

Ni un solo soplo de viento mueve las hojas de los árboles, y resulta escandaloso y peculiar cuando una hoja cae al suelo cada tanto tiempo, que os deteneis en vuestro caminar para observar el elegante y aparentemente común descenso de la hoja bailando ante la resistencia del aire, para golpear el suelo como un martillo en su contacto final.

¿Qué horrible creatura ha podido dejar semejantes huellas?

Un sonido entre los arbustos os hace detener, si no hay ni un soplo de viento, y nadie a la vista.... Dorothy retrocede asustada al confirmar que las huellas se ocultan tras el arbusto, y el Espanta-orco infla su pecho ante la ausencia de un pensamiento que le indique peligro o le haga imaginar lo que es morir. El Espanta-orco no conoce el temor y se adelanta un par de pasos hacia el arbusto tratando de descubrir quien se amaga.

La creatura da un formidable salto, pasando por encima del grupo para ir a parar al otro lado del camino, desde su nueva posición se iergue y lanza su feroz y vibrante rugido que hace temblar vuestros órganos por dentro, las aves del bosque echarían a volar si este bosque realmente las tuviera. Es la legendaria Matriorca-León, y a un lado del camino sus terroríficas encías amenazan con haceros puré a todos.

Pero es un grupo de Valientes, y Tonto, como tonto que es, se lanza hasta colocarse a un paso del León, ladrando de manera juguetona, agitando su cola y dando pequeños saltitos hacia la cara de la Leona.

¿Es este el fin de Dorothy? ¿Podrá el espanta-orco mantener la compostura ante tal terrorífica aparición? ¿Podrá Matriorca perdonar la vida de a quien facilmente podría convertir en un combo-happyMeal? ¿Será toda esta escena una mera excusa para que jamás llegueis al Reino de Ork?

¡Gro...groooa....!

Lo que pareció un rugido se convirtió pronto en un escupitajo que Matriorca lanzó al suelo para aclarar su garganta.

¡...Puiggg!

¡Aaaaah, ya veo! Más orcos como yo. Ya temía que fuera la última. Pero pronto lo seré si los jóvenes no aprendeis nada de las antiguas tradiciones.

¿Os parece sensato caminar despreocupadamente? ¿Os parece sensato atraer depredadores por culpa de los ladridos de ese perrito? ¿Os parece sensato seguir el mismo camino que marcan unas pisadas enormes?

La leona orca señala sus patas, que han sido ataviados con hojas y ramas, aumentando la superficie de la planta de sus zarpas para que abarquen mayor superficie y dejen pisadas mayores.

Los depredadores no siguen mi rastro si piensan que soy más grande que ellos. Y llevando la carga de esta gran piedra, aumento mi peso para que mis pisadas sean más profundas.

Matriorca abraza la gran piedra con cariño maternal, ya que más de una vez ha sido elemento de sus trampas y trucos de supervivencia, salvando su vida.

Lo-lo sentimos Sra Leona, no teníamos ni idea, tan solo seguíamos el camino

Yo soy Dorothy, me he perdido y estoy buscando el camino a casa, él es Tonto, no él no, el perrito jeje

El perro ladra dando saltitos alrededor de Matriorca, el orco con de expresión apática se mantiene muy quieto y Dorothy da unos pasos para acercarse confiada

¿Sabría ud. qué camino debo seguir para llegar a mi casa?

El largo camino del bosque viene del pueblo del orco de hojalata, y lleva directamente hasta la ciudad del Mago de Ork, este es un reino muy peligroso, y es por eso, que las maravillosas criaturas que en él habitan se mantienen ocultas de la vista. Criaturas capaces de sobrepasar todas vuestras maravillosas espectativas acerca de lo bello, y también pueden haceros temblar aún con el alma más férrea ocupando en adelante vuestras peores pesadillas.

Pero si por todos los habitantes del País de Ork hay algo sabido, es que el Mago de Ork tiene todas las respuestas, además de los poderes necesarios para conseguir satisfacer los deseos de todos los habitantes del Reino de Ork, será por esto el caos reinante debido a las brujas del Norte, el Este, el Sur y el Oeste. En cualquier caso, la elección no es dificil, tan solo hay un camino, tan solo hay una dirección.

¿La Leona les acompañará a Ork? ¿Porqué lo haría? ¿Por simple amabilidad tal como el Espanta-Orco? ¿Hay algo que la Leona pueda desear pedir al Mago de Ork? ¿Es posible que se dirigiera hacia allí? ¿O tan solo está aquí para robar a ingenuas criaturas que salgan de sus cuevas para aventurarse en los peligrosos senderos de Ork?

Veo como el grupo va en aumento, si seguimos asi, sera una muchedumbre la que llegue en vez de unos pocos viajeros, pero que llegue ¿a donde? Mirando a dorothy con una dientuda sonrisa, mientras las pajas me incomodan en la paletilla del hombro y me rasco sonoramente;  - querida niña, ¿adonde decis que os dirigis?, lo digo porque aunque una promesa me obliga, veo que esta usted bien acompañada, y no me gustaria oportunar mas de lo necesario.

Mirando a leona-matriorca; - y usted ¿no sera de aqui cerca no?, lo digo por si conoce el camino mejor que nosotros, por aqui no se ve gran actividad, pero si alguien tan... ancestral como vos puede encontrarnos, lo hara cualquiera y me gustaria estar prevenido.

El orco de hojalata hace muchisimo ruido, asi que encima sera un reclamo, pero se ve fuerte a la par que extraño, no creo que nada se atreva ha hacercarse mucho.

Mi memoria ya no es la que era, pero este camino sigue hacia un sitio importante... que ahora mismo no logro recordar. Antaño, el ministerio de obras públicas hizo pavimentar este camino con adoquines de color amarillo. Pero luego vinieron los ecologístas. Dijeron que el camino estorbaba el paso de las migraciones de grandes herbívoros y que eso llevaría a la extinción a los orcos-leones de Bejayla.

Así que los funcionarios retiraron los adoquines. Después, al no tener una calle que tomar como referencia, los orcos-leones tuvimos dificultades para orientarnos en la estepa. Nos perdíamos frecuentemente y ahora estamos prácticamente extintos.

A mí me gustaría seguir este camino para probar la carne de uno de esos ecologistas, pero es peligroso ir en esa dirección, no recuerdo ahora porqué.

Jovencita, ¿no sería más sensato renunciar a volver a tu casa y construir una pequeña cabaña? Una vida tranquila y segura... en vez de recorrer caminos que no conoces plagados de peligros a los que no estás preparada.

Dorothy se ve asaltada por preguntas e inquisiciones, y no parece muy dotada de cerebro por lo que tiene que pensar un buen rato para ordenar la secuencia de respuestas, al menos un par de silenciosos y serios minutos en los que Dorothy se rasca su pelo antes de sonreír al Espanta-orco y contestar con una simplonería, que lejos de sonar altanera, resulta de un enorme esfuerzo de razocinio por parte de la orca.

Voy a buscar alguien que me pueda indicar el camino a casa, de momento tengo este camino, así que lo seguiré, ¿A algún lado debe llevar no?

La Feroz Leona, recuerda con exactitud todos los trámites por los que han tenido que pasar las criaturas del Reino de Ork, y recuerda con nostalgia tiempos mejores en los que sin duda, ella era la depredadora de estos bosques. Pero Dorothy no desea quedarse, necesita moverse, moverse hacia donde sea, y es que, cuando se está perdido, cuando no se conoce que rumbo tomar, resulta futil e inútil quedarse quieto, y uno debe tomar un objetivo y lanzarse a por él, en linea recta, sin detenerse. Sea un lugar, una persona o un cometido, siempre debe tener un objetivo, porque sin ninguno, es cuando realmente te hallas perdido, es cuando todo deja de tener su sentido y nada vale la pena, a ello le sigue el aburrimiento y la desesperación, Dorothy no va a caer en ello, no va a quedarse en un remoto reino desconocido, aparentemente deshabitado.

Oh no, Sra Leona, no puedo quedarme aquí a construir una cabaña, mis tíos deben estar muy preocupados, y debo volver cuanto antes a mi granja en Kansas. Todo fué por refugiarme en el granero cuando aquel enorme tornado apareció sin previo aviso y entonces fuí traída hasta aquí...

Ud. sabe mucho, ¿Nos querrá acompañar hasta ese lugar importante del que habla? Tal vez allí alguien conozca qué camino debo seguir para llegar a casa.

El camino se alarga más allá del bosque y más allá de la colina, y más allá, es donde, en unas pocas andadas, podreis encontrar la Ciudad de Ork ¿Es conveniente acercarse allí? ¿Es necesario? ¿Es seguro? ¿Porqué un espanta-orco y una fierísima Leona querrían acompañar a la ingenua Dorothy allí? ¿Porqué el perro Tonto se ha quedado mudo de repente? ¿Será que simplemente es Tonto? ¿Puede que funcione a cuerda? ¿Como descubrirlo? ¿Qué más se puede descubrir en el País de Ork?

¿Entonces pertenecías a otra tribu? Es cierto, uno siempre debe estar con los de su tribu. Te acompañaré a Ork para que vuelvas con los tuyos.

La leona-orca se unió a la muchacha y al orco-pájaros, y en menor medida, también a Tonto, y juntos siguieron por el camino brincando y cantando... Siempre con esa extraña música de fondo cuyo origen era desconocido. ¿De dónde venía esa música? ¿Estaban siendo perseguidos por una sinfónica de bardos bajo el conjuro de invisibilidad?

Algún orco, sobre el arcoiris, viaja pa'arriba.

Hay una tierra llamada Bejayla, según alguien escribía.

En algún sitio, sobre el arcoiris, el cielo es color pus

y los sueños sobre orcos los hace realidad Gruumsh.

Algún día desearé ser la estrella de Gruumsh y despertar en las nubes

En el lugar que apesta como huevos podridos, por la chimenea subes

Hasta que me encuentras

Algún orco, sobre el arcoiris, vuela con pajarillos azules, ¿a mi que me cuentas?

Yo no soy ese orco. ¿Porque no?

Si estuviera allí cazaría a esos pajarillos cabrones y me los comería. ¿Porqué no?

Por un sendero de baldosas anaranjadas entrais en la ciudad de Orc, los edificios son tan altos como montañas, y a vuestro paso por el interior de la ciudad, se acercan perezosamente inclinando silenciosamente sus gigantescos cuerpos de piedra en un gesto aparentemente inofensivo. Nada ni nadie hay por la ciudad, y Dorothy se encuentra demasiado intimidada para atreverse a gritar si hay alguien, incluso Tonto otorga al silencio el derecho a preservar su reino de quietud.

Sin embargo, solo el mismo sendero de baldosas anaranjadas parece conducir a alguna parte y pronto veis una enorme torre, cuyo final parece terminar en una especie de brazos que sostienen el cielo, es cuando Dorothy se atreve a señalar la torre con una tímida sonrisa cuando un rugido resuena por las calles de la Ciudad

¿¿ QUÉ HACEEEIS EN MI CIUDAAAD ??

¡¡ IROS AHORA MISMO !!

¿¿ QUÉ HABEIS VENIDO A HACER A MI CIUDAD??

¡¡ LARGO !!

Por más que deis explicaciones las amenazas y preguntas retóricas seguirán con una voz realmente aterradora, parece que el Sr de la Ciudad no tolera que nadie invada su ciudad, ¿Para qué sirve una ciudad sin habitantes? ¿Ha terminado aquí la aventura? ¿Puede una voz amenazadora deteneros? ¿Os ireis por donde habeis venido o entrareis en la descomunal torre? ¿Llegaríais a tiempo al pueblo de la Abogacía para ponerle una denuncia por amenaza verbal y contaminación acústica? 

¡Nos ha visto! ¡Escondámonos!

La leona-orca empieza a dar vueltas buscando una dirección en la que ir a esconderse, pero el miedo no le deja pensar con claridad. Como no es capaz de decidirse, cambia de táctica y agarra a Tonto.

¡Oh, Señor de la Torre! ¡Perdónanos la vida a pesar de ser indignos para poner el pie en esta, tu ciudad! ¡Acepta este humilde sacrificio como muestra de nuestra disposición!

De uno de sus dedos felinos sale una garra retráctil con la que pretende abrir en canal al maldito perro.