Partida Rol por web

Vaya... nuestras informaciones sobre los asentamientos humanos son tan imprecisos... Tal vez la ciudad del este esté algo más al norte de la ruta que siguió Baddum, igual de nórdica que el centro de los lagos estacionales...

Y dime, Baddum. Tú que te crees digno de interpretar los designios que Gruumsh nos prepara desde su fortaleza... ¿acaso no consideras que Gruumsh te ha puesto todas esas penalidades para que hoy estés aquí con nosotros? ¿No consideras significativo haber encontrado un grupo de orcos tan lejos de tu hogar?

Todos los orcos que hay aquí reunidos son los últimos supervivientes de grandes tribus masacradas. ¿No es eso acaso una señal divina, Baddum? ¿No es éste el lugar al que Gruumsh te ha enviado? ¿No crees que has llegado aquí para rendir pleitesía a nuestro fuerte líder Trash y unirte a nuestra tribu?

Haz una tirada de diplomacia

 Trash suela un bufido.

 - Aquí hay techo y comida para quien se lo merezca, para quien resulte útil a la tribu.- Cambia un tanto su posura, bajando la cabeza del hacha de batallas hasta apoyarla en el suelo y usar el ama como apoyo.- Puedes sernos de utilidad? De momento o he visto nada que apunte a eso, más bien lo contrario, dejaste morir a tu hembra y tus crías y estás aquí sin heridas ni rotos en tur ropas, no dice mucho a favor de tu lealtad. Tienes algo que añadir?

La voluntad de Gruumsh... ésta....

Las palabras de Matriorca dejan a Baddum ensimismado por un momento, con la mirada perdida en el fondo negro tras vosotros, recordando, pensando, dando vueltas a cuantas cosas han debido ocurrirle, unos ojos que sin miraros pueden reflejar la tristeza y la desolación

No, esta no es la voluntad de Gruumsh, si para encontraros a vosotros Gruumsh ha matado a mi mujer y mis hijas, odio a Gruumsh, si esto fuera así, Gruumsh debería verse ofendido, y no manifestaría más su voz en mi en las noches en las que me susurra. Todo lo que me ha ocurrido, a mí, a vosotros, a todas las tribus de las que hablas, todo es la horrible obra de esos humanos, o esas hienas ... gnolls. Gruumsh nos da la fuerza, y nosotros debemos emplearla en la venganza, en la furia destructiva que caracteriza a Gruumsh, deberíamos protegernos unos a otros sí, deberíamos usar nuestra fuerza para protegernos.

Tras esto observa a Trash y baja la mirada al suelo, completamente abatido, absolutamente derrotado

Yo.... no tengo nada más que añadir, no tengo alegato en mi defensa, no tengo escudo que alzar delante mío para protegerme de tal acusación, es culpa mía, lo sé, por eso he de pagar, no, por eso he de hacerlo pagar, a esas inmundas hienas

Pero no tengo nada.... tal vez, si ... me dejarais dormir, aunque solo fuera esta noche.... llevo mucho sin dormir tranquilo, aunque vosotros tengais otras cosas que hacer, yo podría vigilar vuestro sueño durante el día, y... uhm... conozco historias... no es nada, pero en mi tribu, cuando la sed o el hambre cernían sus garras sobre nosotros y el sol no nos daba tregua, en la noche, alrededor de una hoguera, todos lográbamos evadirnos con uno de nuestros cuentos.

Aunque seguramente la verde-anciana sepa muchos más, tal vez querais escuchar uno de las tierras del este, mañana me marcharé si es esa vuestra voluntad, no molestaré más, ni volveré a por piedad en caso de no encontrar paz más allá del horizonte del oeste

El brujo permaneció atento a las indicaciones de Trash. No le gustaba el recién llegado. Nunca le gustaban los recién llegados. Y las palabras de este no lo ayudaban a considerarlo mejor

- No lo se. Es cierto debemos protegernos... pero porque a el? Yo no estaré tranquilo si el "vigila". Si no puedo cuidar a su familia, porque lo hará por nosotros. No, para que se vaya mañana, matémoslo ahora. No gastemos comida en quien reniega de sus dioses pese a que le hablan - meneando la cabeza el brujo volvió a levantar su dedo apuntando a la cabeza de Baddum - Cuentos y canciones. No lo puedo creer. Incluso nuestra vieja amiga - señaló a Matriorca - es más útil que ese

Briskas miró a Trash esperando sus intrucciones - Lo matamos? - preguntó sin preocuparse de que lo oyeran - Solo es una boca más que alimentar -

¡Escúchame bien, Baddum!

Matriorca se acercó al nómada y puso sus temblorosas manos en las mejillas. Todo por buscar un contacto visual con el que dejarle clara la situación en la que se encontraba.

Nosotros podríamos ayudarte a vengar a tu familia si no es la muerte lo que estás buscando.

Si pretendes marcharte conociendo nuestro refugio... si tu destino es volver a ser atacado... y tal vez capturado e interrogado... Nosotros no podemos arriesgarnos a que desveles nuestra posición y nos pongas en peligro. Tendríamos que matarte para proteger la tribu, ¿lo entiendes?

Así que por favor, medita mucho tu respuesta a la siguiente pregunta: ¿quieres unirte a nuestra tribu?

 Trash mira a Briskas, antes de decir nada ve de nuevo a Matriorca tratando al oriental.

 - Yo tampoco descansaría tranquilo teniéndole vigilando.- Pronuncia las palabras con pausa.- Tampoco parece que sepa pelear, en un combate no serviría más que para recibir ataques. Tampoco podemos dejarte ir por el riesgo que supone como bien dice Matriorca. Te podríamos arrancar la lengua y los ojos. Para no conducir a posibles enemigos hasta nosotros- Una macabra sonrisa aflora entre sus colmillos.- Pero sería cruel, en nada morirías en estos valles estando ciego. Sería mejor que antes te matáramos, piensa que se terminarían tus problemas de golpe.

 Trash mira la reacción de Baddum al oir sus palabras.

 - No me has dicho nada que nos pueda hacer creer que eres útil.

Uhm pues claro que quiero unirme, con tal de tener un techo bajo el que descansar, mm puedo disparar el arco, y como ya dije, con material adecuado puedo vendar y sanar vuestras heridas, y si tuviera algo más que el arco también podría usarlo, simplemente ahora voy corto de material, en fin, viendo las pocas alternativas, decidme qué quereis de mi y lo haré lo mejor posible

Ahora sí está mintiendo, está acojonado, puede hacer todo eso pero no quiere quedarse entre unos orcos que en 5 frases le han amenazado de muerte 20 veces, seguramente huirá tan pronto como pueda.

Snikrot sigue por alli calladito y tranquilo, viendo como se desenvuelve toda la escena, no le gusta, no sabe si el recien llegado es de fiar o no, pero esta claro que un brazo mas siempre ayuda:

-En estos tiempos que corren, un par de brazos mas pueden marcar la diferencia-digo dubitativo alfinal el acaba de llegar tambien. -un poco de comida alfinal no es nada, mañana yo mismo podre ir a cazar por la tarde cualquier presa en condiciones, pero si nos asaltan, un orco mas es la mejor compañia, ademas no todos estamos en la mejor de nuestras condiciones- Entiendo a Trash, pero tambien veo que nuestro dios nos tiene guardada alguna, algo importante, algo de lo que no espero salir vivo.

 El jefe mira a los que de momento están dentro de la tribu, Matriorca, Briskas, el recién llegado Sinkrot. Finalmente le dice a Briskas.

 - De momento se quedará, pero a la mínima ocasión que nos defraudes- Mira  Baddum.- lo lamentarás.- Era una mirada hosca y dura.

 Mirando a todos de nuevo.

 - Bien vayamos a llenar las tripas. Baddum y Matriorca montareís la primera guardia. Luego os relebarán Snikrot, Briskas y yo. Por ese orden. De momento Baddum harás turnos junto a la anciana.

 Sin decir más Trash se interna en la pequeña edificación.

Baddum tiene un carcaj tras una falda de mantas, clava un par de flechas en el suelo, cerca de la puerta, y con el arco en sus manos se sienta en una roca suspirando aliviado haciendo una reverencia a Trash al entrar.

Su estómago gruñe, poco, pero él no da muestra alguna de querer comer, y sumisamente adopta un rostro serio y vigilante en su nuevo puesto asignado, así pues, podeis ir a comer tranquilos, Snikrot, Trash y Briskas, hartándose de comer, mientras los, supuestamente más débiles de la tribu, quedan afuera esperando su turno.

¿Será una noche larga?

Tus compañeros comen ruidosamente entre murmullos y eruptos en el interior de la choza, vosotros sentís el gélido viento de la noche y algunas risas de hienas merodeando los alrededores, es improbable que se atrevan a acercarse

Examinas el entorno con tus sentidos expertos y una mano se posa sobre tu brazo, al alzar la vista Baddum parece concentrado, pronunciando un suave y tranquilizador salmo, al tiempo que un arañazo sobre tu brazo se desprende de su costra para no dejar rastro, era una herida incómoda, nada comparable con el tremendo hachazo recibido que todavía te hace resentir, pero es todo un alivio

No pareces de su misma tribu anciana, te agradezco lo que has tratado de hacer por mí, y en mi tribu, es de obligación dar a cambio lo que se recibe, gratitud, así se llama.

¿Hasta donde..... Q... - Baddum chasquea su lengua temeroso de lo que está a punto de decir, y apartando su mirada de ti observa el horizonte - ¿Hasta donde llega tu lealtad hacia Trash?

Deseo.... deseo ir al oeste... algo me llama a seguir hacia el oeste, pero no puedo hacerlo solo... pareces una mujer sabia, la fuerza ha sido lo que ha caracterizado a nuestra raza desde nuestros inicios, pero el simple uso de la fuerza nos ha llevado a la extinción.

No puede solucionarse todo con fuerza, es por eso... que nosotros... tal vez... podamos llegar a algun lado.... tal vez

*Aunque supongo que, si no me queda más remedio, tendré que quedarme con vosotros, ya he visto, que no tengo alternativa

A Matriorca poco le importaban las mentiras de Baddum. Las motivaciones de la vieja orca estaban en usar sus últimos momentos con los vivos para preservar el mayor número de vidas orcas posible.

En cierto modo eso es lo que había hecho con el nómada. Le había dado a entender lo que pasaría para evitar derramar su sangre. Aunque hablaba muy en serio, si para proteger a los suyos necesitaba empuñar un arma contra Baddum, lo haría.

¿Estás herido y dedicas tus plegarias hacia mí? Te lo agradezco, mi brazo está mejor ahora, pero te agradecería más que aprendieras a respetar tu propia salud. Vivir implica usar todas tus fuerzas para vivir. Sino, no eres más que un reo esperando a ser ajusticiado.

Lo único que me distingue de mis compañeros es que he visto más cosas en el transcurrir de mis años. La llama de mi furia se ha apagado al mismo ritmo que la llama de mi existencia.

Mi lealtad hacia Trash es plena. Es el más fuerte y el más valiente de los orcos que quedamos con vida, por costumbre tribal es el líder legítimo de la manada. También es tozudo, y cometerá errores en sus decisiones, pero sigue siendo el líder más capaz, y por eso confío en él.

Quiero que te quedes con nosotros, Baddum. Ese es mi deseo, y no ir al oeste. Pero te contaré un secreto.

Llegamos aquí huyendo desde el sur por culpa de un ejército de humanos. Al norte, los lagos estacionales nos impiden avanzar. Los lugareños han enviado un cargamento de armas hacia la ciudad del este, y si lo han hecho es porque tienen motivos para pensar que esa será la primera ciudad a la que atacarán las hordas del sur. Si vamos al este ahora, estaremos entre dos ejércitos.

Además, gracias a ti, ahora sabemos que lo único que nos espera en el levante es el sol del desierto que abrasará nuestros ojos. La verdad, no sé cómo pueden haber orcos capaces de adaptarse a esas condiciones.

Lo cierto es que no podemos quedarnos mucho tiempo aquí, y que nuestra única escapatoria está caminando al oeste. Y aunque ese no es mi deseo, ya que como te dije antes mi único deseo está en mantener mi tribu con vida, ir al oeste no me provoca mayor rechazo que avanzar en cualquier otra dirección, y dadas las circunstancias es un camino que no tenemos otro remedio que recorrer.

Dime, Baddum, ¿ya que todos terminaremos en el oeste, no crees que sería buena idea ir juntos? Y eso significa esperar aquí unos días, hasta que la tribu esté preparada para partir. Espero que tengas la paciencia que has demostrado hasta ahora, y aguardes con nosotros en vez de marcharte por tu cuenta.

Baddum baja su cabeza sinceramente avergonzado, la primera vez que ves un gesto así en alguien de tu raza, la tribu a la que pertenecía Baddum debía ser única, sin duda. Se lleva la mano al cuello y espera unos minutos antes de comenzar a hablar

Siento que, en cualquier momento me rebanarán la cabeza

Lo único que desea vuestro líder, y ese..... - se levanta y observa el techo de la casa con desconfianza para, aún así, susurrar como si de mal augurio fuera hablar acerca de Briskas- ese brujo

Es combatir, yo no estoy hecho para la batalla, no soy excepcionalmente fuerte, ni hábil, si esperan que entre en batalla volveré a perder, volveré a morir, supongo que solo puedo tratar de darlo todo, pero, definitivamente, esta no es la voluntad de Gruumsh, no puede serlo. Tus palabras son sabias, meditaré acerca de ello

Tras este momento tenso, y oidos tus conocimientos, Baddum se apresura a compartir los suyos.

Te habla de un desierto hostil, que termina en unas costas de sal, Las playas muertas, te habla de los hombres del desierto, embutidos en ropajes parecidos a los que él mismo lleva, de piel bronceada, erigen su siniestra y oscura ciudad en las playas muertas. Te habla de galeras de velas negras, y barcos que cruzan la arena, construcciones que su tribu también podía dominar.

La tribu de los hombres del desierto es una tribu esclavista, vienen de las llanuras con montones de hombres con la piel tan negra como las velas de sus barcos, los encadenan y los hacen gritar, su ciudad siempre grita, se deleitan con el lamento del dolor.

Te habla de una cadena montañosa al sur del desierto, seguramente la misma que delimita Bejayla por el sur que se seguirá extendiendo, te habla del método de vida de los orcos del desierto. Búsqueda de agua, oasis, te habla de los dátiles y los camellos.

Finalmente queda en silencio, observando las estrellas que brillan con fuerza sobre vuestras cabezas, no os debe quedar mucho para que os llegue el turno de comer, pero él parece haberse resignado a no probar bocado, y de una de sus mangas saca un orbe de pierda, en el que puedes reconocer el inconfundible y sagrado ojo de Gruumsh

Si lo deseas anciana, únete conmigo a la plegaria, pide lo que desees a Gruumsh, él nos dará fuerza

Baddum lo coloca en el suelo, y clava frente a él su frente y comienza a musitar un indescriptible y apretado salmo

Matriorca se quedó sorprendida de las historias que Baddum le contaba. Su estilo de vida en la estepa se le antojaba plácida en comparación con la supervivencia en el desierto. ¿Un animal con dos jorobas? ¡Qué increibles eran sus relatos...!

Tras las historias, Matriorca se une a sus rezos con el estilo diferente que tienen las plegarias en la estepa.

Oh, Gruumsh... Alabado seas por clavar tu ojo en estos inmisericordes guerreros... El espíritu de los miembros de mi tribu murieron para unirse contigo... ¡Oh, Soberano! Acoge en tu seno el alma de Ruzgal.

Aunque no haya recibido sepultura, y su cuerpo esté mancillado por las dentelladas de huargos y hienas, murió en la batalla y por eso es digno de tu atención.

Acoge también en tu seno a la esposa y a la hija de Baddum, que tan fiel te sirve.

Y prepara un hueco para cuando Baddum se reuna con ellas, aunque no consideres digna su muerte a traición...

A Matriorca no se le escapaba que Trash había dispuesto así los turnos de vigilancia para hablar de Baddum junto a Briskas y Snikrot, tal vez para ordenar su asesinato mientras dormía.

Por eso, lo que deseó la vieja a su dios fue que cuidara de los que se habían ido, y del que pronto se reuniría con ellos. Sin embargo, no consideró digno rogar por su propia alma, a pesar de que creía que con su edad, el fin de los días de aquella anciana estaban ya próximos.

Matriorca se tomó la vigilancia muy en serio, y no comenzó a trabajar con los materiales recogidos hasta terminado su turno y tras haber comido bien.

Cortó una caña oblicuamente, dejando un extremo afilado. A ese fragmento le hizo un corte longitudinal que serviría para encajarlo en otro trozo de caña. Finalmente clavó el armatoste en la tierra de la choza, junto a la puerta, y la flexividad de la caña permitía doblarla hacia el suelo a modo de mini-catapulta. Otras dos estacas de juncos quedaban cerca del invento. Cuando llegase el día y se tuvieran que recoger, usaría un trozo de liana, atada a una de las estacas, la pasaría por encima de la caña presionándola contra el suelo y dejando a la minicatapulta en tensión. La liana seguiría hasta enroscarse en la otra estaca para acto seguido tensionar la liana cogiendo la punta con la puerta cerrada.

Al abrir la puerta, la liana se soltaba y la mini-catapulta, ahora ya sin fuerza que la mantuviera en tensión, saldría disparada para clavarse en la pierna del incauto propietario legítimo del refugio. Lógicamente, el grito de dolor era suficiente para despertar a los orcos y que alzasen sus armas para rematar al intruso.

Poco antes de enclaustrarse durante el día en aquella fortaleza improvisada, salió a tomar un poco el aire. Estaba amaneciendo con ese insufrible sol que, aunque todavía eran unos rayos muy debiles, podían ser realmente irritantes según avanzaba el día, y muy molestos para sus ojos.

Pincha-mucho queda mas tonto de lo normal, mirando como matriorca trabaja en la trampa, tambien por aprender, pero sobre todo como la pericia de una anciana, conseguira una fantastica trampa, para alertarnos.

Compruevo todo mi equipo, en especial las flechas que tantome han costado hacer, y busco un lado donde no moleste para descansar del horripilante sol, por la noche habra tiempo de ir a buscar algo mas de comida. Si cazo una buena pieza me veran mas util en la improvisada tribu, me tiendo en mi esquina, a "pensar" mientras con una ramita me limpio entre los dientes. No es lo que esperaba como tribu, pero al menos tengo compañeros iguales que yo, cualquier humano ya me huebira separado la cabeza del cuerpo con las implicaciones que eso llevan, y a Snikrot le sienta muy bien la cabeza donde la tiene.

Con estas cabilaciones me quedo ahi tranquilo, esperando el reconfortante sueño, aunque antes mirando a matriorca cuando vuelve a estrar en la cabaña; - me gustaria salir temprano antes de que caiga el sol por completo, a cazar algo, la tarde estara fresca y los animales descansaran sin temor a que los caze - digo con una colmilluda sonrisa. -el problema es salir con eso en medio - digo señalando a la trampa -no quisiera estar peor aun, para mañana -tocandome la zarpa que tengo en la espalda, del precioso lobo.

No te preocupes por la trampa. Para que esté activa hay que tensarla, y para mantenerla tensa hay que poner el extremo de la liana en la entrada y sujetarla cerrando la puerta. Vamos, que es una trampa que no funciona si la puerta está abierta, y la puerta quedará abierta durante la noche porque es cuando tenemos cosas que hacer.

Yo aquí estoy muy liada. Me llevará un rato acabar con esto. Si vas a cazar, no vayas sólo. En Bejayla los que viajan sólos suelen acabar en algún estómago.