-No te lo gastes todo.-Dice con una sonrisa. Heran te entrega los 2500 y sujeta tu blanca mano entre las suyas.-Ven a verme a la nave en cuanto los encuentres. Confío en tí.-Dicho esto, el humano da la vuelta en dirección a su nave. Los droides de mantenimiento han acabado de llenarle el combustible y retiran la manguera. En esa situación crees que solo hay un sitio donde buscar gente lo bastante interesante como para sorprender a Heran, la cantina portuaria de Kanto.
Zendra miro de reojo la mano sobre la suya. Aquel humano le gustaba. Y aquello no era frecuente. No porque fuera humano, sino porque zendra no solia dedicar mucho tiempo a las relaciones sociales mas alla de lo profesional. aun asi, habia de reconocer que le gustaria volver a verlo.
-Nos veremos. Nunca dejo un contrato sin cumplir.
Dicho esto ella tambien se retiro de camino a la cantina.