Sauce decidió que sería bonito observar el Rancho. Quizá allí encontrase algo interesante que aprender, o algún buen pokémon por descubrir.
El chico y su Rilou saltan y caen sobre un monton de hojas secas que se levantan con la fuerza de la caida.
Se que eres un entrenador pokémon, tu forma de ver a las personas me lo dice, dicen que cuando dos entrenadores se ven a los ojos deben hacer que sus pokémon luchen.
Con esto último mueve su brazo hacia su Rilou como si lo estuviera presentando.
¿O acaso tienes miedo de pelear con nosotros?
Caminas por el camino circundante al rancho y ves una cantidad incríble de Psyducks, Marrep y Marrills, pokémon que solo viste en fotos ya que son extremadamente raros en la zona de Teselia. Además ves una casa en la que hay un hombre con su Herdier, el mismo tiene cara de preocupación y no te saca un ojo de encima.
¿Quien eres y que quieres aquí?
-No me interesa realmente- dije con las manos en los bolsillos - puede que sea un entrenador pokémon pero no lo hice por las batallas o para ganar medallas y entrar en la liga, tengo otros asuntos que atender como seguir la corriente de todo pokéfan- le contesté al chico- así que podrías hacerme el favor de apartarte de mi camino?- le pregunté directamente, además tenía un Riolu, no se como lo había conseguido, pero era uno de los pokémons más fuertes que podía haber en esa etapa, sería estúpido hacer pelear a alguno de mis pokémons contra él.
¡Buenos días! Dije de forma educada al buen hombre que parecía un poco hostil. Mi nombre es Sauce, soy entrenador pokemon y viajo por el mundo para conocer más pokemon. ¡Me encantan esos Psyducks que tienes ahí! ¡Son muy bonitos! ¡Me encantaría tener uno! ¿Dónde has conseguido tantos?