Partida Rol por web

—¿Pero qué dices Keira? Tú ahora también te estás comportando como una niña. Agh, qué fastidio...

Veo con alivio que alguien más trata de imponer sensatez. La chica tiene un acento yamatés bastante llamativo.

—Lance Stradler, un placer y graaaaah...— bostezo brevemente tapándome la boca con la mano —...cias por parar a esas dos. Habría sido un fastidio si ellas la hubiesen liado cerca. Si me disculpáis, ahora tengo que averiguar cómo me hago la comida, ya que al parecer no puedo usar el hornillo. Ni mi consola...

La profesora Molly me ha hecho un fastidio con esto. Si nadie ve inconveniente iré primero a la biblioteca para encontrar libros sobre manipulación de energías, pues se me ha ocurrido que podría intentar calentar mis escudos pero no imagino bien el cómo. Además, seguro que allí hay buenos sitios donde ocultarme y tener tranquilidad para echar una pequeña siesta vsi me diese sueño.

-¿?- Con una sonrisa en la cara viendo que la llamaba por su nombre, Lyn se giró hacia Victoria e inclinó la cabeza a un lado mostrando confusión- Acabo de hacerlo, apoye la idea de probar el jugo asqueroso, e incluso a mi me sentó un poco mal, asique me sentía un poco culpable por si era la causa de su malestar.- Dijo siguiéndole el rollo a Selina y mezclándolo con la verdad.- Bueno, y de paso quería ver si podíamos hacernos con los videos que hablamos ayer para la sesión de cine.- Diciendo lo último volvió a mirar a Lilian.

Durante la estancia en el comedor no pude evitar mientras me marchaba ver como Lance intentaba infructuosamente cocinar los huevos. Con un chispazo como resultado me quede dudando si era casualidad o es que la profesora Molly no se lo iba a poner fácil.

Ya en el encuentro con Lilian y Selina no pude evita poner una mueca de desagrado cuando mencionaron el zumo de coliflor.

—Oh dios mío, ¿Pero a quien se le ocurrió hacer zumo con eso?—Dije sin poder evitar un escalofrió por la espalda solo con imaginarlo. Finalmente agite la cabeza negativamente. —Bueno, lo importante es que estas mejor.

Me daba la sensación de que me estaba perdiendo parte de la conversación que mantenía Lyn con el resto de chicas así que mire a mi compañera alzando una ceja de forma interrogativa al menos hasta que menciono la sesión de cine.

—¿Vais a hacer  una sesión de cine?.—Pregunte interesado en el tema aunque ciertamente perdido.

 Antes de que respondieran agite una mano.

—Espera que eso no es lo por que veníamos. Aparte de ver si estabas bien veníamos a traerte los apuntes de la clase que no pudiste asistir, pero supongo que con los de Selina tendrás suficiente…—Interrumpí mi frase recordando como la joven había pasado la mayor parte de la clase durmiendo.— Aunque puedes tener los nuestros para contrastar si quieres.

Mientras hablo he sacado la tablet donde he ido tomando los apuntes y tras dar en la pantalla unas pocas veces saco una pequeña tarjeta de un lateral y se la tiendo.

—También se hizo una votación para representante de la clase y todo estuvo bastante ajustado, espero que no tuvieras un favorito, porque al final la profesora desempato de forma bastante unilateral.

Una parte de mi clamaba por preguntar con respecto a su poder y sus aplicaciones, pero no era el momento adecuado y no quería saturarla en el estado en el que estaba, quizá más tarde hubiera oportunidad.

En el momento en el que sentí como mis mano dejaba de responderme empecé a intentar cerrarla inmediatamente. Sin querer darme por vencida pese a la dificultad intenté hacer algo nuevo. Mi poder era la gravedad, no el peso, y era hora de poner a prueba la diferencia. Me centré en un punto ligeramente por encima de la palma, e intenté aumentar todo lo que pude la atracción hacia ese punto mientras sujetaba mi muñeca, con tal que la atracción fuera suficiente como para sobreponerse al control de mis dedos y hacer que se cerraran alrededor del punto. No lo llegué a conseguir, pero cuando el control se deshizo cerré el puño con tanta fuerza que la uñas se me clavaron en la piel.

- ¿Te planteaste hablar antes de hacer algo tan invasivo? - dije bastante alterada.

Me giré entonces para ver por primera vez a la presidenta del consejo. Y mi cara era de clara decepción. ¿Les estaban haciendo algo a las chicas para retrasar su crecimiento?

- No tengo problemas en respetar a mis compañeros de grado superior cuando no actúan como niños. ¿A quién se le ocurre sacar las armas por una simple discusión? - recordé entonces la pelea que Molly tuvo ayer con Vendepatria -. Bueno, supongo que solo estaban siguiendo el ejemplo del profesorado. Y luego es a mí a quién se le considera potencialmente peligrosa y necesita clases de refuerzo solo porque controlo una "fuerza fundamental de la naturaleza", hay que joderse.

—¿Invasivo como ignorar el espacio personal de la compañera y agarrarla del brazo sin considerar su intención?
Suzune nunca deja de sonreír cordialmente cuando le habla a Keira.

—¿Simple discusión? ¿Tú dónde estabas cuando el panfloro este me atacó con una víbora? ¡Mira si es venenosa!

—Mujer, ¿qué clase de asesino piensas que soy? —replica Gurce, perdiendo bastante la calma.

—Tampoco apruebo lo que hicieron ustedes dos, ni el uso de las barreras del compañero Straedler. Por otra parte, sí apruebo el duelo y podrán tenerlo fuera del horario curricular.

—Ey, Keira —la joven nota que Luke le apoya una mano en el hombro para llamar su atención—. En serio, no busques líos. No deberías echar esas indirectas hacia los profesores delante de la presi.

—No hay nada de qué preocuparse, aprendiz Diamond, la advertencia ya está hecha. No seguir las advertencias, sin embargo, puede acarrear consecuencias poco agradables.

—¿Entonces qué? ¿Al patio a pegarnos o no?

Selina ensancha más la sonrisa cuando ve que sus compañeros le siguen el juego. Primero Lyn, por supuesto que adrede, pero Lakyus no estuvo allí, así que su reacción fue genuina, cosa que ayudó bastante.

Lilian niega suacemente con la cabeza, todavía tiene una expresión triste y preocuapda en toda la cara, pero hace un esfuerzo por dialogar y estar con ustedes.
—No, por favor, ninguno de ustedes tiene la culpa. No te sientas mal, Vallstein.
La pequeña asiente y recibe con gusto los apuntes.
—Gracias. Em, ¿me puedo quedar con esto? —pregunta a Lakyus—. No, espera. Un segundo.
Saca del bolsillo de su falda una tablet algo más chiquita que las normales, tiene un forro celeste con orejitas de conejo. Coloca la tarjetita y, luego de transferir los datos, la devuelve.
—Sí, queríamos hacer... bueno, no es una sesión de cine, era más bien revisar las grabaciones de la prueba diagnóstica.

A Victoria casi se le escapa un gritito, que acaba sonando como un gruñido agudo y apagado en su garganta. 
—Ah, eh, ¿están seguros de que quieren ver eso? Es muy cruento y... y feo.

—Bueno, a mí realmente no me interesa, pero Luke y Simon sí estaban entusiasmados por husmear eso.

Lilian sostiene un paquetito con más tarjetas como la que presentó Lakyus.
—Aquí las ten-
—¡AAAH!
Antes de terminar la frase, Victoria parece como si perdiera el equilibrio y casi se cae encima de Lilian. Al hacerlo, le quita el paquete de manera muy poco disimulada y lo lanza por la ventana.
—Perdón, tropecé.
Las otras dos chicas la miran confundidas, mientras que ella tiene las orejas coloradas y no para de titubear, entrelanzando los dedos, rascándose las uñas.

—Yo solo he evitado una pelea aquí en el comedor. ¿O crees que hubiera sido mejor dejar que pelearan con armas y todo, habiendo más gente cerca que podría verse implicada?— respondo a Suzune por alusiones —No lo hice por gusto, es un fastidio hacer estas cosas y tengo asuntos más urgentes de las que ocuparme que evitar que dos compañeros se zurren.

No respondo a Keira por lo que dice a la presidenta y si nadie tiene nada más que decirme me dirijo hacia la biblioteca para investigar.

Observé como las tarjetas volaban por la ventana antes de volver a fijar mi mirada en mis compañeras. Definitivamente algo había ocurrido algo en la prueba de lo que no quería que se enterara nadie. En un principio no tenía una necesidad de ver aquellos videos, pero con aquella actuación mi curiosidad se había incrementado dándome más razones para unirme a la idea propuesta de ver las grabaciones.

Dando unos lentos pasos me acerque a la ventana y me asome para ver donde habían caído las tarjetas. Finalmente me encogí de hombros.

—De todas formas… ¿De dónde las sacasteis? Bueno, supongo que los profesores tendrán copia de todo.—Dije a mis compañeras.—Puedo pedirle a nuestra tutora si nos las puede facilitar, con intenciones académicas claro.—Agregue al final mientras miraba a Victoria y su reacción nuevamente. En cierta manera me resultaba divertida la forma de comportarse que estaba teniendo últimamente.  

—Ahora que lo pienso… —Empecé mientras me llevaba la mano a la barbilla.—Posiblemente tengan cámaras en casi toda la escuela, cuando estuve hablando con el director ayer tenía una grabación de cuando hice explotar la máquina que identificaba nuestros elementos.

Durante un momento me pregunté qué tipo de seguridad tendrían en la red del centro y si sería fácil colarse, pero acabe descartándolo por los riesgos que se corrían y la poca utilidad que me podía dar.

-Pfff, JAJAJAJAJA- Ante el “tropiezo” tan exagerado de la princesa, Lyn estalló en carcajadas  mientras el resto permanecía en shock, agarrándose el estomago parecía estar teniendo un momento difícil intentando reprimir la risa-¿Qué ha sido eso? “perdón, tropecé” dice, jajajajaja.

La risa continuo un rato hasta que finalmente pudo reprimirla por completo y levantar la mirada hacia Victoria, cuyo colorado parecía haber crecido.

-Ay, lo siento, me ha pillado por sorpresa. Iba a invitarte a verlos juntos y suponía que te opondrías, pero no me esperaba que lo lanzases por la ventana de ESA forma…Ahora en serio, sabes que ahora cualquiera de la academia puede encontrarlas y tener la mala leche de hacer copias y esparcirlo ¿no? – Tras una breve pausa para ver si su cara de vergüenza pasaba a horror continuo hablando con algo más de preocupación-  Sin contar que Lilian querrá recuperarlas, creo que deberíamos ir a buscarlas…cuanto antes.

- Podría haberse zafado de haberle puesto algún esfuerzo, no me lo compares con directamente tomar el control de un cuerpo ajeno - contesté con una mirada de desconfianza a la presi, antes de girarme hacia Luke -. No pienso ignorar a Molly a punto de tirarle un minisol a alguien ayer. No me importa cual fuera el motivo, semejante salvajada podría haber causado severos daños colaterales.

Solté un suspiro de hastío y miré entonces a Phoebe.

- La presi ha dicho fuera del horario curricular. Si estos momentos cuentan, mejor ahora, que me esperan clases extra al terminar por ser un peligro para la sociedad.

—No íbamos a pegarnos en serio aquí en el comedor, tonto —replica Phoebe inmediatamente a Lance—. ¿Crees que somos estúpidos?

—Es verdad que la profesora Moriarty tiene comportamientos que ponen en riesgo su carrera, pero nunca usaría T.N.T. en un alumno, mucho menos de primer año —responde Suzune a Keira, pasando olímpicamente por alto el comentario sobre control corporal—. No es una persona tan cruel y es consciente de los daños que podría causar eso.

Phoebe se pone a hacer algunos estiramientos mientras hablan, luego se acerca a Keira para irse con ella al patio.
—Más o menos, estamos en el descanso del almuerzo, sí seguimos en horario de clase, como quien dice, pero vamos, sólo durará unos minutos esto.

—Yo mejor los acompaño.

A todo esto, Lance está abandonando el comedor, para irse hacia la biblioteca.

Cuando llegas a la biblioteca, te la encuentras algo vacía, con algunos aprendices puestos en las computadoras y algunos más en las mesas leyendo, y el silencio es absoluto.

—¿Puedo ayudarte en algo?
Oyes una voz familiar venir desde un costado.
—Te noto perdido. Si necesitas algo en particular, dime y te ayudo a buscarlo.
Resulta ser el profesor Salvo, que está detrás de un mostrador, con una taza de café en la mano.
—Pero sólo si prometes decirle a los encargados que no me traje bebidas ni estoy comiendo mientras los cubro.

—No me gusta cómo va a acabar esto, Kei, ¿de verdad sabes lo que estás haciendo?
Luke va caminando contigo hasta el centro del patio, cerca de donde está la fuente.
—Ella tiene mucho más entremaniento que nosotros, ni que decir que probablemente controle su elemento mejor que tú.

—La vida no es todo elementos, Lucas. —Simon viene acercándose a ustedes, caminando con las manos en los bolsillos—. Una buena cabeza vale más que todas las energías mágicas del mundo.
Cuando ya está allí, saca una de sus manos del bolsillo y te deja en la tuya un par de algodoncitos, guiñándote el ojo al hacerlo.

Al otro lado de la fuente, puedes oír que Phoebe está discutiendo con Gurce y con la presidente. El rubio le está enfatizando lo mala que es la idea y que no está dando un buen ejemplo, mientras que Suzune está diciendo cosas por lo bajo, pero su voz es demasiado suave como para alcanzar a oírla.

Al llegar a la biblioteca me centro en lo primero que noto: paz y tranquilidad. Ya me está gustando este sitio. Mis pensamientos se interrumpen cuando escudo la voz del profesor Salvo.

—Ah, hola profesor Salvo. La verdad es que iba a investigar formas de hacerme un huevo frito con mis poderes. Cosas de la profesora Molly, es el castigo que me impuso por faltar a las pruebas. Supongo que tendré que buscar libros que hable sobre cómo la energía se calienta al vibrar las partículas mágicas y ver cómo podría aplicarlo con mis escudos.

Le hago una breve demostración de mis poderes, generando un escudo y permitiendo que él lo toque, golpee o estime oportuno.

—Teniendo en cuenta que es algo que me ha encargado la profesora Molly supongo que no irá a ayudarme mucho. Es un fastidio porque me ha "cargado" y no puedo usar ningún aparato electrónico si no quiero llevarme una descarga o freírlo. No me acercaré a los ordenadores ni a la recreativa, que imagino que querrá recuperar el récord en el Arkanoid. Y claro, diré a los encargados que no he visto bebida o aperitivo alguno cerca de usted.

Victoria se pone más colorada con Lyn riéndose de ella, pero luego empalidece cuando le explica eso otro. Inmediatamente, concentrada y con el rostro ensombrecido, trepa a la ventana, preparada para inmediatamente saltar. Están en un primer piso, pero eso no la detiene y se arroja con presteza y decisión mientras las compañeras se asoman para mirar dónde aterrizó.

—¿Eh? —Lilian deja la ventana para girarse hacia Lakyus—. ¿Estuviste con el director? ¿Te reprendió mucho por haber hecho eso?

Lyn, por otro lado, nota que Selina está riendo por lo bajo, cubriéndose la boca con la mano. Se da vuelta y enseña el puño.
—Creo que debió haber esperado un poquito... —dice mientras lo abre, allí está el estuchecito con las tarjetas—. Es mi elemento. Puedo usar Journey para cambiar cosas de sitio. ¡También puedo flotar!
Se lleva el índice al labio, de nuevo asomándose por la ventana.
—Es curioso, con lo inteligente que pensé que era la princesa, creí que recordaría mi elemento y me pediría que se las trajera...

Desde fuera se puede oír otro gritito de Victoria, que está perdiendo los estribos.

Mientras veía como la princesa se tiraba por la ventana me encogí de hombros a la pregunta de Lilian.

—No mucho la verdad, parecía majo y tampoco lo hice a posta. Así que no puso muchas objeciones, solo me dijo que intentara que no ocurriera de nuevo y que si ocurria haría a Molly responsable.

—Por lo visto como los parámetros estaban tan desequilibrados, no puedo controlar bien mi elemento y a veces actúa por su cuenta.—Respondí tranquilo mientras me asomaba por la ventana para ver como la princesa aparecía más que frustrada al no encontrar las tarjetas con la grabación.—Me dio la sensación de que me comparaban con una pila que se carga solo y cuando llega a batería máxima suelta chispazos. Por eso me recomendaron que mantuviera mis armas convocadas.

¿Entonces quedamos por la tarde para ver las grabaciones todos? Hay una sala común cerca de los dormitorios, supongo que podríamos quedar allí.—Durante un momento dude antes de hablar.—Pero me encargo yo de llevar las palomitas y refrescos, después de la ocurrencia del jugo de coliflor no sé si fiarme de vuestros gustos.—Finalice riendo por lo bajo.

-No la culpo, parece muy desesperada por ocultar lo que paso en la prueba, no creo que este pensando mucho ahora. - Observando desde la ventana a la desesperada princesa no pudo evitar reírse un poco al ver las tarjetas en manos de Selina, para ser completamente sinceros ella tampoco se acordaba de su habilidad ni sabia su alcance.

Al escuchar lo de los chispazos surgió un recuerdo de su infancia en el que iba dando calambrazos sin control y al compararlo con la explosión de la presentación no pudo sino negar la comparativa de su compañero en tono de broma.

-Mi magia daba chispazos de pequeña, y creéme que nunca he causado explosiones como esa…no con magia al menos.-Tras decir aquello escuchó un nuevo grito de desesperación y suspiró volviéndose a la ventana- Suena a plan de relax tras las clases , pero no descartes ese zumo sin probarlo…Por otro lado, deberíamos hacer algo con Vi antes de que le de un ataque, ¿Puedes traerla flotando Selina?- La situación ya empezaba darle lastima.

- No fue contra un alumno - corrigió Keira a Suzune -. Y sí, se lo que estoy haciendo. Hasta ayer pensaba que mi elemento era el peso, esto me servirá para aprender un poco más de variedad.

Keira empezó a chasquear los nudillos en preparación para la pelea cuando simón me dió algo. Antes de que pudiera terminar de apartar la mano se lo devolví con una sonrisa repleta de confianza.

- No, gracias, si voy a ganar será usando mis propios trucos.

Me acerqué entonces sin miedo hasta el otro grupo, con Gurce todavía discutiendo que aquello no era una buena idea.

- Ya basta, que no tenemos todo el día. Si de verdad estáis tan por encima de mí no debería tener problema en derrotarme de forma humillante y sin daño real - dije mientras manifestaba la versión pequeña de mi martillo, apuntando directamente a Phoebe -. ¿Prefieres que vayamos las dos a ciegas o nos decimos nuestro elemento ya?

—Bueno, es tu funeral.
Simon se encoge de hombros y se pone él esos algodoncitos en los oídos.

—Tus datos están en el archivo, sé cuál es tu elemento —responde Phoebe con hastío—. Pero asumo que tú no habrás mirado nada ahí entre ayer y hoy, así que sí, claro, te mostraré mi elemento, pues no cambia nada y no me gustan los secretos.

—Pshe, engreída —masculla Luke, llevándose las manos a los bolsillos.

Phoebe ignora ese comentario y hace aparecer en sus manos las pistolas que viste hace un rato.
—Puedo manipular las ondas de sonido. El alcance no es muy largo, pero cuanto más cerca de mí sea, más poderosa es la conexión.

Gurce se pone en medio de ustedes dos, suspira y levanta una mano.
—Bien, acabemos con esto rápido. Me da igual quién gane, sólo quiero que no haya demasiado daño colateral.
—Amigo, por eso no te preocupes, que se den como en bolsa.

—¿Quieres ponerte a prueba tú también? Basta, no, mejor prevenir que curar.

El rubio no espera otra respuesta más y da la señal para que comiencen a pegarse.

Selina ríe, cubriéndose la boca con los dedos, al ver qeu Lyn sigue el juego del jugo de coliflor incluso fuera de la presencia de la princesa.
—Puedo —canturrea risueña. Levanta una mano y, acto seguido, aparece un destello con un sonido de succión e, instantáneamente, aparece allí Victoria, en cuatro patas, como si estuviera buscando algo en el suelo.

—¿Eh? —Parpadea confundida, sin moverse.

—Tienes buena resistencia, no te has mareado, parece.

—¿Qué hago aquí?
Se levanta y se limpia el polvo de la falda. Mirando alrededor los ve a ustedes y da un pequeño respingo.
—Ah, claro. 
Y mira a Selina con el ceño fruncido.
—¡Las tarjetas! ¡Tráelas! —le grita enfadada.

—Ya lo hice —responde Selina, feliz.

—¿Entonces...?
La princesa suprime un gritillo en su garganta, que acaba convirtiéndose en un gruñido. Su cara de enfado varía la expresión, sus cejas menos juntas y más arqueadas, y se aleja corriendo.

Todo este rato, Lilian se había quedado mirando por la ventana, pero no donde estaba Victoria, sino más hacia la fuente.

Allí pueden ver que se han juntado la compañera de ustedes Keira con la vicepresidente Phoebe, también están Simon, Luke, Gurce y una muchachita pequeña que no conocen, distinguen que en vez de uniforme lleva un kimono rosa floreado y un haori por encima, con un listón bien vistoso en la cabeza.

—Parece que se van a pelear —murmura Lilian, nerviosa—. ¿Será un duelo?