Partida Rol por web

Escuchó atentamente al primogénito pero no puedo evitar negar con la cabeza. Están dando por hecho que no hay un cuarto diabolista en plenas facultades dispuesto a utilizar sus disciplinas para encubrir a su compañero. De nada servirá que usted se encargue de que los votos vayan a Conrad si este u otro compañero utiliza una ofuscación para revertir los votos iniciales de Conrad a otro inocente. Me piden que me quede a la espera cuando mi tiempo se agota. Me giro hacia Mirshaji y Merce. La vida eterna se nos escapa. Somos los siguientes. Ninguno sirve como carnaza después de haber quedado validados como inocentes tras las muertes de Canals y Andrés.

Un sentimiento de pena y angustia recorrió por dentro a Bernat. Era consciente de que no viviría mucho mas y si moría en aquella situación al menos quería llevarse a un asesino por delante. No es que no confie en vos Edgard. Creo que debe guardar sus esfuerzos. Su inocencia no está del todo clara. Por lo que yo si fuera un diabolista lo dejaría con vida.

Miguel como ya era costumbre estaba callado y esperando. La noche anterior pudo haberse librado de la votación, pero alguien supo arregla el desastre limpiando el elisio de la presencia cancerígena de otro diabolista, uno demostrado, eso cerraba el cerco y como bien dijeron que muriera el que tuviera el don de la videncia, poco después de hablar en favor de Merce, eso hacia mas ciertas las palabras de aquella vástago, por lo que todo estaba claro para el Gangrel, tanto como para el resto de los que pretendían limpiar la ciudad de traidores.

-Entonces es sencillo señores.-Despego los labios para hablar de lo obvio.-Esta noche votaremos todos aquellos que deseamos limpiar la ciudad de diabolistas al traidor de Conrad. Quien no vote contra él, sera tomado como traidor y en consecuencia correrá la misma suerte que su amigo Conrad. El método es bien sencillo y sutil. Por lo que Jaume le propongo que se guarde su independencia para otro momento y se una al resto de nosotros, o la suerte de ser votado mañana, de no tener esto fin, recaerá en su imperiosa persona.-Dijo sonriente y esperando una arrebatadora intimidación por parte del Brujah a sus palabras.-Hazlo, dame una escusa, por favor.

-No es tan sencillo -dijo el tremere, que había estado callado hasta ese momento escuchando a sus pares -Si el diabolista influencia a algunos a cambiar su voto para que usted los mate a propósito luego estará creando la confusión nuevamente, ocultándose en nuestro despiste -sostuvo -¿Absolutamente todos los que tienen auspex han hecho uso de su poder? Entre los no validados está el diabolista que falta, además de Darnius, claro está; Mercé, Bernat, Edgard,... bueno, indudablemente Francesc y su servidor estamos libres de culpa, ¿Cómo puede probar el resto que no es culpable? Y por favor, no griten "no soy culpable" -dijo alzando las manos -Por ejemplo usted, señor Llobet, que se la pasa diciendo frases bonitas y retóricas pero no ha colaborado en nada, ni hablemos de Montserrat y el Maquis -deslizó con una sonrisa filosa -Esta noche todos votaremos por Conrad, pero nuestros ojos estarán sobre ustedes -advirtió a los que había mencionado.

No acuse con banalidades señor Mirshaji, con ello solo conseguirás que tu posición se debilite en luchas infructuosas. “Dum excusare credis, accusas”¹. Esa es mi sencilla respuesta. He votado cuando ha sido necesario, y mi poderes no me permiten adivinar quien es el diavolista. No puedo hacer nada más. Además, proclamar públicamente que se tienes auxpes es una sentencia de muerte.

-No acuso con banalidades, solo señalo comportamientos -dijo tomándose el mentón -Y debo agregar que este no es momento de salvarse a uno mismo, sino de salvarnos todos o perecer hasta que solo queden los diabolistas y entonces diremos: "Oh, claro. ¡Eran ellos!" -hizo un gesto con las manos que evidenciaba su tono irónico en la última frase -Pero sí, es cierto que ha votado cuando tenía que votar, al fin y al cabo...

Se paso la mano por la frente para quitarse el sudor, a pesar de que ya nunca transpiraría mas. Pues estaba impaciente ante el veredicto, saber si Conrad se volvería a librar o esta vez podrían eliminar a uno de los mas escurridizos de aquella reunión.

-Colaborar todos a una, es importante, quien no colabore, es claramente un independentista, un problema y uno a vigilar. Sin mas pruebas esa es la regla rey. Paso a paso Guerson.-Se ayudo con dedo indice, moviéndolo de lado a lado.-Paso a paso.

De acuerdo. Dije no muy convencido. Espero que esta alimaña no pueda salvarse hoy confundiendo nuestras mentes. Quien no vote por Conrad está contra nosotros. Miré directamente al primogénito brujah.

Muy bien señores  míos, como dijo Julio Cesar al cruzar el Rubicón, “Alea iacta est”¹. Aunque el propio Albert no terminaba de creerse su frase, no era solo cuestión de suerte, las disciplinas jugarían un gran papel en la votación. También hay que recordar que el propio Julio Cesar murió traicionado.

Conrad ya no podía valerse de más subterfugios o engaños. Pagaría de una vez por todas por sus crímenes, por romper las Tradiciones y por tratar de atentar contra el Príncipe de la ciudad. Es por ello que aquella noche todos estuvieron a favor de votar a Conrad, tanto Claudi como Guerson se aseguraron que así fuera. Usaron sus artes para que hasta el propio Conrad escribiera su nombre y lo metiera en la urna de los votos. 

-¡Que lo prendan y que vea el sol!- gritó Montoya cuando tenía los votos a medio contar. La mayoría era apabullante y no había duda de que él era uno de los traidores, de los pecadores que habían recurrido al amaranto entre sus congéneres. 

El cuarto día comenzó y Conrad fue expuesto a los rayos del sol, que vio por primera vez tras largos años siendo un hijo de la noche.

-Y mañana...- dijo Montoya, dirigiéndose a aquellos que quedaban en la sala. -Mañana volveremos a votar... Aún debe de quedar alguna de esas sucias sabandijas entre nosotros, mañana pagará por ello.