Partida Rol por web

Regreso al Hogar.

Regreso al Hogar.

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15/11/2021, 17:10
Jraxas el Mancillador
Sólo para el director

Por fin encontró un punto de referencia mientras avanzaba por aquellos engañosos pasillos, pero de repente se topó con una interesante escena. Allí aquella mujer que parecía un súcubo, aunque Jraxas dudaba que lo fuese o al menos no uno puro, porque los demonios nacían en el infierno y no tenían familia a la que llorar. Además estaba hablando con una protuberancia que salía de aquellas paredes, parecía que también le estaba proponiendo a ella matar a alguno de sus compañeros, aunque ella si que le estaba escuchando.

Entonces recordó las palabras de la roca parlante ¿podría ser ese el núcleo de la criatura del que hablaba? Y de serlo ¿podría el hacerle algo aunque fuese con su propio veneno?

- Tiradas (1)

Motivo: Percepción

Tirada: 1d100

Dificultad: 50-

Resultado: 1 (Exito) [1]

Notas de juego

Con ese 1 lo veo todo.

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15/11/2021, 18:28
Yakshini Krasue

Escucho con bastante detenimiento todo lo que me dijo este ser, palabra a palabra, no quiero perderme de nada, pues me esta revelando información que podría ser vital para mi.

- Si, yo he visto aquello a lo que llaman luz… -Le dije con voz dulce. Parece estar desesperado y perdido. Hablar con el es lo único que necesita en este momento- No es algo que puedas tener en las manos, oler con la nariz u oír con los oídos. La luz es aquello que es contrario a la sombra, aquello que aparta el negro y da paso al color. Para algunos es el símbolo de la esperanza y la vida, pero para otros… Para otros como yo no es mas que una molestia.

Hablo con dulzura y cariño. Por la menara en la que se refiere a mi, parece que su primera impresión sobre mi es que le agrado, y la verdad, me conviene mas eso a que no le guste. Parece que esta situación que parecía perdida en un principio no esta perdida del todo.

- Lamento el comportamiento de mis acompañantes y yo -Me disculpo en relación al comentario de que el habia intentado matarnos antes- Veras, nosotros también tenemos miedo, tu mundo es un lugar desconocido para nosotros. No sabemos nada de tu hogar, por eso reaccionamos así cuando intentaste defenderte. De ser difícil ¿no? Ser incapaz de comunicarte o hablar… Pero no te preocupes, yo estaré contigo de ahora en adelante. Veras, yo tengo la habilidad de hablar con mis pensamientos y entrar en la mente de los demas, el hecho de que estemos hablando ahora se debe a mis habilidades, y así como lo hice antes, puedo hacerlo cuantas veces quiera. No te preocupes, voy a ayudarte, voy a estar contigo.

>> En este mundo no hay ser con consciencia que no pueda doblegar, confiá en mi. Solo necesito hablar con el, una vez alguien cae en mi hechizo, no importa quien o que sea, campesino o rey, no tendrá mas opción que arrodillarse ante mi. Pero puede que necesite ayuda, ¿Estas dispuesto a ayudarme a enfrentar a Krueger así como yo estoy dispuesta a ayudarte?

Estaba esperando a su respuesta mientras comenzaba a hacerme una idea de a que clase de enemigo me estaba enfrentando cuando, de repente, el ser comenzó a gritar de dolor y pánico. Sentí como la conexión se debilitaba, por un momento, pero por suerte no se rompió.

- ¡Aquí estoy! ¡No me iré! ¿Donde estas tu? ¡Dejame tocarte! Dejame sentirte y sienteme tu a mi. Pobre criatura… No te dejare solo, vamos, ven a mi.

Hablé con una dulzura tal, que cualquier princesa humana o elfica podría envidiar. La preocupación por el ser en mis palabras era inconfundiblemente genuina… O por lo menos no hay quien me escuchase y fuese capaz de pensar lo contrario.

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18/11/2021, 00:09
Director

Puede que fuera un bruto y un psicópata sin empatía, pero Krueger no era idiota.

—Yo os salvé a todos, entonces ¿Me pertenecéis? Vuestras miserables vidas de hormigas son mías, mujer —dijo aplastando un puño delante de ella —. ¿Chiquillo? ¿Renacuajo? —Soltó una risa, herido, nervioso, tenso como la cuerda de un arco a punto de romperse —. Puedo pelear contigo. Puedo pelear con él. ¡Con todos! ¡Calla niño! ¿Quieres hablar de heridas? ¿Quieres toda una colección para ti solo?

Poco le importaba; hombres, mujeres, niños. Solo eran carne para sus hachas, un blanco que trocear, cortar, mutilar. La razón solo tenía un camino; la muerte. Escupía palabras para todos mientas el fuego de su interior, el incendio de su mente, se avivaba más y más.

Uther intervino. Krueger estaba a punto de saltar. Un vaso lleno de agua a punto de desbordarse. Solo una gota más sobre sus aguas turbulentas y todo su contenido se vertería fuera. Solo una gota más. Curiosamente el rey poseía una calma que era contagiosa. Recordó ciertas lecciones aprendidas hace tiempo, saludó a Krueger al estilo del norte; la chocando con el puño y una exclamación “Jaloh”, que en su lengua primitiva significaba hermano. Un vocablo que usaban los cazadores de los bosques nevados para identificarse unos a otros como amigos y no como venados.

Krueger quedó desconcertado. El gesto había traído a su mente recuerdos largamente olvidados de un mundo totalmente diferente a lo que había sido su vida en los últimos años. Recuerdos agradables, recuerdos de su hogar.

—¿De qué eres tú rey, enclenque? —se acercó a él hasta quedar a un palmo. A Jim le había cogido por la ropa, pudo hacer lo mismo con el rey, pero entre ambos había algo, respeto, que se lo impidió —. Tu reino es ceniza, dices. Tu espada es ahora de una mujer. ¿Qué clase de rey eres?

Le dio la espalda.

—Nadie va a matar al monstruo. Es mío. Mi rival. Mi desafío. No hay nadie mejor —se cerró; palabras, gestos—. Pero podemos seguir hablándolo en mi campamento, tengo comida.

 

No tuvieron que caminar muy lejos. O quizás sí. Krueger se orientaba en la oscuridad por instinto. Los caminos que recorrían parecían similares unos a otros. Medir el tiempo era complicado allí; ahora sabía porque Krueger estaba confundido tras pasar allí más tiempo del debido.

La hoguera furiosa estaba alimentada por miembros del monstruo que había intentado devorarles. Brazos, piernas, eran el combustible perfecto para la grasienta llama que poseía medio metro de altura. A su alrededor el calor era asfixiante, rozando lo enfermo, despertando tonos de un naranja macilento de la roca. En las sombras, apenas perfilados por los dientes de sierra de la luz, se apreciaban montones de cadáveres. Monstruos, decapitados, con el tórax abierto, las tripas reventadas. Krueger lo llamó la despensa.

Había un pequeño jergón de lana muy usado y maloliente tirado en el suelo. Y una figura recortada contra las llamas; Jafhar.

—Otro —masculló el bárbaro, ignorándole por completo.

Agarró un pedazo de carne grasienta, lo ensartó en un afilado estilete que tenía para el uso y lo acercó al fuego. La carne era negra, escamosa, y despedía un olor a quemado cuando las llamas empezaban a tostarlo. Esa era la comida que les había prometido.

Jafhar, siempre en calma como un faro ante la marejada, alzó las manos al ver a Jim, en señal de miedo, pero también de conciliación.

—No te asustes, Jim. Como puedes ver sigo vivo después de tu pequeño ataque —sus ropas estaban ligeramente chamuscadas y el hombre tenía pequeñas heridas en las manos y el rostro —. Sé que todo es muy confuso para ti. Sé que no eres un niño normal. Tranquilo, yo no soy tu enemigo. Te dije que cuidará de ti, mantengo mi promesa. Estás entre amigos. No es necesario que explotes otra vez. Creo que podemos hablar y entendernos, entre todos. Sé que no querías matarme.

Lanzó una mirada llena de significado al rey, quizás porque había sido de los más cercanos con el niño, y a Allanah. Daba la impresión de  que Jim era un bote lleno de nitroglicerina en mal estado que, al menor golpe, podía explotar.

—Por eso tiré tu antorcha, Jim —le confesó Allanah entonces —. No sé si te diste cuenta, pero la llama, no era una llama normal. Había magia en ella.

La mujer miró al rey, también, mientras ponía sus manos sobre los hombros de Jim, de forma maternal. Solo quería tranquilizarlo.

—Nadie va a hacerte daño ¿Entiendes? Jafhar se quedará en un extremo. Hay hombres armados. Nadie va a hacerte daño —hablaba con ternura, algo de lo que no sabían que era capaz hasta ese momento —. Pero si tienes un don, debes aprender a utilizarlo antes de que hagas daño a alguien.

—Tiene un don, desde luego —aseguró Jafhar —. También sé que Jim no quiere hacernos daño.

Silencio, todas las miradas confluían en Jim. Menos una. La carne estaba lista.

—¿Nadie come? —preguntó Krueger haciendo un ruido bastante desagradable al desgarrar un pedazo de carne negra.

Comía con la boca abierta.

—Sois un circo muy interesante. Será mejor que comáis ahora, alfeñiques. Calculo que el monstruo volverá a atacarnos en una hora, puede que dos. Y esta vez puede que no os salve. No he ganado más que dolores de cabeza desde entonces. A no ser, claro, que me ofrezcáis algo a cambio.

Sus ojos brillaban con codicia, pero también había cierto deseo en ellos. De otro tipo de carne. Inphie era demasiado mayor para él, su cuerpo era más robusto que flexible y su indumentaria sagrada no era de su gusto. Ilia estaba llena de cortes y no ofrecía un aspecto sano. Su interés por ella se había desinflado.

—Puedes quedarte con tu hermana, Kelgar, no vale mucho ese saco de huesos ¿Eh?

Sin embargo Allanah, no era una joven pero tampoco una fruta madura, su cabello rojo fuego era un acicate y su vestido, ahora más sucio y arrugado, perfilaba adecuadamente sus formas. Allanah no dijo nada, era demasiado inteligente para ello. Pero se cuidó mucho de quitarse de la vista del bárbaro, ocultándose detrás de Uther, de momento el único que había conseguido algo con Krueger.

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18/11/2021, 00:10
Director

Parecía que su naturaleza mágica había logrado alinearse con todo lo que allí anidaba. En un momento, veía a través de la oscuridad, como de costumbre e intuía el orden de las cosas. En un parpadeo, logró la iluminación, todo estaba conectado. Lo que veía ante sí era una red neuronal mágica con un epicentro muy claro.

Las babas eran todas partes del mismo ser, un elemento capaz de regenerarse y de crear vida. Una materia prima creada por el mismo hechicero que había creado la roca, el palacio y la prisión. Una materia prima que estaba viva, que sentía como un cuerpo pero que era un medio. No era la criatura, no era Escolante, solo su traje. De él podía engendrar monstruos, extensiones de si mismo. Tras cada derrota necesitaba un tiempo para generar más formas.

La oscuridad era un efecto residual del proceso de creación. Era antinatural, engullía la luz, aunque no del todo, y transformaba la sombra en algo más oscuro y denso. Era todo parte del mismo ser, sus residuos, el aire hediondo que salía de sus pulmones cuando una  nueva criatura era creada.

Percibió también el anómalo nexo de unión entre Yakshini y la criatura, una fina línea que parpadeaba y que pronto se extinguiría. Una irregularidad que el monstruo usaba para comunicarse. La magia funcionaba de forma extraña en el entorno. Era culpa de la oscuridad. Eran residuos mágicos que podían contaminar otras fuentes de magia. No siempre y no sabía en qué grado. Pero cualquier conjuro o atributo mágico se podía ver afectado por la contaminación del lugar, en mayor o menor grado.

Todo confluía en el mismo punto; el enorme cerebro rojo sangre contenido en la columna de baba con la que Yakshini parecía hablar. Tal y como había supuesto, era Escolante, el cerebro, el que percibía el mundo gracias a la baba viscosa del lugar. Si acababa con él, acabaría con todo.

No obstante, percibió algo más. Una trampa mágica a modo de protección. Un “escudo” que se activaría si alguien decidía atacarlo. La trampa, estaba seguro aún sin comprender su naturaleza, sería letal para el primer atacante. Y tenía un radio de acción grande. Una vez activada la trampa, ésta requería de tiempo para volver a armarse, por lo que Escolante estaría desprotegido.  Solo necesitaba un peón que activase la trampa, muriese y luego atacar, un juego de niño. Entonces sería libre.  A no ser que Yakshini decidera ayudar al monstruo y aceptase el pacto que le estaba ofreciendo.

 

Escuchó el resto de la conversación.

—Si, yo he visto aquello a lo que llaman luz…  No es algo que puedas tener en las manos, oler con la nariz u oír con los oídos. La luz es aquello que es contrario a la sombra, aquello que aparta el negro y da paso al color. Para algunos es el símbolo de la esperanza y la vida, pero para otros… Para otros como yo no es mas que una molestia.

>>Lamento el comportamiento de mis acompañantes y yo -Me disculpo en relación al comentario de que el habia intentado matarnos antes- Veras, nosotros también tenemos miedo, tu mundo es un lugar desconocido para nosotros. No sabemos nada de tu hogar, por eso reaccionamos así cuando intentaste defenderte. De ser difícil ¿no? Ser incapaz de comunicarte o hablar… Pero no te preocupes, yo estaré contigo de ahora en adelante. Veras, yo tengo la habilidad de hablar con mis pensamientos y entrar en la mente de los demas, el hecho de que estemos hablando ahora se debe a mis habilidades, y así como lo hice antes, puedo hacerlo cuantas veces quiera. No te preocupes, voy a ayudarte, voy a estar contigo.

>> En este mundo no hay ser con consciencia que no pueda doblegar, confiá en mi. Solo necesito hablar con el, una vez alguien cae en mi hechizo, no importa quien o que sea, campesino o rey, no tendrá mas opción que arrodillarse ante mi. Pero puede que necesite ayuda, ¿Estas dispuesto a ayudarme a enfrentar a Krueger así como yo estoy dispuesta a ayudarte?

Silencio, calma, la mujer arrugó el rostro como si algo estuviera explotando delante de ella. O dentro de su cabeza.

—¡Aquí estoy! ¡No me iré! ¿Donde estas tu? ¡Dejame tocarte! Dejame sentirte y sienteme tu a mi. Pobre criatura… No te dejare solo, vamos, ven a mi.

Tras unos instantes más, el vínculo que unía monstruo y mujer, se rompió.

 

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18/11/2021, 00:10
Director

—Soy lo que ves —dijo la criatura —me tienes ante ti.

Yakshini comprendió que el enorme cerebro rojo encerrado en una columna de baba era todo lo que contenía a aquel ser. Su verdadero cuerpo era la masa cerebral y no la baba, que usaba como una extensión de él mismo.

—Te ayudaré en todo lo que me pidas. Pero no te confundas. Krueger no es un hombre que pueda tomarse a la ligera. He asesinado a muchos, otros tantos que trataron de eliminarme. Y siempre he encontrado una manera. Él no. Es violento e impredecible. Cuando crees que lo tienes, se adapta y encuentra una salida. Estoy cansado…muy cansado. Quiero ver esa luz que a ti te daña. Quiero ver el mundo tras estos muros de piedras. Quiero vivir. Ayúdame y te seguiré a donde vayas. Ayúdame, y te serviré como un vasallo, te protegeré como un amante y te cuidaré como un amigo. Ayúdame…por favor…ayuda….me….

El vínculo se rompió, dejó de oírle.*

 

 

Notas de juego

*No puedes crear un vínculo de comunicación entre ambos. Este vínculo ha sido una anomalía derivada del uso de tu poder. Algo ha salido mal, se ha torcido y ha generado este efecto secundario.

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18/11/2021, 09:51
Cyriack Voared

Cyriack se cuidó de buscar nuevos problemas, Krueger era un norteño estúpido... solo que este era un estúpido norteño extremadamente útil en estos instantes, así que se limitó a seguir al grupo hasta el campamento de aquel descerebrado... Y la pobre ilia, trató de usar su voz para encantar al norteño, sin éxito... en cuanto al resto, daba igual si su poder los afectaba a no, ya pretendían ayudarla desde un principio... Quizás una vez en el campamento el norteño se distrajese y pudiera así intentar quitar el collar a la sirena...

Luego estaba el relato de Jim sobre los poderes de Jafhar, cosa que parecía increíble... "¿lo era realmente?" pensó rápidamente el inquisidor... puesto en aquel lugar nada era lo que parecía, y a estas alturas ya casi podría creerse cualquier cosa... pero el asunto que ahora los concernía era otro...

El grupo hizo intentos de que el bárbaro entrara en razón y dejase libre a la sirena... en vano... aquel norteño solo entendia un lenguaje, el de la fuerza... aunque si fuese necesario Cyriack haría lo que debía hacer... por suerte fue Uther, quien con una pequeña charla hizo entrar algo en razón al norteño, haciendo gala del linaje que realmente poseía... Cyriack sonrió...

Una vez llegarón al campamento vieron que Jhafar estaba allí, y hablaba de como Jim lo atacó... ¿explotando?... El inquisidor se acercó a su compañera... - Esto cada vez es más raro... civiles que son capaces de moverse por este lugar con una libertad casi antinatural... niños que explotan... un rey norteño que piensa que lleva seis años aquí... empiezo a pensar que están jugando con nosotros... pero lo que no tengo claro es quien es causante... - susurró a su compañera, mirando con atención a Jhafar, que si bien no había actuado aún de forma sospechosa, si lo era el hecho de que hubiese llegado hasta allí sano y salvo solo...

Una vez todos se "acomodaron" parecía que por fin la atención del bárbaro se alejó de Ilia, momento que aprovechó para acercarse para observar el collar, aquel era el mejor momento, en un lugar que parecía seguro... - Veamos si esta vez puedo ver que puedo hacer sin interrupciones... - dijo el inquisidor mientras observaba el collar, prestando especial atención a las posibles runas o mecanismos que pudieran suponer un peligro...

Mientras contestó al bárbaro... - ¿Y sabes como derrotar al monstruo? Si llevas seis años aquí, debes conocer ya su punto débil supongo... quizás podamos ayudar a que te cobres tu justa presa... Así quizás puedas poner fin a esta caza que llevas tanto tiempo persiguiendo... - dijo siguiendo el juego al norteño... si aquel descerebrado quería al monstruo, era perfecto, esto no era una competición para demostrar quien era el más fuerte... sino para sobrevivir...

 

- Tiradas (3)

Motivo: Poder

Tirada: 1d100

Dificultad: 50-

Resultado: 17 (Exito) [17]

Motivo: Forja

Tirada: 1d100

Dificultad: 85-

Resultado: 46 (Exito) [46]

Motivo: Detectar Magia

Tirada: 1d100

Dificultad: 75-

Resultado: 29 (Exito) [29]

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18/11/2021, 12:15
Kelgar Stalsson

La forma en la que reaccionó Krueger, tirando a Ilia al suelo de aquella manera le hizo mirarlo enfurecido.
Podía ser el mejor guerrero del mundo, pero no iba a dejarse asustar como una chiquilla.

Y lo que vino después ya fue el colmo.
Le retaba.
A muerte.
Para ver quién se “quedaba” con Ilia. No sabía de dónde había salido ese loco, pero incluso para el Clan de Kelgar, aquella costumbre le parecía prehistórica y absurda.

No deberías haberla tirado así… contestó con calma.
Si hubiera sido un mozo, posiblemente se habría arrojado ya contra él, pero en este tiempo en el mundo “civilizado” había aprendido el autocontrol.

Antes de que pudiera extender su respuesta, Inphie se interpuso diciendo que Ilia era suya. ¿Estaba de broma? Esperaba que así fuera.
Kelgar se detuvo sin saber muy bien qué decir, y miró a Inphie enarcando una ceja.
¿Y a ti que te pasa ahora?… dijo, teniendo la extraña sensación de que le desafiaba… ¿seguía bromeando?

Por suerte no tuvo que plantearse si enfrentarse o no a la Inquisidora o al bárbaro loco, puesto que éste último pareció calmarse con las palabras del Rey.
Según le había dicho, el verdadero Rey de Halden.

Krueger se calmó con aquella intervención y pudieron seguir hacia su campamento.
Kelgar recogió a Ilia y cargó con ella con sumo cuidado.
Realmente… era un poco absurdo de la forma en que se estaba preocupando por la sirena, aunque algo en su interior le decía que debía hacerlo.

Llegados al campamento, encontraron a Jafhar, del cual Jim había lanzado unas acusaciones que no terminó de entender.
Y allí estaba el tipo del desierto como si le hubieran chamuscado con una antorcha…
Por no hablar de que mencionó que Jim “había explotado”.

Mmm… ¿qué ha pasado? ¿Sabes hacer Magia, chaval? le preguntó a Jim.

Dejó a Ilia a cubierto y asintió con cierto alivio a la promesa de Krueger de que había perdido su interés en “su hermana”.
No respondió, fijándose en la asquerosa carne que masticaba.
Por ahora prefería no comer esa cosa… aunque si seguían mucho más tiempo allí, quizás cambiara de opinión.

Cyriack tiene razón.
Podemos ayudarte a terminar con la bestia, Krueger.
Juntos, seguro que podremos.
Y cuando le hayamos hecho pedazos, seguro que encontramos algo valioso con lo que recompensarte.
Quedarte aquí matando bichejos como los de antes es un desperdicio para alguien con tu poder…
le dijo, intentando apelar a su orgullo para que se decidiera a ayudarles.
Presentía que su interés había cambiado de Ilia a Allanah, y aunque le pareció bastante estupida y bocazas, tampoco se alegraría dejándola como juguete del loco.
Así que esperaba poder convencerle de otro modo.

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18/11/2021, 16:14
Uther Brannagan

Uther observaba en silencio. Reflexionaba.

En lo que más pensaba era en el dilema de Jim. No descuidaba los obvios peligros que los rodeaban, principalmente el de Krueger, pero debían desentrañar varios misterios para salir de allí. O al menos, para seguir vivos un rato más.

Datos, decía Gorgorius. "Su majestad hará bien en recabar datos. Los datos no mienten, las personas si". Extrañaba a aquel hombre. La antorcha de Jim brillaba más que las otras, lo había visto activar el muro, y ahora la llegada del chamuscado Jafhar ponía algo más de luz al asunto. ¿Sería o tendría el niño una fuente mágica poderosa? Todo parecía apuntar a aquello. ¿En bruto? Probablemente, aunque si que sabía como hacer algunas cosas. Sabía seguir el faro que había puesto en aquella antorcha, y dudaba que el ataque a Jafhar hubiese sido una falta de control o un viraje del azar. 

Cuando Krueger terminó de hablarle, decidió "invitarlos" a su campamento y les dio la espalda, guiñó un ojo al niño, tratando de darle confianza. Iba a preguntarle sobre el hombre del desierto cuando llegaran, pero se les adelantó.

Cuando caminaban trató de orientarse, para saber como llegar a las escaleras y a la estancia de donde habían venido. Necesitaba conocer el camino de regreso a un lugar un poco más seguro.*

En el "campamento" de Krueger comprendió lo que insinuaba Jafhar, pero de momento estaba un poco más inclinado a creerle al chico. No obstante, trató de no dar muestras de ello, había cosas más urgentes, y el bárbaro no estaba aplacado del todo. Se aseguró de que Allanah se quedase con Jim, y a su vez lejos de Jafhar, atento a cualquier acercamiento entre ellos. Se acercó a la hoguera. 

Mientras Cyriack y Kelgar hablaban, se mantuvo en silencio. Sacó la daga de su bota, cortó la carne y masticó tratando de no dar señales del asco que sentía. Era importante, era compartir el espacio que el legendario guerrero les estaba dando, a su manera. Adivinaba que estaba cansado de estar solo, que apreciaba la compañía, aunque en sus términos. No había que rechazarlo si querían su ayuda. En un espacio de silencio aprovecharía para contestar las preguntas formuladas tiempo atrás.

- Tengo esta -mostró su espada corta en el cinto-, es mejor para distancias cortas -dijo con voz calma. No esperaba respuesta. Y un rato después, si le permitía seguir compartiendo aquel momento: No importa que tipo de rey soy, lo que importa es que tipo de hombre soy -finalizó sin mirarlo, observando la oscura carne en su daga.

No dijo nada sobre Allanah ni sobre sus miradas a ella. Si Krueger no accionaba, no diría nada. No obstante, su lenguaje corporal si lo haría. Le acercaría carne a ella y a Jim, dando a entender que estaban bajo su protección, sin decirlo. Lo hubiese hecho con la chica rubia, pero dejaba aquello a Kelgar. Los demás estaban armados, no serían objetivos del bárbaro.

- Debemos decidir que hacer -dijo a todos. No aguantaremos 6 días como Krueger, no somos tan buenos guerreros como él. Sabemos que para salir hay que matar a la bestia -dijo dedicando una mirada a Kelgar. Si, el Muro habló -le confirmó. Pero nadie que no sea Krueger puede matarla.

Dejó reposar la idea en ellos, las verdades y las verdades a medias. Sabía que el bárbaro escuchaba atento y contaba con ello.

- Debemos decidir si quedarnos e intentar ganar la confianza de nuestro anfitrión, o volver a la sala donde nos conocimos y replantearnos nuestras opciones. 

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: orientacion (como volver)

Tirada: 1d100

Dificultad: 80-

Resultado: 92 (Fracaso) [92]

Notas de juego

* tiro para orientarme, jefe.

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19/11/2021, 07:09
Jim

La viveza en los ojos de Jim que, pese a estar siendo guiado por cuevas oscuras llenas de abominaciones por un bárbaro genocida, había logrado aparecer gradualmente, se desvaneció tan pronto vio la sombra de Jafhar recortada contra las llamas del campamento.  Se quedó parado, la boca abierta, paralizado mientras el melifluo sureño retorcía los hechos para hacerle quedar como culpable.

Todo eso es mentira ,quiso gritar, protestar, pero cerró los labios con firmeza. Lo que en realidad hubiese querido es hablar con la misma inalcanzable tranquilidad y seguridad que él mostraba, mas ya era tarde para intentarlo. Había notado las miradas de todos sobre él, parecían reflexionar sobre él, sobre su naturaleza.  

Explotar. Peligroso. Descontrolado. Inmaduro.

Ya le habían juzgado y nada de lo que dijese les haría ya cambiar de opinión.  Su mirada se enfrió, las ventanas celestes de sus ojos se cerraron hacia dentro, inexpresivas.  No contestó a la pregunta de Kelgar, al que apenas dirigió un triste vistazo.  Todo lo que dijese acerca de lo que intuía de su propia naturaleza podría utilizarse en su contra por alguien tan malicioso como el eco que no muere, Jafhar.

Pero no fue hasta el gesto casi maternal, teñido de condescencia de Allanah que se sintió desarmado por completo.  Se alejó de todos, incluso de Uther, acabando más cerca de Krueger que del resto, agarró un repugnante trozo de carne grasienta y medio quemada y comenzó a comer.  Pequeños y metódicos bocados mientras miraba con fijeza las llamas. Y, a través de ellas, a Jafhar.  

Si no hubiese estado tan desubicado, seguramente habría intentado arreglar todo aquellas rarezas que estaban diciendo los demás salvo, quizás, Uther.  Krueger no necesitaba ayuda e insinuarlo siquiera era un error garrafal.

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19/11/2021, 07:41
Jim

¿Por qué ardía la carne de los monstruos? ¿Eran más grasa que agua? Que se pudiesen usar como combustible le pareció curioso, cuanto menos.*  Su cabeza divagaba, incapaz de quedarse quieta pese a lo apagado de su actitud.  ¿Y el camino hasta aquí, desde la sala donde habían aparecido inicialmente? ¿No debería tener unas reglas** y una lógica, ya que había sido creado por un ser inteligente? Había ido todo el camino a la izquierda, luego, tras encontrase con el resto ¿Hacia donde habían andado? Era difícil recordar los detalles pero intentarlo, concentrarse en otra cosa mitigaba el sabor a cenizas rancias de la carne de ¿Scalante?

Por supuesto, tras comer algo cocinado en él, se podía decir que el fuego del campamento de Krueger y Jim ya eran conocidos el uno del otro.

- Tiradas (2)

Motivo: Saber del fuego

Tirada: 1d100

Dificultad: 60-

Resultado: 37 (Exito) [37]

Motivo: Encontrar patrones en el laberinto de cuevasm

Tirada: 1d100

Dificultad: 65-

Resultado: 32(-10)=22 (Exito) [32]

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19/11/2021, 11:47
Ilia

Dolor y confusión, era lo que se podía leer fácilmente en el rostro de la sirena quien había sido arrojada al suelo. No había funcionado su canto con el único con el que le interesaba, no. No pasó. Frustración fue lo que siguió aunque la confusión era mayúscula junto con el dolor mientras el bárbaro la ayudaba como si ella realmente fuera importante para el. Seguía sin entender qué clase de sentimiento llevaba a ese hombre a ayudar así a una extraña pero definitivamente no diría nada en contra pues realmente necesitaba de su apoyo en ese momento. -Mmh...  Calor. Calor abrasador y horrible era el que sentía nada más llegar al campamento. Lo odiaba definitivamente pero era mejor que morir en la pura mierda. Se dejó recostar y se acomodó un poco mientras escuchaba las varias conversaciones, hasta que se acercó Cyriak a observar su collar. -Es un inhibidor. Se lo aclaró rápidamente mientras se dejaba revisar por el. De nuevo, por su cabeza cruzó el pensamiento de que, si ese hombre había sobrevivido debía haber agua en algún lado, turbia, estancada o lo que fuera pero al fin y al cabo... Agua. El calor de la hoguera era abrasador y eso le molestaba. -¿Puedes ayudarme a apartarme un momento del abrasador calor?... Necesito humedad... No dijo nada más que eso, mientras comenzaba a incorporarse de forma costosa y dolorosa por sus heridas para apartarse un poco de ese ardor que era la hoguera. 

- Tiradas (1)

Motivo: Percibir fuente de Agua

Tirada: 1d100

Dificultad: 75-

Resultado: 84 (Fracaso) [84]

Notas de juego

Puñetera hoguera puñetero dado puñetero todo T.T asquito de tiradas :( 

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19/11/2021, 19:29
Jraxas el Mancillador
Sólo para el director

Aquello le resultaba realmente interesante al pequeño diablillo, se preguntaba si la tentadora había sido tentada o era ella la que quería que aquella criatura bajase la guardia.

Un esbozo de plan asomó en su mente, atacar a la criatura y usar a la súcubo como escudo, pero no sabia si seria suficiente ni si luego él podría acabar con aquella criatura, no, mejor sería buscar a alguien que hiciese de cebo. Por otro lado la criatura ya se había comunicado mentalmente con el y aquellos cuerpos que al parecer eran extensiones suyas le habían detectado, así que era probable que supiese que estaba allí, a menos que solo pudiese conectarse con una mente a la vez.

Muchas eran las dudas y pocas las certezas, por el momento observaría a ver que intenciones tenía la súcubo y mas le valía recordar alguna forma de proteger su mente contra las intrusiones.

- Tiradas (1)

Motivo: Descubrir como proteger su mente.

Tirada: 1d100

Dificultad: 70-

Resultado: 70 (Exito) [70]

Notas de juego

De momento voy a observar a ver que hace Yakshini. Hago una tirada de conocimientos por si se me ocurre como protegerme contra intrusiones mentales.

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21/11/2021, 01:14
Director

Cyriak inspeccionó el collar de Ilia. Era una pieza excepcional, había trabajo detrás. El metal era de una aleación que desconocía, tampoco comprendió del todo las runas que estaban grabadas en él. De alguna forma el collar anulaba ciertas capacidades de la mujer ¿Pero cuáles? No sería complicado abrirlo, al menos para él. Si tuviera las herramientas necesarias podría quitar esa molesta pieza del cuello de Ilia*. Por otro lado, como inquisidor sabía que retirar un sello similar podía traer al mundo poderes que su dios no toleraba; magia, brujería, chamanismo.

—Si lo abres, explotará. Eso es lo que dicen estas runas —dijo Allanah, que había seguido sus movimientos de cerca, le mostró las runas de las que hablaba —. Necesitarás algo para contener ese poder o mirará, y tú también.

El como una dama de corte podía saber eso era otra incógnita más para el inquisidor que parecía encontrar sin sentidos a cada paso que daba. Probó con Krueger.

—¿Crees que necesito de tu ayuda para obtener una victoria en batalla, hombrecito? —le espetó el norteño con la boca llena de comida —. ¿Y por qué iba a querer terminar esta cacería? ¿Acaso tú deseas que acabe la noche cuando jodes con una princesa? ¿Acaso tú deseas que acabe el día cuando peleas contra algo que merece la pena? Hombre de ciudad, te engalanas como una chica de burdel, tu mente está llena de basura —soltó una risotada, más comida salió despedida —. Mira a tu alrededor. Esto es el paraíso. El dhoskvanna, la Cacería Eterna.

Kelgar intentó convencerle. Había escuchado que ciertos clanes primitivos de su entorno seguían a una oscura deidad que les prometía una cacería sin fin si encontraban la muerte en batalla. Una creencia, como cualquier otra, perpetrada por los clanes más sanguinarios. Los hombres del norte, a pesar de lo que se podía pensar de ellos, eran grandes navegantes, constructores y mineros. Esculpían la piedra y tallaban la madera, eran buenos peleteros y cazadores. No eran solo salvajes. Si bien sus costumbres eran más extremas que las de los hombres civilizados, también eran más naturales.

Por las palabras de Krueger, Kelgar dictaminó que debía de pertenecer a uno de los olvidados clanes que habían morado hace tiempo en las Montañas Sombrías. Esos no eran navegantes ni mineros, solo conocían el idioma de la guerra y hacían de la batalla su oficio y del pillaje, su única forma de beneficio.

—Quedarme aquí matando bichejos es lo mejor que me ha podido pasar, muchacho. ¿No lo ves? Aquí tengo todo lo que quiero. Comida, calor, una cama. Y una batalla sin fin con un rival a mi altura. Me juego la vida a cada momento. No hay mejor sensación en la vida. Aquí tengo todo lo que necesito. Todo.

—No, todo no —le espetó Allanah, desde una distancia prudencial, tratando de abrir una grieta en la dura cabeza de Krueger.

—Hasta ahora, parecía faltarme algo. ¿No? Pero ahora que estamos todos aquí juntitos, tengo de todo. Solo tengo que alargar la mano y tomar lo que me corresponde.

Arrancó un grueso pedazo de carne y lo masticó con rabia.

Uther intentó formar parte del entorno del bárbaro de forma sutil, integrándose en sus costumbres de forma natural. Tomó un pedazo de carne con su daga. Allanah no rechazó.

—Ni loca.

A Jim le tendió otro. Cuando el rey masticó la carne notó como le ardía en la boca, como el vómito trepaba por su garganta y como un asco imparable recorría todas sus papilas gustativas. Vomitó el pedazo de carne y bilis. Aquello no podía comerse.

—Vaya, parece que el niño es más hombre que el rey —señaló Krueger al ver como Jim si lograba mantener el pedazo de carne en su boca.

Sabía a cenizas, a fuego moribundo, a carne quemada.

Algunos trataron de orientarse. Pero no había forma posible. Todo era oscuridad y cuando trataban de recordar los pasos que los habían llevado hasta allí, solo encontraban nieblas en sus memorias. Incluso Jim, que sabía que solo había girado a la izquierda, era incapaz de trazar un camino mental sobre sus pasos ya recorridos. Era como si el propio lugar fuera esquivo, confuso, evasivo ante sus pensamientos. No había mapas ni posibilidad de trazar uno. Al no haber elementos distintivos, al encontrarse bajo tierra sin la ayuda de los cielos, de los árboles, o de las aguas, no había forma en la que pudieran orientarse**.

- Tiradas (1)

Motivo: Locura de Krueger

Tirada: 1d10

Dificultad: 9-

Resultado: 8 (Exito) [8]

Notas de juego

*Herramientas en general, desde un martillo hasta un puntero. No puedes quitárselo usando armas ni tus propias manos, es un trabajo delicado.

**No importa los éxitos en esta u otras habilidades similares, es como si tenéis “visión aguda” y os hubieran vendado los ojos.

Lord Azzun, no lo expliqué bien. Las babas conforman cuerpos con forma de reptil. Al morir, vuelven a ser babas. Por algún motivo, algunos de ellos siguen siendo sólidos y con forma de reptil. Son esos los que se come Krueger.

La pelota está en vuestro tejado. Para los “nuevos”. Tiro 1D10 por la locura de Krueger. Si Krueger ni tiene nada interesante con lo que distraerse, puede perder el control y “estallar”, eso pasará si sale 10.

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21/11/2021, 01:15
Director

A pesar de su estado, del dolor y del fuego cercano, Ilia logró identificar la fuente de agua. Era muy sencillo, incluso en su estado, ya que estaba por todos lados. Las babas tenían una gran cantidad de agua en su interior. Las babas eran, seguramente, lo que Krueger había usado para sobrevivir y no morir deshidratado.

Notas de juego

Sería como beber gelatina. Muy rico y nutritivo!

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21/11/2021, 01:16
Director

Poco era lo que sabía Jraxas sobre el control mental. Sabía que existía magia poderosa que podía conseguir la dominación de la mente, la anulación de los deseos propios, la zombificación o el hipnotismo. Había muchas formas de anular la voluntad de un individuo para hacerla tuya. La magia podía conseguir eso y otros tantos éxitos que tuvieran que ver con la mente. Pero Yakshini no era una hechicera. Su don estaba dentro de lo que podía nombrar como poder psíquico. Igual que si deseaba mover su mano para agarrar una copa, podía hacerlo con el pensamiento, la mujer podía realizar otras acciones no físicas solo con pensarlo. Pero eso excedía el campo de sus conocimientos ya que era algo totalmente ajeno a la magia*.

Notas de juego

*Aunque puedes seguir indagando, pero no por ese camino.

Tocará esperar, entonces, a tu compañera.

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21/11/2021, 23:50
Inphie Lightborn

El bárbaro hacía que la, ya de por sí escasa, paciencia de la inquisidora se esfumara. De haberse cruzado sus caminos en el mundo antes de arder, le habría mandado ejecutar de forma ejemplar. Por desgracia, todo indicaba que ese mundo ya no existía. Inphie se mordió la lengua y se acercó a la hoguera frunciendo el ceño.

Aceptó la espada que le ofrecía Uther y agradeció el gesto con un ligero cabeceo. Probó cómo sentía el arma haciendo un par de cortes al aire y pensó que sería suficiente para no morir sin presentar pelea. No obstante, el hombro le ardía en dolor cada vez que intentaba moverlo más de la cuenta. Se sentó cerca del fuego, se deshizo de la armadura que le cubría el brazo y se inspeccionó la herida. Se aplicó un vendaje lo mejor que pudo usando trozos de su propia ropa y suspiro volviendo la mirada al fuego.

Inspeccionó la fuente de luz. La oscuridad luchaba con ferocidad contra las llamas, casi como el norteño con la bestia de babas. Uno no se dejaba vencer y el otro no podía ser vencido. Algo pasaba con aquella dichosa oscuridad y no tenía forma de ponerle fin. El olor de la carne quemada la sacó de sus pensamientos, era imposible que nadie comiese eso sin vomitar. Se alejó un par de pasos del olor.

Caminó entre los presentes, pasó lista mentalmente. Habían perdido a la súcubo, el diablillo y el autómata. Cualquier día habría considerado eso una victoria, pero en cambio habían ganado un bárbaro igual de exasperante. Prestó atención a los movimientos y las palabras de cada uno, como una profesora que recorre entre los pupitres de sus alumnos mientras éstos realizan alguna tarea. Se detuvo al lado del hombre que se hacía llamar Jhafar. -¿Qué ha ocurrido exactamente?- le preguntó sin alzar la voz, intentando que la conversación fuese tan privada como fuera posible. -porque mi instinto me dice que tanto tú como el niño no sois exactamente lo que parecéis-

- Tiradas (1)

Motivo: Medicina

Tirada: 1d100

Dificultad: 70-

Resultado: 9 (Exito) [9]

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22/11/2021, 17:38
Yakshini Krasue

Una vez se rompió la conexión me quede quieta en mi lugar. Esa cosa… Sigo sin entender nada de lo que esta ocurriendo, pero como mínimo ahora tengo un objetivo y una manera de escapar de este lugar. Aun así, conozco el destino pero no el camino. Sigo sin poder decir que estoy en una posición favorable. Por ahora tengo que encontrar alguna manera de salir de este lugar y buscar a ese tal Krueger para asesinarlo. Por como lo describió el ser parece ser alguien con quien debo tener cuidado. Me llama mucho la atención lo que dijo el ser sobre que movía sus hachas con la “mente” ese hombre, Krueger... ¿Tendrá poderes como los míos? Nunca me he encontrado con ningún otro ser que posea habilidades como las miás, pero no niego la posibilidad de que existan mas poseedores de un don como el mio.

Lo primero que tengo que hacer es ubicarme de alguna forma. No se que sera de los gusanos y la sirena, pero puede que ellos también me sean útiles en este situación, así que también me convendría encontrarlos. Lo que me estoy planteando puede sonar imposible, buscar ubicarme por mi misma en este lugar es una locura, pero tengo una idea. Voy a intentar conectarme con el cerebro del ser e intentar sacar toda la información de este lugar que pueda. Esta vez si me voy a tomar en serio la conexión, ademas, el dijo que me ayudaría, no creo que le moleste brindarme información sobre este lugar si se lo pido.

Caminó hasta estar a pocos pasos de la columna y cierro los ojos, comenzando con la conexión.

- Tiradas (1)

Motivo: Voluntad

Tirada: 1d100

Resultado: 63(+60)=123 [63]

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23/11/2021, 19:21
Ilia

No era muy difícil adivinar que explotaría si lo intentaban abrir sin más, ya haría tiempo que se lo hubiera quitado de encima de ser así. Ese maldito collar... Suspiró y miró al hombre que la ayudaba con el tema del collar antes de observar a Allanah. -¿Y... como se contiene... un poder así? Ella no tenía idea de esas cosas pero parecía que la mujer sí, o al menos tenía las bases de la idea completa. Le dolía todo el cuerpo, qué asco de seres repulsivos y... Por poco vomitó cuando se dio cuenta lo que había estado haciendo aquel tipo. Le susurró a Cyriack para que el tipo no se pusiera agresivo de nuevo- Por ahora comáis nada, posiblemente está en ese estado porque... se ha dedicado a comer y beber de esas criaturas. Sí, había dicho beber. El tipo se hidrataba con el agua pútrida y asquerosa de esos bichos, cualquiera se volvería loco si metiese en su organismo esa asquerosidad. Tenían que salir de allí, como fuera... ¿En seis años aquel tipo no había intentado cavar ninguna clase de túnel? Le costaba creer eso la verdad. Además, también se le hacía sumamente extraño el hecho de que en seis años, no se hubiese topado con el tipo que los encerró o con las salas de más adelante, eso habría provocado o la muerte del bárbaro o la muerte de los tipos que allí estaban. Aunque viendo lo que comía y bebía, se creía bastante las palabras que dijo el bárbaro, que no eran seis años si no seis semanas. Ahora todo podía ser y eso le frustraba. Seguía susurrandole al hombre. -También barajo la posibilidad de que solo lleve unas semanas aquí pero su ingesta lo volviese loco con rapidez... Habría que vigilar lo que comemos o bebemos... Miró entonces hacia la hoguera, hastiada y adolorida. Esperaba muy en el fondo que el bárbaro loco no decidiera matarlos a todos. 

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24/11/2021, 15:27
Jim

La atención, que no la mirada, de Jim se volvió hacia la conversación que la inquisidora iniciaba con Jafhar, dándole pie a más mentiras con las que sembrar todavía más dudas sobre lo ocurrido escaleras arriba.  Le enfadó mucho que ella partiese de un injusto punto neutral, dándoles a ambos la misma consideración, ofreciéndole la oportunidad de convencerles de sus buenas intenciones. Por lo pronto, ya no era un niño al que proteger, si no algo diferente, algo mucho peor.  Y la cosa empeoraría, estaba seguro de ello.

Muchas historias empezaban así:  La del monstruo bien intencionado despedazado por campesinos con horcas, la de l bruja que sanaba a los más humildes lanzada a un fuego purificador, la del iluminado explorador que se encontraba con que los salvajes no eran almas puras y bondadosas; el padre que abandonaba en el bosque a su extraño hijo recién nacido para que los lobos le devorasen.  El temor ignorante a lo extraño, a lo que se salía de la norma, a lo extraordinario.     

Sin apartar la vista del fuego, sonrió levemente ante lo que le pareció un halago por parte del salvaje Krueger.  Aunque seguía sin gustarle, era peligroso como un incendio cuyas llamas podían devorarle a uno según soplasen, caprichosos, los vientos. También estuvo atento, no tenía mucho que hacer y ésto le permitía no pensar en la horrible carne que estaba comiendo, a la conversación entre Kelgar, Allanah e Ilia acerca de las runas. Por lo que le contó su tutor, aficionado a hablar de conjuros y hechizos, hace tanto tiempo que ya había olvidado su rostro, los mejores sortilegios de protección implicaban negaciones, anatemas, opuestos y nominaciones.  O la inmortalidad.   Pero no se acordaba muy bien de nada de eso, tenía la cabeza hecha un lío.

Se levantó, ya había comido más que suficiente.  -Deberíamos irnos.  No creo que los monstruos tarden mucho, estarán a punto de atacar, seguro que se están aburriendo de mirar como nos calentamos.  Creo que si vamos hacia el cuerpo original del monstruo estoy seguro que saldrán muchísimos de ellos.  Si cree que vamos a matarlo de verdad, se defenderá con todas sus fuerzas.  Los ojos de Jim brillaron astutos. -​​​​​No como ha estado haciendo hasta ahora.  Solo ha estado jugando.

​​​​​

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: Rituales. Collar de Ilia

Tirada: 1d100

Dificultad: 95-

Resultado: 92 (Exito) [92]

Motivo: Alerta monstruos

Tirada: 1d100

Dificultad: 65-

Resultado: 58 (Exito) [58]

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24/11/2021, 22:31
Uther Brannagan

No había podido contener el asco. Aquella carne era horrible. luego de vomitar se recompuso en la medida que pudo, analizando la situación. Nadie había respondido a su propuesta, por lo que debía decidir. Quedarse allí, que era lo que parecía que implícitamente querían todos, menos Jim, no le parecía la mejor opción. Tampoco le resultaba atractivo marcharse sin la ayuda de Krueger, pero estando entre la espada y la pared, tal vez fuera mejor la pared.

- Jim, ¿te sientes confiado de guiarnos hacia la cámara desde donde vinimos? Yo he intentado recordar los giros y el camino, pero no creo que pueda encontrarlo. 

Miró a los demás, especialmente a Jafhar. Su mirada estaba cargada de duda.

- No podemos enfrentarnos ahora al monstruo, y menos a su corazón, en el caso de que pudieramos dar con él. Krueger no quiere matarlo, y nosotros no podemos hacerlo sin su ayuda. Cada minuto que pasamos aquí es una posibilidad de que vuelva a atacar. Si puedes encontrar el camino de vuelta, iré contigo. Animo a los demás a que también lo hagan.