Partida Rol por web

La adrenalina sube por las nubes al ver como los dos cazas pasan a vuestro lado a escasos metros. La maniobra rápida de B-1 cambió el curso de acción en el último momento forzando los repulsores laterales para cambiar la trayectoria. 

De repente una luz naranja asoma al panel de mandos emitiendo un pitido. Al parecer la brusca maniobra ha descalibrado los repulsores laterales. 

El Bith miro al humano y luego a través del mamparo, estaba claro que el piloto era “bueno” pero la nave era chatarra espacial.

Se hubiera sentido mas a gusto con su anterior piloto, pero tenia su propia agenda, y ahora mismo estaba en la lista de gente a ser cazada por el Rodiano. Así que esperaba no volver a cruzársela.

En momentos como aquel, hubiera preferido saber algo de mecánica para echar una mano, pero lo único en lo que podía pensar era en como destruir la nave desde dentro con una carga de una granada, ya había encontrado el lugar concreto y estaba seguro de que el aparato colapsaría desde dentro…. Si aquella idea lo calmaba y lo centraba.

Explotar cosas era lo mejor de la vida.

— Por favor, tomen asiento los que aun no lo hayan hecho y abrochen sus cinturones, parece que experimentaremos turbulencia. — El droide entonces estabiliza la nave y fuerza los propulsores a velocidad sub-luz máxima para pasar por aquel campo minado lo antes posible.

El droide había hecho una maniobra arriesgada pero victoriosa evitando por los pelos el choque entre naves, sin embargo cuando se disponía a acelerar la descompensación de la maniobra anterior, que había dañado los repulsores laterales, hizo que los conductores de flujo se estremecieran y emitieran un zumbido que acabó en una especie de "Tos" de los motores indicando que no sería posible acelerar. 

- Eh, amigo droide, ¿necesitas ayuda? - dijo el ex-capitán imperial desde cerca, viendo como la nave estaba haciendo como un potro desbocado, intentando descontrolarse. Ciertamente los droides era buenos... -Pero vamos, por eso en general no queríamos droides controlando según que cosas en el buen momento del Imperio. Y ahora depender de un droide... maldita sea mi suerte. ¿No tendré nunca suerte? - Pensó con cierta mirada de enojo hacia B-1, pensando que quizá al final no había sido buena idea. 

- La mecánica no es lo mio, pero si necesitas ayuda con algo de informática, puedo intentar hacer algo, si el ordenador de la nave necesita algún ajuste. - Dijo, ofreciéndose a ayudar. 

— La situación de extremo peligro anterior fue abortada... apenas. Los repulsores laterales se descalibraron, intentar forzarlos para acelerar la nave solo logró estropearlos aun más. Procedo a desactivarlos. Procedo a acelerar la nave únicamente con los medios de propulsión aun intactos. — Explicaba el droide la situación ante la consulta del humano, hablando con frases cortas, como parecía ser lo estandar en él en situaciones tensas, quizás formular oraciones más largas y complejas era un gasto innecesario de recursos de su procesador. Dicho aquello, aumentó el volumen de su vocabulizador para dirigirse ahora a todo el grupo, en un tono ecuánime. — Poseo modificaciones en mis piernas que me permiten adherirme magnéticamente al casco de la nave. El vacío exterior no me afecta. Conclusión: Si alguno de ustedes, orgánicos, considera que puede encargarse de pilotar esta nave entonces le ruego que lo haga para que yo pueda salir a realizar reparaciones. De lo contrario... — Dice, y apunta con su brazo, de la misma coloración que su cabeza, a la otra silla al lado de la cual el droide estaba sentado. — Puede intentar asistirme como co-piloto.

Kemlo estaba seguro de que a ese ritmo la nave se partiría a la mitad sin necesidad de que nada la golpeara. Era increíble que hubieran llegado vivos hasta ese punto.

Siguiendo la linea de pensamiento, no pudo más que darle la razón al droide, hacia mas falta fuera que dentro.

- Yo me hago cargo de la nave, ve a arreglarla.-

Dijo al tiempo que se acercaba al asiento de piloto. No le gustaba tener que manejar aquel trasto, pero lo había visto hacer un montón de veces, y era solo cuestión de moverse hacia adelante y controlar que nada grande los golpeara. ¿No?

-Dompa, al asiento de copiloto, vete dándome las lecturas de los que tenemos delante.-

Dijo sin mucha aspiración de la que la cosa saliera del todo bien. Pero al menos tenían que intentarlo. Si se quedaban varados en mitad del conflicto, o bien eran arrollados por los cazas, destruidos por la basura espacial en movimiento, o interceptados por el bando ganador, y no le apetecía especialmente ninguna de las tres opciones.

Al parecer el procesamiento lógico del droide no estaba mal encaminado. Había solucionado un problema que se veía venir, pero claro, si los droides vieran venir esas cosas ahora dominarían la galaxia.

La nave tomó un curso nuevo y el impulso os hizo sujetaros a algo momentáneamente. La Tortuga Centenaria avanzaba entre fuego de láser y explosiones hacia el planeta que consideraba su objetivo.

-Carguero Tortuga Centenaria, no avance hacia ese planeta. La nueva república está en proceso de bloqueo al planeta y considera una infracción grave aterrizar en él sin el permiso previo del senado.- 

La voz que había comunicado el aviso procedía de un canal privado de la república. Parecía que aunque los imperiales os dieran paso, los rebeldes os confundan con agentes imperiales encubiertos, y al estar Ord Mantell todavía en posesión del imperio, os traten como a imperiales.

El B-1, enseguida tras finalizar la transmisión de aquel mensaje abre un canal de comunicación en respuesta.

— En este momento estamos experimentando dificultades técnicas. Por favor, aguarde y será atendido a la brevedad. — Tras lo cual cortó la comunicación.

Entonces se levantó del asiento que estaba ocupando, el del co-piloto aunque lo estaba usando como piloto en negativa a ocupar él el asiento del piloto, para dejárselo al humano que estaba esperando a su lado para ocuparlo, al tiempo que el bith se sentaba en el asiento del piloto.
Tras esto se dirigió a una taquilla que estaba en un rincón de la cabina y de ella sacó un cinturón repleto de bolsas y estuches con multiples bolsillos ocupados por diferentes tipos de herramientas (se distinguía lo que parecía ser una especie de soplete, un pequeño extintor, una pistola similar a una de clavos pero lucía algo diferente, y otras muchas cosas que no eran lo bastante voluminosas para sobresalir de los bolsillos o estar simplemente colgadas del cinturón). Y sin decir más se dirigió hacia las escaleras para descender de la cabina rumbo a una de las exclusas para salir de la nave.

Con rapidez, tras la comunicación del droide a los rebeldes (a los que había puesto una cara de enfado bastante claro), Dompa se sentó en el asiento que acababa de abandonar el droide, y se puso a comentar los distintos indicadores al bith. Era una verdadera caja de sorpresas su compañero, así que se alegraba de tenerlo a su lado. 

Sin embargo, se sentía bastante torpe, hacía tiempo que como tal no pilotaba una nave, y sus últimos tiempos como formador en la academia y los simuladores habían sido hace tiempo, y no estaba en el estado de emoción que ahora, tan cerca de su hijo. No dio datos erróneos, pero aquel modelo de nave tan poco "imperial" no le resultaba cómoda y se estaba notando, tardando en localizar los botones, los indicadores y los diferentes menús con los datos. 

El Mercenario se sentó a los mandos de la nave, y suspiro, no le gustaba ese puesto, y no le gustaba tener que pilotar, prefería hacer cálculos y esperar a que otro hiciera las cabriolas espaciales pertinentes.

Pero llegados a este punto, o se movían o estaban jodidos.

Ya resignado, empezó a toquetear botones y palancas, y a cambiar el curso de la navegación de cara a lo que veía en las señales del radar y su posición con el planeta. Sin embargo, a los pocos segundos, la nave hizo un chup chup, y una alarma se encendió, se quedaba sin energía.

- Increíble que esta chatarra siga de una pieza.-

El bith comenzó a toquetear como si supiera de toda la vida donde estaban los controles en esa nave, pero algo tuvo que hacer que no correspondía adecuadamente a lo correcto, pues una nueva sacudida seguido de un ruido sordo hizo que os preocupárais si de verdad ese viejo cascarón aguantaría hasta el planeta. 

Una nueva comunicación entrante de la república:
-Tortuga centenaria, hemos escaneado su nave y detectamos serios problemas de control. Acérquense a una de nuestras naves nodriza para remolcarlos dentro del hangar y ayudarles en la reparación. Corto.-

Kemlo miro un momento los controles y luego a Pittien. Si el ser hubiera tenido cejas, las hubiera arqueado, pero no las tenia. Así que sus ojos bulbosos miraron sin parpadear durante unos segundos todos los controles.

Y sin que nadie lo esperara le dio una hostia con la mano cerrada a la consola, y luego repitió la cadena de movimientos para enfilar la nave hacia el planeta.

Esta vez, de manera lenta pero gradual la nave empezó a moverse, sin dejar de quejarse, porque al parecer hacer algo tan sencillo como moverse le costaba horrores.

El mercenario se guardo su opinión sobre la nave, pero parece haber decidido qué escaparía del planeta en otro trasto.

El droide sale al vacío del espacio. La paz, silencio, es tan total e inamovible que bien podría enloquecer a organicos sin entrenamiento... e incluso estos solo podrían soportarlo por no mucho tiempo, pero un droide no tiene esas limitaciones. Nada más salir activó su modificación en sus pies con lo que los potentes electroimanes adhirieron las bases de sus pies al casco de la nave, y así, activando y desactivando uno a la vez fue andando hacia la fuente de los inconvenientes tecnicos que estaban empeorando el funcionamiento de la nave.

Una vez allí comprobó que efectivamente la causa del problema era una relativamente simple descalibración de los repulsores laterales... pero aquello debía ser resuelto lo antes posible ya que la nave estaba siendo forzada inconvenientemente, lo cual podría ocasionar verdaderos daños inminentemente.

La mirada de Kemlo era elocuente, aunque no pudiera parpadear ni nada semejante. Era increíble como conociendolos, los alienígenas si eran capaces de tener expresiones y comunicarse no verbalmente. Y lo que le decía no era agradable, maldita sea. No estaba ayudando nada. 

Pittien respiró con calma, mirando a los paneles que tenía delante. - Esto no se cómo el Imperio permitió que se fabricara, con lo sencillo que es el panel de una Lamda, claro, ordenado... pero no, tenemos que estar en un cacharro de esos que les gustan a los rebeldes. -dijo entre dientes, mirando con atención todo, hasta descubrir diferentes funciones que no había acertado en la primera ocasión. Se puso en tensión y a colocar, uno tras otro, indicadores y palancas en un lugar que intuía más correcto, para ayudar y descargar a Kemlo de su labor. 

Estaban teniendo problemas, así que esperó acertar con los botones adecuados, para que aquella nave no se descompusiera, como estaba temiendo su compañero. 

La gravedad del asunto parecía estar en los compensadores de aluvio, un fluído denso que otorgaba la inercia necesaria a las bobinas de capacitación de los repulsores laterales. Al ser forzados, el porcentaje de presión había superado el límite permitido y había aparecido una fuga del líquido.

El chequeo que B-1 veía en su inteligencia artificial a través del sistema de la nave eran una serie de probabilidades y estadísticas mediante algoritmos implantados acerca de las posibles causas, soluciones y problemas técnicos referidos a los repulsores. Una línea se trazaba en su mente siguiendo el recorrido en el esquema 25 de los modelos de carguero G-Throc hasta dar con una probabilidad del 99% de ser la causa del problema inicial.

A su alrededor no parecía que las explosiones de láseres, cazas persiguiéndose, y baterías turboláser le afectaran en lo más mínimo. Era un droide con una IA peculiar que le hacía "pensar" en soluciones que su amo le había enseñado e implantado, pero no dejaba de ser un droide y un entorno que hubiera preocupado a un ser biológico no le afectaba. 

Dentro de la cabina, Pittien comenzó a comprender los controles del carguero, que si bien no era imperial, al ser coreliano, diseñado y ensamblado por humanos, por lo menos le dio cierta fe en su diseño.
En cuanto comprendió la disposición el sistema fue corrregido y las coordenadas trazadas, una ayuda que Kemlo seguro apreciaría.