El Bith seguía con el dedo sobre el disparador de las bombas, pero de momento parecía que no seria necesario activarlo.
- Creo que podemos empezar de nuevo. Si asumimos que tú eres el piloto y esta es tu nave. ¿Cuánto nos cuesta digamos, llegar a Ord Mandell?.-
Las negociaciones no habían terminado eso estaba claro, pero tenia claro que aunque no hiciera explotar la nave, el droide tenia las de perder, un soplo anónimo o no tan anónimo a la central del espacio puerto, y no dejarían despegar la nave y la someterían a un registro.
Sin duda ese argumento les favorecía de cara al precio por el transporte, pero ya se vería si era necesario o no. Quizás ese droide mentiroso fuera el primer piloto razonable en cuanto a precios del universo.
1d6 x 2 (motor de hiperviaje de nave 720: Motor Clase 2)
Motivo: Días de viaje
Tirada: 1d6
Resultado: 2 [2]
— Esta nave es de Pirma Izcio. — Acotó. — Ord Mandell. — Repitió entonces el droide, y se quedó en silencio e inmovil un momento. — Lo lamento pero no encuentro resultados tras mi busqueda en mis unidades de almacenamiento de datos del mapa galáctico. Quizás usted quiso decir Ord Mantell. Ord Mantell, planeta del sistema Joya Brillante. Para llegar a ese sistema desde donde actualmente estamos habría que recorrer aproximadamente una sexta parte de la circunferencia media de la galaxia. — El droide hizo una breve pausa nuevamente, luego de lo cual continuó. — Aunque la ruta más transitada, y por tanto la más segura y estable... sería seguir la Ruta Comercial Perlemiana hacia el centro galáctico, deteniendonos en el sistema Gizer, una vez allí tomar una ruta mucho menos usada hasta el sistema Corsin, allí tomar la Vía Hydiana hasta el sistema Bandomeer, allí tomar una ruta secundaría hasta el sistema Agamar y finalmente desde allí tomar otra ruta secundaria hasta arribar al sistema Joya Brillante. Según mis cálculos... el viaje tendrá una duración de aproximadamente noventa y seis horas, yo no necesito dormir y mi batería puede mantenerme funcionando por hasta un minimo de cien horas, por lo que podré llevarlos sin interrumpir el viaje por motivo de descanso. El costo promedio de este viaje serían 400 creditos. Yo no necesito comer, ni beber, ni respirar... pero creo que los organicos si. Pueden ir a comprar provisiones antes de partir, pero mi dueño compró raciones de viaje secas, desidratadas y/o de larga duración, las cuales estan almacenadas en esta nave y yo se las puedo vender a ustedes a mitad de precio. Eso sumaría unos 60 creditos, para un total de 460.
Y encima... un poco repelente. Era un droide con poca empatía, efectivamente, podía haber sido reprogramado, pero seguía teniendo un procesador de combate, como él mismo decía, y eso hacía que dijera las cosas con tanta... ¿crudeza? Podía ser, pero era una oportunidad interesante. Pocas preguntas, y un droide con intención de buscar a su dueño, si es que existía, a toda costa. Sin embargo, lo único que temía es que esa programación fuera tan fuerte que sencillamente les usara para ello. Y no lo permitiría, ahora que estaba tan cerca.
- Ahá, ahora veo que estás siendo razonable, así sin armas de por medio. - Dijo el ex-capitán, separando ostensiblemente la mano de la culata de la pistola, y mirando de nuevo al droide con amabilidad, como analizando la propuesta. Luego miró a sus compañeros, y preguntó: - Tengo una pregunta más, ¿qué le pasó a tu dueño? ¿No nos engañas y nos quieres utilizar de algún modo para recuperarlo? .- De la negociación monetaria, prefería dejársela a Kemlo. Él estaba dispuesto a todo por hacer cumplir su Plan, así que hubiera dicho que si.
- Vale, a partir de ahora te llamare Prima Vicio y serás el piloto. Lo que pides es justo. Dame unos minutos para quitar los explosivos y nos vamos. Esto ya esta durando demasiado.-
El Bith volvió a subir al techo de la nave en busca de uno de los dos explosivos que había instalado en aquella tortuga espacial.
- Menudo día de mierda llevamos.-
Yo invito al viaje venga.
— Eso es correcto. — Le responde el droide al humano. — Utilizarlos a ustedes como a cualquier otro posible cliente. No estoy programado para acuerdos comerciales, pero mi programación tactica básica me hace considerar que los que ofrecen algo a cambio de otro algo y los que buscan algo ambos se utilizan mutuamente para obtener lo que quieren. Las cuotas del prestamo deben ser pagadas con dinero, el combustible de la nave se paga con dinero. Necesito cumplir ambas directrices o de lo contrario surgirán variantes desventajosas que reducirán las probabilidades de que pueda encontrar a mi dueño. — Entonces guarda silencio un momento pero se mantiene atendiendo al humano, como si aun fuese a decir algo más. Entonces interviene Kemplo y el droide se gira hacia él. — ¡Roger, roger! ¡Roger, roger! — Entonces se dirige hacía Pittien y Petch. — Mientras su compañero regresa permitanme hacerles un recorrido por la nave.
Voy a asumir que aceptan el recorrido así ya les pongo el mapa completo de la nave. Mientras se da el recorrido, que supongo serán unos 5 a 15 minutos, podriamos seguir hablando (por cierto, Pittien tiene un nombre, apellido y especie por lo que si quiere podría intentar realizar pruebas de habilidad para investigar a ese tal Pirma Izcio... por ejemplo, si es un ex-soldado Imperial quizás sepa o pueda buscar en alguna base de datos de la epoca del Imperio para ver si ese tal Pirma tiene antecedentes criminales, por ejemplo. No sé, solo digo porque vi que quizás le guste investigar).
También voy a asumir que Kemlo le da los creditos antes de partir porque sino se quedaría esperando al pago para entonces despegar (me los apuntaré, aunque los gastaré enseguida porque lo de la cuota del prestamo a pagar es real XDD, así que Kemlo descuentatelos ;D)
Pittien asintió. Al menos habían llegado a un acuerdo, y lo que decía el droide tenía bastante sentido. Era sensato según la programación que tenía. Así que por él, todo conforme, y se relajó. Cerró la cartuchera del arma, y le dijo al droide:
- Perfecto, me encantará conocer esta nave. Luego, cuando sea posible, vayamos a nuestro destino. No tengo intención de demorar más lo que tengo que hacer. - Miró con curiosidad al droide, como preguntándole. - Oye, veo que tienes todavía parte de la programación de combate, pero, ¿un arco? ¿Tu amo no tenía otras armas?
- Luego se dispuso a ver la nave, mientras llegaba Kemlo. Estaba ansioso por partir, y con ganas de por fin, seguir aquella pista que tanto le estaba llamando.
El droide entonces inició el recorrido por la nave acompañado por Pittien y Petch.
— Aquí donde estamos es el puerto de acceso a la nave, con el reactor central en el medio. Detrás de las paredes a ambos lados se encuentran los almacenes de carga, según las especificaciones del fabricante esta nave puede transportar hasta ciento treinta y cinco toneladas. Se accede por esas puertas. Más allá, en el extremo más alejado de la cabina, se encuentran dos naves de escape que no cuentan con capacidad para el hiperviaje sino que estan pensadas para abandonar la nave en las proximidades a un sistema estelar y viajar en esas subluminicamente hasta aterrizar en un planeta o luna apropiada. — Dice, mientras camina hacia la popa de la nave y señala las puertas por donde se accese a los lugares que menciona. Luego se gira para regresar a la proa. — Como ya saben, allí esta la cabina del piloto. — Dijo señalando el lugar más al norte de la nave, caminando hacia esa dirección, pero giró hacia la derecha al bifurcarse el pasillo. — A ambos lados de la cabina estan las dependencias de la tripulación. — Dijo, y abrió la primer puerta a la derecha. — Aquí estan las duchas, y en la siguiente puerta hay una habitación con cinco camas. — Dijo, sin entrar al cuerto de baño y enseguida señalando la puerta de al lado la cual no abrió. — A la izquierda de la cabina hay dos habitaciones más con camas. La capacidad optima de esta nave, entre tripulación y pasajeros, es de quince organicos. — Entonces el humano le hace un par de preguntas. — Mi dueño es un civil ordinario. Tuvo que huir a las colonias del Borde Extrior debido a problemas con las leyes del Imperio por compra y posesión de piezas prohibidas de droide a las que era aficionado. Debido a esto temía ser "rastreado" si compraba objetos cuya posesión y compra exigían una licencia, y no deseaba arriesgarse con el mercado negro de armas. De todas formas, en su modo de vida habían muy pocos riesgos. Todo cambió cuando el Imperio cayó. Mi dueño consideró que ya no tendría que preocuparse por poseerme, ya que las leyes imperiales cayeron, por lo que consiguió un prestamo y compró esta nave. No he vuelto a saber de él desde hace más de seiscientas horas. Los droides son considerados objetos, por lo que no pueden poseer licencias a su nombre, incluso los droides independientes o renegados los cuales consiguen las suyas mediante el robo o el mercado negro. En la ausencia del piloto, el co-piloto se vuelve el piloto, por lo que comencé a ofrecer mis servicios para mantener esta nave y seguir a la espera de saber de mi dueño.
Finalmente habían conseguido transporte… y un piloto algo peculiar. Pero al menos esta vez ya conocían todas la cartas antes de subirse, no había wookies escondidos en compartimentos secretos, y de ganar dinero todos sabían qué intención tenia el “piloto”, que era buscar a su dueño.
Kemlo se tomo con calma recoger los dos explosivos que había puesto y pudo observar que la nave en estaba en buen estado. Y eso le complacía, si no había fuego intenso y podía maniobrar mejor que mejor.
Se pregunto si los reflejos del Driode serian equiparables a los de su compañera fugada. Y aunque era una duda legitima se recordó a sí mismo qué era mejor no tener que comprobarlo.
Una vez dentro se acerco con el chip de créditos para abonar la transferencia. Con ella podían por fin, salir del espacio puerto. Él hizo la ruta por la nave cuando esta estuvo en marcha, dudaba que esta vez el droide necesitara ayuda para los cálculos como hacia anteriormente el alienigena en la otra nave.
Ya estaban en marcha, y eso le satisfizo, porque en su destino, seguro que podía hacer estallar algo.
Lets go!