Partida Rol por web

Un par de minutos luego de que Pittien se sentara frente al ordenador del reactor de la nave se volvió a escuchar la compuerta metalica de la cabina del piloto sonando con ese chirrido metalico. Tras ello se escuchó como si un objeto metalico relativamente pequeño se dejase caer, luego sonó e golpeteo ya conocido del cuerpo del droide descendiendo por la escalera de la cabina interrumpido por el sonido del cierre de la compuerta. El droide recogió del suelo lo que había soltado y avanzó buscando a los posibles clientes.

— ¿Explorando la nave? — Preguntó el droide, sin recriminación sino con simple curiosidad, cuando vio que el humano estaba al fondo de la nave o venía de esa dirección. — Le dije que podía hacerle un recorrido.

El droide, ahora, llevaba en la cintura una especie de cinturón con un estuche en el cual se veía lo que parecía ser una vibrodaga. Además llevaba en la mano del brazo de color más oscuro lo que parecía ser un caño grueso de metal que había sido moldeado de tal forma que hacía las veces de un arco completado por una banda elastica negra que probablemente había sido extraida de algún motor. Además, sostenía con la otra mano un puñado de varas metalicas delgadas, posiblemente obtenidas de cortar algun otro objeto metalico con una cierra.

En ese entonces se escuchó que los comunicadores distribuidos por la nave se activaban, y se volvió a escuchar la voz que los había recibido.

— Lo siento pero estoy muy enfermo. — Se escuchó. — No quiero que me molesten, el droide se encargará de todo, si, no... fuera.

Tras aquello los comunicadores vuelven a silenciarse. El droide frente a Pittien se mantiene inmovil y en silencio. Y entonces dice.

— ¿Desean viajar a algún lugar? ¿O debo acompañarlos a la salida?

De pronto, el emisor de sonido de la nave se activa y se escucha nuevamente la voz que los recibió:

— Lo siento pero estoy muy enfermo. — Se escuchó. — No quiero que me molesten, el droide se encargará de todo, si, no... fuera.

Tras llegarte hasta la cabina te asomas por el cristal. En el asiento del piloto hay una forma, vestida con un atuendo negro con capucha y sus manos a ambos lados del... Espera un momento, no son manos lo que reposan en el asiento, sino injertos de tubo pladtico simulando dedos.

Ante eso decides asomarte un poco mas aun a riesgo de resbalar por el cristal, y efectivamente descubres que el "piloto" tan solo es un muñeco.

Entonces escuchas ese mensaje de los altavoces de la nave. 

Con dos toques en el comunicador de su brazo izquierdo se activa el modo de llamada para Pittien y Petch y con un pequeño zumbido se abre el sonido. 

- No hay piloto. Estoy mirando la cabina y es un muñeco. O la nave se pilota sola, o nos estan timando, o es el pecho lata el piloto.- 

Iba a dejar la comunicación ahí, pero le dio por añadir algo más. 

- Si no salís en dos clic tengo detonita colocada para volar la nave. Dos clics.-

Pittien se queda mirando alucinado al comportamiento del droide. ¿Llevaba armas ahora? ¿Y una era un... ¿arco? Espera, eso era un arma muy primitiva, y casi parecía improvisada. No era un arma muy común en los estándares de la galaxia actualmente, de hecho, casi no se explicaba en las academias navales imperiales. Hum. 

- Si, he mirado un poco, he visto que tenéis aquí el reactor, y que la cabina... bueno, está cerrada. Quería algunas respuestas, los humanos somos... esto, curiosos, por decirlo así. - DIjo mirándole con atención, esperando que no hiciera ningún tipo de movimiento peligroso que implicase atacarles y hacerles daño... dado que ahora iba armado. En cualquier caso, le iba a preguntar sobre porqué el piloto no quería responder a sus preguntas, cuando... 

- ¿Qué dices Kemlo? ¿Estás seguro? Aguarda un momento, ahora te digo...  - Miré a Petch. Luego al droide. - Esto merece una explicación. ¿Esta nave no tiene un piloto? Y no se si has oído lo que ha dicho mi compañero, pero responde rápido, porque mi amigo volará la nave como no te expliques. 

Respondio Pittien a Kemlo por el intercomunicador : 

- ¿Qué dices Kemlo? ¿Estás seguro? Aguarda un momento, ahora te digo...  - Dejando abierto el intercomunicador, habló al droide. - Esto merece una explicación. ¿Esta nave no tiene un piloto? Y no se si has oído lo que ha dicho mi compañero, pero responde rápido, porque mi amigo volará la nave como no te expliques. 

¿Una nave independiente pilotada por un droide?, sabía que era posible, pero en flotas como la antiguas naves separatistas, de los albores del imperio, pero no había visto ninguna que pueda ir por su cuenta y riesgo, aquello era muy raro, "La verdad es que eso explica muchas cosas, si es que es el droide y nos están tomando el pelo haciendo que esperemos" pero sonrío al oír lo de los explosivos, puede que nos quedaramos sin nave, pero al menos iba a ser una buena explosión, "Me gusta la idea, es un buen plan, pero creo que te precipitas un poco Kemlo"

El droide no podía escuchar que era lo que ahora estaban tramando aquellos organicos, murmurando entre ellos y hacia algún tipo de comunicador.

— No. No he captado. — Respondió. Hablando lento y pausadamente, practicamente sin moverse. Totalmente diferente a como se había estado comportando hasta ahora. — Esta nave si tiene un piloto. Su nombre es Pirma Izcio, y yo soy su droide co-piloto astromecanico. — Entonces el humano amenazó con que el otro organico usaría explosivos en contra de la nave. — Lo siento, pero tengo firmes directrices sobre proteger esta nave. — Entonces el droide coloca una flecha en su arco y con este cargado apunta al humano. — Ustedes no son posibles clientes, son posibles amenazas. Demasiado peligrosos. Ustedes dos, salgan de la nave, ya no son bienvenidos.

Kelmo se fue alejando de la cabina de la nave y escucho lo que decían sus compañeros en el interior. No le gustaban todas aquellas charadas de engañar a todo el mundo.

Podía entender que la gente tuviera sus propios secretos, sus agendas, Pittien la tenia, y ahora andaban metidos en una mierda, qué bien podría matarles, pero empezar una operación comercial mintiendo descaradamente era algo inaceptable.

A ellos les daba igual quién pilotara la nave, como si volaba ella sola. De echo mejor así, no les dejaría tirados. Pero lo que se olía es que fuera a sedarlos, venderlos por piezas o vete tú a saber que. Si “el piloto” quería seguir negociando que lo hiciera fuera de la nave.

- Un clic. O salis todos, o kabum.-

Miro la altura de hasta el suelo, bueno quizás otro clic más para alejarse no estaría mal, pero era mejor meter presión.

- Pero Pirma Izcio podrá mostrarse, ¿o no? Que se muestre en la holopantalla, salude, diga algo... ¿o es que es igualmente un droide como tu? Si sois claros, podremos hablar, o no. Pero no queremos ese tipo de secretos, si vamos a confiarte nuestras vidas e incluso cosas más importantes- Dijo el ex capitán imperial, pensando en las cosas y el Plan, que parecía que de cada vez se alejaba más. Lo hizo llevando la mano a la funda de su pistola, y mirando hacia el droide, que tenía un arco...

- ¿Sabes que esos cacharros fallan mucho más que estos? - Dijo, señalando a su pistola, sin dejar de mirarle, pero caminando hacia la entrada, de espaldas. - Necesitamos una nave. Necesitais llevar gente. Pero sed claros. No estoy dispuesto a que me traicionen ni a mi ni a mis compañeros, y parece que todo lo tuyo es oculto. - No sacó la pistola, pero liberó el seguro, la correa de sujección a la cartuchera, y siguió esperando una respuesta. 

Kemlo caminó por encima de la nave hacia donde estaban situado los "ventanales" de la especie de tragaluz en el centro de la nave, y asomandose por estos pudo contemplar la escena y a través del comunicador que parecía compartir con Pittien escuchaba lo que se decía.

— Después de construirlo... — Comenzó el droide, responiendole a Pittien, manteniendo un arco apuntandole a Pittien a unos escasos metros del droide. — No falló tanto durante mis pruebas. — Después de eso el droide guardó silencio. Pittien hablaba mientras lentamente caminaba hacia las escaleras de entrada y salida de la nave, esa fue una muy buena y diplomatica maniobra por parte del humano que evitó que el droide disparara. Pero no dejó de apuntarle. — Pirma Izcio... no es un droide, es un humano. Él me reconstruyó. Él compró esta nave... con un prestamo. La cuota del prestamo debe ser pagada. — El droide ahora hablaba de forma tal que cada una de las frases cortas que soltaba parecía una sentencia inquebrantable. — Mi dueño ha desaparecido. Debo encontrarlo. Debo proteger la nave. Debo permanecer en la nave, para proteger la nave. Ustedes son ladrones que quieren la nave de mi dueño.

Pittien miró con extrañeza al droide y con mucho cuidado se apartó un poco más. No sabía exactamente el daño que podía hacer aquel arco, y estando tan cerca era dificil fallar, en eso tenía razón. Pero lo que dijo sonaba más plausible que muchas de las tonterías que había dicho hasta entonces el droide: Que estaba enfermo, que no quería verles... 

-¿Y en qué te ayuda que viajemos contigo? ¿Nos ibas a secuestrar para descubrir dónde está tu amo? ¿O sigues mintiéndonos y ocultando que eres tu el piloto, o la nave misma? - Dijo con la mano ya en la cartuchera de la pistola, agarrando la culata y preparando la salida por si hubiera que hacerla. -¿Porqué confiar en tu respuesta?

— La cuota del prestamo debe ser pagada. — Repitió el droide. — Comprar combustible para continuar buscando a mi dueño. Los clientes dan dinero. Esas son las prioridades. El co-piloto se vuelve piloto, en ausencia del piloto. La nave es solo una nave. — El droide entonces guardó silencio un momento, procesando la última pregunta del humano. — Parece que ya no estan dadas las condiciones para un acuerdo de contratación.

El comunicador volvió a sonar, al tiempo que se escuchaba como alguien pisaba unas cajas fuera de la nave. 

- Si no hay piloto, legalmente los señores o señoras del puerto pueden reclamar la nave. Si no la han puesto a nombre de ese pecho lata, sencillamente esta nave no tiene dueño. 

Cara robótica, no tengo intención de robar tu nave, ni de buscar a tu dueño. Tu ardid ha sido la peor carta jugada nunca. Pero ten en cuenta, que si todos bajamos las armas dejaremos que te vayas con esta nave a donde quieras. 

Lo que nos interesa es un piloto y pocas preguntas.- 

Kemlo miraba ahora la rampa de salida esperando ver la salida de sus compañeros, se imaginaba que dentro tendría que haber armas y la cosa estuviera tensa, pero saber que con solo pulsar un botón todo se iba al traste debería ser suficiente para que aquella programación insuficiente se diera cuenta de que tenia las de perder. 

Aquello era un sinsentido, estaba claro que ese trozo de chatarra no sabía como actuar, la verdad es que estábamos jodidos, resulta que la nave estaba sin piloto, habría que hacer practicas de tiro con la estafadora, pero si el droide servía de piloto, yo me daba por satisfecho, "¿vas ha hacer pocas preguntas y nos llevaras al destino?, si es así, por mi puede llevarnos, no se que decís vosotros"

— Más allá de todas las reprogramaciones que se me han aplicado, sigo siendo un droide de cuarto grado... un droide de batalla. Mi programación más básica esta orientada a la guerra, y esa programación me hace saber que estoy en desventaja númerica contra ustedes. Si ustedes fuesen ladrones, ¿Ya me habrían atacado al descubrir la cabina vacía? ¿Por qué no lo hicieron? Posible respuesta: soy un droide de cuarto grado, en ese grado se clasifican a los droides que en su programación básica no poseen las restricciones y limitaciones de comportamiento que impiden que cualquier otro tipo de droide ataque a herir o matar a un organico, exceptuando los droides que posean un procesador heurístico. Existe al menos una probabilidad del 80% de que en un enfrentamiento contra ustedes yo acabe abatido. Pero también es considerablemente probable que consiga herir o incluso matar al menos a uno de ustedes, quizás es por eso que no inician el ataque. — El droide, entonces, se mantuvo unos tensos instantes más en silencio. Tras lo cual dejó de tensar el arco y bajó los brazos. — Creo que en esas condiciones es posible un acuerdo de contratación. ¿Cual es su destino?