Salen del lugar atravesando los lúgubres pasadizos subterráneos, llenos de sangre, viseras y cuerpos.
El ritual de la cena de la sangre es una barbarie, y muchos parecen no haber sobrevivido, pero otros sí porque tenían alguien que se preocupara por ellos. Algunos humanos y vampiros afortunados son rescatados por los hombres que lideraba el general Q, quien no esta con ellos. Murió en la batalla como mueren los verdaderos héroes.
Pueden sentir el humo y la carne quemada salir del gran salón. Rebeca se encargo de carbonizar lo que quedara vivo.
Cuando salen a la superficie una lluvia fuerte les moja todo el cuerpo. El agua arde en las heridas pero también les limpia interiormente.
Se puede observar a Mathew tomando la delantera de todos y cargar con un niño en brazos, mientras muy cerca de él, un grupo de hombres llegan en una camioneta armados hasta los dientes, no son enemigos, son refuerzos que han llegado para asegurar la zona.
Una mujer muy hermosa pero con cara de pocos amigos sale de un camión y habla con los soldados que al parecer la conocen. Lleven el senescal a la ambulancia.
Detrás de ella se encuentra una muy conveniente limosina, esperando. Los ventrue no pierden tiempo, al parecer. Delante del auto, se encuentra una muy conveniente ambulancia esperando. De ella aparecen cuatro hombres vestidos de paramédicos. Todos saben que no son médicos, sólo son criados disfrazados para guardar la mascarada.
El cuerpo del senescal en brazos de Marcus es pedido por los hombres que tienen una camilla y una vez ponen el cuerpo del mismo, todos pueden darse cuenta de las torturas a las que fue víctima. La cadera la tiene prácticamente destrozada y tiene extrañas deformidades en el pecho. Su rostro se muestra deforme de la cantidad de golpes recibidos.
Los hombres se llevan el cuerpo con velocidad y parten en la ambulancia, seguidos por la limosina que no abre sus puertas a nadie, solo conduce detrás. Más de una docena de hombres armados en motos los siguen y se pierden en la distancia.
La mujer mira a todos y les dice. En nombre del principado de Houston, gracias, sus acciones heroicas nunca serán olvidadas.
La mujer se queda junto a un ejército completo de hombres acordonando el lugar, y a ustedes les señalan como lugar de encuentro y transporte a la ciudad el lugar donde se habían quedado a dormir, el día anterior.
En el lugar se han agolpado varias ambulancias donde las víctimas humanas son tratadas por médicos reales y llevadas a las ambulancias. También está la policía, que acordona el área, y evita que unos periodistas y curiosos entren al sector.
Todo es un real caos, pero es el desorden que necesita el principado para guardar la mascarada, y para que los humanos ignoren la existencia de los vampiros.
Dentro del edificio una comitiva nosferatu espera llevar a Agus y Leila Kaulitz a un lugar más amigable. Tras un llamado telefónico una limosina recogerá a Dawson y su hijo y los llevará a su mansión. Phil y Naomi están afuera cerca de las ambulancias, viendo como el hermano de Phil, Leonel Mattheson y la joven alumna, Catherine Stankovic sean atendidos por los médicos y subidos a una ambulancia. Leonel parece estar sano, pero como Catherine se encuentran en estado de shock. Se puede observar como a un costado Marcus esta con un joven, de edad universitaria, el cual curiosamente está a salvo... ni un solo rasguño. El cual está murmurando algo así como aceptar una beca. Cerca de todo, tres autos elegantes se estacionan, de ellos salen varios hombres y una mujer rubia con semblante serio quien corre hacia la herida y deformada tremere Amy Rutt, quien es cuidada por Rebeca, luego de un abrazo, de manera rápida la llevan dentro de uno de los vehículos que los llevará directo a la capilla tremere.
Todos se pueden ver por última vez antes de partir, y que el día de hoy se convierta en una pesadilla.
Bueno, ahora vamos hacer los últimos post de cada uno, para cerrar con broche de oro.
Salen de aquel horrible lugar encontrándose a bastantes refuerzos, ya no tan necesarios.Les entrega el cuerpo del senescal esperando que se recuperara pronto de la soberana paliza recibida.Tras esto permanece con Billy, tranquilos, intentando recuperar energías.Escucha lo de la beca, y una leve sonrisa comienza a dibujársele en su rostro, para acto seguido agarrar al joven pasando su brazo por la parte trasera de su cuello y pegándolo a su pecho.
-Así me gusta BIlly, que seas el orgullo de la familia, que demuestres que hay algo de esperanza en el futuro para la raza negra.Me alegro mucho, y no cambies, porque lo menos que quiero que pase....es que te conviertas en lo que yo soy, un salvaje que no que no sabe más que defender su piel a base de golpes.pero tu podrás demostrar que la violencia no lleva a ningún lugar, la violencia crea más problemas que los que resuelve, y por tanto nunca conduce a la paz.¿Sabes quien dijo esta frase?, nuestro hermano Martín Luther King.Así que ya sabes, tu familia espera grandes cosas de ti, no la decepciones- explica realmente orgulloso de tener a alguien inteligente en algo parecido a una familia.
-Sobre lo de esta noche....Espero que te olvides de ello.Es un mundo que no te conviene.Nunca lo olvides si se te presenta alguna ocasión de convertirte.Aún eres joven, aprovecha la vida, siente el calor del Sol chocando contra tu piel, aunque no lo creas, es algo que se acaba echando de menos.Seguro que tu madre me apoya en esto- le aclara al joven.Desde "fuera" parecía que ser vampiro era alucinante, pero realmente era un mundo donde no había lugar para la paz, pues estaba en constante guerra.No había más que muerte y destrucción, y seguramente duraría hasta el final de los tiempos.Marcus aún no se podía creer lo que estaba haciendo, quizás fuera el vacío familiar que sentía, o la necesidad de convertirse en el padre de Billy, el cual nunca tuvo, pero por una vez, sintió que en algún lugar era querido por alguien, y era un sentimiento único que le llenaba de "vida" y satisfacción, cosa que nunca podrá sentir destrozando a un ser con sus propias manos.
Los paramédicos atienden a Leo ante la atenta mirada de Phil que espera pacientemente a que terminen de vendarle para acercarse a su hermano.
-"Leo, lo que ha pasado esta noche... es mejor que lo olvides, nunca ha pasado y nadie te creería, hay un mundo que no conoces... al que yo pertenezco, es mejor que olvides todo."
Phil agacha la cabeza, se siente avergonzado ante su hermano por lo que es, aunque el es un advenedizo se siente responsable del daño que los vampiros pueden llegar a causar a los humanos, al fin y al cabo para Phil no son un rebaño.
-"Leonel, ahora vas a ser padre, vive cada minuto de tus hijos como si fuera vital como si el mundo fuera a acabar al instante, haz que crezcan felices y en libertad... Yo siempre estaré cerca de vosotros, aunque no os llame, aunque no sepais de mi en largo tiempo... yo no os dejaré."
Mientras Phil habla se da cuenta que en la escena aparece un rostro familiar, es uno de los criados de su sire, sin duda espera ansioso que Phil le ponga al corriente de las noticias.
-"Ahora tengo que irme, tengo que ver a una persona... después seguramente me vaya de la ciudad un tiempo, necesito recapacitar, tomar distancia de lo que ha pasado... hermano, sabes que os quiero."
Tras estas palabras Phil se funde en un abrazo con su hermano mientras una gota de sangre surca su rostro. Phil, estás sangrando. Le dice su hermano. -"No te preocupes, no es nada." -Y dicho esto desaparece de la escena siguiendo al criado de su sire al coche que le espera.
Phil se reune con su sire y le cuenta todo lo sucedido en las últimas horas, con pelos y señales describe las abominaciones que ha presenciado, desde las extrañas criaturas formadas por los poderes del Sabbath hasta su cara a cara con el lider de la secta. He luchado hombro con hombro con vampiros de todos los clanes de la camarilla, son formidables... Concluye Phil antes de retirarse a descansar. Tras una refrescante ducha que le limpia el cuerpo y el alma Phil da un paseo por las estancias de la casa de su sire, tras el tiempo que pasó aquí le resulta familiar y reconfortante, llega a la sala donde el sire guarda su especial colección y Phil se encuentra con la trompeta de plata que un día tocó para su sire, la toma entre sus manos y la acaricia con una mezcla de amor y odio recordando el momento en que mientras la trompeta estaba entre sus labios fue abrazado y rompió su vínculo con la vida, entonces la acerca a sus labios y comienza a tocar de nuevo...
Esperar un momento... -dice Naomi antes de que los de la ambulancia se llevara a la niña -
Con dedicación y cuidado, se asegura de que no haya sido mordida o transformada en vampiro, cuando se asegura de ello , da a la niña...
Ha sufrido un gran shock, espero que mis ultimas palabras hayan quedado grabadas en su mente.... -dice mirando a los enfermeros mientras meten a la niña en la ambulancia, sin decir nada mas, busca su coche -
Antes se queda mirando al extraño grupo con el que ha compartido aventuras, pero la imagen de la cara horrorizada de la niña, la barbarie de los sabbath, los engendros, la lucha contra el lider del Sabbath, la hacen volver a la realidad....
Tengo que presentarme a la camarilla, explicar la muerte de mi sire a manos de los del Sabbath, luego tendré que pensar en hacer un largo viaje, para que la niña se recupere del todo lo que ha visto, de vez en cuando, la visitaré para ver que tal su estado... -dice mirando al vacio, mirando el volante de su coche pero sin ponerse a conducir... -
Arranca el coche con una extraña cara perdida en el vacio...
Hoy a sido un día de perdidas que jamás recuperaré, mi Sire, mi Amor, la humanidad de la Niña, las ilusiones de Catherine, hoy es un día fatídico....., espero que tu mente lo olvide todo Catherine, que todo creas que ha sido una horrible pesadilla, solo espero que alguna vez me perdones, ser lo que soy..... -arranca el coche -
Es una abominación y una eterna Maldición- se pierde con el coche en la lejanía , a un destino incierto -
El manto de sombras que supone una comitiva Nosferatu me envuelve como una bruma de telas raídas, en la más profunda oscuridad, oculto hasta de la luz de los faroles dejo a Leila en el suelo que sigue sonriendo por su buena fortuna, está muy malherida, pero viva, es extraño que ella quisiera que la sacara de ahí. ¿Qué hubiera querido yo? ¿Yo realmente hubiera querido que me salvaran en este estado maldito en el que nos encontramos? ¿Yo realmente querría seguir viviendo como Agus?
Louis Fartelle se me acercó asintiendo y dando su aprobación a mi acto, mi rata subió por mi hombro asustándome y tirándola otra vez al suelo - Mecachís rata, deja de subirte en mi hombro, que sustos me das.
Coloco a Joeman en el suelo y descubro su rostro a Louis - Ha luchado como el mejor en esta campaña de rescate
Hubiera sido injusto que dejara que se consumiera en el fuego de esa vampiresa pirómana sin que su clan supiera lo que habia hecho por ellos, y sin que este cuerpo ocupara la tumba que le fuera excavada tras su vida original, esperaría que por mí se hubiera hecho lo mismo.
No conozco las relaciones de los vampiros entre clanes, mucho menos los Nosferatu, y ahora esperaba ver qué hacia Louis Fartelle respecto al cuerpo de Joeman, respecto a ir a visitar a otro clan y darles un... ¿pésame? por tamaña pérdida, yo... personalmente... querría ir...
Al resto apenas tengo nada que decir, tal como llegué, silencioso y oculto, volveré a marcharme, sin haber dejado huella en el cementerio, ni en mis compañeros, ni en la memoria de ningun otro de los salvados
Cargué con el pequeño cuerpo de Lance mientras salíamos de aquel infernal lugar. Todavía lloraba, se aferraba a mí escondiendo su rostro entre mis brazos. ¿Quién me habría dicho que disfrutaría tanto el tener un hijo? No me di cuenta de lo que realmente representaba la vida hasta que la perdí.
Por poder… Por poder te he metido en esto, hijo.
Lo miré con una triste expresión. Y luego alcé la cabeza para mirar a Maslow. Sostuve su mirada con una inmensa frialdad. Sin duda a él no lo iba a olvidar.
- Gracias – murmuré.
Me había ayudado por dinero. Me había servido de mis recursos para ganarme un guardián. Pero no me importaba. Había salvado a mi hijo y eso era lo que contaba.
- Venga mañana a mi casa. Allí hablaremos de negocios.
Le di mi dirección y fui a hacer una llamada. Las ambulancias de verdad llegarían pronto, así como la policía. Me senté junto a mi hijo, para esperar. Ajeno al resto de vampiros que allí había, no me preocupé por la apariencia que pudiese mostrarles.
Mathew, el prepotente ventrue acariciando la cabeza de su hijo mientras le susurraba tranquilizantes palabras al oído. Un Mathew vulnerable… Durante toda mi vida había ocultado mis debilidades, hasta el punto de creer que realmente no tenía ninguna.
Pero aquellos que aman son siempre vulnerables.
La limusina no tardó mucho en llegar. Me levanté y le di la mano a Lance. Ya podía tenerse de nuevo en pie. Sangre reseca impregnaba su rostro, todavía quedaban lágrimas en su rostro. Lo metí dentro del vehículo y dirigí una última mirada a los presentes.
No dije nada, simplemente los miré.
Entré en el coche y cerré la puerta sin mirar atrás.
- Volvamos a casa – le dije al chófer.
Durante de viaje de vuelta Lance se durmió apoyado en mí. Acaricié su cabello mientras mi miraba se perdía en el paisaje que divisaba a través de las ventanillas tintadas. Apreté la mandíbula. Estaba dispuesto a liberar de esta carga a mi hijo, fuera como fuera. Reescribiría sus recuerdos si era necesario, para protegerlo de este hostil mundo al que pertenezco.
Pero no podría protegerlo siempre…
El nauseabundo hedor de los cadáveres daría paso al sofocante olor del fuego purificador. Dicen que el fuego borra los recuerdos incluso aquellos rastros más perennes.
Eso era lo que ahora necesitaba ese lugar, ser pasto de las llamas y dar paso a la runa para que lo allí ocurrido se durmiera en el olvido de todos, especialmente de aquellos que habían quedado atados de alguna forma a esos pasadizos interminables y a esas imponentes salas de horrores indescriptibles.
Pero esa era la esencia de la segunda vida, la no-vida, la venganza de la sangre. La sangre lo era todo para el vástago, su vitalidad y su condena...
Los ojos de Rebeca refulgían con el fuego, sus ojos adquirían matices antes ocultos, reflejos de odio y venganza pero también de coraje y, aunque casi imperceptibles, de esperanza. No para ella sino para los más jóvenes, los más inocentes, como Amy.
Ella lo había perdido todo, la vida y el amor y muchas más cosas por el camino. Pero Amy no, Amy aún se aferraba a su vida mortal como la pequeña llama de una candela que no quiere perecer ante la eterna oscuridad. Esa era su virtud y aún después de lo sucedido, Rebeca sentía que aquella niña aún se aferraba a la vida como nadie era capaz de imaginar.
La cogió con delicadeza para evitarle el camino hasta el coche que les estaba esperando fuera. Sus ojos eran tan profundos que podía incluso ver su corazón a través de ellos.
Eres muy valiente Amy, estoy orgullosa de ti -le dijo mientras le daba un beso en la frente- No te preocupes, las heridas sanarán, haré todo cuanto esté en mis manos para que así sea.
Empezaron a caminar pero Rebeca no pudo evitar por unos segundos mirar atrás. Ya no quedaba nada, sólo las últimas llamas que buscaban con afán algo que consumir.
Nos están esperando, nuestra gente ha venido a por nosotros. Ellos son ahora tu familia, nunca te abandonarán y yo tampoco, Amy. Siempre estaré a tu lado.
Una mujer se acercó para darles un abrazo a ambas. Cogió a Amy con cuidado y la llevó a un coche. Rebeca se quedó atrás por unos momentos.
Les dio las gracias a todos personalmente por su valentía. La Camarilla había ganado una batalla más, unida.
Luego se despidió y entró en el coche donde Amy le esperaba... Amy y su futuro.
Es curioso, el caos y la alegría por la liberación hicieron que entraran en una especie de confusión mental, se centraron en ustedes mismos y en volver a la no vida que conocen.
Todos saben que ninguno fue allá con la intención de salvar al senescal, fueron por motivaciones del corazón. Cuando alguien se mete con un ser amado, el instinto de protección se despierta.
Olvidaron despedirse entre ustedes, pero en parte una despedida como tal no era necesaria. El trabajo cumplido era la señal de la separación, aunque ninguno olvidará el rescate que realizaron.
Cada uno tomó caminos distintos, y no recordaron a los demás hasta después de que llegaron a sus refugios.
Pero era raro, tenían la impresión de que se volverían a encontrar.
Ver Epílogo.