Partida Rol por web

-Pues entonces el desarmado Lloyd se encargará del Sr. Ordenador. -responde el tatuado. Guarda su cuchillo en la funda, se trona los dedos y se acerca al ordenador. Mira a Jack, y asiente, dando señal de que se apega a su plan. Sin más dilación, revisa la máquina en busca de un botón de encendido para hacerla iniciar de una vez.

Tras comprobar que estaban todas las puertas cerradas, decidisteis registrar el resto de la sala con detalle.

En primer lugar aclarar que el ordenador no encendía, a pesar de tener todo su cableado correctamente. Perder tiempo en arreglarlo sería arriesgar demasiado en una carrera contra reloj.

Por fortuna, vuestro registro dio a lugar encontrar tras uno de los cuadros un compartimento secreto que almacenaba con delicadeza una hierba azul.

Parece que no vamos a sacar nada más de esta habitación... - dijo un poco apenado al ver que el ordenador no encendía - Si no os importa, me quedaré yo con la planta azul, según tengo entendido si la juntas con la hierba verde puede llegar a curar el envenenamiento, aunque esperemos que no nos haga falta descubrir si funciona o no.

Miró a su capitana - Cuando des la orden Meyeres, avanzaremos.

Con un gruñido, Nielsen se incorpora y toma nuevamente su cuchillo. Mientras se acerxa a la puerta 4 comenta

-Esto me agrada cada vez menos. Cuando des la señal, capi. -corrobora Lloyd ubicándose cerca de Green. 

-No tengo ni idea de para que sirven o como se usan esas plantas, pero si una verde es buena, la azul debe ser buenísima.- Dice recogiendo su escopeta del escritorio y dirigiéndose a la puerta.

-Bien, vamos a ir con todo. Nielsen, cubre nuestras seis, Green, conmigo.- Les va ordenando conforme se coloca frente a la puerta para abrirla, Angela no duda ni titubea. Sostiene su escopeta con firmeza mientras se prepara para entrar.

De perdidos al río.

Meyers puso la mano sobre el pomo de la puerta y la logró abrir con sumo cuidado. En el momento que entrasteis la puerta se cerró tras ustedes*, parecía que era un mecanismo muy habitual en Raccoon para que no se quedasen las puertas abiertas de par en par en los edificios públicos.

De un simple vistazo pudisteis ver que estabais en la sala de encuentros entre reclusos y visitantes. Todo estaba totalmente vacío en cambio la luz de todas las lámparas estaban encendidas.

Al fondo de dicha sala había otra puerta, justo en la zona donde se sentarían los reclusos tras el cristal.

.

..

Cuando comenzasteis a moveros por la sala para examinarla con más atención ocurrió algo que os dejó parados por completo.

No sabías detectar bien el lugar de donde provenía, pero un gemido gorgoteante comenzó a inundar toda la acústica de la sala. Para colmo, las luces que iluminaban la habitación se apagaron por completo mientras aún retumbaba aquel misterioso sonido...

Ese sonido no parecía humano, jamás habíais percibido algo igual, para colmo aquel incidente con las luces ¿fue casualidad o era provocado?. Por suerte en los segundos que transcurrieron justo después no ocurrió prácticamente nada, ni se volvieron a escuchar sonidos extraños ni percibisteis ninguna presencia, algo que poco a poco os sirvió para iros relajando pero nunca sin bajar la guardia.

-Esto cada vez me agrada menos- dice Lloyd. 

-¿Acaso guardan animales salvajes aquí dentro?-prosigue mientras sostiene tenso su cuchillo. -Capi, si vamos a elegir una ruta -y augiero que sea pronto-sugiero ir haciael pasillo de oa derecha. Según el plano desemboca en la salida, Y no me molestaría asegurarme de que todo allí esté en orden.

Angela tragó saliva en cuanto escuchó ese aberrante quejido. Intercambió miradas con sus compañeros mientras sostiene su escopeta. Un par de gotas de sudor frías caen por su rostro mientras se gira lentamente para observar su entorno.

-¿Habéis oído eso? ¿Que coño está pasando aquí?- Murmuró, paseando la luz de su linterna por toda la habitación.

-Bien, haremos lo siguiente... Green, tu y Nielsen coger el pasillo de la derecha y dirigiros a las salas ocho y siete para comprobarlas... Me reuniré con vosotros en la entrada de la número siete una vez haya comprobado lo que debería ser el complejo de celdas.- Les dice a ambos, señalando la radio que lleva colgando del chaleco.

-No me demoraré, mantener la radio cerca y estad bien atentos. Notificad cualquier incidencia y estad listos por si necesito refuerzos.-

Escuchó el aterrador grito, inhumano cuanto menos. - ¿Pero que coñ...? - dijo cortando el insulto a mitad, no le gustaba usar groserías mientras estaba de servicio.

No le gustaba demasiado el plan de la capitana Meyers y menos aún después del grito que habían oído, aun así Jack no dijo nada, no iba a desacatar a su superior - Está bien, pero ante cualquier cosa no dudéis en retiraros, juntos somos más fuertes, no lo olvidéis.

Le dio un toque a Lloyd en el hombro - Vamos compañero, a ver que nos depara tras esta puerta. - dijo mientras se acercaba a la puerta que dirigía al pasillo que conectaba con las habitaciones 7 y 8.

Lloyd no pudo evitar hacer una mueca de desagrado. Afortunadamente la oscuridad la ocultaba 

perfectamente. 

-Bien, pero ve con cuidado, Angie. Esto apesta a trampa por todos lados. Con un rápido movimiento, saca la linterna y alumbra el camino hacia indicado por Meyers. Avanza con cautela como esperando que algo le saltase encima en cualquier momento. Si bien lograba mantener la compostura, el gruñido extraño que oyeron no le había gustado nada. 

Tras abandonar la sala de encuentros, te dirigiste a gran velocidad hasta una de las salas más grandes de toda la prisión (12). Sin lugar a dudas se trataba del lugar donde se encontraban todas las celdas de los condenados. Cuando entraste en el complejo te diste cuenta que también daba al patio exterior (PE) cruzando la doble puerta que permanecía cerrada al fondo, seguramente la zona de "recreo" de los reclusos.

Calculando por la extensión del lugar y como estaban distribuidas las celdas, allí podría haber más de 40 habitáculos, sin embargo, estabas demasiado lejos para saber si había algo interesante en su interior y tendríais que dedicar unos minutos en registrarlas.

Aquellos monótonos pasadizos estaban totalmente serenos, no había nadie, la iluminación funcionaba perfectamente y parecía que había varios rumbos disponibles, el más claro de todos ellos era pasillo que estaba justo al frente que daba al complejo de celdas (12), el resto de pasillos daban a otras instalaciones más corrientes.

El pasillo se veía iluminado y despejado. Todo aquello era muy raro. Si no encontraban alguna explicación al asunto pronto, Llotd estaba contemplando comenzar a gritar de frustración.

. Bueno, Greenie; creo que deberemos revisar primero la 8. -dice Lloyd con una mano en el pomo de lla puerta correspondiente. -Quizás encobtremos algo para destrabar la puerta que lleva nuevamente a la entrada. Si estás de acuerdo, pues vamos a eso. 

Angela se cuelga la escopeta por delante del pecho y toma su radio, mientras pasea la linterna por el complejo de celdas. 

-Aquí Meyers, la sala parece despejada. Me reuniré con vosotros en breves. ¿Algo que reportar? Cambio-

Soltó por la radio mientras comenzaba a pasearse por en frente de las celdas, tratando de buscar algo. Lo que fuera, alguna pista acerca de que coño está pasando ahí.

Angela emite a través de la frecuencia policial en la que estáis los tres enlazados.

-Aquí Meyers, la sala parece despejada. Me reuniré con vosotros en breves. ¿Algo que reportar? Cambio-

El pasillo estaba completamente vacío, como el resto de salas - Esto cada vez me da más mala espina compañero... - escuchó el plan de su compañero, le parecía bien ir juntos y más aún sabiendo que Lloyd no portaba un arma de fuego, pero Meyers les había dicho que cada uno revisaran una habitación - La capitana nos ha pedido que revisemos cada uno una habitación, no deberíamos desobedecer una orden directa... De todas formas ante cualquier percance ya sabes donde encontrarme, estaré en la sala 7.

Al acercarse a la puerta, justo antes de abrir, sonó la radio.

Apretó el botón de la radio que tenia enganchada en el chaleco, en la parte posterior. - Aquí Jack, el pasillo que conecta ambas habitaciones está completamente despejado, todo tan escalofriántemente vacío como hasta ahora... - hizo una pequeñísima pausa. - Estoy a punto de entrar a la sala 7, Lloyd se dirige a la sala 8, ante cualquier adversidad avisaremos por radio, cambio. - soltó el botón y pasó a través de la puerta que le llevaba a la habitación que en el mapa estaba marcada con el número 7.

-Todo en orden hasta ahora, capi. Estoy por entrar en la sala 8. Si encuentro algo raro, o sea, más raro, informo.-

dijo Lloyd mientras abría la puerta del 8 con la mano que tenía el cuchillo. -Nos vemos en un rato, Green. 

Aquello parecía muy silencioso, desde lejos podías ver que todas las celdas estaban cerradas pero aún era imposible saber si había alguien con vida allí dentro, la primera impresión fue negativa ya que de haber un superviviente habría ruido, pero aquello cambió.

Se escuchó un pitido, era eléctrico como si se tratara de un cierre de seguridad. No sabías que estaba ocurriendo y porqué había sonado aquello pero la duda se despejó en tan solo tres segundos.

Aquel sonido desactivó el sistema de cierre de las celdas y éstas se abrieron por completo, un gutural sonido te recordó que estabas en un gran apuro. Pudiste ver como de una de las celdas salió un recluso que de manera lenta, exponía sus descompuesto rostro con intención de alcanzarte.

El hombre no reaccionaba ante cualquier tipo de proclamación, para colmo se podía ver que su piel estaba en un estado de putrefacción que le daba un aspecto terrorífico. Sus manos estaban alzadas, como si quisieran abalanzarse contra ti de manera agresiva. No era precisamente rápido, pero podría alcanzarte en pocos segundos si no reaccionabas.

Parecía que estaba encerrado dentro de la celda y algo o alguien ha sido capaz de desactivar el sistema de contención ¿cómo y porqué? eso era lo que te estabas preguntando ahora, pero la siguiente preocupación era que aquel hostil estaba intentando abalanzarse contra ti ¡había que defenderse!