La leyenda de la Tumba llegó a tierras civilizadas hace algunos siglos. Rumores de tesoros e hipogeos funerarios intactos impulsaron a grupos de aventureros a lo largo de los años a atravesar tierras ignotas en busca de fama y fortuna. Pocos encontraron la tumba, y menos aún regresaron. La leyenda del lugar de reposo de Acererak se convirtió en un vago rumor de riqueza y peligro.
Entonces, veinte años atrás, por razones poco claras en aquel entonces, rumores y noticias relativos a la tumba corrieron por todo el mundo. Irónicamente, su reputación como catacumba de la que muy pocos, si es que alguno, regresaban, tentó a aquellos que se consideraban excepcionalmente hábiles, listos o afortunados. Venían de muchas de las tierras circundantes, sin importarles lo que se decía de trampas mortales, laberintos o del malévolo hechicero que vagaba entre la vida y la muerte para proteger la cripta. Los que encontraban la tumba y entraban en su atenazante oscuridad pronto se percataban de que las
leyendas no exageraban; la muerte era la recompensa tanto para los precavidos como para los alocados. Algunos volvieron a sus hogares, pero la mayoría murió durante sus intentos. Muy pocos lograron penetrar en la tumba con éxito y llegar a encontrarse con la forma física de Acererak, el semiliche. Sólo entonces esos valientes descubrían el verdadero peligro, el semiliche podía arrebatarles sus espíritus del cuerpo gracias al maligno poder de su mirada.
Aquellos que sobrevivieron a los horrores finalmente salieron de la tumba. Algunos habían perdido a sus compañeros, otros habían perdido miembros de su cuerpo, o ambas cosas, todos se consideraban afortunados de poder a contemplar el sol. A
partir de esas almas endurecidas, la leyenda de la irreductible tumba de Acererak se expandió, disuadiendo a algunos e incitando a otros a aventurarse en la oscuridad. Con el tiempo, el flujo de aventureros disminuyó. Algunos daban la aventura por concluida, mientras que otros decidían buscar otros derroteros más seguros para hallar fama y gloria.
El mundo, felizmente, ha ignorado la existencia de la tumba hasta el momento actual. Esta ingenuidad empieza a ser peligrosa a la luz de una reciente sucesión de malévolos sucesos. Estos sucesos incluyen incursiones de muertos vivientes en regiones civilizadas y el incremento de desapariciones, secuestros y apariciones sobrenaturales. En las tierras circundantes se rumorea que todos estos sucesos tienen el mismo autor, aunque no hay pruebas de ello. Se sospecha que todas estas complicaciones tienen su origen en el Gran Pantano.
Vosotros, los herederos de algunos de aquellos ilusos aventureros que una vez exploraron la tumba hace más de veinte años, tenéis la certeza de que el lugar era una cripta pasiva, y difícilmente puede ser la responsable de cometer hechos malignos que impliquen actividad, aunque su cercana localización os ha puesto alerta. Tentados de investigar la zona y los sucesos, os disponéis a viajar a la comarca de Kalstrand, foco de algunos de estos sucesos.