Partida Rol por web

Cedric observa la estancia con aprensión, pues esta sala es la única entrada al parecer a la vivienda del mago, y puesto que había trampas en el exterior, con mayor razón debería haberlas aquí, como última línea de defensa.

Camina lentamente a lo ancho y largo de la sala, examinando alguna que otra grieta, pero su atención se centra sobre todo en el suelo que recorre, hasta llegar a la chimenea.

Leah contempla el milagro boquiabierta y mira a los gigantes para ver como reaccionan.
Pronto se da cuenta de que no debe distraerse de su labor. Observa como Cedric hace lo propio y se alegra de tener tan buen respaldo en sus intuiciones. Comienza a inspeccionar la zona en las zonas contrarias a él para ocupar más campo de acción y que ninguna sorpresa desagradable se escape.
Pero en ese momento Eanor bebe de la fuente. Ella se queda paralizada, pues no esperaba ese comportamiento temerario del hierático mago. Contempla, asustada, cuales son los efectos del agua en él.

- Perfecto. Nosotros os seguir - dice el clérigo dejándo pasar a los gigantes antes de seguirlos cuando se dirigen hacia una de las puertas de la sala.

Sin embargo, tras haber visto el plano que la giganta le ha mostrado, observa que los está guiando hacia su propia guarida Sera que deber conocer a su jefe se dice a si mismo mientras se prepara para lo que pueda venir. Por las dudas mira a sus compañeros y trata de hacerles entender el peligro que pueden llegar a correr - Los seguimos? - les pregunta inocentemente, pero el gesto de su mano, asiendo por un momento su espada desde dentro de su morral y mostrando la empuñadura a sus compañeros es lo suficientemente claro.

Tras dejar que la espada vuelva al interior de su bolsa sigue al grupo de gigantes en la dirección que ellos eligen.

Sus ojos contemplan asombrados los restos de lo que fue una principesca mansión mientras sus oidos tratan de no perder detalle de los sonidos que se escuchan en el lugar.

Al entrar en la mansión, podeis ver que el comportamiento de Yal cambia radicalmente, prestando atención a todas las baldosas y recodos, así como escuchando atentamente todo lo que ocurre, no solo a su alrededor, si no más allá.

"Hummm... fresca y limpia. Una auténtica bendición" dijo a Torlin en tono ligero, y siguió a sus compañeros al interior de la fortaleza. Ikrit, que se había encaramado al borde para beber también, le siguió revoloteando y salpicando todo con sus aleteos.

El explorador adelanta sus pasos hasta colocarse junto a Torlin, mientras le hace un gesto de asentimiento con la cabeza. Su rostro serio muestra claramente que no se fía de la situación.

Sus ojos intentan mirar en todas direcciones y pone especial atencion en detectar sonidos que puedan indicarle la presencia de otros gigantes u otros seres.

Volviendo a guardar sus gafas después del recorrido a través de las montañas, Torlín echo una mirada al vacío y dió unos pasos hacia atrás Vaya que ser alto, espero que nadie se caer se planteaba mientras escuchaba las palabras de la gigante - Traer? A quien? - preguntó, aunque para sus adentros suponía que se trataría del jefe de los gigantes y esperaba que fuera tan "amable" como parecía serlo su guía.

EL clérigo verificó con los pícaros la ubicación de la trampa y enonó su plegaria - Amado Protector, su siervo te solicitar tu ayuda. Que la magia que se se encontrar en este cofre desaparecer para que nosotros poder abrir - El tono cambió casi a un susurro mientras el clérigo se concentraba en el favor de Helm, y el guantelete que portaba se alzaba, mostrando al mundo el símbolo que identificaba a su deidad - Yo te agradecer tus dones - continuó - y solo querer proteger a este grupo que seguir la misión que tu encomendar -

A continuación, casi sin pausa se dirigió a los pícaros - Creo que ya no haber magia que proteger. EL conjuro solo durar unos segundos, así que adelante. Helm nos proteger -

EL trabajo entre los dos miembros del grupo es alucinante y su compenetracion asombrosa. Leah entre enormes sudores ydespués de manipular el mecanismo esta convencida que ha conseguido desarmar la parte que activa la trampa. La cerradura a la que se enfrenta Yalashad es la mas dificil que se ha encontrado en toda su vida, es una doble cerradura que se encuentra en los ojos del dragón. Yalashad hace varios paros para secarse el sudor antes de continuar, al final un chasquido delata cuadno la cerradura ha quedado abierta

Mientras miran los viales rotos y el libro,Leah abre el compartimento secreto y coge la bolsita de cuero con ansia. Después mira a sus compañeros y la asoma por su manga haciendo un extraño movimiento con las manos de manera que sólo aquellos que vieron la bolsa (sus compañeros) puedan verla ahora y los gigantes no se percaten de ella. Al hacerlo saca la lengua durante dos segundos y sigue mirando el escritorio.

Vaya, todo se ha destruido. No queda nada interesante.

Henchido de orgullo por los comentarios de mis compañeros dejo a Leah urgar en el compartimento secreto.
Al ver cómo coge una bolsita y, descaradamente se la guarda en la manga, alzo las cejas y la miro de forma interrogativa. Al oir las palabras, asiento con la cabeza, comprendiendo la estrategia.
Pues vaya asco. Para esto nos esforzamos tanto.... me giro hacia los gigantes
¿y no hay nada más?

La elfa entra con sus compañeros y lo primero que hace es observar cada milímetro que pisan sus pies, a las paredes, al techo... No se fía de nada y si se tratase de una emboscada, no piensa ponérselo fácil. Ella siente algo extraño, pero no sabe diferenciar qué es. Si se trata de maldad, de anulación mágica...así que se centra en lo que realmente le importa y se le da mejor.El revoloteo de Ikrit la distrae un momento y le sigue con la mirada unos segundos, aprovechando para contemplar la torre en su dirección.

Cedric entra en la habitación con paso vacilante, temiendo una sorpresa que por el momento no parece llegar.
Todo destrozado a su alrededor, no deja muchas posibilidades de encontrar nada, pero no por ello deja de buscar algún rastro que pueda indicarle la presencia de algo o alguien en un periodo próximo en el tiempo.

La voz de las espadas sumergió en dudas a Torlín. Poder ser verdad? Poder estar dar la espalda a otro servidor de Helm Pese a la urgencia del momento, su mente buceo en las innumerables lecciones que había recibido en el monasterio.