Partida Rol por web

Las nubes, grises y preñadas de lluvia, vuelan raudas por el cielo. Dejan pasar dorados rayos del sol de la tarde otoñal sobre el paisaje de Sjaeland bañando con su luz los campos donde se segó la mies. De entre unas zarzas perezosos tres cuervos levantan el vuelo hacia los cielos. A lo lejos suena un trueno. Una tormenta se acerca.

Abajo en la tierra dos centenares de hombres ignoran la belleza de la tarde, la marcha de las nubes y la amenaza de tormenta. Dos centenares de hombres, cien tras cada muro de escudos, se acuchillan, hieren y mueren en medio del campo. El estruendo de las armas, los escudos y los gritos rompe la tranquilidad de la tarde.

Y en medio del temporal de espadas os encontrais vosotros. Arrastrados por los invisibles hilos del destino a matar o morir para el entretenimiento de los dioses en esta tarde de otoño.

Con lo bien que estabais en Jelling jodiendo a todas las putas de Dinamarca.

Y ahora estaís aquí tratando de enviar al Valhalla a esta banda de hijos de perra de los Strensson. Aquí estais en una tarde ideal para la jodienda pero siendo vostros los jodidos. Por que esos mal nacidos luchan como demonios, empujando, alanceando y acuchillandole como si les fuera la vida en ello.

Lo que en cierta manera es exactamente lo que ocurre. Por que vuestro objetivo es matar a esa panda de malnacidos rebeldes y enseñarles que nadie se rebela contra el Rey Sigfred rey de todos los daneses. Aunque por las ganas que le ponen bien parece ser que a los hombres del jarl Ulferth Strensson nadie les ha llevado la noticia. Y si por vostros fuera bien podrían seguirse rebelando lo que les apeteciese si no fuese por la infeliz coincidencia de que vuestro jarl Haesten, y por extensión todos vosotros, sois "huespedes" del rey Sigfred. Y después de casi dos meses de hospitalidad Haesten no pudo negarse a hacerle el favor de "visitar" al bueno de Ulferth para recordarle quien mandaba. Y si esperabais algo de hostilidad lo que habeis encontrado superaba todas las expectativas. Tras dejar los barcos y empezar a marchar hacia las tierras de Ulferth Strensson os habeis encontrado con esté comité de bienvenida. Y menudo recibimiento.

Con lo bien que estabais en Jelling jodiendo a todas las putas de Dinamarca.

Cuanto antes acabems con esto, antes volveremos a disfrutar de los verdaderos placeres de la vida... ¿Qué estoy pensando? Tanto tiempo al lado de esta gentuza me está cambiando... Pero he de reconocer que nos lo pasamos bien.

Soren permaneció en la retaguardia empujando a sus camaradas. Aún así una lanza enemiga pasó por el hueco entre los dos guerreros que tenía delante. El lanzazo buscó con certeza a Soren quien creyendose a salvo apenas logró apartarse , la lanza no logró traspasar la malla y la punta desviada hizo un feo arañazo a la mejilla de Soren. La sangre manó pero la herida no era mortal.