Partida Rol por web

Skullport

Skullport, Underdark. Tercer nivel del Undermountain. 1485 DR 

La ciudad era espectacular en mas de un aspecto, los grandes barcos sobre el río, el inmenso portal sobre el agua, las calaveras luminosas flotando y las luces en las tabernas que no parecían apagarse nunca eran solo algunas de las peculiaridades que este lugar ofrecía. Un punto de comercio aún mas variado que Mantol Derith, esclavista principalmente pero si se sabía buscar podía encontrarse todo, tanto lo que abundaba en el Underdark como lo que podía hallarse en la superficie. Era interesante ver que no solo los drow tenían posiciones de poder aquí, otras razas, incluso la humana, parecían haber logrado una posición respetable en la ciudad, dominada por espectros de antiguos magos. Rhivaun pasó un tiempo en esa ciudad, conociendo sus recovecos y sus modos, sus comerciantes y esclavistas, y recopilando información de la superficie.

Poco significaba en este extremo del Underdark la casa Auvryndar, aunque sirvió para que lo tomasen por un drow auténtico y que mas de un traficante le ofreciera su mercancía. Era irónico el destino, había nacido de una mujer esclava y había vivido de ese modo toda su infancia, aún como asistente del mago se sintió de ese modo, asfixiado por la nobleza de su casa y preso en una ciudad de locura y maldad. Ahora estaba en medio de esclavistas, que le ofrecían la vida de sus cautivos por unas monedas. Y más aún, podía ser ésta la llave de salida de ese infierno. Unas monedas de oro, unas mentiras mas, y el arte de decir lo que el otro quiere escuchar fueron suficientes para dar con la persona adecuada.

Sharam era un comerciante ambicioso y sin escrúpulos, que había llegado de la superficie hacía dos años. Traficaba exclusivamente niños humanos, recién cazados y bien alimentados. Su clientela era escasa, un esclavo así era una inversión a futuro y la mayoría prefería ver resultados en el momento. Rhivaun revisó a cada uno de los niños con indiferencia, se concentró en los ojos de cada uno, abrió sus párpados mientras algunos de ellos temblaban y sudaban. -No me sirven- dijo, y se dio vuelta hacia otro puesto. Sharam desesperó, le ofreció nueva mercancía para la semana entrante, le ofreció una rebaja por los que había visto. - Lo que busco es muy específico, tal vez vea cincuenta niños y aún así no lo encuentre. Lloth se merece un sacrificio especial, debe ser único y además no tengo tanto tiempo, la matrona me espera- se alejo unos pasos - ... aunque tal vez...- El hombre accedió a que contacte a su proveedor en la superficie si pagaba el costo del esclavo, y acordó con el grupo que traía su mercadería semanalmente que lo llevasen hasta él. Muchas monedas costó la operación, pero no fueron suyas, la ilusión y el engaño sirvieron para obtenerlas de otro esclavista, pero en tierra de ladrones que otra cosa podía esperarse. 

Undermountain

Undermonuntain, 1486 DR

El camino tenía el aspecto del Underdark en tanto estaba oscuro y con cuevas interconectadas, pero indudablemente era diferente, había vestigios de construcciones en cada rincón, sus pisos eran elaborados y había arcos y puertas hacia algunos sectores. El grupo que lo acompañaba seguía un camino en particular, no hacían el menor ruido ni se desviaban un metro del mapa que llevaban consigo. Rhivaun fue memorizando algunos trazos del mapa y fijando su atención en puntos de referencia para tener claro el camino por si debía volver, aunque su mayor deseo era no tener que hacerlo nunca. 

El eco de criaturas terribles llenaba la sala, algunas de ellas demasiado cerca. Comprendió que además del camino, debía manejar el tiempo a la perfección, y notó como solo algunos en el grupo habían hecho el viaje en mas de una ocasión, al parecer varios quedaban en el camino con frecuencia. Peligro, maldad y magia podían sentirse si se hacía silencio, el medio drow estaba acostumbrado, Menzoberranzan era a su modo un sitio similar, pero aún así fue cuidadoso al extremo, y valió la pena. Tras dos días de recorrer cuevas y recámaras, llegaron a una que ascendía al primer nivel.

Downshadow

Downshadow, primer nivel del Undermountain, en las profundidades de Waterdeep, 1486 DR

Este piso distaba mas de las cuevas a las que estaba acostumbrado, y si bien había oscuridad, las luces distantes le permitían ver con claridad. No había rastros de magia ni de maldad en ese nivel, al menos de del calibre con la que solía lidiar. Ese lugar no gozaba del esplendor que tenía su espejo unos niveles mas abajo, y estaba mayormente habitado por humanos en condiciones tan límites que los esclavos parecían señores a su lado. Rhivaun llegó a pensar que todos los humanos eran esclavos de un modo u otro, después de todo no había visto ninguno que le diese una impresión diferente.

El grupo lo llevó por entre los caminos precarios de este nivel hasta una tienda rudimentaria. Dentro de ella había una veintena de niños, la mayoría vestían trastos viejos aunque notó que un par de ellos estaban impecables. Gregor tenía bien resguardada su mercancía, estaban bien alimentados y estaban bien sujetos a un poste central, y a ambos lados de la entrada de la tienda había dos guardias armados. A diferencia de Sharam había algo en ese comerciante que lo distinguía, no era solo dinero lo que buscaba, disfrutaba de esclavizar. No había conocido Rhivaun un ser mas despreciable desde que se alejó de su ciudad natal, pero lejos estaba en su espíritu el hacer justicia, aún no había alcanzado su propia libertad como para preocuparse por la de esos niños. Aún les queda mucho por aprender, no han sufrido nada todavía. 

- Gregor, es buena mercancía- tocó el rostro de cada uno, la mayoría de los niños cerraron los ojos, aunque un par tuvieron la valentía de sostener su mirada. Se centró en los dos mas refinados, claramente no habían salido del mismo lugar que el resto - Estoy buscando algo como esto... aunque son un poco pequeños para lo que tenía en mente...- cruzó una mirada cómplice con el esclavista, que entendió al instante. Muchos buscaban esclavos para tareas de esfuerzo y otros por placer, y un tercer grupo por perversión, en el que estaba la mayoría de su clientela. El drow parecía pertenecer al segundo grupo, pero no era esa su especialidad. - En la ciudad ha de haber seguramente doncellas aptas para lo que busco. Si me cuentas como encontrarlas, te contaré algo que te va a interesar - Gregor no estaba molesto por no haber podido vender su mercancía, daba la impresión que quería tener a esos niños esclavos unos días mas y accedió a darle la información recién después de que reveló lo que tenía para decirle. Sharam cobraba cinco veces mas lo que le pagaba a Gregor por cada niño, ese dato pareció ser suficiente para el esclavista, quien le recomendó que hablase con Rath antes de intentar subir.

No tardó en dar con Rath, estaba en una casa construida en madera y con pocos muebles, daba la impresión de ser una morada transitoria. Le sorprendió encontrar un enano, esperaba ver a un humano como en la mayoría de los rincones de ese lugar. Era una persona calma y fría, hablaba poco pero lo hacía con inteligencia y autoconfianza. Parecía ser el líder de una banda criminal, del tipo que solo se dejaba hallar por quienes quería. Algo inquietó al drow cuando se dio cuenta que este trato le resultaría mas caro que los anteriores. La mirada de aquél enano era penetrante y difícil de engañar, Rhivaun decidió no correr el riesgo. - Me interesa caminar libremente en la ciudad, y me han dicho que tú puedes ayudarme con eso - Una carcajada se escuchó en toda la sala, al parecer algo de lo que pedía resultaba gracioso... o imposible.

- No te será fácil pasar desapercibido, drow. Quien dejaría que uno de tu especie camine libremente por las calles de la ciudad? Créeme, la guardia es tonta, pero no tanto - dijo Rath, aún sonriendo - Puedo hacerte entrar por un buen precio, pero no que camines con libertad, eso deberás ganártelo- el enano observó al medio drow por algunos instantes en silencio, luego agregó - Hay sin embargo un modo de obtener la confianza de la ciudad, aunque no te aseguro que resulte. Hablamos de negocios?- dijo con los ojos brillando, pensando en ganancias por venir.

El acuerdo no parecía desfavorable, Rhivaun recibió información sobre Waterdeep, el nombre de algunos nobles, el de un par de masked lords, el de un mago y el de un comerciante, el de un guardia que podía sobornarse y el de una taberna en la que podía hospedarse y contactar a Rath por un mensajero. Recibió unos planos rudimentarios de la zona y de la ciudad, y unos documentos sin valor con el sello de la ciudad, que Rhivaun luego usaría para construir sus propia documentación para moverse. También recibió detalles sobre unos sucesos en un pueblo a corta distancia, una caravana partía de las afueras de la ciudad y él tendría un lugar disponible si quería sumarse. Si lograba colaborar en esa aldea, había una chance de que las puertas de Waterdeep se abriesen para él. - Que quieres a cambio?- preguntó, consciente de que solo llevaba la de ganar. El enano sonrió con malicia - Muy poco... pronto lo sabrás-

A new beginnig

Afueras de Waterdeep, 1486 DR

Amaneció, la imagen mas increíble de su existencia estaba frente a él, un cielo abierto y el sol asomando con una luz segadora era una visión que había imaginado cientos de veces, pero aún así no tenía comparación con la belleza frente a él. Agradeció en una plegaria a Eilistraee, porque la superficie ofrecía la bendición de los astros como bienvenida. No tardó en emprender el viaje hacia la misión que le había sido dada, aunque "la voz" tenía otras ideas en mente.

Su carga sería liviana, dejaba atrás un lugar de locura y crueldad, llevaba consigo una voz y una esperanza, y una ciudad como destino. Aunque por ese entonces no sospechaba que sería solo la primera de muchas, y que pronto preferiría no haber tomado aquella decisión. La verdadera pesadilla acababa de comenzar.

Ya hice mi parte, Rhivaun Quavein, ahora es tu turno.