Hum... Si ese jefe maloso queria esos orientadores no seria para nada bueno.
- Ekkie, el dueño de estas cosas que le robastes, está bien? O le hicistes daño? - Dudaba que la goblin hubiese atacado al Pathfinder si habia huido de nosotros, pero tal vez lo habia pillado por sorpresa y lo habia matado. - Si dices que eres buena, porque quieres ir con una banda malosa de goblins chungos? No preferirias unirte a los Pathfinders y tener las mayores aventuras de tu vida? Son una banda enorme y buena, como tu dices que eres. - Le dije a la goblin en sus palabras mas o menos.
A ver si la reclutamos. Vors intentalo tu diplomaticamente xD que lo mio es amenazar y mentir XD
- Ekkie no matar... No gustar matar pataslargas... Por eso echar de tribu...- dijo triste -Yo sólo robar mientras él darse baño... ¡¡Puaaaagh!!- haciendo arcadas - Creía que poder vivir con goblins de ciudad pataslargas, pero no gustar este sitio... Los pataslargas oler malamente- sonrió mientras decía eso - Peste a caca rancia, jijijiji...- continuaba riendo.
Ekkie ayudar si quitar cuerda. Yo llevar a guarida goblins chungos y hablar vosotros con Vesevosch... entonces soltar Ekkie y Ekkie volver pantano...- intentó negociar con ellos.
- Me parece bien. Pero antes devolveremos esto. ¿Te enviaron a esta casa?
le doy carne
- ¡¡No aquí!! ¡¡No aquí!!- exclamó la goblin tras degustar uno de los filetes que Vors le dio. - Vosotros seguir Ekkie. Ekkie llevar vosotros. Yo robar a guarrero chungo...- Tras esto, la goblin adolescente se levantó con un respingo y comenzó a correr hacia la puerta tirando de la cuerda que mantenía en sus manos Hatake.
La alimaña de los pantanos descendió por las escaleras de la casa Bakrakhan arrastrando tras ella a los pathfinders. Elkkie salió a los jardines, como si de un perro deseoso de salir a dar un paseo se tratara - Ser esa casa... ¡¡Esa casa!!- gritó con su excesivamente aguda voz mientras seguía conduciendo al grupo por los jardines hasta la casa de acogida de agentes de la logia que se hallaba al lado de la casa Bakrakhan.
Un cartel de madera perfectamente cuidado inscribía el nombre de la casa: Shalast. La goblin al ver el letrero, se dejó caer el suelo y cerró los ojos mientras pataleaba y lloraba desesperada.
- Símbolos robar pensamientos de Ekkie. Robar alma de goblina güena... ¡¡Quitar letrero!! ¡¡Quitar letrerooooo!!
NOTA DM: Os pongo un plano de la Mansión Heidmarch. Mientras haya un letrero con escritura, Ekkie no pasa ni muerta.
Annis ignoró todo aquel espectáculo circense, caminó tranquilamente y retiró los letreros. A ella todo aquello le parecía infantil. En su hogar, le hubieran sacado ya hasta quién se acostaba con su abuela. Pero ahora era una agente Pathfinder y no debía andar torturando a bestezuelas com aquella.
-¿Ya estás contenta, cucaracha?
No me gustaba demasiado que aquella criaturilla tirase de mi, asi que la iba frenando, pero al final nos llevó al lugar de donde habia cogido el orientador. La casa de Shalast.
- Ya no hay letrero, adelante. - Tomé nota de ese estupido miedo. Si me enfrentaba a goblins alguna vez y teniaque huir, escribir algo en el suelo podria frenarlos.
La goblin se levantó del suelo con una sonrisilla en la cara. - ¡¡Grachias pataslargas!! ¡¡Vosotros oler malamente, pero ser güenos!! Jijiji...- tras esto, entró por la puerta de la casa y en su recibidor encontraron a la Capitana de Aventura Heidmarch hablando con un curtido guerrero Kellid. El hombre era enorme y medía casi dos metros. Sobre sus hombros colgaba una capa de piel de lobo y su mirada era hosca.
Al ver entrar a la goblin, hizo un ademán de de acercarse a ella con malas intenciones, pero Sheyla antepuso su brazo.
- Aguarda Joadric. No desates tu furia. Deja que estos compañeros de la Logia expongan qué ha sucedido con nuestra... ¡¿pequeña amiga?!- intentaba poner algo de cordura reteniendo al fornido bárbaro, pues éste era capaz de arrancarle la cabeza a un goblin de un puntapié.
- ¡¡Pero esta alimaña inmunda me ha robado!!- exclamó iracundo, mientras Ekkie se escondía entre las piernas de Hatake. - ¡¡Entrega lo que has robado o te arranco las piernas o te arranco la cabeza y me hago un cenicero!!- continuaba amenazando a la goblin adolescente.
Vors sonrie de oreja a oreja y se rie suavemente.
Interpone el cuerpo entre el barbaro y la goblin, intentando controlar la situacion.
- ¡Jo jo jo jo! Mi enorme compañero, que digo compañero, amigo, mas que amigo, ¡¡hermano pathfinder!!, vaya brazos teneis ¡¡parecen cuellos de toro!! ... todo esta controlado, nuestra pequeña amiga solo ha hecho una demostracion de las precauciones que debemos tomar los pathfinders ... nos pueden robar aqui ... ¡¡¡Y en cualquier lugar!!! No hay daño, no hay ofensa. ¿Todo esto es vuestro? ¿Alguien querria robaros por algun motivo buen amigo?
Joadric se detuvo al ver al bueno de Vors defender al piel verde. Eso hizo que se tranquilizara un poco...
- ¡¡No amigo!! ¡¡No conozco a nadie que tuviera ganas de robarme!!... Al menos no a ninguno que lo haya intentado y no esté criando malvas.- sonrió de forma siniestra, mientras el grupo le entregaba su collar y su orientador. - ¡¡Oh!! Mi orientador...- exclamó contento de recibirlo. tras esto, cogió el collar y se lo devolvió al grupo de pathfinders.
- Este collar es un regalo de un hechicero de mi poblado. Dijo que me haría poderoso en el combate, pero soy incapaz de usarlo... ¡¡Tomadlo!! ¡¡Considerad que es un regalo por recuperar mi orientador!!- ofreció con gratitud. - ¡¡Ahora sacad a ese piel verde de aquí o le arrancaré los dientes y me haré un peine!! Jajajaja.
NOTA DM: Se trata de un collar de bolas de fuego. Tiene 2 bolas de 2d6.
Al entrar y ver al enorme guerrero procuré no inmutarme, aunque me sorprendió que la goblina tratase de esconderse detrás de mi, teniendo en cuenta lo poco que yo le gustaba.
Ese era el tal Joadric, propietario del orientador robado, y se lo devolvimos antes de que tratase de arrancarle la cabeza a la pequeña.
El gigantón ya nos estaba despachando cuando decidí que era mejor contarles lo que sabiamos.
- Antes de irnos, Capitana, Ekkie nos ha contado que tenia la misión de robar el orientador y el collar para poder ingresar en una especie de banda de ladrones goblins. Los Merodeadores de la Escoria. Y han mandado a otros goblins a robar otras cosas. Creo que son robos demasiado especificos pues a la goblina le enseñaron un dibujo de lo que debia robar y donde encontrarlo. - Dije del tirón, e hice una pequeña pausa para respirar y seguir. - Tal vez hayan robado a otros Agentes Pathfinder. Creo que deberiamos mandar mensajes a todas las casas donde pueda haber agentes alojados.
Sheila asintió las palabras de Hatake. Sin duda, el humano tianés mostraba tener una agudeza digna de mención. Claramente reportaría esa aptitud a sus superiores en Absalom. Luego se dirigió hacia el grupo de pathfinders mientras parecía cavilar algo serio:
- Está claro que esos pequeños cabezones traman algo...- dijo la bella mujer mientras ponía una mano sobre su barbilla -Creo conveniente que sean ustedes, los que vayan a averiguar que demonios están organizando los goblins que pueblan las alcantarillas de Magnimar. No me gustaría llevarme una desagradable sorpresa en el futuro.- Reflexionó la Capitana de Aventura de la Logia en la Ciudad de los monumentos. - Haced que ésa...- señalando a Ekkie - ... os lleve hasta el cuartel general de los pieles verdes. Si suponen una amenaza... ¡¡Eliminadlos!!
Los términos de la misión parecían quedar claros. Sheila no tenía nada más que decir. Si una banda de goblins estaban creciendo en la sombra con nefarias intenciones, debían actuar pues la seguridad de Magnimar podía estar comprometida. La Ciudad de los Monumentos, era un lugar espectacular para vivir, pero bajo la apariencia de una ciudad ilustrada, residían gran variedad de peligros... Y éste podía ser uno de ellos.
NOTA DM: aprovechar si queréis comprar antes de continuar con la parte siguiente. Sheila tiene un buen surtido de objetos que pueden ser usados para la causa. También me tenéis que decir quien se queda con el collar de bolas de fuego. Si nadie lo quiere, se lo otorgaremos a Isobel.
ESCENA FINALIZADA