Partida Rol por web

-¡Vamos, Uly! ¡Hay que esconderse! -le grité a mi nuevo compañero, mientras echaba a correr a través de la gente que había acudido al concierto abriéndome paso a empujones para tratar de buscar un sitio en el que esconderme-. ¡Corred, todo el mundo! ¡Rápido!

Vi que Carah intentaba poner a las Pussycats a cubierto, así que decidí correr en su dirección, buscando reunirme con mi amiga, mientras indicaba a Jug y a Ulysses que me siguieran. Advertí que Carah estaba llamando a la policía, aunque sabía que no serviría de nada. ¿Hacía cuánto había llamado yo?

Lo cierto es que estaban sucediendo cosas demasiado extrañas, ya no sólo por lo que había visto hacer a Jughead o por el comportamiento de Jim. ¿Qué diablos estaba sucediendo?

Bajos los influjos del sueño mi cerebro no reacciona no entendiendo lo real de lo onírico sin embargo las palabras del felino se graban en mi memoria.

-No te entiendo ¿unirlos? - pregunte mirando al felino – ¿Acaso esto es una misión?

El sonido del río se escucha cada vez mas fuerte, recuerdos infantiles, recuerdo de mi familia se entrechocan bajo el influjo del caudal y de la imagen del felino.

-¿Quién eres?- le pregunto  intentado descubrir que planes tiene, me detengo en entre la espesura y el frio tacto de la tierra parece querer romper el encanto del ensueño mas mi terquedad me obliga a acercarme en dirección al felino, por un minuto que me parece eterno dudo si seguirle o solo mirarlo cual loco que observa una farola, en todo caso continuo tras su silueta.

Dante intento oponer Resistencia, pero el encanto en el que estaba era mucho mas fuerte de lo que cualquier mortal Podria resistirse, por lo que lento pero sin pausa Dante avanzo tras el minido de negro pelaje rumbo a la rivera del Rio.

Y que gran conmoción se llevo el muchacho al ver que saliendo de la orilla de este se encontra una muchacha de unos 19 o 18 años empabada en lo que paresia ser Sangre. Dante no corrio, en ninguna direccion aunque quizo hacerlo, si no que camino hasta llegar a donde esta la chica que se debatia entre la vida y la muerte.

— ¿Has venido a terminar conmigo? — dijo la chica, Tan cansada que la ultima de sus palabras apenas fue mas que un susurro. — Diles que en mi otra vida los buscare y les haré pagar todo lo que le hicieron a mi familia. 

Luego de eso la chica cerro los ojos esperando las Acciones de Dante.

Sueño o pesadilla esto no era algo regular en mis viajes por el mundo de los sueños, ni siquiera en mis más lúgubres pesadillas.

Fue entonces que la burbuja de sueño se rompió y ahora no era mas que un chico de 14 años en pijama cerca del río, el primer impulso fue gritar y correr pero parecía sujeto a ese lugar, lo segundo en mi cabeza fue pedir ayuda, pero bien sabía que nadie vendría a estos parajes, -Tranquila estarás bien-  fue lo primero que pude decir, había oído a mi madre decirlo a sus pacientes para luego atenderles y al finalizar su labor darles un caramelo, pero esto era diferente.

- ¿Tu otra vida? - le pregunte embobado mientras trataba de ayudarla a incorporarse, fue entonces que el dolor en el tobillo y la herida en la mano comenzaron arder, como era posible que hubiera caminado tanto sin haberlo notado; en todo caso dolía y mucho pero aun así estaba obstinado en ayudarla.

En mi cerebro pasaba una serie de ideas y solo una empezó a echar raíz alguien le había hecho esto a esa chica ¿Y si aun andaba cerca? -Debemos darnos prisa- una mueca de dolor se dibujó en mi rostro me costaba caminar, tenia miedo y peor ahora sentía que pronto algo saldría de las penumbras del bosque y vendría por los dos.

-No pienso dejarte, vamos- era terco, pero aun así sentía que si la dejaba ahí sería la mierda más grande del mundo.

Mathilda Reacciono ante la voz de Dante, y por primera vez en la noche tuvo esperanza. esperanza de que quizas no moriria ese dia de que veria nuevamente la luz del sol y de que podria dar rienda suelta a su odio. Pero primero debeia de hacerle las cosas mas faciles al chico que lo estaba ayudando. Intento levantarse, la fria agua del Rio le habian dejado el cuerpo entumesido por lo que las heridas que tenia no se notaban tanto. 

Una Vez en pie la chica se dejo caer sobre uno de los hombros del Chico.

— me llamo Mathilda ¿como me encontraste? — 

Me mordí el labio para no demostrar que me dolía – El gato me trajo- dije mientras avanzaba lentamente con la chica -mi nombre es Dante- sonreí mientras la ayudaba para avanzar, el viaje por el bosque había sido fácil mientras dormía pero ahora cada sombra parecía ser un ser aterrador.

Avance con cuidado por la fronda, solo la luz de la luna nos guiaba y aunque conocía el camino ahora todo era diferente, la oscuridad escondía huecos, ramas puntiagudas, desde varios troncos las lechuzas y los búhos nos miraban con ojos penetrantes, mas de una ocasión pensé en cosas que quizás había olvidado; viejos cuentos de brujas y de monstruos escondidos en la noche y en las sombras.

Que hubiera hecho si estuviera en videojuego, los protagonistas sufren mil penurias y miles de ataques pero era cierto que después del game over podías repetir la escena pero esto no era un juego esa chica dependía de mí, un adolescente tonto que ahora no reconocía ni el camino a casa, me detuve varias veces para ver si identificaba algo, -Es por aquí- le dije mientras avanzábamos -dime si necesitas descansar- aunque no quería admitir que esas pausas me ayudaba a que el tobillo no doliera tanto.

A paso lento recorrí los lugares conocidos, en mi mente solo rogaba no toparme con la cosa de ojos amarillos o que Greymane pudiera olfatearme.

“Solo avanza y no pienses en los ojos amarillos” me dije tratando de tomar valor.

¿El gato? ¿El Gato de quien? — Y en la voz de la chica no habia ni una pizca de duda. realmente le habia creido sobre que un gato lo trajo a aquellos parajes helados.

no nesesito descansar, no aqui al menos. Pero si nesesito que me lleves a un lugar...

Pero la voz de la chica se corto cuando de entre los arboles docenas de haces de luz aparecieron intentado remover la oscuridad que en ese lugar apremiaba. Las luces de las linternas fueron Acercandose mas y mas hasta que los dos chicos pudieron ver con claridad a uno oficial de policia que sotenia en su mano izquierada un arma de fuego y en la derecha una linterna que les iluminaba la cara. 

Eh, tu Las manos arriba — dijo el oficial mientras levantaba sus arma para puntar en direccion a los chicos. — Y coloncate de rodillas

Espere, yo no he hecho nada — Le dijo Dante al oficial de policia.

No te lo decia a ti chico — el oficial le hizo un seña con el arma a dante para que se alejara de la chica. — Mathilda Hewitt Quedas arrestada en condicion de sospechosa pora la presunta desaparicion y/o ascesinato de toda tu familia. Tienes derecho a Guardar silencio, Todo lo que digas puede y sera usado en tu contra en un tribunal. Tienes dercho a un Abogado, si no puedes costearlo el estado te lo suministrara.

Durante el caos de chicos corriendo por su vida, chicas histericas gritando. El sonido de los altavoces dañado. Todo aquello dejo desorientado a Ulysses por unos segundos. O ¿quizas esa extraña silueta negra que foltaba a su alrededor tenia algo que ver? sea como fuese la mar de personas se abrio, y dejo a Judhead, Bobby y a Ulysses a merced de Jim y el cañon de su arma, Jud intento nuevamente inscribir en su mano aquellas extrañas runas que antes de habian servido. pero Fue lento, demasiado lento.

En un abrir y Cerrar de ojos Jim presiono el gatillo y el mundo contuvo la respiración. No hubo ruido, no hubo mas movimiento que el de la bala recorriendo el aire en direccion a Ulysses, nadie reacciono. Ni siquiera cuando la bala impacto y el cuerpo de joven de lentes se desplomo sobre el frio asfalto. Bobby no fue capaz de moverse ni si siquiera cuando un tibio charco de sangre toco su bota. El Tambien esperaba su disparo. Y solo podia Ver el caño del arma aun humeante por el disparo. 

Entonces... Entonces una mancha oscura tacleo a Jim haciendo que el chico soltara el arma y golpeara fuertemente el asfalto. Lentametne el sonido volvia a los oidos de los chicos, y fueron imnudados por el sonido de las sirenas de policia. Docenas de oficiales entraron para rodear a Jim otros corrienron hasta Ulysses para comprobar su estado.

Y aun asi, ni Carah, ni Jud, ni Bobby. Fue capaza de mover un musculo.