Dafne se acercó a las escaleras tras Anya, que fue la primera subiendo prácticamente con el profesor, cuando llegó a estas vió a Anya guardarse algo en el bolsillo, pero no llegó a ver que era y Anya no parecia haberse dado cuenta de que Dafne la habia visto.
Anya y Dafne llegaron al piso de arriba y poco después llegó Damon. Vieron como el profesor entraba en una de las puertas de la derecha y la cerraba tras de sí. La otra puerta que había a la derecha, estaba entre-abierta y podía verse un baño y las dos de la izquierda estaban abiertas y podían verse dos habitaciones muy simples, con poco más que una mesa y una cómoda.
Mientras tanto, dentro de Damon, Ari continuaba haciendo el vago… hasta que de pronto sus tripas sonaron, lo cual ocasionó que las tripas de Damon también lo hicieran.
- Erm… oye… - anunció Ari, con una intranquila media risa - te vas a reír cuando te lo cuente… pero acabo de darme cuenta que, aunque esté unida a ti, aún necesito comer… - soltó media risa forzada - ya sabes, es la primera vez que lo hacía y no sabía que pasaría y tengo tan pocas energías que no puedo salir a sí que… ¿Podrías comer por mí?
Ari, con las manos sobre su barriga, le puso ojitos a Damon.
- Por cierto… me alimento de sangre, y la tuya no me vale porque actualmente soy yo… je je… tampoco necesito que mates a nadie, con que le des un muerdo no muy grande…
-Dormir bien chicas- le doy un beso en la frente a Dafne y las miro a ambas con una amplia sonrisa -y no os preocupéis, que me tenéis a mí por si me necesitáis- con esa sonrisa despreocupada y esos aires algo desgarbados me doy un golpe en el pecho como un macho... No es que pareciese demasiado apoyo para ellas, la verdad, pero pensando en lo que había ocurrido apenas unas horas antes en la plaza... quizás sí pudiese servir de ayuda después de todo.
Y de pronto mi estómago comenzó a gruñir como cientos de dragones hambrientos con sed de sangre haciendo que me mire alarmado por si de pronto había mutado o algo parecido... pero no, simplemente tenía hambre.
-Espero que mañana podamos comer algo más...- comienzo a lloriquear.
Lo dicho. Todo un macho.
-¡¡ARI!!- miro a la chica bastante alarmado. El estruendo del estómago se había oído por toda la casa... esperaba que no lo suficientemente fuerte como para que alguien del exterior nos oyese (exagerado -.-").
-Pero ese hombre no tiene mucha comida, me sabe mal...- antes de terminar la frase, Ari había atropellado mis palabras diciendo ¡¿que necesitaba sangre?!
Por supuesto que estaba dispuesto a decirle que me pegaría un bocado yo mismo pero...
-¿¿Eeeeeeeeeehhhh??- estaba bastante anonadado, sorprendido y asustado (tres en uno) -¿a quién narices quieres que le pegue un bocado? ¿¿Quieres que coma sangre??- pero es la única manera de que deje de tener hambre y recupere sus fuerzas...se lo debo después de todo... -bueeeeeno- dejo escapar un laaaargo suspiro -pero no pienso morder a mi hermana ni a Anya... me tomarán por loco. Además de que no quiero hacerles daño. Y el doctor... ¡puaj!- una mueca de repulsión se dibuja en mi rostro mientras la miro con lagrimones -por favor...dime que tengo otra opción que no sea esa.
Al subir arriba se encuentran con las habitaciones y el lavabo. La verdad es que a pesar de ser todo pequeñito, todo es muy cuco y acogedor... salvo por el hecho de escucharse los gritos en las calles.
-Primero voy a lavabo... ve acostándote tú, Dafne - dice con una sonrisa a su compañera de cuarto - y tú... - señala a Damon - sueña con los monstruos de debajo de la cama... jojojojo
Entra en el lavabo y cierra la puerta.
Saca la jeringuilla del bolsillo y la mira. Ha sido muy fácil aceptar el trato ese así que si aquí ha funcionado así, tienen que vigilar con lo que dicen allí fuera. Podrían aceptar cualquier cosa sin darse cuenta. Nunca ha tenido que pincharse nada, al menos ella misma, pero parece algún tipo de aguja como las de las vacunas y tal así que quizá lo más acertado sea el brazo.
Se levanta la manga, le quita la protección a la aguja y se dispone a pincharse en el brazo. Todo eso es muy complicado, pero no le puede pedir a nadie que lo haga por ella porque estarán todo lo que queda de día echándoselo en cara. Cierra los ojos y clava la aguja en su piel. Tras eso, inyecta el contenido.
Ari miró al chico con media sonrisa.
- Siempre puedes morder mañana a alguien o… ¿Quizá sangre para transfusiones? Este hombre es un Doctor, ¿No? Quizá tenga en algún lado… digo yo…
Las tripas de Ari emitieron otro sonoro ruido, que resonaron con las de Damon.
- Quizá íbamos a pasar un poco de hambre si esperamos hasta mañana, pero no creo que pasa nada más allá de eso.
Siento la tardanza, esperaba si decia algo Dafne ^^U
Tras inyectarse el contenido y sentir una pequeña molestia, Anya separa la jeringuilla… durante unos largos segundos no pasaba nada, pero de pronto un fuerte dolor recorrió todo su cuerpo, obligándola a soltar la jeringuilla, que calló en el lavabo, mientras agarraba con fuerza el borde de este y el dolor obligaba a su espalda a ponerse resta mientras su cabeza miraba hacia arriba…
Por un momento todo lo que sentía era dolor en cada célula de su cuerpo, pero luego sintió todo su cuerpo cambiar…
De pronto su mente se había ido a otro lugar… su cuerpo continuaba allí, quieto y sintiendo dolor… pero en menor intensidad. Ella estaba en un frondoso, colorido y hermoso bosque… y una criatura estaba frente a ella, y parecía estar sufriendo, se trataba de un lobo alvino.
Anya se acercó inconscientemente y cuando estuvo algo más cerca, la criatura se incorporó y de pronto se irguió y se colocó sobre sus patas traseras, pero ahora no era un lobo, sino una lechuza alvina que alzaba el vuelo y se colocaba a un metro de ella.
- Esto nos duele mucho, ¿sabes? - dijo la lechuza echándoselo en cara - Sé que no eras capaz de escucharme aún, pero arrancarme así del fondo de ti y hacerme salir… pero bueno, ambas lo sufrimos y al menos as aguantado sin gritar.
Ahora la criatura andaba alrededor de Anya y ahora se trataba de una gran serpiente que trazaba un amplio círculo a su alrededor.
- Ahora que me escuchas, te diré quién soy… Soy tu, tu capacidad de adaptabilidad física más exactamente. Al llegar a este mundo tomé consciencia de mi misma.
La serpiente se comenzó a incorporar, pasando a ser ahora algo similar a un humano… de otra Anya para ser más exacta, pero con rasgos de animales, sus piernas, por debajo de la rodilla se volvían marrones y acababan en pezuñas similares a las de un ciervo, sus manos acababan en garras, sus ojos eran los de un felino, sus colmillos salían de su boca y dos grandes orejas negras y puntiagudas se acomodaban asomándose desde un pelo más asalvajado.
- El poder de cualquier bestia está a nuestro alcance, solo tienes que desearlo.
Le dijo la otra Anya, tras lo cual, miró a su espalda y dos enormes alas blancas crecieron.
(ARI)
Con el índice y el pulgar de la mano derecha me aprieto el puente de la nariz mientras cierro los ojos con fuerza, aunque no tardo en mirarle con una sonrisa burlona.
-Ari... que sepas que te odio por hacerme pedir estas cosas- por el tono de voz se notaba que intentaba quitarle hierro al asunto, intentar tomarlo a broma... aunque realmente no me hacía ninguna gracia tener que pedirle esas cosas al profesor. ¡A saber con qué cara me miraría! Aunque todo sea por pasar una noche tranquila sin tener que despertarme por el estruendo de mi estómago.
-Tú espera. Intentaré que cenes y te quedes satisfecha. Entiende que no me apetece que los demás se despierten con miedo de que se les caiga la casa abajo y luego resulte ser mi estómago.
-No sé si soñaré con los monstruos o si estarán debajo de TU cama- le guiño un ojo con una gran sonrisa -en todo caso tranquila, yo seré vuestro caballero andante.
Cualquiera lo diría... Parecía alguien más propio del green peace, con esa gran sonrisa bondadosa y con pinta de no haber matado una mosca en su vida. Era difícil de imaginar que era el mismo chico que pocas horas antes había luchado con una brillante armadura plateada contra un golem... Difícil de imaginar, muy difícil, incluso para mí mismo.
Anya no tarda en encerrarse en el baño, probablemente para hacer "cosas de mujeres" o para pensar con mayor claridad, quién sabe.
-Dafne, es hora de ir a dormir- le acaricio el pelo y le doy un beso en la frente -Anya no tardará en salir, ¿vale? Yo tengo que preguntarle una cosa al doctor antes de dormir.
Le guiño un ojo para después dar unos golpes en el cuarto del Doctor para después entrar sin darle tiempo a que me diese permiso.
(with DOCTOR)
Prácticamente sin permiso (pero avisando con los anteriores golpes a la puerta) entro en el cuarto como una tormenta, y sin percatarme de nada más comienzo a hablar en voz baja pero apremiante.
-Usted es doctor. Necesito sangre. Transfusiones de sangre. Verá... tengo... esto... ¡tendencias vampíricas! ¡Eso es! Y no querrá que el rugido de mi estómago alerte a esos guardias raros que van por las calles, ¿verdad?
Después de casi atropellarme con mis propias palabras me callo pensando en lo ridículo que tendría que haber sonado. Pero era por Ari. Había hecho demasiado por mí y ahora estaba sin fuerzas por mi culpa.
Mientras guardaba silencio comenzaba a fijarme por primera vez en el cuarto en el que residía el extraño profesor que nos había ayudado a escapar quién sabe de qué peligros.
te pongo lo de Ari y el Doctor para aclararme yo y que tú no te lies XDD que hay veces que no sé si estoy dentro de mi cabeza o fuera de ella :P