Partida Rol por web

Le parecía bien. Aunque preferiría un sitio elevado donde poder observar si venian esos monstruos. Pero por ahora eso de tener más armas o al menos poder coger unas botas de los cadaveres de sus "compañeros" le iría bien - Bienn. - Dice sonriente.

- Espera aquí un momento. - Dice y de un salto se agarra de un saliente encima de la roca en la cual os estabais escondiendo y se sube a la parte de arriba para reconocer el terreno. Durante un rato está todo el silencio, vuelve a bajar con cuidado estando muy blanca. - Está despegado, parece que los monstruos se han ido. - Parece que va a añadir algo pero tarda unos momentos en animarse. - Están todos muertos. Podía ver desde la roca el intenso color de la sangre por todas partes, no salieron de la barricada. Esos monstruos los mutilaron a todos... - Deja de hablar como si se hubiera quedado sin voz pero aún así te hace un señal para moverse a esa posición. 

Sin ningún tipo de horror ni asco, se dirige a la escena de cadaveres mirándolos con el rostro inmutable. Iba analizando qué podía servirle. Aunque cada tanto miraba a su alrededor por si volvían las bestias. La carne humana era bastante roja, incluso parecía apetecible. Busca entre los cadaveres a otra chica para cogerle las botas, le daba mucho asco tocarlos, eso si. Observa a Iris por cómo podía tomarse su insensibilidad. - E-ran... ami..gos?- Pregunta con curiosidad antes de coger nada.

Iris va recogiendo las armas y las mochilas y las va apilando a un lado mientras la esfera está quieta en el aire como vigilando lo que está pasando. No dice nada pero está extremadamente pálida, se nota que la situación le parece muy desagradable pero no hay tiempo que perder. Cuando le preguntas te dice. - Solo conocía a Antón. - Señala uno de los cuerpos mutilados (Fue el primero en ser atacado). - Entramos juntos... todo pasó muy rápido... debería haber podido ayudarle... - Se calma un momento y sigue apilando los suministros. Te das cuenta que está muy afectada la situación pero está intentando mantener la compostura. 

Observas que hay botas, trajes y las mochilas con comida de los otros reclutas. Hay un traje de tu medida, tiene sangre en los hombros pero está intacto (La mayoría de los otros trajes están desgarrados) en este caso el que llevaba el traje parece que murió por daño en el cráneo (Tiene la sección frontal del cráneo hundida).

Intentas ayudar a Iris a mover una de las pistolas que había por el suelo, cuando la tocas puedes notar como absorbes la magia, no tenia mucho pero es suficiente para que te notes con más energía, la pistola por otro lado se apaga completamente, tenia unas pequeñas marcas luminosas para indicar la munición que le quedaba que se apagan completamente. Iris no se da cuenta de lo que ha pasado, por lo que dejas el arma junto con las demás. Hay varias que también estaban descargadas. Te das cuenta en cualquier caso que deberías ir con cuidado cuando te acerques a las armas o la munición puesto que las descargarías al igual que la esfera que tocaste en la ciudad. 

Vaya vaya, parecía que la pequeña soldado había abandonado a un amigo y había salido huyendo. Quizás no sería la niña inocente y buena que parecía. Ver a Iris en esa situación le divertía un poco. Aunque por supuesto por fuera seguía con la mirada inmutable mientras intentaba quitarle las botas a una chica. Había visto desnudar a gente pero nunca lo había hecho...

La parte de los nudos era fácil, aunque había costado un poco de sacar del pie. Una vez ya con sus botas en la mano se queda mirando los pantalones del traje de aquel soldado.... le daba realmente asco desnudarlo... Tampoco sabía si le harían falta, total, solo estaba Iris, dudaba que tuviese ningún tipo de impulso sexual hacia ella si descubría que debajo de la camisa no llevaba nada, si no lo había descubierto ya.

Y las mujeres que había visto en el club todas llevaban faldas... ella que nunca había tenido piernas... no sabía cuan raro se le haría llevar pantalones. Aunque pasada una semana tendría que entrar en la ciudad, y prefería usar la manta para taparse al dormir antes que usarla de falda, para eso servía no? Aunque con el calor que hacía, eso era lo último que le apetecía. Al final inspira cogiendo valor y se dispone a quitarle los pantalones al soldado, dejando su asco de lado.

Un cinturón... perfecto. Lo había visto antes, aunque no solía fijarse en como se desvestían los clientes... Se queda intentando descifrar como se desataba, lo que parecía décadas. Al final le cuesta, mucho, le cuesta horrores, pero lo consigue. Solo de observarla Iris debía pensar que su estupidez era mayor de lo que había imaginado, aunque eso la divertía. Averiguar cómo se quitaba ese cinturón le había divertido, era nuevo, un reto. Y lo mejor: Lo había conseguido. No puede contener una sonrisa orgullosa al desabrocharlo. Ahora venía lo malo. Se pone en los pies del cadáver y con los dedos tira de los pantalones hasta sacarlos con una expresión de asco medio retenida. 

Ahora tocaba ponérselos, el equilibrio no era su fuerte, había aprendido a andar ese mismo día. Así que después de ver que no podía mantenerse semiflexionada y hacer equilibrios con una pierna se sienta en una roca para ponerse los pantalones, y el cinturón! Ahora ya sabía! ( Si Iris no se había dado cuenta que iba desnuda de cintura por abajo con esto era imposible no haberse dado cuenta).
Con las botas se encuentra con un problema, deshacer el nudo había sido fácil, pero eso si que ni idea de hacerlo. Así que se los pone por dentro de la lengüeta. "Perfecto"

La sensación de andar con pantalones y botas era desagradable, ya no tenía contacto directo, sentía cómo si hubiese perdido un sentido. Pero valía la pena solo por no tener que andar por el suelo abrasador. 

Las armas mejor no tocarlas... aunque se encontraba con un problema, no podía usar un arma, no podía defenderse. Tendría que depender de Iris, porqué dudaba que los monstruos le obedeciesen si les ordenaba que se fuesen. Aunque por probar... mejor eso que morir.

Iris acaba bastante antes de ordenar todos los suministros y armas que había en la pequeña barricada que su compañera en vestirse. Guarda toda la munición y barritas en su mochila. Se guarda dos pistolas y un rifle que lleva colgado. Quedan dos rifles en el suelo, parece que se gira para comentar algo a su compañera cuando ve que se está cambiando de espaldas se limita a decir. - Escoge un arma y nos encontramos en la roca en la cual nos escondimos antes. Si nos colocamos encima, con la tela de la tienda de campaña podrías cubrirnos del sol y estar protegidas de los monstruos que pudiera haber debajo. - Puedes ver que sostiene fuerte el rifle que tiene. - Si encontramos un monstruo que parezca debil podriamos dispararle desde allí sin que nos vea. - 

Mientras te cambias ves que sube a la roca y coloca la lona (Que es de un color apagado como la roca). Poco tiempo después le sigues y os colocais sobre la roca. Allí parece que Iris se calma un poco, cuando pasa un tiempo intentar conversar un poco entre susurros sobre el llano en el cual estáis, no parece que tenga ganas de conocer de donde vienes ni tu nombre. Prueba a llamarte "compañera", a ver como respondes. Tu puedes ver Iris McAllister en su traje militar, el que tu tienes pones "Alex Miller", a parte de unos pocos intercambios de palabras acaba llegando la noche sin más inconvenientes. Durante ese tiempo veis a los lejos varias figuras negras (Que deducis son los mismos enemigos de antes y otras de diversas que se mueven en grupos pero no parecen que tengan nada que hacer, simplemente vagan por el yermo. Están muy lejos para que veas bien como son y tampoco hacéis nada para llamarles la atención. 

Durante la noche, Iris parece que está dormida pero pronuncia entre murmullos - No...- repetidas veces y notas que tiene unas pocas lagrimas. Cuando llega la mañana parece que se da cuenta y lo disimula mientras echandose un poco de agua en la cara.

El día siguiente es tranquilo pero escuchais muy levemente actividad acercandose a la colina saliendo del valle, parecen voces humanas. 

Cuando Iris la llamaba "compañera" ella simplemente le sonreía con dulzura. Agradecía que no le preguntase nada sobre ella, aunque quizás lo que no quería era escuchar su horrible modo de hablar. Normal, ella tampoco quería. Con la puesta de sol se queda absorta mirándola, por primera vez estaba fuera, la emoción de su rostro era evidente, pese a su situación ese era el día más feliz de su vida. Sin evitarlo se le humedecen los ojos, pero se seca las lágrimas antes de que empiecen a descender por sus mejillas. Por la noche igual, no podía dormir, sus ojos pasaban de una estrella a otra, era precioso, así que eso eran las estrellas. Al parecer no todo era horrible en el desierto. Aunque la temperatura había cambiado radicalmente, por suerte había cogido mantas de los barracones antes de la matanza. Así que se queda fuera de la tienda cubierta con la manta observando el cielo estrellado llena de ilusión con una sonrisa verdadera en el rostro, por primera vez.

Aprovechaba que Iris se había dormido para hacer ejercicios de pronunciación en voz baja.- Es..est.. te...rrr...trrr..ia..-Es-trr-eia- Y así con todas las palabras difíciles que se le ocurrían. Al escuchar los sollozos de Iris prueba con su nombre.- I-ri-s.- No era tan difícil.

Al escuchar las voces por la mañana se queda mirando a Iris curiosa de cual sería su reacción por las voces. Le sonríe finalmente, contenta por los refuerzos.

Cuando miras a Iris te da cuenta que no está sonriendo. Se le ve preocupada. - No deberían estar aquí. No se envian dos equipos a la misma misión... En demasiadas ocasiones dos equipos diferentes de extractores cuando se han encontrado se han atacado entre ellos pensando que el otro era un grupo de bandidos. - Lo dice mientras baja la lona un poco  para que no se os vea. 

Por otro lado, el ruido se acerca y podeis ver que llegan a la barricada. Allí están inspeccionando los cadaveres. Puedes ver a 4 figuras. Dos armados con armas de zeon, una chica desarmada y uno que lleva dos guadañas en la mano. 

Pese a la adverténcia de Iris, se dispone a bajar.- Voy a ver qqué son. Vi-gi..la.- Tras decir esto baja lo más silenciosamente que puede la roca. Y se acerca oculta entre las rocas a escuchar lo que decían.

Te cuesta escuchar lo que dices pero captas los siguientes fragmentos de frases. 

"Los suicidos no hacen desaparecer armas. Asesinato. Luchamos contra un sujeto presumiblemente inteligente."

"Quien esté aquí podría ser perfectamente bandidos que hayan robado las mochilas a un grupo de extractores a decenas de kilometros de aquí."

Las dos frases las han dicho personas distintas dentro de una explicación más larga pero sus voces sonaban roboticas y cuando giraban la cabeza te perdías lo que decían.

No eran bandidos! O eso parecía. Aunque por su aspecto imponían. Nada le aseguraba que no la atacarían solo verla... pero tampoco tenía otra alternativa. Desde detrás de la roca grita.- Ho.. Hola!- Intenta que su voz suene con vergüenza, interpretando el papel de una chica tímida y asustada. Sin asomarse. Luego dice.- N-no diss-paréis!- Agh... esas palabras difíciles.- No soy.. ban.. banddi-do!

[Se continua el hilo en la escena "Fire and blood", pagina 3]