La iglesia es medianamente grande para un pueblo tan pequeño. Tiene varios pináculos y es de ladrillo rojo. El edificio ostenta cierto encanto. Las puertas de la nave principal están abiertas, justo ha terminado la última misa y dos señoras mayores salen hablando por la mesa. Una se aferra al brazo de la otra cuando ve a Gypsy con su traje. Continúan caminando sin quitarle ojo, asombradas e inquietas.
Entro en la iglesia haciendo una señal de respeto a los presentes mientras verifico que no haya nada extraño.
Motivo: Evaluar escenario
Tirada: 5d10
Dificultad: 8+
Resultado: 9, 6, 2, 2, 2 (Suma: 21)
Exitos: 1
Cuando entra Gypsy a la iglesia observa un templo luminoso, con hermosas vidrieras y tres naves. A simple vista parece un centro bien cuidado y limpio y en su interior permanecen 5 mujeres y un hombre. Dos mujeres se dirigen caminando por la nave central con los ojos abiertos como platos al ver aparecer a Gypsy, se cogen del brazo y se susurran cosas al oído.
Las demás personas, que siguen en el interior, charlan con el párroco de la iglesia, un hombre mayor de cabello canoso.
Mientras tanto, el sacristán recoge los elementos propios de la liturgia y los va retirando con paciencia y eficiencia.
A Gypsy todo le parece correcto, normal y corriente, solo hay algo que llama su atención. De entre las personas que hay allí, en su mayoría ancianas, hay un hombre y dos ancianas con muy bien aspecto. No sabe qué falla en ellos, diría, no obstante, que para la edad que representan sus ropas y sus arrugas, caminan especialmente erguidos y con una elasticidad sorprendente.
Al mismo tiempo, aprecia que en el párroco hay una mirada indómita, sabia, de talante perseverante y firme convicción, así como unos hombros y una constitución que, si bien desgastada por los años, delata a una persona que lleva a cabo un constante ejercicio físico.
Algo no parece del todo razonable, por lo que miro a las personas que me llamaron la atención con mi antifaz de visión verdadera.
Cuando miras con el antifaz al hombre y las dos ancianas recibes una información extraña y hasta contradictoria. Parece que hay dos personalidades en su interior, una hostil y poderosa y otra amistosa. No te cabe duda de que hay algo en esos tres que es una amenaza para la humanidad.
El dilema del héroe es esa disyuntiva a la que uno se enfrenta cuando sabe que podría salvar a cualquiera, pero no a todos a la vez. Estas personas presentan algún tipo de posesión malvada y peligrosa. Si actúo contra ellos, la parte humana que todavía tienen podría sufrir daños, si no lo hago podrían morir muchas más personas.
Hablo a mi comunicador mientras tomo el boomerang y el escudo. Chicos, puede que vaya a necesitar ayuda en la iglesia católica.
Les pido a todos los presentes que evalúen la iglesia, ya que hay un peligro inminente para sus vidas. Digo fijando mi vista sería en los tres "poseídos".
Del párroco no ví nada?
Te llega un mensaje de Sonic como respuesta:
-Necesitamos ayuda!!!
En el párroco, al mirarlo con el antifaz, no ves nada extraño sino al contrario, una auténtica fe.
Mi equipo y la misión son primero, por lo que abro un portal directo a la casa de River.