Partida Rol por web

1 de diciembre 1991

Cuando llegáis al aeropuerto de los EEUU tres Rolls Royce negros están aparcados en la pista, frente a un avión privado. Dentro podéis ver a una azafata, dos pilotos y cuatro hombres de negro, aparte de ellos, desentonando, hay un hombre con chupa de cuero, un motorista por sus pintas, un anciano con gafas y barba y un hombre que lo mira todo nervioso, viste con una camisa, ahora arrugada. En cuanto estáis todos en el avión éste despega rumbo a Viena.

Al aterrizar un Rolls Royce negro idéntico a los que estaban en el aeropuerto de EEUU os espera en la pista de aterrizaje, el conductor se baja para abriros la puerta de su interior

-Falta un pasajero, en cuanto su vuelo llegue nos marcharemos

Observo a mis acompañantes con detenimiento y un poco sorprendido.

-No se para que me han llamado, pero obviamente no va a ser para nada peligroso estos tipos parecen mas cerca de jubilarse que de hacer nada practico. O viene para completar mi educacion o y estoy yo para que no les roben la cartera en Viena. Todo esto es bien extraño.

El ambiente de comodidad y hasta lujo no me resulta desconocido, y en el fondo me gusta pero choca contra todo aquello contra lo que me habia rebelado. me revuelvo inquieto, adopto cierto especto de suficiencia con mis compañeros y aparento ser un tio muy muy duro.

Thomas observa también con curiosidad al resto de pasajeros.

Comienza a acariciar a su pastor alemán, para tranquilizarla.

- No pasa nada, Sputnik, metete aquí, estaremos seguros. Come esta galle ...

Una súbita tos le sacude y se tapa la boca con un pañuelo.

No es nada difícil identificar a otras dos personas que seguramente también han recibido la invitación.

Durante el vuelo me presento a ellos. – Buenos días caballeros, me llamo Edmund McClurg y soy arqueólogo.

Mientras esperamos como indica el conductor, una vez en Viena, miro con simpatía al pastor alemán que acompaña a otro de los pasajeros.

Cuando termina de toser, Thomas estrecha la mano del arqueólogo.

- Thomas Aniolowsky, genetista. ¿Alguno de ustedes sabe de que va nuestra precipitada visita a Viena?

Me encojo de hombros al preguntarme el genetista si teníamos información sobre el motivo de nuestra convocatoria a Viena. Por lo menos a mí la Fundación nunca se ha molestado en decirme los motivos por los que me convoca.

Mirando alternativamente a mis compañeros. ¿Ellos conocerán su existencia? Por si acaso me abstendré de hacer pública su existencia.

Negando suavemente. – Lo ignoro estaba en una expedición arqueológica cuando al llegar a primera hora ya había un Rolls Royce negro esperándome comunicándome que debía acompañarlo al aeropuerto con destinación final a Viena.

Hago una pequeña pausa por si desean intervenir antes de continuar hablando. – Objete que no podía dejar allí mi vehículo, ni mi equipo, así como debía darles alguna explicación a los demás miembros de la expedición. Se limito a decirme que se encargarían de todos los detalles.

Thomas sonrió cínicamente.

- Como siempre.

Un avión aterriza en la pista de aterrizaje, de su interior un hombre calvo y con bigote sale y es conducido al Rolls Royce en el que os encontrais, una vez entra las ventanas se cierran, impidiendoos ver el paisaje ni nada que tenga que ver con el exterior, sois llevados directamente a la sede de la Fundación Kaufman.

En la sala de reuniones os espera Paul Kirchschlaeger. A su alrededor se encuentras diversos colaboradores y ayudantes. La música de fondo es de Mozart. Os hace un gesto para que os sentéis:

-Señores, el motivo por el que se encuentran aquí es para continuar con la obra de uno de nuestros mejores agentes de campo. Adolf Renner, eliminado por agentes del C.D.F.C. hace tan sólo unos días y a tan sólo dos calles de este mismo edificio. Hasta aquí puede parecer un asunto grave. Les aseguro que Seguridad en Austria está todavía temblando. Sin embargo... bien, el hecho es que el propio grupo del C.D.F.C. fue poco después eliminado, ¡y no por ningún agente nuestro! Delante de nuestras mismas narices, y perdonenme la expresión, está operando un Servicio M del que hasta ahora no teníamos ninguna noticia: quiero que descubran quienes son, qué pretenden... su potencial como aliados o enemigos.

Disponemos de un solo dato, Renner debía entrevistarse con un contacto, completamente desconocido para nosotros, un mutante desertor de un servicio M también desconocido. La reunión se celebraría en un muy, muy exclusivo hotel de los Alpes. Tenemos hechas las reservas para todo el grupo que Renner seleccionó: ustedes. Lamentablemente, no gozarán de su dirección e inestimable apoyo. Esperemos que lleguen a tiempo para la cita, saldrán dentro de 10 minutos. Les deseo suerte

Parece que van bastante cortos de efectivos en estos momentos o creen tener un topo en ellos y por eso deben haberme seleccionado, soy un simple arqueólogo por Apolo.

Al decirnos que solamente disponemos de diez minutos, y después de comunicarnos lo sucedido por nuestro jefe de equipo. – Por lo que habéis dicho el C.D.F.C. esta dispuesto a eliminarnos, podre contar con mi pistola en el hotel, así como la documentación que la justifique en ese país.

-Y parece que el CDFC no es el unico problema, el otro servicio M podria sernos hostil igualmente. El que maten a nuestros adversarios no significa que esten aliniados con nosotros, pueden ser rusos, chinos o sabe Dios de donde. Serria importante saber si tenemos o tendremos algun tipo de cobertura por parte de la organizacion, puesto que por lo que cuenta parece que no.

Miro de nuevo al resto del equipo con cierto desaliento.

-Como empiece la "balacera", estoy vendido con este equipo de elite. A menos que me tengan muy engañado.

Thomas observo preocupado a los demás.

- Confió en que tengamos el apoyo de algo de más de músculo ... no soy un gran agente de campo ... y con mi enfermedad menos. Tengo una escopeta en la maleta, pero no soy como digo un tirador. Si algo se tuerce, tal vez nuestras habilidades genéticas sean la clave.

Al menos Los Alpes nos brindan una oportunidad incomparable para esquiar.
 

No hay que ser muy inteligente para saber que esa cita en los Alpes huele a podrido. Renner investigaba un nuevo grupo mutante. El C.D.F.C. lo elimina. Luego un grupo desconocido elimina al  C.D.F.C. y ahora nosotros debemos reunirnos con un desertor de un grupo mutante desconocido. 

No se ustedes pero yo no conocía a Renner de nada y ahora resulta que nos ha seleccionado para meternos directamente en la boca del lobo ¿A nosotros? Miró a Thomas y después al viejo de las gafas No se. Todo esto me resulta de lo más extraño y también peligroso. 

-No sé porqué Renner os seleccionó, aunque puedo hacerme una idea, es una misión encubierta, ir, hablar con el contacto de Renenr y salir de allí, sinceramente no tenéis aspecto de agentes, así que es fácil que paséis inadvertido- miró a Ronald-, por lo menos casi todos. Podréis llevar vuestras armas, pero os recuerdo que el lugar está lleno de civiles, así que no empeceis un tiroteo a no ser que sea estrictamente necesario. Por desgracia al caer Renner no tendréis apoyo allí, estaréis solos, aunque ahora un agente os indicará unas instrucciones

Un agente os acompaña hasta el garaje del edificio, antes de que subais a una furgoneta de aspecto deportivo os entrega ropa de invierno para una semana y unas carísimos equipos de esquí.

-Debéis llamar a este número de la Central de Viena cuando hayais localizado al M y acudiremos a recogeros. Os recuerdo que al lugar al que vais es muy exclusivo, os ruego que no os metáis en lios e intentad comportaros. Gran parte de la jet austriaca y gran parte del resto de la europea puede encontrarse allí

Sois conducidos de nuevo al aeropuerto para coger un avión hacia Salzburgo

Esta vez es a mi mismo a quien miro un poco descolocado.

-Quizas seria buena idea que en nuestro destino o cuando bajara del avion encontrarar un atuendo un poco mas adecuado para lña situacion que describe. Algo me dice que alli voy a llamar un poco la atencion.-apunto con respeto.

Thomas sonrió al operativo.

- Bueno, los deportistas a veces son algo alternativos en su aspecto, pero un angel del infierno esquiando llama la atención. Seguro que podemos hacer algo.

Volviendo a sus aptitudes genéticas metahumanas ... ¿Con que contamos? Yo puedo separar mi consciencia del cuerpo y tengo una gran afinidad con los animales. También podríamos reservar otras habitaciones ... las de Renner pueden estar vigiladas. Por cierto, ¿saben esquiar? Puedo ayudarles con lo básico.

Lo mio son los mecanismos mecánicos. Puedo manipularlos sin tocarlos. Cerraduras, coches... cosas así. Nada de temas electrónicos. Eso no. Tampoco tengo idea de esquiar y ni pretendo tenerla. miró a Thomas y le hizo un gesto de complicidad No te lo tomes a mal compañero. Yo os esperaré en el bar. 

-A mi me han enseñado a proyectar ilusiones, muy reales, una verdadera maravilla, podria engañar a cualquiera-digo de forma entusiata-Algo que puede llegar a ser muy util. A parte de mis nada desdeñable habilidades como luchador, no os preocupeis, si hay problemas yo os protegere.

El tono es de una suficiencia casi infantil y adopto una pòstura en donde se pone en evidencia unos musculos bien patentes.

-De esquiar no se nada, cosas de pijos-digo desdeñoso- el barrio, la nieve era otra cosa...

Y ya que me lo recuerdan, saco un pequeño botecito de un bolso que esnifo cubriendome un poco con la mano.

-¿Quereis?, " polvo" (en español mexicano) del bueno

Thomas miro a Willy.

- El bar no es mal sitio. Pero uno no va a los alpes para estar solamente en el bar. Tendreis que disimular un poco  ...

Y tras escuchar a Shaw saco un pequeño tubo y se tomo una vicodina como si fuese una gominola.

- No juzgo a nadie por sus hábitos, compañero. Cada uno tiene sus demonios y los combate como puede.

Sois conducidos de nuevo al aeropuerto, donde cogéis un avión hacia Salzburgo, ciudad a la que llegáis poco después de las 17 horas. Allí volvéis a ser recogidos en la propia pista y conducidos en una furgoneta hasta Kitzbühel, ciudad que comienza a verse plagada por turistas. Desde allí, y por una endiablada carretera de montaña llegáis, tras otra hora y ya bien anochecido, a un encantador hotel enclavado en la falda de una montaña. se trata del Babenberg. Nieva, hace frío. El conductor y su asistente vuelven a Kitzbühel, donde estarán esperando vuestra llamada