Partida Rol por web

La habíais cagado con la misión. Vuestra señora os había encomendado cambiar todo lo que atemorizaba del desfile de halloween y aunque lo habíais intentado, no habíais conseguido que fuera un desfile lleno de corazoncitos y purpurina. Vamos, que había sido un desastre de misión. 

Acababais de ser convocados a gritos al salón del trono de la Señora Oscura y bueno, los rumores ya os habían llegado de parte de otros sirvientes. Ahora vuestra ama buscaría saber la verdad de vuestra actuación, lo cual, sin duda, sería un verdadero problema, seguramente un problema muy doloroso. 

Prácticamente fuisteis corriendo hasta el salón del trono, porque por menos que tardar ya habían muerto esbirros y allí, visteis como la Señora Oscura de paseaba de un lado al otro, claramente enfadada. 

- Así que aquí estáis... - rumió ella con tono de pocos amigos. - Quiero saber por qué narices no habéis sido capaces de cumplir una misión tan simple. 

La mujer pasó la vista por cada uno de vosotros, entrecerrando los ojos como si os estuviera crucificando desde ya, pero al final, señaló a uno, mientras reprimía sus ganas de pintar las paredes con vosotros. 

- Tú, Elcom'Edadoz... quiero saber detalladamente lo que fuisteis haciendo. 

Sí, la señora se estaba conteniendo para no gritar, aunque bueno, con las voces que había dado para llamaros a este lugar, igual se le habían pasado un poco las ganas de vocear ¿no? 

Todas las misiones tienen un riesgo y como es de esperarse, son los goblins quienes pagan el precio del fracaso que, aunque hubo un fracaso y eso nadie podía negar, era imposible no sentir un escalofrío, mala vibra, mala yerba y mal karma todo junto porque al final... Él era un goblin y se encontraba de pronto ante la Señora mas oscura que ha visto, enojada y le tocaba decir las primeras palabras.

Zi Zi mi Zeñora Ozcurra, muy pero re que te muy fázil era lo que teníamoz que hazer para cumplir zuz maz ozcuroz y juztificadoz dezeoz.

Empezaba diciendo el goblin que intentaba no reír por reflejo o peor, cantar por reflejo ante los nervios que tenía por dar las primeras palabras aunque en realizad, primero intentó ganar tiempo mientras daba un paso al frente y acomodaba su enorme dado en el suelo para poder pararse encima del mismo.

El plan era muy claro, nozotroz teníamoz que hazer de eze dezfile uno que hazta loz unicornioz curziz vomitaran purpurina y brillitoz de colorez por lo empalagozo que ze viera todo y para ezo, el primer pazo de nuestro maravillozo plan era conzeguir todoz loz materiales nezezarioz... Y en donde lo conzeguiríamoz se preguntará... Poz en "ACME factory" Zi hay algo que pueda arruinar un dezfile, ahí había que ir porque ya zabe, todo lo que tienen no funziona del todo bien... Pero hubo un problema, el primero de hecho...

Empezaba su narración intentando no irse por las ramas, incluso hablando de como empezaron por buscar lo que necesitaban para cumplir tan maléfica misión, pero ahí entraba el primer problema y Elcom'Edadoz no estaba dispuesto a morir, por lo que pensaba bien que decir.

Cuando llegamoz, había una ardilla de ojos muy pero muy negros y apeztaba tanto a porro que ya me daba una idea de que a eze le gustaba el regue o como ze diga. Eza ardilla era la que abría la puerta y ze nega hazerlo! Lo peor ez que tiraba rayoz lazer por loz ojoz por lo fumeta que eztaba! Algo que dezcurí perzonalmente cuaando quize darle una tunda y por poco me fríe... Lo hubiera vizto mi Señora, una ardilla fumeta que ze oponía a zuz dezeoz y merezía morir pero tan titánica luch noz ezperaba que yo hize lo que mejor ze haze en eztoz cazoz!!! Tire mi dado para hazer una prueba de inteligenzia.

Continuaba su narración el goblin cabezón y sin dudarlo, hizo una pequeña pausa dramática apuntando a su dado, sobre el cual estaba parado y corriendo un pie mostraba que estaba el veinte expuesto.

Que tal que azí, logré zuperar la prueba y me di cuenta que la ardilla estaba enojada porque no encontraba su mega porro y con ezo en mente, mientraz mis compañeroz la diztraían... Tiré de nuevo de mi dado para una prueba de perzepción y gracias a ezo, le conzeguí el porro perdido y pudimos pazar por la puerta... Hazta me dio zu tarjeta de contacto por si zu Zeñoría ozcurízima dezea contratarlo cuando fulmine al culpable, que no zoy yo como verá, zi no fuera por ezo no habríamos entrado a esa tienda.

Concluía el goblin su relato bajándose del dado y agachando la cabezota a ver si su Señora Oscura estaba satisfecha por su resolución de problemas.

Querido amigo Elcom... recuerda que también estaba aquella tortuga inútil, bloqueando el camino, sin saber si iba o venía... aún creo que le había dado una o dos inhaladas al porro de la ardilla

El goblin al menos había entendido que el plan era fácil, pero vamos, que en algún momento la cosa no había sido tan clara porque habíais vuelto sin acabarla. 

Vuestra ama siguió atenta y en silencio las palabras del esbirro, aunque claro, cuando éste dijo que vuestro primer problema había sido una ardilla puso cara de circunstancia. 

- Así que una ardilla... - No sabía si llamarlo inútil ya o esperar un poco. 

A vuestra ama aún se la veía todo lo tranquila que sabía estar la mujer, que tampoco es que fuera mucho, pero sabíais que esto no duraría demasiado y bueno, la cosa se iría poniendo un poco más intensa. 

El esbirro le contó todas sus desventuras con la ardilla de ojos láser y su porro y la mujer entendió que habían salido bastante bien parados de la situación para ser como eran... pero entonces, Roy dijo aquello sobre la tortuga y la mujer miró de manera inquisitiva al goblin, como diciéndole que quería toda la información. 

- ¿Qué es eso de la tortuga? 

Sí, vuestra ama quería saberlo todo y eso podía ser un problemón. 

Elcom'Edados estaba hinchando el pecho mientras que al final, ante tal intervención, casi se desinfla del todo y mas cuando la Señora le preguntaba sobre esa tortuga borde de cojones.

Cierto, la verdad, no lo conzideré importante porque a pezar de que la tortuga eztaba en medio de la entrada cual zegurata y zin ganaz de moverze, hemoz lidiado con ella.

Palabras muy fuertes para alguien tan pequeño y verde, sin embargo, el goblin sabía perfectamente que con eso no iba a bastar por lo que antes de explotar o algo parecido, se dispuso a ser algo mas detallado.

Claro que al principio, cuando ezperábamos que ze moviera, noz dimoz cuenta que no tardaba porque era lenta, zino que la muy jodida noz moztraba el dedo del medio zin moverze del todo... Pareze que le habían pagado para que nadie entre a la tienda... Puede creerlo mi Zeñora? Una tortuga que te insulta moztrándote el dedo! ni zabía que podían hazer ezo, aunque tenía la boca abierta como zi fuera a morder al primero que ze azercara... 

Se apresuraba a explicar mientras que al mencionar como los esperaba la tortuga, el goblin abría grande su boca llena de dientes afilados cual tiburón para ejemplificar.

No ze vio esoz "videoz" que rondan por ahí, pero las tortugaz muerden que da calambre... Por zuerte, yo tuve otra idea luego de tirar mi dado y graziaz a un crítico, pude convenzer a la ardilla fumeta que la tortuga en realidad quería romperle todoz los porroz de una mordida... Azí que antez que pudiéramoz dezir trez triztez tigrez comen trigo en un trigal, de la tortuga zolo quedó el caparazón.

Nuevamente, por unos instantes hinchó su pecho antes de mirar con sus ojos entrecerrados a sus compañeros.

El problema fue que una vez en la tienda, cuando fuimoz a comprar todo para arruinar la fiezta, descubrimoz que noz quedamoz zin dinero... Ezo pazó por ella! Eza Ratita prezumida de veztidito! Ella se gaztó todo en carameloz y ezo ez lo contrario a lo que nezezitábamoz!!! Carameloz ez lo que maz quieren en halloween!

Concluía casi chillando mientras acusaba al culpable de que no pudieran comprar la purpurina.

Meneo los bigotes. Estoy deseando servir a la Señora Oscura más que los otros y me encanta que haya querido arruinar el desfile con corazoncitos y flores rosas.
Los goblins son esbirros de baja estofa, incapaces de llevar a cabo las tareas más simples. Apenas saben hablar y huelen raro.
Cuando ese ser verdoso me señala paso mis manos por el vestido, para alisarlo. Con la barbilla bien alta le dedico una mirada de reojo.

- No es cierto, su Malignidad, que me ha haya gastado el dinero en caramelos y chucherías. Son malos para los colmillos - sonrío mostrando los dientes, impolutos y brillantes.
>> Lo cierto es que la ardilla toxicómana tenía una amigo, por decirlo de alguna manera, esa criatura que no sabría identificar robó el dinero destinado a arruinar el desfile. Sin duda aquel ser quería atiborrarse a azúcar para evitar desmallarse a causa de un mal viaje. Quizás los goblins lo vieron y no dijeron nada, por qué les parecía algo gracioso.

Como que no ez zierto?! Zi yo no mentiría jamaz a la Zeñoraza Ozcura!

Chillaba el goblin de pronto dando unos saltos corto enfatizando su ofendida personalidad.

Tal vez zi noz robaron unoz yonkiz, pero ezo no explica porque luego pedizte comida a domizilio! Ni ziquiera eztamoz en domicilio, ezo debe zer el caribe y menoz con el dezfile!

Ofrndido como estaba el goblin, no dudó en remarcar como la ratita presumida se dejaba cosas en el tintero

La mujer escuchó lo que la ratita tenía que decir y puso cara de circunstancia cuando dijo aquello de que les habían robado el dinero. Vuestra ama estaba alucinando realmente porque fuerais así de "mancos". 

- ¿Cómo que os robaron? 

Vuestra ama esperaba una muy buena explicación sobre lo que le estabais diciendo. 

Claro que entonces el goblin de antes dijo lo de la comida a domicilio y la mujer pensó que apenas empezaban a abrir la boca y ya estaban haciendo que empezara a enfadarse. 

- Entonces ¿te robaron el dinero o no? - Le preguntó a la ratita. 

Estaba claro que ahí estaba pasando algo más, pero claro, normalmente a los esbirros hay que sacarles la información con sacacorchos. 

Un gota de sudor frío recorre mi espalda ante la mirada de la Señora Oscura. Estos goblins no van a ser fáciles de amedrentar.
- Me disculpo su Malignidad por no haberme explicado con claridad.
>> Es cierto que, tras el incidente con los animales drogados, nos quedaba muy poco dinero. También es cierto que usé el escaso dinero restante para pedir comida, pero todo tiene una explicación.
Señalo a Tuk con un leve movimiento de cabeza.
- El otro goblin no paraba de decir que tenía mucha hambre y que si no comía algo se desmayaría.
>> Supongo que Tuk se lo podrá explicar mejor. Yo sólo me apiade de alguien famélico.

Vuestra Señora apretó los labios cuando escuchó que ya estabais parando la misión por cosas tan mundanas como tener hambre. Bien podíais haber acabado la misión y luego ir a comer ¿no? La mujer estaba planteándose que para otra vez quizás debiera buscar esbirros muertos vivientes, pero que no fueran zombis, que eso siempre tenían hambre también y pasaban poco desapercibidos allá por donde iban. 

- Bien, os parasteis a comer porque teníais hambre... - Dijo la mujer mirando a Tuk. - Imagino que después seguisteis con la misión ¿no? 

No estaba la cosa como para decirle que no a la señora, quien se veía que ya empezaba a tener ganas de hacerle daño a alguien. 

El pequeño goblin miraba la situación desarrollarse ante sus ojos con expresión algo ausente. ¿No había ido todo muy bien? Aquí había algo que fallaba, pero no terminaba de saber que era, algo en la manera de ser del señor oscuro, mucho más femenino que de costumbre.

No quería que volviera a enfadarse con el, ni que le dijera "Tuk, eres más tonto que una piedra" ni "Tuk, voy a usarte de munic....munecio...manicion...eso, para las cataparult...catap...cataplasmas", así que miraba a los demás siervos hablar por turnos, hasta que llegó el suyo propio.

Ay, que miedo.

-Eh...yo...Si, seguimos, pero entonces nos abdujeron.- Dijo, asintiendo mucho y muy fuerte con la cabeza, con sus ojos de huevo muy abiertos. -

[Interrupción]

Por nuestra buena suerte, había una construcción que jugó a nuestro favor, a pesar de su molesta habitante, lo recuerdas, ¿cierto Tuk?

[La Torre de Rapunzel]

Tuk dejó a la Señora Oscura esperando a que dijera alguna cosa más que eso de que los abdujeron, pues estaba claro que con eso no saciaba la curiosidad de nadie. Por un instante, al ver que no había más palabras, la mujer pensó en enseñarle lo que le solía hacer ella a los que eran parcos en explicaciones, pero justo en el momento en el que iba a explicar con sangre lo de que cuando pedía una explicación, lo que quería era eso precisamente, una explicación, Roy interrumpió con aquello. 

La mujer estaba alucinando un poco con vosotros, porque estaba claro que ni siquiera erais demasiado habladores para interrumpir a vuestros compañeros. 

- Enseguida les enseño a hablar más si los cuelgo de los talones... - Pensó la mujer, pero entonces se controló un poco, cosa que no sucedería muchas veces más y bueno, en vez de hacer que les doliera a los dos esbirros, habló. 

- ¿Sabéis la diferencia entre respuesta y explicación? Pues estáis aquí para dar explicaciones... - Estaba viendo que iba a terminar haciéndose unas botas de piel de esbirro. 

Volvió a mirar a Tuk en aquel momento. 

- EX-PLÍ-CA-ME eso de la construcción también, ya que estás. 

La mujer tenía los brazos en jarras y estabas empezando a creer que perdería su escasa paciencia en breve. 

-Oh- Comenzó Tuk, ahora si, si realmente no era tan tonto, solo necesitaba que le explicasen bien las cosas, componiendo una sonrisa bobalicona, comenzó a justificarse.

-¡Si, si! Había una torre, no la vi al principio porque estaba comiendo para reponer fuerzas, porque estábamos muy cansados, muy muy cansados, pero cuando terminamos de comer ya teníamos más fuerzas para seguir con la misión.

Se detuvo para abrir mucho los brazos arriba y abajo.

-¡Entonces vimos una torre así de alta! Que no es tan alta como la suya, pero si bastante alta, y había una trenza de pelo muuuuuuuy larga que salía de una ventana, y una voz que graznaba como un cuervo, entonces recordé un cuento que me contaba mi mamá cuando era pequeño, mucho más pequeño que la torre, que decía que cuatro goblins subían a una torre encantada por una trenza de escamas y encontraban un tesoro, a uno se lo comía un ogro, pero son cosas que pasan.- Se detuvo para asentir muy vehementemente -¡Entonces dije de subir a la torre! Porque quizá encontrásemos cosas que diesen mucho miedo en el tesoro y cumpliésemos mucho más mejor la misión.-

Se detuvo para componer una sonrisa orgullosa.

-Y eso que no se muy bien lo que son escamas, creo que son un tipo de pez.-

Señaló entonces a Roy con un dedo acusador.

-¡Pero entonces el nos tiró comida mientras escalábamos la trenza! ¡Siempre llena la boca cuando la ama no mira! Nos tiró migas de pan, y claro, no pudimos terminar de trepar-

Vuestra ama se sorprendió después de escuchar que tantas palabras podían salir de boca de Tuk, seguidas claro, pero bueno, al menos, se estaba haciendo una idea de por qué sus esbirros habían vuelto sin tener la misión cumplida... Se los podía imaginar claramente lanzándose comida los unos a los otros. 

- ¿Esto es una broma? 

Sí, tenía que ser una broma, porque no podía imaginarse ese espectáculo, hubiera sido mucho más del estilo de ella que os hubierais lanzado clavos, dardos o algo que hiciera daño de verdad. 

- Roy, ¿Por qué les lanzabas comida? 

Aquello necesitaba una explicación por sí solo, así que tampoco tenía que decir mucho más al respecto. Desde luego, tampoco es que pareciera una manera de hacerlos subir más rápido a aquella torre. 

Aunque pareciera increíble, teníais a vuestra Señora intrigada con esto. 

Roy oculto sus nervios con su elegancia, dio un paso al frente, e hizo una reverencia.

Le agradezco brindarme la palabra, mi omnipotente señora.

Entiendo que Tuk se confundiese, ya ve como suele ser la visión de un goblin, incapaces de ver sus alrededores y lo que sucede, verá su grandeza, efectivamente lance comida, pero no a mis compañeros...

Excusa: [La sirena más hermosa]

 Vera, en la ventana estaba una sirena, pero mi aguda visión pudo notar que tal ser estaba lleno de envidia hacia nuestra estimada ratita, tal vez quería quitarle su vestido, en cualquier caso nos esperaba en la ventana con una peligrosa sartén en la mano, lista para derribarnos de regreso al suelo de un solo golpe diestro, claro, no sería difícil para ella mientras nosotros estábamos ocupados sosteniéndonos de la extraña cuerda que colgaba como una invitación a entrar al interior de la estructura, pero, no le sería fácil, no si yo lograba cegarla con algo de la ensalada de huevo, por supuesto, ella se defendio... lo que causo algunos proyectiles caer de regreso hacia nosotros...