Partida Rol por web

Dirigió la mirada a una de las cajas de madera que tenía tras de sí. 

No se si esto será buena idea...

No hubo tiempo para pensar, así que de un brinco se encaramó sobre ésta, resoplando de alivio. Una vez con la altura como ventaja, arremetió contra el sahuagin restante. 

La caja aguanta el peso de Uthurien con un chasquido. Segundos después el último Sahuagin llace en el suelo, inerte.

En circunstancias normales estaríais celebrando la victoria... pero la incertidumbre y el pesar os llenan en este momento. Habéis sido atacados por víctimas de aquel desgraciado que estáis persiguiendo, y no habéis tenido otra opción que neutralizarlos antes de que acabaran con vosotros...

Wayang descansa ahora en la mente de Skally, mas calmado. La desesperación que emana de él ahora es más fácil de controlar, y puedes ignorar su influencia (Skaly).

Echais un vistazo al barco mientras Kyra os cura vuestras heridas. A pesar del ruido, no ha asomado ni un alma a ver qué ocurria en el muelle... Qué raro.

La guardia del puerto seguramente os eche de allí por destruir parte del muelle y, claro, los cadáveres, así que en cuanto  estáis más o menos recuperados, subís al barco. Se encuentra en un estado lamentable, salta a la vista que el mar y el viento han hecho mella en lo que antes fue un barco de recreo. Apuntalado y remendado por todas partes, parece que le han hecho modificaciones para utlizar armas de pólvoravarios garfios de amarre se encuentran enrollados en el suelo, cerca de la barandilla que da al mar. Os fijais en que el mástil principal soporta a duras penas la vela, y en el lugar donde debería estar el mástil secundario hay un revuelto de astillas y muescas en la madera.

Uthurien, que tiene buen ojo para estas cosas, cree que este barco ha perdido una batalla naval hace poco. Aunque está claro que el barco no estaba en buenas condiciones antes de ello...

Supongo que el capitán debe de estar ahí. Vamos a por ese malnacido.

Skaly se siente mal por Wayang, quiere volver cuanto antes a la logia para meditar.

De camino al barco se sacudía la chaqueta. 

Han sido más problemáticos de lo que cabía esperar en un principio... Y, por cierto: Qué extraño que nadie se haya presentado después del alboroto causado. Volvió la vista. Sigo sin comprender este pueblo....

Una vez en cubierta, analizó el navío. Era cierto que estaba destartalado y que la ultima vez que salió a mar abierto acabó mal parado, sin embargo, alguna prueba debía de estar al alcance para determinar si su objetivo aun se encontraba ahí. 

Separándose del grupo unos metros, volvió a hacer uso del pañuelo de seda de su bolsillo para taparse de nuevo la nariz. Miró al horizonte con pesar.

¿Por qué no soy capaz de librarme de este olor a pescado?  

La puerta está cerrada, y no hay rastro alguno a la vista.

Parece estar cerrada. Investiguemos lo que resta del barco, quizá encontremos la llave. Se volvió, manos en la cintura. O a su portador. 

Bajemos a la bodega, tengo un presentimiento de que debemos de encontrarnos cerca del objetivo. Sí. Por supuesto. Podremos dejar esta reliquia atrás de una vez por to... todas. Aunque el barco se mantuviese en el puerto, con solo mantener un pie en una de sus tablas provocaba que sudores fríos recorrieran su cuerpo. Odiaba navegar. 

Las escaleras están completamente destrozadas, el olor a polvora y acre inunda la bajada a la bodega. Parece que una explosión se llevo por delante esta parte del barco, pero la tripulación ha amarrado una escala que permite bajar. Por su aspecto no parece que pueda bajar más de una persona a la vez, así que os turnais.

Cuando Firn baja, sea escuchar murmullos desde un extremo de la habitación al que la luz no llega. El suelo de la bodega está oculto bajo un agua de color marrón. Al soltar la escala no puede evitar taparse la nariz por el olor a óxido y putrefacción.

La siguiente en bajar es Kyra. Antes de que toque el suelo los murmullos se convierten en gruñidos, y varios seres se acercan arrastrando sus abultados miembros mientras vomitan agua y entrañas a su paso. Todos tienen grilletes y cadenas rotos u oxidados colgando de ellos.

Al menos media docena de estos seres avanza hacia vosotros.

La luz que proveniente del exterior era tan escasa que un simple traspiés haría terminar con alguien en el suelo. El olor, ya de por sí repugnante durante todo este tiempo, aquí abajo se multiplicaba. Algo había ocurrido en esta zona del barco, pero antes de que pudiera pensar que podía haber sido, gruñidos comenzaron a envolver la oscuridad. 

Un embocada de lo que parecen muertos vivientes, estupendo día el de hoy. Kyra, intenta contenerlos mientras busco una cosa. Retiró un pequeño frasco de cristal con tapón dorado cuya forma que se asemejaba a la de un sifón. Y Skaly y Clay bajan con nosotros. No se si desde ahí existirá ángulo de tiro... 

Empuñando su arma con una de sus manos, con la otra presionó la parte superior del recipiente. El contenido de éste salió pulverizado del interior, rociándose por todo el cuerpo. Inmediatamente después su tamaño se incrementó notablemente.

El alma de esos seres ha sido corrompida, ahora son sirvientes de Rovagug! Evitad que os hieran o su corrupción os infectará!

Kyra canaliza el poder de Sanrenrae a través de ella para expurgar a los muertos vivientes

Skaly impacta dos de sus flechas en los cuerpos de los Ahogados, que caen inertes al suelo.

Clay se concentra y dispara en la cabeza a uno de los Ahogados. Sin embargo la bala solo le da de refilon...

Maldición, me he puesto nervioso!! Aguantad ahí!

Los ahogados se acercan a Kyra y a Firn...

Dos de ellos intentan morder a Kyra, pero la armadura le protege las extremidades.

Firn, ahora con un tamaño colosal, decapita a uno de los ahogados sin dudar. Otro de ellos consigue acercarse a él e intenta morderle, pero él repele el ataque

El agua que cubre sus pies se tiñe de un color negruzco en la zona donde los ahogados flotan inmóviles... Desde las sombras, dos ahogados más aparecen. Están en mal estado, seguramente fueron dañados por la energía positiva de Kyra.

Skaly dispara a los dos ghouls que se acercan a Finn y consigue abatir a uno de ellos

Kyra acaba con uno de los Ahogados sin perder de vista a los demás.
 

Siguen viniendo... No puedo volver a canalizar, hay que terminar esto rápido!

Esta vez no fallaré....

Clay respira y se concentra... cierra los ojos justo antes de disparar, aterrado... y cuando los abre, la cabeza del ahogado se encuentra en pedacitos, flotando en el agua.

Já! Lo sabía!! No me dais miedo malditos engendros!

A su alrededor los ahogados se agrupaban pero a la vez caían como moscas. Kyra con su canalización había acabado con un número bastante alto, y los pocos que quedaban eran destruidos, casi literalmente, por sus compañeros en cubierta. 

Aprovechando que avanzaban carentes de razón a por ellos, dirigió varios ataques a los que pretendían atacar y un puñetazo al que se encontraba más cerca. 

¡Quedan dos, es momento de poner fin a esto!

La batalla apenas ha durado un instante, pero todos estáis agotados. El agua lodosa que os cubre los pies está teñida con la sangre negruzca de los Ahogados, al igual que vuestra ropa y armas. Esperais impacientes que los cuerpos se levanten una vez más para acabar con vosotros... pero parece que habéis terminado con todos ellos.

Una vez a salvo, inspeccionais la habitación. Al fondo encontráis dos hombres con ropa de marino descuartizados. Uno de ellos tiene un juego de llaves en el bolsillo...

Con el ánimo destrozado y muy cansados, subís de nuevo por la escala para acceder a la cubierta. Como cabía de esperar las llaves que habéis recuperado permiten abrir el camarote del capitán. La puerta se abre con un crujido y revela un despacho maltrecho, con joyas oro y obras de arte desperdigadas por todas partes.

Sentado en su "trono", frente a un escritorio con montones de monedas de platino y oro se encuentra el captán Darsielle Du Moire. O al menos, lo que queda de él. Os acercáis cautos y os percatáis de que tiene una herida de la que brota un pus virulento, probablemente causada por los ahogados... Pero sigue vivo.

Kyra limpia y venda las multiples heridas de Du Moire. Antes de que recupere la conciencia se encuentra atado y bajo el cargo de la guardia de la ciudad que os agradece la colaboración para capturar a tan malvado pirata.

Aquí termina vuestra aventura, Pathfinders. Osprey escucha vuestros reportes y os concede una semana libre para recuperaros de vuestras heridas y preparar vuestros informes.