Partida Rol por web

Saladino que por algún extraño motivo estaba tumbado detras del grupo, se levanta a toda prisa, aparta a sus compañeros y empieza a realizar poses y a flexionar sus bíceps.

-Yo soy Saladino y han profanado tu tumba

- Alguien uso magia terrible y levantó ha Asar de su tumba, por suerte conseguimos devolverlo al otro mundo, pero varios aldeanos murieron mientras llegábamos.

Faysal había desmontado como muestra de respeto al espíritu.

La aparición de Kassen le pilló de improvisto. 

¡Ka.. Ka... Kassen!

No supo que hacer en el momento: ¿Se arrodillaba ante él? ¿Una reverencia? ¿Actuaba como una heroína? 

Es... Es...  un verdadero honor encontrarnos frente a usted. Mi nombre es Pa... Pa... Pasífae... 

La lampara temblequeaba en sus manos.

So... Somos los enviados elegidos por tu... tu pueblo para enfrentarnos al desafío que representa este lugar. Como afirma mi co... compañero, una magia oscura se adentró en el túmulo e hizo que Asar y su ejercito volviesen a la vida.

Al decir esto último se serenó y adoptó una expresión firme. 

Oh, qué sorpresa. Saludos gran Kassen, mi nombre es Ignus. Y no, no somos tus "hijos", como bien has notado. Somos Pathfinders, y hemos sido invitados por la gente de tu pueblo para alcanzar la llama eterna. Pero parece ser que ha sido profanada. Creeme, nosotros no hemos sido! Jajaja

Hemos acabado con casi todos los no muertos que pululaban por aquí y salvado a un par de aldeanos... Otros no han tenido la misma suerte. Sabes qué significa este símbolo? - Dice, señalando la máscara que lleva puesta Saladino

Comprendo... No consiguió la calma ni en vida ni tras su muerte... Espero que ahora Asar descanse en paz. Veréis, aunque yo puse fin a su vida, no siempre fuimos enemigos. Hubo una época en que él, Iramine y yo recorriamos el mundo en busca de aventuras y gente a la que ayudar. Esos eran buenos tiempos, sin duda. ¡Conseguimos reunir un gran tesoro! Pero me cansé de esas aventuras, y acordamos guardarlo en una cámara.

Asar no se tomó bien mi decisión de retirarme. Unos años tras mi retiro, se enfrentó a mi y por poco acaba conmigo. Me llamó cobarde por abandonarle y estaba seguro de que había robado parte de nuestro tesoro para fundar el pueblo... No fui capaz de hacerle entrar en razón. Pero supongo que ahora no importa... 

Somos Pathfinders, y hemos sido invitados por la gente de tu pueblo para alcanzar la llama eterna

Desconozco lo que significa eso... Se llama así vuestro grupo de aventureros? Parecéis muy unidos, desde luego.

Os agradezco vuestro esfuerzo llegando hasta aquí. Tomad, os concedo mi bendición. Espero que os ayude a superar futuros desafios. 

La imagen de Kassen arranca varios fragmentos de la cota de escamas de dragón del cuerpo que yace en el sarcófago, y os lo entrega a cada uno.

He notado que alguien ha robado el talismán que tenía atado al cuello. No detecto la presencia del que Asar poseía... Es posible que quién los haya cogido esté en busca del gran tesoro que enterramos tiempo ha... La verdad es que no recuerdo mucho sobre el lugar donde lo guardamos Asar, Iramine y yo. Pero estoy seguro de que no se puede entrar sin los talismanes que cada uno poseía. Es posible que vayan tras Iramine...

"Pathfinders", os ruego que evitéis que esos individuos se hagan con nuestro tesoro.

-¿Alguna idea de dónde encontrar a Iramine?

Dice Saladino distraido mientras mira su escama como un niño pequeño mira un caramelo.

- Seguramente en el pueblo sepan más de los compañeros de Kessen, pero si es cierto lo que nos ha comentado, vamos con desventaja. Tenemos que lograr una dirección y ponernos en camino.

Faysal tanteó la escama con los dedos, estaba cargada de historia, y prefería conservarla a verse obligado a usarla, esperaba no verse en esa necesidad.

-¿Alguna idea de dónde encontrar a Iramine?

Lo siento, pero no sé que ha sido de ella. Ni siquiera se si está viva o no... Al ser semi elfa, puede que siga con vida.

Seguramente en el pueblo sepan más de los compañeros de Kessen, pero si es cierto lo que nos ha comentado, vamos con desventaja.

 Cierto es. El tiempo no está a vuestro favor...

Gracias por este presente, Kassen. Por si estar cerca de la llama eterna fuera poco...

Compañeros, seguro que en la logia de Absalom pueden darnos más información sobre el culto del Dios Vivo... Quizás Aram Zey pueda ayudarnos.

¿Alguna idea de por qué pueden ir concretamente a por su tesoro? Si tienen algún artefacto poderoso es importante saberlo de antemano.

Dice saladino mientras empieza a meditar para sus adentros.

-Iramine... ¿Tiene algún rasgo particular por el que la podamos reconocer?

Lo siento Saladino, pero ha pasado mucho tiempo desde que... bueno, desde que estaba vivo. Cada año veo a nuevos jóvenes intrépidos como vosotros. Recuerdo todas vuestras caras. Pero los recuerdos de mi vida están nublados...

Que Kassen le entregase un pedazo de su armadura como amuleto significaba que lo había conseguido: formar parte de una historia. Con los ojos fijos en la centenaria escama agradeció al gran héroe el obsequio.

Escuchaba a Kassen prendada por sus palabras hasta que mencionó su relación con Iramine y Asar y el talismán que compartían.

Como habéis dicho, quizá en el pueblo o en Absalom sepan donde podemos encontrar a Iramine además de datos sobre ese collar. Si no se encuentra junto a sus portadores originales es porque contiene algún tipo de poder y alguien pretende utilizarlo. 

Una escama de armadura... muchas gracias, lo guardaré con el honor que se debe. Bueno compañeros, parece que esta aventura dista mucho de acabar... vamos a la ciudad a contar nuestras andanzas y a ver si podemos recavar algo más de información como dice Ignus

Tras despediros de Kassen pasáis a buscar a los dos hermanos y os dirigís hacia el pueblo. La presencia de Dimira parece haber calmado a Roldare, que ya no parece tan asustado.

Al día siguiente, casi al atardecer, llegáis al pueblo de Kassen. El alcalde os saluda con una sonrisa de oreja a oreja y os pide que le enseñéis las lámparas con la llama eterna y le contéis vuestras aventuras. Esa gran sonrisa va desapareciendo cuando, evitando los detalles en exceso, le explicáis lo que le ha pasado al resto de aldeanos.

Deberían haber llegado antes que vosotros... Sabía que algo iba mal, pero cómo es posible que...

El alcalde se siente culpable de la muerte de sus vecinos. Decide que de ahora en adelante enviarán grupos más grandes a preparar las pruebas, además de contratar una escolta. Os agradece que pudierais salvar a Dimira y Roldaire, y os invita a pasar la noche en la taberna.

Al amanecer, os despierta el ruido de una pequeña banda musical. Hoy es un día de celebración al fin y al cabo: Los héroes de Kessen han vuelto con la llama!

Unas horas más tarde, celebráis la ceremonia en el centro del pueblo, ahora decorado con una larga pira de madera. Al unísino, acercáis vuestras lámparas para encender una enorme hoguera. Los aldeanos gritan y os aplauden, y por un momento parece que el peso de haber perdido a sus amigos desaparece levemente.

Disfrutáis de un festín desde el mediodía hasta altas horas de la noche. Pasifae mantiene una charla muy interesante con Moltus Vargidan, un erudito, y su jóven aprendiz. No deja de anotar los terminos extraños en su libro, mientras asiente con la cabeza y murmura frases inconexas. Ignus se queda cerca de la gran pira, haciendo formas con las llamas delante de los niños pequeños para entretenerles. Saladino realiza bailes extraños y descordinados sobre la mesa del banquete, mientras los espectadores tratan de comprender cómo puede mantenerse en pie después del gran numero de pintas de cerveza que almacena en su interior. De hecho. Cerca, Sedrik está fardando sobre cómo sobrevivió a varias heridas mortales frente a varios jóvenes.

-Oye, Saladino... ¿Has visto a Faysal? Me dijo que iba a reflexionar sobre no se qué al bosque, pensaba que era una forma fisna de decir que quería cagar! - Se ríe con fuerza, haciendo coro con las risotadas de los jóvenes.

-Plues nlo lo che. Hic. - Saladino parece trastabillar con un plato de la mesa, pero recobra el equilibrio. - Sheguro que estla al llegar.

-Seguro... Por dónde iba? Ah si! Recordáis el escarabajo de fuego? Pues si os ha parecido épico, no se como os vais a quedar cuando os cuente...

Ya caida la noche, una figura encapuchada observa al pueblo de Kassen bailar y beber alrededor de una gran hoguera que había ardido durante todo el día. De forma pausada, desenfunda un arco largo y saca una flecha de su carcaj. Se adelanta mientras tensa el arco, y por un instante el brillo de la luna muestra reflejos dorados de la máscara que cubre su cara. El hombre enmascarado coge aliento, se prepara para lanzar la flecha... y de pronto siente un profundo dolor en el hombro. Antes de poder girarse, nota un dolor punzante en el costado y cae inconsciente.

Detente, Anochecer. Lo necesitamos vivo para que nos cuente lo que sabe.

El lobo suelta a la presa, obediente, y se acerca a su amo. Una figura rodeada de sombras posa una mano en la cabeza de la criatura y comienza a acariciarla. Mira hacia el pueblo y suspira  - Bueno, creo que es hora de que nos "presentemos".

Faysal monta y se dispone a regresar al pueblo, ahora ve mucho mejor sin necesidad de luz y sus movimientos son más agiles, pero debe encontrar la manera de volver a la normalidad, algo de esa cripta le ha echo esto. En cuanto puso un pie en el bosque tanto él como amanecer cayeron al suelo entre convulsiones y cuando se levantaron... Amanecer era un lobo de oscuro pelaje y el era.. algo parecido a un goblin pero de facciones menos bestiales. Tendría que afrontar la situación con sus compañeros.

Espera un poco a que el grupo se marche a dormir y se cruza en su camino mientras baja de Anochecer (nombre más propicio para el lobo que ahora le acompaña).

- Tranquilos soy Faysal, algo en la cripta me ha transformado en esta criatura, no sé cuanto durará pero tened por seguro que encontraré la solución a todo esto, aparte he encontrado a un arquero que quería atacar, seguro que es del grupo que preparó las trampas, los zombis y todo lo demás, esta bien atado aunque algo magullado de arrastrarlo.

Saladino mira Faysal, mira su pinta detenidamente y tras unos brebes momento la deja a un lado.

Bueno, todo el mundo cambia *Hic*.

El lápiz con el que solía anotar las cosas estaba en las últimas. ¿Cómo un señor tan anciano tenía tantas ganas de hablar de mil cosas y de ninguna a la vez? Excusándose, pues era tarde, se dirigió hacia la posada a descansar aunque algo se topó en su camino. 

Una criatura oscura montada en un lobo hizo su aparición. Cuando ésta se presentó como Faysal, el cansancio desapareció de repente, sus ojos se abrieron como nunca y las preguntas arremetieron contra el nuevo wayang como si de enemigos estuviera rodeado hasta el amanecer.

¿Por qué será que siempre llegaba tarde..?