Partida Rol por web

El tiempo avanza y no podéis mirar atrás.....a pesar de que la mayor parte del grupo se hayan quedado n la sala anterior.

Tan solo hay algo que os preocupa....sin el móvil, no podréis recibir las instrucciones para avanzar, eso podría complicar mucho las cosas.

entráis en una nueva habitación, en el centro de la sala una gran mesa alargada de metal. Sobre la mesa hay 24 botes de vidrio grueso marrón, los botes son anchos en la base y estrechos en la boca, pero suficientemente grande la boca como para meter una mano. Cada bote tiene un numero, van del 1 al 24. 

Dentro de cada bote hay liquido y en el fondo de cada bote hay una llave.

en en fondo de la sala una puerta de metal cerrada con un candado. Y sobre esta un nuevo reloj que marca

0:38....

Armando se adentra en la sala y nada mas entrar observa el lugar.

-Esas llaves puede que nos liberen de estas armaduras o abran la puerta….- Comenta aquello aunque no se dirige a nadie en particular.

“O quizás activen el armazón y acaben aniquilándonos.”

Observa el reloj.

-Mierda casi ha pasado la media hora.- Armando se acerca a la mesa y cuando esta cerca de los botes observa los números.- ¡Ey! Vosotros, mirad si encontráis algún número ya sea en vuestro cuerpo o esta especie de armadura.-

Acto seguido Armando sigue sus propias palabras.

Desistí de buscar la supuesta puerta y seguí a los demas para descubrir la siguiente sala. No era difícil suponer que la retorcida mente de nuestro captor habría puesto algun tipo de acido, o algo peor en los recipientes para torturarnos. Mientras Armando se miraba en busca de algun numero, yo arranque un trozo de tela de mi ya rasgado camison, y introduje un extremo en el liquido.

Escuchais un fuerte grito, que proviene de la sala 3

Examino los recipientes y luego la puerta buscando algo que me indique cual de todas esas llaves es la de la salida de este lugar.

Compruebas que el candado que tiene la puerta para salir de esta sala es del mismo tipo que vuestros corsés, por lo tanto el mismo tipo de llave.

Es un verdadero desastre el hecho de no podamos saber las instrucciones, mi cabeza gira y gira en torno a lo que ha dicho Armando pero dudo mucho que podamos encontrar un nùmero entre nuestras armaduras, despuès de todo, lo habrìamos notado desde el principio pero como sea, busco para no quedarme en blanco, para sentir que hago algo.

Movièndome entre Grace y Hotaru, me acerquè a la mesa. La verdad era que no confiaba pero el tiempo pasaba ràpido e inexorable, ¿còmo podrìamos pelear contra eso? ¿Se podrìa dar vuelta a los recipientes y asì sacar las llaves? 

-¿Y si hay una llave por cada uno de nosotros? Los de los muertos no deberìan contar... ¿Pero, còmo nos numerò?

Lo dije en voz alta, quizàs alguno podìa sacar algo màs en claro que yo.

Armando desiste al ver que no logra encontrar ningún número que este a su vista. Su atención vuelve a los recipientes. Para él y todo el que fuese un poco listo, llegaría a la conclusión de que aquel liquido podría ser algún tipo de acido.

-Bien,… vaciemos  los recipientes. Luego iremos probando llave por llave primero en nosotros y cuando acabemos seguiremos con la puerta. Las que no sirvan las guardaremos por si las necesitamos más adelante.- Dicho aquello Armando se quita los calzoncillos y envuelve su mano con aquella prenda. Una vez asegurado de que aquella simulación de venda estaba bien aferrada a su mano, coge el primer recipiente, se acerca a una esquina y por ultimo se pone de cuclillas y solo entonces  vuelca el contenido posicionando el borde de aquel recipiente cerca del suelo para que el liquido que contenía no salpicase.

Una vez que la llave esta fuera deposita el recipiente en el suelo y se dispone a coger la llave con la mano vendada, para luego usarla en su candado.

-Solo espero que esta mierda no se active…-

Cuando Armando intenta coger uno de los botes observa que éste está pegado con algún adhesivo potente, tanto que ni siquiera puede mover el bote...

luego se fija en la mesa y ve que ésta tiene las patas atornilladas al suelo.

-Mierda vamos a tener que meter la mano ahí…- ya resultaba obvio pues si habían estado atentos, pudieron observar como no pudo mover los recipientes

-Alguna idea o voluntario…- dijo mientras se volvía a poner la ropa interior y una vez hecho continua diciendo- yo por ahora pienso que quizás si los del otro lado nos alcanzan un brazo o la cabeza del chico perro podríamos usarlo para lanzarlo contra los recipientes e intentar romperlos-

Podríamos probar a romper uno de los botes de un puñetazo, y si está demasiado duro... Habrá que meter la mano. - Hotarubi acerca un poco el puño a uno de los botes y le da un poco con el nudillo - Parece cristal del duro.¿Alguna otra idea además de meter la mano?

Si no encontrais otra manera, yo metere la mano. Dije desde la puerta. Pero deberiamos saber en cual.

No nos quedaban demasiadas opciones, y el reloj seguia corriendo en nuestra contra. Fuese lo que fuese lo que hubiese en aquellos botes, sin duda seria doloroso, pero aparte de causar sufrimiento, nuestro captor queria que continuasemos, asi que era de esperar que con gran dolor pudiese lograrse.

Miré a Grace con un poco de temor, después de todo si estaba bien con alguien en aquel maldito lugar, si confiaba en alguien, esa era Grace y si ella se iba me quedaría sola con Hotaru y Armando, no me parecía que me valiera para algo pero sobre todo, había empezado a apreciar a la otra enfermera. Me acerqué y detuve su mano.

-Tú puedes ayudar a muchos aquí, yo no tengo esa paciencia ni esa gracia.

Enseguida me interpuse entre ella y el recipiente.

-Sacaré primero la última y si no muero en el intento, sacaré la primera, luego la número 12 y así...

Bueno, al menos lo iba a intentar.

Fuese quien fuese el voluntario le importaba poco, sin embargo algo en las palabras de Katrina atrajo su atención.

-Me parece interesante que vayas de forma tan salteada,…- una breve pausa - ¿se debe a que has conseguido descifrar quien es cada número? Si es así, no te importara compartirlo, ¿verdad?-

La paranoia de Armando iba en aumento.

Me quede sin palabras. No esperaba que Katrina se ofreciese en mi lugar, y tampoco lo deseaba. Era la persona que sentía más próxima a mí, y no soportaría verla sufrir. Algo salto en mi interior, algo que no acertaba a entender, distinto de cualquier cosa que hubiese sentido.

Puede que fuese por la situación en la que nos encontrábamos, o por encontrar compasión por mí en los ojos de otra persona, pero fuese como fuese ese algo que despertó en mi interior atenazo mi garganta con fuerza, cortándome la respiración.

Acerque mi mano derecha a la mejilla de Katrina, y menee la cabeza.

No, no quiero que lo hagas.

El tiempo corre, si vais a estar todo el rato pasándoos la bola, lo haré yo - Dijo mientras se acercaba a los botes - Primero el bote número 1, allá voy. Que después otro meta la mano en el último bote y así sucesivamente, como dijo Katrina. Cada uno dos botes, así reduciremos las probabilidades de fallo.

Hotarubi, apretando con fuerza los dientes, metió la mano izquierda en el bote hasta el fondo para coger la llave.