Partida Rol por web

- Aquellos tipos querían estafarlos, por supuesto, pero ¿no iban a sacar bastantes créditos con este trabajo? Podrían darles lo que pedían y mandarlos a volar a otro lado en lugar de estar perdiendo el tiempo. Aunque por otra parte, si cedían en esto, esos matones de tres al cuarto podrían envalentonarse y pedir más. 

- ¡Ah, que sería de la vida si no hubiera bellacos buscando aprovecharse del prójimo! ¡Solo una larga y tediosa existencia! - dijo Kyrra cuando bajaba de la nave, observando bien el número de sujetos que los rodeaban y preguntándose si alguien los extrañaría, en caso de que las cosas se pusieran tensas.

- Que alguien les pague y sigamos con lo nuestro. ¡Pero les advierto que esos créditos no van a salir de mi parte! - advirtió a los demás, caminando por el sitio con la mano en la cintura y aire de que aquello no le importaba en lo más mínimo. 

Una vez más sus compañeros o mejor dicho, "colegas de trabajo" se habían quedado silenciosos y sin decidirse a hacer algo. Kyrra bufó por lo bajo y saco los 50 créditos que exigía como pago el truhán aquel, diciéndoles a los demás: - Somos 4, así que cada uno de ustedes me debe 13 créditos. No lo vayan a olvidar.

- Y ahora, supongo que querrán que los dejemos entrar a la nave y ver que pueden ro... Digo, que todo este en orden, ¿no? - agrego, dirigiéndose en esta ocasión al "alguacil". 

- Bueno, arréglense con Anzak. Es su nave, así que el dirá si les da permiso de hacer eso y de ver la carga. Solo espero que nuestro capitán tenga un buen mecanismo para evitar que alguien más... Bueno, visto lo visto... - concluyó Kyrra, colocando sus brazos tras su nuca y caminando con actitud indiferente hacia las afueras del sitio para ver el resto del Puesto. 

Bien, bien, al menos uno de vosotros tiene la cabeza sobre los hombros -decía como quien pudiera decir aquello sonriendo, aunque Zuvio era de todo menos expresivo-.  Adelante -hizo un gesto con la cabeza para ordenar a sus hombres un pequeño registro, nada exhaustivo. Las pegatinas en las cajas de cargamento indicaban clarmamente "electroirrigadores de potencia incandescente, 12 toneladas". Aquella fue la única información que los sabuesos de Zuvio llevaron al kyuzo, pocos minutos después, cuando ya salían.

Asique negocios en Jakku. ¿Traéis chatarra para Unkar Plutt? Uhm... En fin, todo en orden -aseguró el alguacil-: os aseguro que vuestra nave no sufrirá daño alguno. ¡No os metáis en problemas! -dijo Zuvio apuntándoos con el dedo mientras se daba la vuelta-. En pocos minutos se sumergieron en el puesto de Niima, atravesando el gran portón alargado hasta que los vísteis desaparecer.

- Vaya con mis colegas. ¡A este paso va a parecer que soy la líder del grupo! Y no tengo el menor interés en jugar ese papel. Además, ahora me he quedado con menos créditos - pensó con un poco de tristeza Kyrra una vez cumplida la inspección por parte del alguacil y que este se retirara junto con sus refuerzos.

- ¿Bueno, procedemos o se van a quedar ahí todo el día? - dijo la Seyth-Amaka al resto de la tripulación, invitándolos a continuar con el motivo de su visita al planeta. 

Todo se precipitó en unos segundos. La labia del contrabandista se vio enfarragada por la intervención de sus compañeras de trabajo. Laa cara que se le quedó era todo un poema y encima veía que Zuvio parecía que no creía mucho en lo que le estaba contando.

Sabiendo que era una tontería enfrentarse a todos y todo lo que estaba pasando, Anzak se encogió de hombros y dejó que todo se desarrollara como se estaba haciendo.

Dejó que inspeccionaran la carga, acompañando a los encargados de dicha inspección para que todo fuera correcto.

Una vez acabaron y Zuvio y su gente se fueron, el contrabandistra se giró hacia sus compañeros y les dijo:

- Bien, ahora vayamos a ver a Plutt para que venga a recoger su cargamento y nos pague lo que nos debe- les dijo.

Aun con nuestras protestas, acabamos pagando a Zuvio. Cuando Kyrra le da el dinero, no me quejo y prefiero no evitarlo. Aun siendo contraria, entiendo que no tenemos otra opción y es mejor pagar que buscarse problemas nada más llegar. Además, repartiendo el gasto no supone un menoscabo tan importante en mi dinero.

- Gracias Kyrra, por supuesto que te lo pagaremos. Estamos todos juntos en este negocio, ¿verdad chicos? - digo mirando a Anzak y a John - Si compartimos ganancias, también compartimos pérdidas y gastos.

Ante la pregunta de la chatarrera, respondo rápidamente.

- Vamos, tenemos trabajo que hacer.

Mientras la tensión abandona mi cuerpo-Claro que te pagaremos, de eso no hay ninguna duda-Echo una mirada por la zona buscando algo fuera de lo común-¿Cual es nuestro siguiente destino?-Pregunto mientras vuelvo a enfundar mis armas pero las quedo a la vista por lo que pueda pasar.Primero la nave y ahora esto,aquí hay algo que no me cuadra

Finalmente, con el precio pagado al alguacil, caminásteis hacia el puesto de Niima, atravesando aquella gran enorme entrada. Ahora tocaba encontrar a Plutt para entregarle la mercancía importada por vosotros de electroirrigadores. La arena estaba tranquila y no era movida por el viento, pero el calor era asfixiante en Jakku. A medida que avanzábais al puesto de avanzada viajeros, chatarreros y comerciantes  se agolpaban en torno a sus quehaceres y negocios.