Partida Rol por web

El Ithiriano cambió su mirada a una un poco más neutral.

- Te has dado cuenta rápidamente querido amigo, parece que no todos piensan de la misma manera ni quieren involucrarse. El Cathar, tras recibir su inspección médica y comprobar que no había nada en él peligroso, decidió marcharse ya que no le interesaba los ideales que aquí se trabajaban, muchas personas en la galaxia son así, de todas formas tiene las puertas abiertas para regresar cuando lo desee. Sobre su compañero Renko, pensé que le había dicho algo, abandonó la Mesopotamia hace escasas horas, parecía asustado, bastante nervioso, dijo que lo lamentaba pero que tenía cosas que hacer - El Ithoriano no parecía muy satisfecho con esos motivos

- Realmente nosotros no obligamos a nadie a quedarse ¿y usted señor Isseriol? ¿se quedará con nosotros? -

El arkaniano chasquea la lengua como paladeando la noticia y por la expresión de su cara parece que tiene un sabor amargo.

La verdad es que no esperaba grandes compromisos por parte de ellos, pero ser tan desagradecidos con sus rescatadores y ni siquiera despedirse de un compañero de fuga... me parece, al menos, decepcionante. 

Una vez encajada la noticia recuopera la compostura y ladea la cabeza, mirando con sus ojos velados.

Por mi parte permanezco fiel a lo que ya le dije. En lo que pueda ayudar, ayudaré, por supuesto.

El ithoriando asintió

- Estoy complacido por tus palabras, y también por tus valores señor Isseriol. Estoy seguro que la Mesopotamia ha ganado un gran aliado, ahora si me permite, acompáñeme hasta la sala de misiones, ahí es donde informamos a nuestros hombres de las últimas novedades y peticiones, también le explicaré como funcionamos aquí - hizo un leve gesto para que le acompañaras a la sala de misiones, estaba a pocos metros de la sala de mano.

Tras cruzar la puerta llegaste a una gran sala semicircular, estaba repleta de sillas y una gran mesa en el centro con un holoproyector donde se mostraba la galaxia.

- Bienvenido a la sala de misiones señor Isseriol, como ve, nuestra lucha contra el imperio apenas se ha hecho notar, pero es cuestión de tiempo. Nuestros núcleos operativos están repartidos por casi todos los sectores de la galaxia, sin embargo el núcleo profundo es más complicado de acceder, ahí es donde las fuerzas imperiales ofrecen su mayor resistencia, por el momento  -

- Como has podido comprobar, ofrecemos alojamiento, comida y una estancia agradable para cualquiera que desee formar parte de nuestra causa, sin embargo existen dos tipos de tripulantes a bordo de esta nave, aquellos que tan solo desean esconderse y los que realmente quieren ayudar a expulsar al emperador de su trono - hizo una leve pausa

- Te he traído aquí porque me gustaría que te unieras a nosotros como un miembro activo, necesitamos personas que puedan ayudarnos en diversas tareas y tu presencia aquí puede ser muy útil para esta rebelión. Nuestro capitán ideó un sistema por el cual recompensamos a nuestros operativos en  base a las tareas que han realizado a favor de la Mesopotamia o de la rebelión, de tal manera que si deseas tener privilegios y acceso a zonas más restringidas debes mostrar tu eficacia sobre el terreno ¿entiende lo que quiero explicarle? -

Si lo son, no lo sé. Puede, yo te diría que no. Pero puede.

Lock se centra más en la comida, puesto que la curiosidad era lo que la mujer quería satisfacer en aquel momento.

El intercambio de palabras había sido interesante, ahora había que ver que podía hacer aquella mujer. Entre otras cosas, porque prefería saber a qué se enfrentaba, si ella entraba en cólera.

Bueno, y que me dices de esos poderes. Cuando me enseñas de que eres capaz. Lanzas rayos, o fuego, o bailas desnuda haciendo a los hombres caer a tus pies.

Eso, sí que me lo creo sin necesidad de una prueba más empírica.

Lock sonrió, estaba jugando a un juego mortal, pero sería una estupidez no disfrutar durante el trayecto.

Naiana sonrió

- Cuando quieres, eres hasta gracioso - comentó mientras te observaba comer

- Cuando acabes aquí volveremos al apartamento, allí te mostraré algunas cosas y además te explicaré cuales serán tus primeros pasos y tus obligaciones  ¿de acuerdo? - entrelazó los dedos y siguió observándote.

La comida acabo como había empezado, y tras una pequeña caminata estábamos de vuelta en el apartamento.

Parecía un lugar lago cutre para una organización que quería conquistar la galaxia, pero quizás por eso mismo debía de ser seguro ante los espías del imperio.

No le gustaba tener la sombra de la bota del que sin duda, ha sido el mayor ejército galáctico de la historia de las estrellas. Pero no podía echarse atrás. Quería aprender.

Aunque estaba bastante cómodo, no se permitió olvidar, que además, estaba en la guarida del Rancor, y que debía tener cuidado.

Pero, aun así, se lanzo de lleno.

Bueno, empecemos, que puedes hacer, y como puedo yo hacer lo mismo. Sin rodeos, o clases de historia y misticismo, vamos a lo práctico.

Miro a la mujer con los ojos atentos, para ver que hacía, que clase de movimientos usaba. Como hacia su magia. Con suerte, aprendería rápido….

La cereana llevó su dedo índice a los labios.

- Silencio - comentó algo más inquisitiva

- Si quieres aprender deberás saber escuchar y percibir, yo soy quien instruye y tu eres quién recibe la formación así que no hagas nada de lo que puedas arrepentirte - te indicó que te sentases en una de las sillas. Ella se quedó en mitad de la sala, de pié, a unos escasos tres metros de ti.

- Debes saber que este poder es más importante que tu propia existencia, está dentro de cada ser, de todo lo que rodea esta mísera galaxia, pero solo unos pocos saben controlar su verdadero poder. Esa fuerza se obtiene de los sentimientos, del miedo, de la pasión, de la ira, aquello que sientes que te da fuerza física también potencia el poder que llevas latente, en tu caso será fácil sacar a florecer dicho potencial, pero antes debes aprender lo básico - cerró los ojos

- Este poder se centra en tres pilares básicos... el primer de ellos es la capacidad de sentir lo que nos rodea, más allá de lo que tu vista, tu oído o tu olfato pueda dictarte, así fue como yo te descubrí, sientes como un imán cuando hay alguien con éste poder cerca, es infalible. Lo increíble es que se puede aprender a potenciar dicha percepción o incluso a camuflarla para que pase desapercibida - hizo una leve pausa

- Después podemos alterar lo que hay en nuestro entorno, las mentes débiles pueden ser capaces de sucumbir ante nuestro poder haciéndoles víctimas de engaños o ilusiones, al igual que nos permite alterar lo que hay a nuestro alrededor y manejarlo a nuestro antojo - de repente observaste como varios muebles de la casa comenzaron a levitar más de 50 centímetros y empezaron a moverse.

- Y por último el poder de controlar nuestro cuerpo y nuestras capacidades y llevarlas hasta límites imposibles para un cualquiera, desde mejorar tus reflejos o hacerte prácticamente imperceptible ante tus ojos - en ese mismo instante Naiana desapareció de tu vista, se hizo invisible como por arte de magia, y todo se quedó en silencio.

Tras que ella le señala que tenía que estar callado, este hizo caso, un poco a regañadientes, no presto demasiado interés en las primeras palabras, pero cuando las cosas empezaron a moverse, los ojos del felino viajaban todo lo rápido que podían intentando descubrir cuál era el truco.

Y eso, cuando ya daba por sentado que no había ninguno. De alguna manera supo que aquello era real. Que todo lo que veía era cierto. Sin ninguna duda. Sintió algo extraño, como en el callejón.

La habitación había perdido luz por momentos, y de repente el golpe de efecto. Ella dejo de estar allí. Bien podría haberlo seguido todo el tiempo desde que subiera a aquel tejado. Bien podía haber estado siguiéndolo atrayéndolo hasta aquí.

Muchas preguntas se cruzaron en su mente. Pero no podía sucumbir al miedo, así que se concentro en buscarla. Buscarla no solo con los ojos, sino con todos sus sentidos, algo debía de delatarla. Algo debía de decir que estaba allí. Y lucharía por encontrarla, y que jamás volviera a perderse de su vista.

- Así se hace - comentó la voz de Naiana que de repente apareció tras de ti

- Te has concentrado para intentar buscarme y no solo con los ojos, así es como se empieza - te dio un leve golpe en el pecho

- Saber dominar esto es complicado y requiere mucho tiempo, pero sobre todo hay que tener la voluntad para entregarse a la fuerza y sobre todo al lado oscuro ¿te ves capaz?¿o reprimirás tus emociones? -

Lock estaba estupefacto, no había llegado a sentirla. Era como si hubiera percibido algo, justo antes de que ella decidiera aparecer.

Fuera lo que fuera que ella podía hacer, estaba claro que él no era capaz de enfrentarse a ella. Ahora se planteaba muy en serio, quien estaba marcando a quien en aquel callejón solo unas horas antes.

Sin duda, aprender a hacer esas cosas, sería bueno para él. Para su futuro, sin embargo, tendría que responder a lo que ella le decía para seguir adelante.

Sí, me veo capaz, y no estoy reprimiendo nada. O eso creo.

Bueno, que hago ahora. Porque quiero aprender a hacer eso.

Naiana asintió

- Aprenderás, yo me encargaré de ello - se acercó

- Ahora ya eres consciente del poder que tienes latente y que puedes desarrollar, ahora tan solo deberás ser constante en dos tareas fundamentales. Meditación, donde procurarás sentir la fuerza dentro de ti, canalizada a través de todas tus emociones; y la necesidad - aquello último no te quedó claro

- Tengo varias tareas que quiero que realices, necesito que pongas en ello todo tu empeño, tanto físicamente como mentalmente. Si curtes tu cuerpo con la experiencia de realizar estas operaciones comprobarás como poco a poco estarás entrenando la necesidad de expandir ese poder desde tu interior y canalizarlo al exterior. Esto no es algo que se aprende con los libros, se aprende con la práctica y sobre todo por la necesidad ¿quieres comenzar a trabajar? -

Pues claro.

La respuesta fue sencilla de dar. Pero después de haber hablado se pregunto qué precio estaba pagando a aquel demonio por sus poderes. Consumiría su propia alma.

Un poder que fuera etiquetado como Oscuro, era una advertencia de lo que podía venir. No había querido hacer hincapié en ese punto. Pensaba que si ella pertenecía a una orden, llamarían a su poder, de cualquier otra manera. Entendía que la gente normal pensara que fueran poderes oscuros, o demoniacos, sobre todo después de haber visto lo visto. Pero que fuera el lado oscuro de algo, le dejaba intranquilo, porque parecía también que había otro lado, quizás otro menos oscuro.

Y de alguna forma, sentía que aquella mujer le iba hacer perder su humanidad, perder sus criterios, para luego reclutarlo.

Lo entendía, podía comprenderlo, pero le horrorizaba no saber si seria así.

Así que dijo que estaba listo, se levanto de la silla y espero las indicaciones de su extraña mentora, con la incertidumbre bajo llave, al menos de momento.

- Excelente - replicó la cereana

- Tu primer objetivo será algo que te pondrá a prueba, hasta el momento has demostrado ser escurridizo y locuaz, pero no por ello voy a encargarte tareas sencillas. Quiero que viajes al borde intermedio, a las colonias humanas de Teyr, es un planeta desértico así que más vale que tengas tolerancia a las altas temperaturas - siguió explicando

- Necesito que localices un artefacto, estará bien escondido o en su defecto bien protegido, lo dejaron allí los antiguos maestros de las artes oscuras, quiero que lo recuperes y lo traigas para mi ¿te ves capaz? - después te pasó una terminal con unos planos.

- Aquí tienes el perímetro donde puede estar localizado tras mis investigaciones, así que no debería ser demasiado difícil -

Isseriol mira al techo, pensando unos instantes. Tras aclararse laa voz, dice de forma pausada:

Como ya le dije, mi idea es ayudarles en todo lo posible y no tengo ningún problema en unirme activamente en su bando, pero me gustaría saber como de vinculante es este acuerdo. Durante cuanto tiempo y en caso de querer abandonar la flota ¿podría?

El ithoriano no tardó en darte respuestas.

- No dudes en ningún momento tu capacidad para ser una persona libre, siempre que desees abandonar la Mesopotamia estarás en tu derecho, las personas que trabajan aquí lo hacen por su propia voluntad, jamás obligaríamos - tras esas palabras siguió explicando

- Como miembro activo se te encomendarían tareas especial en toda la galaxia, pueden ser en solitario o con un equipo, dependiendo de la naturaleza de las necesidades del momento, existen tareas de rescate, de investigación, de infiltración o incluso de reclutamiento, como verá señor Isseriol, siempre hay cosas que hacer y no nos sobra ni el tiempo ni el personal, además recibiría la eterna gratitud de esta célula rebelde y sabrías que estás luchando contra el mayor mal que sufre esta galaxia -

El mayor mal que sufre la galaxia es la ignorancia, que es éndémico de casi todas las especies inteligentes conocidas.

Corrige el arkaniano. Se lleva las manos a la espalda y comenta de nuevo:

Soy un científico, no un mercenario. Como tal, puede disponer de mis conocimientos. Pero creo que seré de poca ayuda en acciones bélicas.

El ithoriano sonrió

- Llevas toda la razón amigo mío, pero si además sumamos un imperio capaz de censurar y apresar a aquellos que no piensen de la misma manera y hacer de la galaxia un lugar sin libertad y con miedo a las represiones, las futuras generaciones jamás podrán saber lo que es la felicidad - con más calma comenzó a entrar en detalles

- No sois mercenarios señor Isseriol, sois miembros de una organización que aún está asentándose para realmente plantarle cara al emperador, no contratamos a las personas, les ofrecemos un lugar donde estar y un puesto donde ayudar, su caso en especial es bastante curioso a la vez que importante - se llevó la mano a su cuello y comenzó a rascarse

- Ya tenemos expertos de confianza en el campo de la medicina y la investigación en la nave, no por ello significa que no podría haber un hueco para usted, sin embargo ahora mismo necesitamos miembros activos en misiones que requieren mayor urgencia. Sé que usted no es un soldado, pero tiene el don de la palabra y sabe usar un arma y eso es más que suficiente para que pueda ser útil a esta causa. Conforme vaya ayudándonos con las tareas que le explico podrá ganarse su puesto dentro de los laboratorios junto al doctor Kan, pero ese acceso no está abierto a cualquiera -

Isseriol ladea la cabeza y hace un mohín.

Lo siento por el Doc. Kan. Seguramente se habrá emocionado pensando que un científico de mi caché iba a trabajar con él, ahora estará decepcionado. Pero anímele, dígale que colaboraré con ustedes y en menos de los que se esxtingue una estrella enana ocuparé mi puesto en ese laboratorio. ¿Y bien, que tengo que hacer?

- Él sabía que antes tenías que hacer otro tipo de tareas para poder trabajar en el laboratorio, sin embargo me sorprendió que me dijese que tenía por seguro que te vería trabajando con él codo con codo, puede decirse que ese hombre tiene una gran vista con las nuevas incorporaciones, no soy científico así que no sé qué pudo ver en ti - durante unos segundos el ithoriano pensó que aquella frase había sonado mal

- No me malinterpretes, quiero decir que sin apenas conocerte pensó que podías ser de utilidad en el laboratorio. Por el momento puedes retirarte Isseriol, eres libre de moverte por la nave, en cuanto haya una tarea para ti nos pondremos en contacto contigo - dicho aquello el ithoriano se despidió de ti con el gesto militar de la mano en la frente y se retiró.