Me confundí cuando escuché la respuesta de Tan -¿E-el cu-cuarto de Tamao?- pregunté... Porque al final pensé que sería en el mío, ¿no le dije a Ran que les dijera a las chicas que había una forma de hacerlo en el mío? Por un lado estaba aliviada, no tendría a muchas chicas en mi cuarto delante de mí para enseñar a hacer tarjetas... Pero por otro lado... Ahora me apenaba, no sé porque.
Antes de que pudiera responder, Yaya lo hizo por mi. Así que ayudaría solo a Ran... Me sentiría mal por las demás. Espero me lo perdonen... Si hay algo que perdonar, a lo mejor yo pensaba que se enfadarian y puede que no, no lo se.
Al final propusieron ir a mi cuarto, tarjeta y luego fiesta... Y Ran añadió lo de profesora que me hizo ruborizarme -Va-vale...- terminé asintiendo.
Y allí que os marchasteis las tres; Yaya, Ran y Yuki. Cuando llegasteis a vuestro cuarto, incluso resultó agradable estar por fin de regreso al lugar en el que mejor os encontrabais, y en donde podíais poneros cómodas.
En los escritorios había cartulinas, rotuladores y tijeras, así que todo era cuestión de elaborar un buen diseño.
Notaba cada una de las emociones que Rubí expresaba como propias, tan unida me sentía a ella que me pregunté qué había podido hacer hasta aquel día sin ella. Miré sus hermosos ojos sin perder ni uno sólo de sus brillos y me giré hacia ella cuando se sentó a mi lado.
Tomó mi mano y no podía apartar mi mirada de su rostro mientras mi mano se posaba en él.
- Rubí... - su nombre fue un susurro apasionado que se perdió entre sus labios.
Dejé que nuestro beso dijera todo aquello que ni la poesía había conseguido decir, que expresara cuan profundo era aquel amor. Cuando nuestros labios se separaron hundí mi rostro en su fragante cabello y la abracé apoyando la cabeza en su hombro.
- Estaría así para siempre...
Sonreí a mi compañera antes de prestar de nuevo atención a la explicación, lo sencillo hubiese sido imitar el patrón que nos habían dado ¡pero así no llegaría a ser la mejor costurera y diseñadora! así que improvisé un gato con un ovillo de lana mientras desviaba la mirada para cotillear que hacían el resto.
¡Entendido master! cortamos la escena cuando creas conveniente :)
Notando la sorpresa de Yuki, Ran explicó: “Transmití tu mensaje a las chicas preguntándoles si alguien más tenía un pórtatil, pero no respondieron a mi pregunta. Desde luego quedó el plan como trazado antes. Y a mí, muy egoístamente, no me parece mal, porque tú podrás ayudarme mejor ayudándome sólo a mí.” Ran sonrió con su sonrisa amplia, abierta, y algo traviesa.
En el cuarto de Yuki y Yaya primero Ran comenzó a hacer un diseño reflejando las ideas que tenía en la cabeza. Lo mostró luego a las dos chicas. “¿Qué pensáis?’ Esto os atraería para escogerme a mí como tutora?”
Me abracé a ella también después del beso, podia sentir la calor de su cuerpo, y el perfume de su piel y ropa.
-Yo también-
Literalmente, me quedaria así para siempre, hasta que vi la hora en el reloj de la pared.
-Mai, ¿ No tendriamos qué hacer los bolantes para las nuevas?... Q quiero decir, solo si tu quieres... claro-
Dije despues de separarme de ella por un instante, me sentia tan avergonzada que solte una risitq irónica, manteniendo una expresión apesadumbrada
Perdón por tardar, estoy tratando un asunto legal en Buenos Aires.
La clase de costura pasó bastante rápido. En un abrir y cerrar de ojos, Ayami se encontró con que había terminado y no le había dado tiempo a terminarlo.
-No os preocupéis si no os ha dado tiempo. El próximo día de club podréis acabarlo -dijo con seriedad Miyuki, mientras recogía las cosas.
-Bueno, Ami-chan. Yo no he conseguido terminar mi modelo. Creo que no se me da demasiado bien todo esto. ¿Cómo te ha ido a ti? -te preguntó mirándote con timidez.
-Eeeeh. ¿Volvemos juntas a Ichigo?
Las postales eran su siguiente parada. No sabían lo que estarían haciendo las demás, pero sin duda alguna, habría algunas muy bonitas. Conociendo a Tamao o a Mitsuki, iba a haber una competencia muy dura por realizar las más atractivas. ¿Y las nuevas? ¿A quiénes les tocaría tener una aprendiz?
No te preocupes. Esta partida va tranquila y hay tiempo ;)
-¡tardar más no quiere decir que se te de peor! las prisas y el buen trabajo no son buenos amigos- dije tratando de animarla -tómate el tiempo que necesites, si te esfuerzas verás como acabará dando un resultado que valga la pena- seguí antes de enseñarle mi trabajo de hoy -yo he hecho un bordado de un gato con ovillos de lana, quizá el próximo día le añada algún detalle, no sé- expliqué en señal de que no tenía por qué estar acabado aún aunque lo pareciese, que tendría que decidirlo tranquilamente.
-¡claro!- acepté la propuesta de volver juntas recogiendo mi parte para poder irnos.
-Gracias por todo- me despedí de la presidenta del club con una ligera inclinación antes de marcharme con Remi-chan.
-¿porque te apuntaste al club de costura?- pregunté curiosa a mi compañera.
Remon se encogió de hombros.
Pues... porque soy muy torpe en los deportes y todas las demás ya se habían apuntado a algún club, juntas, así que decidí probar algo diferente. Mi madre hace bordados así que se me ocurrió probar a ver qué tal se me daba a mí. Pero creo que no es lo mío -te explicó, mientras caminabais de regreso a los dormitorios.
-¡si es tu primera vez vas muy bien!- dije de corazón -mi primera experiencia cosiendo fue intentar hacer un muñeco con un calcetín... y no salió bien- admití mientras movía la cabeza en forma de negación y esbozaba con una sonrisa -pero no se lo digas a nadie o no me tomarán en serio como costurera- pedí llevándome un dedo a los labios y más bajito en señal de que se trataba de un secreto.
Remon sonrió ante tus palabras, y ya no dijo nada más en el resto del camino. Finalmente, tras un rato de agradable paseo, llegasteis a Ichigo, en donde visteis que habían chicas hablando en los jardines, en el vestíbulo y también entrando y saliendo, seguramente, regresando de los clubs.
Sin embargo, no viste a nadie conocido y eso siempre desanimaba un poco.
-Bueno, pues supongo que me iré a mi dormitorio. Ya nos veremos el próximo día, ¿no? -te dijo Remon-chan, tímidamente al llegar al pie de las escaleras.
Me llevé la mano al pelo y me lo pasé por detrás de la oreja en un movimiento instintivo.
- Ehm, sí, hagamos las tarjetas, quiero hacer uno que sea increíble, aunque no se me da muy bien - me reí ligeramente - ¿tienes hojas de colores o pinturas? Yo tengo algunas en mi habitación y también material de manualidades, ¿quieres que vaya a por ellas?
Miré alrededor y me levanté para ir hacia mi habitación a por mis cosas.
Si Rubí no dice nada, voy y vuelvo a mi habitación.
Bueno, por qué no vas a tu habitación y vuelves con los colores, o ¿esperas encontrar a Mitsuki?
-No, no hace falta, lo que necesites lo tengo aquí... -
Hice una sonrisa amable mientras me sonrio, arqueando las comisuras en una epresion de deleite, por que sabia qué rodo está en esta habitación.
-Podemos hacer lo qué tu quieras, yo tampoco soy muy buena dibujando, pero podemos hacer algo increíble para llamar la atención de las novatas, ya lo verás, será increible-
Temino por apreciar su hermoso rostro, y salto de la cama para buscar las cosas, nuestro primer trabajo juntas y estoy muy emocionada de poder ayudar y serle útil a alguien qué quiero por una vez.
Iba a salir para ir a toda prisa a mi habitación para coger el material cuando me dijo que ella tenía todo. Aparté un momento la mano del pomo de la puerta y me di la vuelta sonriendo.
- Genial, entonces hagámoslo - me acerqué a ella y esperé a que sacara el material mientras me sentaba en el suelo y cogía una hoja de color azul - aún no sé cómo hacerlo pero quiero que sea muy colorido y llamativo, para que llame la atención, pero con un toque elegante para que no parezca muy infantil.
Puse algunas hojas de colores en el suelo y varias pinturas en orden por color.
- Podemos empezar y luego mostrárselo a nuestras compañeras para ver qué opinan.
Era sólo por si Rubí decía que tenía el material. Si no tenía iba a ir y volver ^^