Aquel tipo estaba en una posición más que privilegiada, estaba en lo alto de las escaleras y tenía ángulo directo con todo el mundo, aparte de que estaba protegido de cintura para abajo por la balaustrada. En cambio, Anna no tenía protección, no había usado un arma en su vida y encima estaba situada en la planta inferior con un ángulo mucho menor.

Dos...

Aún sin poder andar, Iago preguntó al calvo una última cosa. Pues parecía que tenía toda la ventaja y les iban a echar de allí.

-¿Puedo al menos llevarme la mano como recuerdo? Total, no creo que ya valga de mucho.

¡Y tres! 

El calvo volvió a apretar las púas del peine que tenía entre las manos, esta vez apuntó al arma de Anna, que al no haberle quitado el seguro, por mucho que hubiera intentado dispararle no habría servido de nada.

El rayo acertó con suma precisión en la mano de la jovencita y el arma cayó al suelo. 

Como ya no parecía que supusieran ningún peligro, bajó la primera mitad de las escaleras aún apuntándoles. Sí, llévate la mano, pues no sirve de nada ya. Dijo molesto. Lo demás dejadlo y marchaos de una santa vez. O tendré que quitaros de en medio.

Faustina había permanecido todo esto tiempo junto al Tio que se parece a Buce Willis con la mano extendida esperando que le hubiera entregado el peine. No le tenía al alcance porque estaba en lo alto de las escaleras pero ahora estaba a su misma altura. 

Al ver que el hombre atacaba a la chiquilla no pudo más, se tiró en plancha con todo su tonelaje sobre el hombre, sin pensar dos veces en las consecuencias.

Por mucha electricidad que la disparara el peso es el peso.

Al final, Anna no había tenido el valor de disparar. Soltó un gritito de dolor al sentir el ¡zap! en su mano, haciéndola soltar el arma. Vio que en ese momento, la señora Faustina se lanzaba hacia el tal falso Willis. El hombre amenazaba, y amenazaba, pero seguían vivos...

Anna pateó la pistola en dirección al señor Avascal y corrió hacia el piso de arriba, para intentar ayudar a Faustina a forcejear por el peine.

Siguió a Anna pensando que tres contra uno podrían tener alguna posibilidad y más si Faustina ejercía algo de "presión" sobre el hombre. Corrió en dirección paralela a la rusa intentando cubrir su flanco e intentando mantenerse cerca de Avascal por si hacía falta ayudarlo para levantarse o darle la pistola. 

Faustina se lanzó sobre el calvo que estaba en mitad de las escaleras en un intento de sorprenderle pero no fue así. Aquel tipo ya no dudó ni un instante en lanzar el rayo que el peine provocaba para descargar gran cantidad de electricidad que dejó totalmente chamuscada a Faustina.

La mujer que había tratado de hacerse el héroe se había convertido en un cuerpo rígido con los pelos de punta que cayó al suelo contra la primera mitad de las escaleras.

Aggh... Aquel tipo hizo un gesto de molestia, sin duda parecía no querer agredir a nadie, pero tampoco estaba dispuesto a correr más riesgos y aquel grupo había decidido hacerse los héroes. Con lo fácil que habría sido marcharse de allí sin molestar...

Contra quien ya no le dio tiempo a disparar fue contra Anna que se lanzó detrás de Faustina para arrebatarle el peine. Ambos empezaron una lucha por el maravilloso objeto. Aunque no había que engañarse, una delicada mujer como Anna poco tendría que hacer contra ese hombre que se parecía a Bruce Willis. Por suerte, ahora Iago podía estirar el brazo y a duras penas, hacerse con la pistola y levantarse con la ayuda de Aryn.

Pero entonces el calvo gritó: ¡Jaime! ¡Corre! ¡Esto se está complicando! Por si no lo recordaban, aquel hombre no estaba solo, tenía un compañero en la otra habitación y no había dudado en llamarle mientras seguía forcejeando por el peine.

Anna escuchó el ruido que hizo el cuerpo de la señora Faustina, pero no podía hacer nada por ella. En vez de eso, empezó a forcejear con aquel hombre. Podía no tener la fuerza de él, pero tenía otra cosa: no tenía miedo de jugar sucio.

Así que sin dudarlo se lanzó a morderle la mano y a intentar darle patadas con la punta de su zapato, a clavarle las uñas e intentar lograr que soltara el peine.

El hombre también estaba forcejeando con Anna y tenía los mismos problemas en jugar sucio que ella. Cuando sintió como ella le mordía la mano, el tipo la agarró por el pelo con la otra mano y tiró de ella. Aquella batalla era de todo menos épica e incluso ridícula si alguien los miraba desde fuera. ¡Se estaban peleando por un peine!

Y entonces el hombre terminó ganando la pelea, pues la pegó un fuerte empujón que la tiró por las escaleras y disparó el peine contra ella dejándola tan frita como le había pasado a la Sra. Faustina.

Apenas unos minutos después, otro hombre esta vez un tipo que se parecía a Morgan Freeman disparó una pistola en la espalda de Aryn dejándola también gravemente herida.

Iago por su parte, hizo un amago de coger la pistola pero estaba tan mal herido que no le dio tiempo y recibió una segunda descarga eléctrica que hizo arder su traje.

Lo sé, se nos ha ido de las manos. Aquellas fueron las últimas palabras que los cuatro oyeron antes de morir.

Epílogo

¡Llegan las Navidades y como cada año, la familia Rocks hace su subasta anual!

¡Muy pocos son los afortunados de poder disfrutar de tan dichosa experiencia pero resulta que tú eres uno de ellos!

Hace apenas unas semanas te ha llegado la invitación a la subasta. Y obviamente no te la puedes perder. Los objetos que se sortean cada año son de lo más interesante y es muy probable que al menos uno de ellos sea ese objeto tan ansiado que llevas tanto tiempo deseando. Además, el año anterior un conocido tuyo te dijo que obtuvo uno que cumplía todo lo que deseaba.

En el fondo no le creías pero un buen día te lo mostró y pudiste verlo con tus propios ojos. ¡Era increíble! El objeto era una sencilla bombilla que cuando la frotaba contra su pelo ¡PUM! materializaba lo que él deseaba. Aquel tipo en menos de un año se había vuelto multimillonario y había podido cumplir todos sus sueños ¡Era como una lámpara mágica solo que sin genio al que pedirle los deseos! 

Este año era tu oportunidad, dudabas encontrar un objeto como aquél, pero ¿y si la familia Rock poseía nuevos objetos la mitad de interesantes que ése? ¿Cómo ibas a perderte la oportunidad de ir a semejante evento?

¡Era tu oportunidad de hacerte millonario, o al menos de pasar una fantástica velada!  Pues la familia Rocks era muy conocida por organizar unas fiestas de lo más interesantes y espectaculares. ¡No podías perdértela!

La Subasta Navideña que organizó la Familia Rock se volvió una auténtica pesadilla para ellos.

Una organización llamada "Los Cazadores de Reliquias" escucharon el rumor de la invitación a la subasta. Ellos no habían sido invitados, pero sabían que una familia muy poderosa de la ciudad habían obtenido un gran número de reliquias. Durante años habían investigado un acontecimiento prácticamente inverosímil pero real. El avatar de la Muerte se materializó hace aproximadamente unos 50 años en la habitación de un joven. Escogió ese lugar por simple azar y los objetivos que tenía el avatar aún son desconocidos.

Cuando La Muerte hizo acto de presencia, todos los objetos que estaban alrededor se imbuyeron de cierto poder. Hubo algunos cuyos poderes no servían absolutamente para nada, mientras que otros se dotaron de un poder casi divino. La familia Rock era una familia conocida por obtener gran cantidad de antigüedades, y obtuvieron diez de esas reliquias por error. De algunas sabían sus poderes, pero de otras nunca llegaron a averiguarlos. Pero un día, Los Cazadores de Reliquias los descubrieron y recibieron una amenaza: "O les daban todos los objetos que poseían, o irían a por ellos y los matarían". 

Esa fue la razón por la que los Rocks decidieron deshacerse de todos aquellos objetos. Llevaban años organizando subastas de objetos normales, sin poderes, ni ningún misterio. Quizá algún año se coló alguno, pero seguramente era por puro desconocimiento. Aquel año decidieron subastar absolutamente todos los que tenían. ¡Tenían que deshacerse de ellos antes de que los Cazadores de Reliquia les atrapasen!

Pero la invitación a la subasta llamó su atención. Y minutos antes de que los invitados llegaran a la fiesta, los Cazadores de Reliquias entraron por la puerta trasera y ataron y amordazaron a los señores Rock. Mientras tanto, su mayordomo, ajeno a lo que estaba pasando, decidió recibir a los invitados. Nervioso por el tiempo que estaban tardando fue a buscar a sus señores y fue entonces cuando la organización le disparó con el Peine cuyo poder era el de generar una enorme descarga eléctrica cuya potencia dependía de la cantidad de cerdas que se tocase al provocarla. Seguramente se habían puesto nerviosos y reaccionaron de una forma excesivamente violenta matando así al pobre mayordomo.

Mientras tanto, los invitados de los Rocks se dedicaban a charlar, ver y probar los objetos. Y fue en uno de esos momentos cuando escucharon el disparo que mató al Sr. Rock.

Tras subir a investigar, trataron de negociar con uno de los miembros de la Organización. Mientras tanto, los Rocks estaban atados y amordazados al final del pasillo. 

Aunque habían intentado probar todos los objetos, no fueron capaces de averiguar lo que hacían la mitad de ellos. Sí, habían descubierto que el reloj tenía una moneda que si tocaba cualquier cosa se convertía en oro. Eso fue lo que le pasó al pobre Avascal que por culpa de la codicia terminó convertido en una horrible estatua. También habían descubierto que la botella, a pesar de su desagradable sabor, te hacía sentir bien. Tan bien, tan bien, que incluso te podría recuperar de cualquier percance, incluso de la muerte. Pero solo te recuperaría una vez al día. Por eso La Organización no tuvo reparo en matar a los Rocks, aunque sí a los invitados pues no sabía si ya la habían usado o no aquel día.

Faustina se le ocurrió la genial idea de que quizá la mano fuera capaz de cumplir los deseos, efectivamente había cumplido ya cinco, pero solo le quedaba uno y lo gastó de la forma más estúpida, abriendo una puerta.

Faustina fue capaz de investigar la jarra, que tras beber algo de agua descubrió que la convertía en tres estados diferentes, vapor, agua y hielo, después de eso perdía su utilidad hasta el día siguiente. Aunque lo cierto era que a pesar de estar en ese estado, uno sería incapaz de desplazarse a su antojo. A su vez, también averiguaron que en la máquina de escribir había alguna especie de ser, realmente era el avatar de la Muerte, que era un tanto "graciosa" porque sabía mucho, pero no quería contestar.

Los invitados discutieron demasiado tiempo sobre qué hacer con los objetos y como intervenir. Al haber llamado la atención de la Organización anteriormente, estos ya eran conscientes de su presencia y finalmente intervinieron. A duras penas, tomaron la decisión de matarlos a todos. No eran unos asesinos, pero al fin y al cabo, "no les habían dejado más remedio".

Ahora la Organización era muchísimo más poderosa, porque había robado diez objetos más para su colección, que como habían podido comprobar al echar el vino sobre la taza, la combinación de los objetos causaba nuevos poderes. 

La pregunta era, ¿qué pasaría si La Organización llegaba a hacerse con todos los objetos? ¿Se convertirían en el mismísimo avatar de la Muerte controlando quién tenía derecho a la vida y quién no?

Fin

Los objetos:

El Peine: Era capaz de lanzar descargas eléctricas a distancia. Para ello había que frotar las púas, si se frotaban tan solo un par de ellas, lanzarían un rayo de poca intensidad. Si frotaban todas, el rayo sería capaz de matar a alguien al instante.

 La Llave: Era capaz de abrir cualquier puerta con cerradura, independientemente del tamaño y además, si se pensaba en un lugar con puerta, éste se abriría y permitiría "teletransportarse" a ese lugar. - Faustina no llegó a probar con ninguna puerta, porque yo le dije que la llave era demasiado grande para la cerradura. Aunque si aún así, hubiese insistido, la llave se habría adaptado al tamaño.

La jarra: Como he comentado antes, te convertía en tres estados de agua: vapor, agua o hielo. Solo que tras su tercer uso se perdía hasta el día siguiente.

La Botella de vino: Una vez al día te hacía sentir mucho más joven, o incluso te recuperaba de cualquier herida causada, incluso de la muerte. Pero su sabor es sumamente desagradable y dan ganas de vomitar.

 El abrecartas: Si le tocabas con él a alguien, eras capaz de generarle cualquier tipo de enfermedad o curársela

 La máquina de escribir: Este era el equivalente al objeto de Aryn, que buscaba "la Corona de Herodes". Era capaz de responder a cualquier pregunta e incluso, si así lo deseaba cumplir la voluntad de quien escribía. Pero para eso había que ganarse su confianza.

La Mano del Mono: Esta figura concedía cinco deseos. En cuanto un deseo se cumplía un dedo se cerraba. Actualmente ya habían cumplido cuatro deseos ¿Por qué creéis que los Rocks eran multimillonarios? Después Faustina logró que le cumpliera un último deseo. Sin duda el objeto más poderoso de todos y el equivalente a la varita mágica que Iago Avascal buscaba.

 La taza: Como ya comenté antes, este objeto es capaz de detener el tiempo durante un minuto. No tiene límite, pero para detenerlo siempre hay que dar un trago que no fuera el vino de la botella, que entonces se combinaban sus poderes y generaban una potente nube tóxica.

 El teléfono: Este objeto consistía en que tú marcabas el teléfono de una persona, y eras capaz de averiguar sus secretos más profundos. Iago tan solo marcó el número de emergencias, y tras escuchar solo pudo oír sentimientos de desgracias y problemas. El número no pertenecía a una persona en concreto. Era el equivalente al objeto de Anna, que buscaba un medallón que le permitiese averiguar las intenciones y sentimientos de otros.

 El libro: Este objeto no tenía nada en su interior, por eso averiguar lo que hacía era tan complicado. Pues había que golpear con él a alguien en la cabeza y te permitiría aclarar la mente y la cabeza estando más lúcido y averiguando ciertas cosas. Iago pudo sentir brevemente un atisbo de su poder.

 El reloj de cuco: En cuanto el reloj marcaba las horas en punto el cuco sacaba en tan solo un segundo una moneda de oro que todo lo que tocaba lo convertía en oro igual que la mano de Midas. El reloj siempre marcaba la hora exacta, por eso jugar con sus manillas no servía de nada. Era el equivalente al objeto que buscaba Faustina, si todo lo convertía en oro, podría vender esas cosas de oro y hacerse millonaria.