Partida Rol por web

Supernatural: Terror en los Andes

La nueva aventura

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10/12/2009, 23:57
Director

Toda la información que habeis conseguido antes de vuestro gran viaje.

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11/12/2009, 16:27
Director

Esta es la noticia que llama vuestra atención, en la sección de sucesos de un periódico de tirada nacional:

EL MUNDO

 

SUCESOS | A 15.000 dólares por litro

La caza de los 'Pishtacos'

 

 
Lugar donde fueron hallados los cuerpos descuartizados. | Efe

Lugar donde fueron hallados los cuerpos descuartizados. | Efe

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  • La red criminal supuestamente vendía la grasa para cosméticos
  • Descuartizaba los cuerpos y los derretía al calor de las velas

 

 

La leyenda del 'pishtaco', un vampiro andino de aspecto 'gringo' que asalta de noche a los incautos, los decapita, se alimenta con su carne y extrae su grasa para venderla se ha hecho realidad en Perú.

Tras dos meses de investigaciones, la policía ha capturado a tres integrantes confesos de la banda 'Los pistachos del Huallaga' y ha destapado la pesadilla. Más de 60 personas, la mayoría nativos y campesinos del valle del Huallaga, habrían sido asesinados de forma ritual para extraer sus tejidos grasos y venderlos a 15.000 dólares el kilo a extranjeros para la fabricación de cosméticos, protectores solares e incluso supuestos medicamentos anticancerígenos.

El modus operandi de esta banda, que actuaba como una hermandad religiosa, generaba pánico en la población pero, por temor a desaparecer, los campesinos no denunciaban los hechos y los convertían en mito.

Las desapariciones en el Valle del Huallaga son el pan de cada día en medio del conflicto generado por la presencia de los remanentes de Sendero Luminoso y los narcotraficantes. Por ello, la verdadera razón de muchas de las desapariciones de la última década habían permanecido ocultas.

La banda tenía 17 litros de grasa humana en "stock" que no había sido comprado

Acorralando al monstruo

Todavía la policía no ha aclarado como tuvo conocimiento de esta banda. Lo que sí ha revelado en el informe policial del caso es que para destapar a los 'pistachos', agentes de inteligencia se hicieron pasar por potenciales compradores de grasa humana y lograron contactar en la ciudad de Huánuco con 'Marcos' y 'Maria', alias de Serapio Marcos Veramendi y Enedina Estela Claudio.

"Marcos y Maria manifestaron tener en su poder 15 litros de grasa humana, cuyo costo era de 15.000 dólares el kilo, para lo cual hicieron entrega de una muestra como prueba", reza el informe policial. El análisis de esta muestra no dejaba lugar a dudas: era grasa humana correspondiente a un individuo de sexo masculino.

La policía siguió muy de cerca de los 'pishtacos' para destapar a todos los integrantes de la hermandad, compuesta por al menos 10 hombres y mujeres de Huánuco y de Lima. Unos se encargaban de decapitar y de sacarle los órganos a la víctima, otros del proceso de destilación de la grasa y su posterior envío a Lima y los últimos de la cadena se ocupaban en Lima de vender a precio de oro líquido el siniestro producto, que se envasaba en botellas de gaseosa.

La confesión

Serapio Marcos Arizmendi ('Marcos') fue detenido en el 'laboratorio' de la hermandad, en un recóndito lugar del valle del Monzón. La casa de los horrores, una precaria vivienda de adobe, escondía en su interior el tórax de la última de sus víctimas, Abel Matos Aranda (27). Su cabeza estaba en el 'Cerro Quemado', una inaccesible quebrada no muy lejos del laboratorio, donde arrojaban los restos no aprovechables de los cadáveres.

La preparación de la víctima para obtener su grasa estaba inmersa en un ritual, realizado, según el informe policial, por mujeres. La cabeza era cercenada por 'la wincha', una especie de hoz, para posteriormente proceder a la amputación de las extremidades.

Frente a la cámara de video de la policía, Serapio Marcos Veramendi, pillado en pleno proceso de destilación, confiesa con detalle la técnica que llevaba aplicando más de 10 años.

Policía: ¿Cuántos días llevas aquí?

'Marcos': Dos días

Policía: ¿Sin salir? 'Marcos': Sí, lo dejamos aquí chorreando�Acá he armado el trípode yo, lo cubro de plástico y después prendo vela

(Según confirma el informe policial, colgaban el tórax de sus víctimas con un gancho metálico que pendía de un trípode artesanal armado con palos. Cubrían el perímetro del trípode con un plástico y colocaban debajo del cuerpo colgado varias velas para poducir el calor necesario para que gotee la grasa)

Policía: ¿Oe, y la cabeza de este pata?

'Marcos': Todo está por debajo del río

Policía: ¿Tú te has llevado la cabeza y los órganos del cuerpo?

'Marcos': Ajá, si

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11/12/2009, 16:36
Director
¿Qué es un "Pishtaco"?

El pishtaco o nakaq es un personaje legendario de la tradición andina peruana. La palabra pishtaco proviene del quechua pishtay (cortar en tiras); La leyenda del pishtaco o pishtaku como asesino a sueldo surge entre la población de los Andes peruanos, en especial en los departamentos de Junín, Huancavelica, Cuzco, Ayacucho, Apurimac, Pasco y la sierra de Lima.

Según Tauro del Pino en su diccionario enciclopédico del Perú se trataría de un bandolero cuya ocupación es asaltar mujeres u hombres solitarios. Degüella a sus víctimas para comer su carne en forma de chicharrones y vender la grasa. O bien las entierra, a veces con vida, para fecundar la tierra o dar solidez a las construcciones. La figura del pishtaco aparece desde muy antiguo en la tradición quechua, ya en épocas prehispánicas se tienen noticias de sicarios enviados por los grupos de poder o por etnias rivales para eliminar a personajes importantes o simplemente diezmar la población. Ricardo Palma menciona en sus Tradiciones Peruanas (Los Barbones) la figura del pishtaco o naqak en Cuzco, narra la agresión que los indígenas cuzqueños infringieron a un grupo de betlemitas acusándolos de pishtacos, pues a decir de estas personas los buenos frailes secuestraban personas a quienes extraían la grasa para elaborar los ungüentos con que curaban en el hospital que ellos tenía al costado de su iglesia y monasterio. Una rápida revisión al imaginario colectivo de los andes nos dará en claro algunos puntos comunes que constituyen la personalidad del pishtaco.

Su aspecto

Suele tratarse de un extranjero, un foráneo. Lo describen como un hombre alto y rubio de ojos claros y complexión atlética.

Su modus operandi

El pishtaco es un bandolero solitario, carece de compañía o apoyo, si es capturado por la población se matará sin duda a fin de no revelar sus secretos; no así si lo capturan las autoridades pues se cree que actúa bajo el amparo del gobierno como un agente secreto. Actúa protegido por la soledad de los caminos que unen los pueblos, ataca a personas solas que viajan distraídamente; las espera en un recodo del camino y las degüella inmediatamente sin darles posibilidad de defensa. Para ello utiliza una especie de cuchillo corvo muy afilado y grueso que esconde entre sus ropas.

Las víctimas

El pishtaco no mata por el gusto de hacerlo, ni tampoco indiscriminadamente; ataca sólo a personas de bajos recursos, viajeros; al poblador común; se cree que es enviado por alguien poderoso, probablemente un extranjero, con un fin específico. Los cadáveres de sus víctimas son utilizados para extraerles la grasa y utilizarla en diversas cosas. Hemos escuchado versiones bastante dispares sobre el uso de esta grasa humana (para preparar jabones finos, como lubricante para maquinarias de alta tecnología, ungüentos curativos, cremas de belleza, incluso combustible para aeronaves y cohetes espaciales), al parecer todas las versiones confluyen en la extracción de la grasa del cuerpo para comercializar con ella. Se dice que los colonizadores asentados en la zona andina asesinaban a pobladores comunes bajo cargos de herejía o desacato.

Un asesino protegido

Si bien el pishtaco actúa de manera solitaria, recibe apoyo indirecto. La población esta convencida de que el pishtaco es un agente del gobierno o que - pudiendo ser enviado de un país extranjero - cuenta con el respaldo de los poderes locales haciendo que este pueda gozar de total impunidad. Es esta la principal causa por la que la gente no se ha animado a denunciarlos, pues temen que al hacerlo sean castigados o desaparecidos por atentar contra los intereses económicos del estado.

 

 


 

Esta es la información que habeis sacado de un portal de internet. Que sea fiable o no, eso es a vuestro criterio, podeis compararlo con la información del periódico anterior.

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11/12/2009, 16:42
Director

Columna en el periódico Correo Cusco:

Pishtacos y Boludos

El pishtaco es un personaje imaginario de la tradición andina peruana. La figura del pishtaco surge en los departamentos de la sierra central y sur del Perú.

La leyenda describe al pishtaco como un hombre alto, rubio, de ojos claros y contextura atlética, extranjero o foráneo.

Los indígenas creen que el pishtaco actúa bajo la protección del gobierno, como una especie de agente secreto. Se dice que no mata por gusto. Ni tampoco indiscriminadamente. Mata a personas de bajos recursos a las que extrae la grasa del cuerpo, la que luego vende (¿?).

Esto es tan alucinante como lo que le ocurrió a la misión humanitaria del Ejército de EE.UU. en Ayacucho: los indígenas protestaron violentamente contra la construcción de un hospital, pues decían que lo que verdaderamente querían hacer los gringos era experimentos macabros con los pacientes. También nos enteramos del caso de los pobladores de un pueblito de Huancavelica que impidieron la construcción de una central hidroeléctrica porque decían que iban a gastarse toda el agua del pueblo (¿?).

Sentimos vergüenza ajena porque la prensa y la propia Policía afirmaron que estos pishtacos sacaban la grasa humana y la vendían a US$15 mil/litro. ¿A quiénes? No se sabe.

¿Por qué no comprarían la grasa humana en las clínicas de cirugía estética, donde cientos de gorditos y gorditas dejan en el quirófano miles de litros de grasa que les extraen de sus cuerpos? Grasa además aséptica y no contaminada, como es la de esas botellas de los pishtacos llenas de microbios y suciedad.

Lo que pasa en realidad es que estos criminales que se autodenominan pishtacos son muy vivos, pues probablemente sean sicarios del narcotráfico y, como tales, pueden ir 30 años presos... Pero si se declaran simples pishtacos, les darán entre 10 y 15 años... Y a lo mejor sólo los meten al manicomio por un tiempo corto.

La noticia de los pishtacos no ha sido una cortina de humo... Pero sí una gran cojudez, que pone en ridículo al Perú.