Después de analizar las distintas opciones, el grupo de centinelas decidió contactar con la bloguera. Apenas se presentaron como recién llegados, Chang'e Jade se mostró entusiasmada y les exhortó a que se reunieran con ella en su habitáculo.
-Tenéis que venir a verme y probar mi café elaborado artesanalmente en la Luna que guardo para las visitas especiales. Para las visitas muy especiales. Así que sois comerciantes de chatarra, ¡Oh! ¡Qué fascinante! ¡Tenéis que venir a verme de inmediato y hablarme de vuestros viajes!
Los centinelas concertaron una cita con ella y se dirigieron a su habitáculo. Mientras cruzaban New City, detectaron un recelo generalizado por parte de los pocos habitantes de Kongyún que se cruzaron que cuchicheaban a sus espaldas y les lanzaban miradas algo hostiles. Las puertas de algunos de los negocios se cerraron a su paso y en la realidad aumentada apareció el letrero de "Comercio cerrado".
A mitad de camino, un grupo de rebotadores se cruzaron con ellos. El que parecía el lider les dirigió la palabra.
-Ey, vosotros. Comerciantes de chatarra o lo que quiera que seáis, id a rapiñar a otro lado. En Kongyùn no sois bienvenidos.
Y siguieron su camino hacia un comercio de RX(Reproducción de experiencias).
Os dejo hasta mañana por si queréis hacer algo. Si no decís nada, avanzo hasta el habitáculo de Chang'e Jade.
Rebotadores: Los rebotadores son humanos adaptados genéticamente a los entornos de gravedad cero y microgravedad. Sus piernas son más flexibles, y sus pies son capaces de agarrar cosas igual de bien que sus manos.
Chi caminaba atento a todo lo que pasaba a su alrededor. No le pasaba por alto el rechazo que todo el grupo generaba a su paso y no descartaba que alguna pandilla de maleantes pretendiese agredirlos por el simple hecho de venir de fuera.
Se puso a la defensiva cuando esos reboteadores se metieron con ellos. Pero visto que la cosa quedaba en una chanza y nada más, decidió ignorarlos y seguir caminando en dirección a su destino. Antes de llegar, paró en algún sitio para cogerle algún detalle a la bloguera. Algún dulce, alguna botella de algo...Aunque parecía más que dispuesta a hablar, nunca estaba de más allanar el camino.
Si Amal no fuera apacible, les seguiría hasta el comercio de RX para arrinconarlos y preguntarles porqué no eran bienvenidos. Pero le gusta pensar en si mismo como un profesional, y aunque la falta de hospitalidad es para él, de familia, un crimen, piensa que es mejor pasar por un cobarde chatarrero, y apuntar los sensores ópticos al suelo.
- A no ser que te apetezca darles una lección, cuervo- Le dice a Njal.- Al fin y al cabo aquí somos dos..
Svafa caminaba más atenta a los cierres que se iban echando ante ellos en la realidad aumentada que en la "realidad" misma, por lo que, cuando los rebotadores empezaron a increparles, su sorpresa fue doble. Abrió la boca para contestarles, pero al ver a Chi adoptar una actitud a la defensiva y a Amal desviar sus sensores hacia el suelo, lo pensó mejor. Quizá sería mejor mantener la boca cerrada y hacerse pasar por una chatarrera pusilánime.
- Reformula tu pensamiento, pies de mono, estos chatarreros están invirtiendo en que tu "casa" no se caiga a pedazos en los próximos meses.- No, no, ella iba a jugar a la chatarrera bronca y deslenguada. Que eran la mayoría de los chatarreros que ella había conocido. Miró desafiante a los rebotadores mientras hablaba, pero no perdió el paso de sus compañeros y giró la cabeza con desdén cuando pasó de largo, como si no le mereciese la pena escuchar la replica que pudieran tener preparada para ella.