Alycia tenía muchas cualidades de la perfecta compañera de piso: tranquila, silenciosa, prudente y muy limpia, cada dos por tres hace limpieza profunda de la planta baja de la casa, sin que de muestras de que le moleste que Kate haga menos o que directamente no desempeñe esa tarea, lo hace porque quiere y en consecuencia no exige nada a su compañera. Desde luego no atosigaba a Kate para que le contara cosas, le apeteciera o no, no la atosigaba con preguntas y tenía un espectro muy pequeño de preguntas que contestaba cómodamente: Su día a día, las labores de Karanda y todas las cosas profesionales que fuese necesario.
Se la veía con ganas, extremadamente activa y con muchas ideas para mejorar el pueblo en la cabeza, quizá demasiadas, como si estuviese algo obsesionada con trabajar en demasiados asuntos y dejando de lado el dormir y descansar lo necesario, comer a sus horas adecuadas y en buena cantidad. Como persona dedicada a la sanidad, Kate se ha dado cuenta de que su aspecto a empeorado desde que llegó, y que de seguir así podría incluso caer enferma. Pero no parece buena idea sacarle el tema, por lo menos de manera directa.
Kate sabe que Alycia no se relaciona con prácticamente nadie, que se pasa el día trabajando en el huerto de Marcel – que es evidente que le cae normal, pero nada más allá de trabajar cordialmente- y luego en la casa sacando adelante el huerto propio que se ha empeñado en poner en marcha. De esta tarea tan dura tiene bastantes heridas en las manos, en principio sin gravedad, pero que nunca ha pedido a la enfermera que les eche un vistazo o directamente que se las cure.
También sabe que está esforzándose en crear abonos y productos que favorezcan la producción del huerto y que tiene conocimientos de electrónica, ha estado unas cuantas tardes trabajando en una pieza que le pidió Harrison, para las cámaras de seguridad que van a proteger Karanda. Se nota que se apasiona con cualquier tarea que le manden.
Aunque para la gente que se cruza y con las que apenas tiene trato pueda parecer brusca y distante, Kate ha ido comprobando que con ella poco a poco parece menos tensa, nunca ha parecido incómoda porque viva con ella e incluso cree que con ella en particular está empezando a relajarse, a hablar más sinceramente e incluso buscándola para hablar algunos temas, como si realmente se tratara de que no sabe relacionarse bien con las personas -sobre todo con las que no conoce- a que no quiera hacerlo.
Pese a esta aparente relajación paulatina, Kate todavía no ha visto a sonreír a Alycia en ningún momento, nunca parece estar suficientemente relajada como para que eso ocurra, o directamente nada le parece divertido. Todo podría ser.
Desde el día ocho de mayo está algo distinta, parece un poco enfadada con el mundo, a la vez que se la ve casi frágil, como si estuviera curándose de una herida psicológica, más vulnerable y melancolica, aunque intenta disimularlo permanentemente y no ha dado ni la más mínima pista sobre que puede ser lo que le ha pasado que le ha afectado de manera tan evidente.
Kate no había compartido piso con nadie antes. Podría haber vivido en la residencia de estudiantes de la universidad, pero no estaba muy dispuesta a compartir casa con nadie. Vivía con sus padres y mucho que era eso... Aguantarlos era sin duda una odisea. Pero ahora, se encontraba con que tendría que compartir piso, cosa que no se imaginaba en absoluto. Creía que en Karanda podría trabajar y conseguir un piso para ella sola, como era lo normal antes del virus. Pero se dio cuenta que aquello era una comunidad que debían de ser como una especie de familia si querían salir adelante. Aceptó vivir allí, no tenía problema, aunque hubiera preferido vivir sola. Y estaba muy agradecida a todo el mundo por dejarla vivir allí. Ahora podía comer, tenía una cama donde dormir y podía hasta bañarse, era increíble.
Su compañera no parecía mala persona, era amable y entregada. Pero era seria. Seria como ella sola. La personalidad de Kate no era en absoluto como la suya, quizá por eso, Harrison había decidido que vivieran juntas, para ver si de alguna forma se complementaban. Kate, a pesar de tener sus momentos, solía tenerlos a solas. No iba mostrando signos de trauma alguno, o de sentirse mal psicológicamente. Se mostraba lo más alegre que podía, con energía siempre. Y así era al principio con Alycia, hasta que en cierto punto, se dio cuenta de que gastaba sus energías. Comenzó a ir conociendo a su compañera de piso y a darse cuenta de que podría ser un poco más ella, sin intentar ser súper amable y simpática todo el rato. De hecho, Kate lo agradecía. Así que no es que ahora se mostrara más borde, pero si más "normal". Con sus momentos de risa, pero sus momentos de seriedad también. Si no le apetecía sonreír, simplemente, no lo hacía. Cosa que quizá con otros, si se veía algo más forzada a hacer.
La relación con Alycia se había ido consolidando con los días, se sentía cómoda y no tenía ninguna pega en compartir piso con ella a pesar de que en principio prefería vivir sola. Ayuda a limpiar, tanto la planta de arriba como las zonas comúnes para no dejarle todo el trabajo a ella, aunque no es ni mucho menos tan activa como su compañera. También le echa una mano en el huerto cuando hace falta, si no está con Kaori inventariando y ordenando todo lo que tienen para poder abrir una "clínica" propiamente dicha cuanto antes. Los conocimientos que Kate tiene de electrónica no son gran cosa, pero si sabe lo justo y necesario como para poder ayudar a Alycia con el tema de las cámaras de seguridad junto con Harrison, por lo que en alguna ocasión, también ayuda a estos. Pero la mayor parte del tiempo lo invierte en inventariar, ver la calidad de las medicinas y su estado, colocarlo en "unidades médicas" necesarias para X tipo de internvención y pensar cual podría ser la clínica y que hará falta para llevarlo acabo.
Poco a poco, va cogiendo más confianza con su compañera. Hablan sin tener realmente la necesidad, sino, por gusto, por el placer de charlar un rato. Y de manera progesiva se va notando que el lazo entre ambas se va estrechando, pero a una velocidad moderada, una velocidad cómoda para ambas, nada forzada. La casa está limpia y ordenada. Juntas hacen varias tareas, mientras que en otros momentos, están cada una en sus labores. Kate se preocupa por la salud de Alycia y más aún, últimamente que se encuentra algo más cabizbaja. En algún momento, dejará de optar por dejarla tranquila e intervendrá para ver si puede ayudar.