Nadfa aguantó a duras penas a los ruidosos participantes que estaban frente a ella. Para abstraerse, estuvo observando los detalles de la estatua del Héroe del Tiempo.
Finalmente le tocó el turno de inscribirse, por suerte, antes de que se le agotase la paciencia. Iba a inscribirse con un nombre falso, pero al ver aparecer los brazaletes de los participantes anteriores y comprender qué simbolizaban, decidió no hacerlo.
Se quitó un guante mientras decía su nombre y el anciano lo apuntaba. Dejó su huella en la hoja y apareció su propio brazalete. Lo tomó con satisfacción y se lo puso. ¡Por fin iba a realizar su sueño!
Miró alrededor para ver por dónde debería ir ahora.
El funcionario nombra a todos los participantes. Casualmente aunque ninguno nos conozcamos todos hemos coincidido anteriormente en la plaza asumiendo algún que otro papel durante el incidente del deku. Así que después de oír la lista estampo mi huella al lado de mi nombre ocurriendo algo mágico: tanto mi nombre como mi huella desaparece y de la nada aparece un brazalete en mi muñeca derecha con el escudo de Hyrule.
- ¿Qué demonios? - Blasfemo ante la sorpresa. Así que me acerco de nuevo al funcionario. - Disculpa señor. ¿Qué esta pulsera?
- Este brazalete es vuestro pase al interior del templo mañana durante la ceremonia de inauguración. Además os será útil para identificaros y distinguir vuestros rivales en el transcurso de la competición.
Muchas gracias señor. Hasta luego.
Observo la escena en busca de Lil.
Oye Lil, entonces, ¿Esto empieza mañana?.
En ese momento, escucho desde atrás al funcionario diciendo que mañana entraremos en el templo.
¿Escuchaste eso? Creo que me ha respondido... ¿Vamos a ver si conseguimos lo que estaba buscando?¿O tienes algún plan?
Entonces, me llega un recuerdo a la cabeza.
Espera, un tal Goro me pidió un favor. No sé si hacerle caso... Decía algo sobre un viejo, seguro que es un viejo loco. Cael, -Digo mirando hacia mi compañera voladora- ¿Te apetece ir a ver al viejo?
Me voy de nuevo al castillo de Hyrule para mostrar mi brazale a Sheik
El arduo día finalmente llega a su fin cuando caen los últimos rayos de sol detrás del castillo y la ciudad se duerme después del intenso jornal.
Cada uno se las ingenia para encontrar un lugar donde descansar antes de la esperada fecha en la que los juegos darán comienzo:
Tolola y Garmani finalmente convencen a Myiai para ir a ver el viejo doctor que no cabe en sí de gozo por poder charlar tan de cerca con un hada de los bosques kokiri. Luego, el dr. Borbille os acompaña a todos de buena gana a la bolera bombachu, donde Mecha impaciente ya había perdido toda esperanza. Con unos pequeños movimientos la maquinaria estropeada vuelve a la normalidad y todos podéis disfrutar de un intenso y emocionante torneo de bolos antes de ir a dormir.
Nadfa y William aprovechan las últimas horas de tranquilidad, cuando la luz de la luna deja las calles vacías de todo el jaleo, para pasear tranquilos y quizás buscar el calor de la chiminea en la posada Stock Pot
Sadalsuud por su parte vuelve al castillo donde Sheik le propone pasar la noche y con el que se quedan charlando hasta bien tarde rememorando antiguos tiempos y recordando su linaje.
FIN del periodo tutuorial/escena1. Pasamos a la Escena2: Comienzan los juegos
pd: Si quereis añadir algo a la resolución final de esta escena, sentiros libres de ponerle el toque final al día
Yo quería ir a la galería de tiro, o algo similar, a ver si me decían donde podía conseguir un tirachinas... :O
Se viene Lil con nosotros, o y a la perdemos de vista?
PD: La otra escena, puedo leer los posts desde las novedades, pero no puedo entrar en ella desde la partida... :S
Después de inscribiros Lil te dice que se le ha echo tarde y se marcha dando saltos despidiendose hasta mañana.
Em la galeria de tiro te derivan al bazar diciendote que no están autorizados a la compra-venta ya que allí solo se practica la puntería con algunos juegos.
Es en el bazar donde finalmente encuentras lo que buscabas, de echo en la enorme tienda hay prácticamente todo lo que uno pueda querer o de lo que quiera desacerse.
El tendero entonces te ofrece un tirachinas normal, tiene varios pero no parece haber diferencias relevantes entre ellos.
- Serán 90 rupias niño y las nueces deku cuestan 2 rupias la unidad, por si te interesa...
Vaya, me será imposible... No tengo tanto dinero. De todas formas, le prometo que volveré cuando tenga el dinero. Muchas gracias.
Y después de la cara de tristeza que me ha dejado escuchar el precio del tirachinas, trato de esbozar una forzada sonrisa, como señal de educación, y tratando de ser simpático.
Ya nos veremos.
Y me doy la vuelta, disponiéndome a salir para buscar donde pasar la noche.
Tras saber que hasta el día siguiente no comenzaría la competición, y no ser abordada por nadie, Nadfa decidió que ya no pintaba nada en aquel lugar y se marchó.
Con el paso de las horas, las calles se fueron despejando y Nadfa se sintió más calmada. No estaba acostumbrada al gentío. El sol ya bajaba, de manera que la gerudo se planteó el dónde dormiría. Al principio pensó en ir a una taberna, todo un lujo y una celebración, pero al final se decantó por no hacer gastos absurdos, comer lo que le quedaba en la mochila y dormir en un tejado, arrebujada en su capa.
Subió a un tejado bajo, de fácil acceso gracias a un carromato parado junto al muro, y se tumbó en él. Cenó mientras observaba la puesta de sol, y pasó el resto de las horas observando las estrellas hasta que se durmió.