Partida Rol por web

Una de las aldeanas a la que le habíais salvado la vida no dudó en ir corriendo hacia tu presencia una vez que todo había acabado.

Era indudable que todos los aldeanos estaban eufóricos al ver como el rey se había molestado en acabar con la amenaza en primera persona.

Nadie sabía de donde provino la amenaza, pero lo importante ahora es que estaban a salvo.

La mujer, se arrodilló ante ti. En sus manos portaba un pequeño cofre.

- Su majestad... sé que solo soy una humilde campesina... pero nos habéis salvado la vida aquí y ahora... no tenemos mucho que ofreceros, y menos a usted que poseéis todo aquello que la nobleza merece... pero hay un humilde obsequio que ruego aceptéis - agachando la mirada alzó las manos. Se trataba de un pequeño cofre de madera con un acabado metálico con adornos bastante llamativo.

Veo a la campesina que se inclina ante mi para darme el regalo y si bien estaba acostumbrado a que lo hicieran en el castillo,le ayudo a levantarse dado que en estos momentos mas que el rey de Hyrule volvía a ser el Héroe del Reino,y así se lo hice entender al mostrar mi rostro de aceptación y aceptar su regalo,por lo cual a continuación llamo a Epona para subirme a ella y continuar con el viaje.

Solo una vez que estuviese lo suficientemente lejos del pueblo,me bajaría para abrir el cofre y mirar su contenido.

No sabía lo que podría ser,pero esperaba que me ayudase en mi búsqueda con respecto de nuestra hija,en el pasado muchos de los objetos y cofrecitos que los ciudadanos me entregaban servían para combatir el mal.

La mujer evidentemente parecía estar muy agradecida de que aceptases su regalo.

Abriste con cuidado el pequeño cofre para comprobar que en su interior había un objeto que a simple vista parecía simple; se trataba de una vela con una particularidad muy especial: siempre permanecía encendida y su fuego no quemaba. ¿Era acaso un simbolismo de justo lo que necesitaba vuestro reino?¿Luz en los días de oscuridad?

Tras una hora de trote los vientos venidos del mar comenzaron a embriagarme con su olor salino. Unos diez minutos despues comenzé a vislumbrar la mar azul al fondo y por fin la playa. Aquel sitio era precioso y alguna vez cuando nuestra hija era pequeña, habiamos venido a pasar el día a la playa para que pudiera jugar en la arena y bañarse en las cristalinas aguas de la zona. 

Pero aquello habia sido hacía mucho tiempo y al pensar en la pequeña princesa en manos de lo que fuera que se la habia llevado apartó como si de un manotazo fuera los alegres pensamientos de su hija jugando en la arena.

Finalmente y tras buscar un buen sitio donde amarrar a mi caballo y que fuera visible desde el camino, comenzó a buscar por la zona algún tipo de material que le sirviera para hacer una balsa o una barca..., algo que le permitiría navegar hasta el otro lado hacia el pantano.

Trás un rato deambulando por la playa y pequeños bosquecillos que había junto a ella consiguió el suficiente material para hacer una balsa improvisada. Seria algo precaria pero seguro que aguantaría...

Bien...,tengo las maderas..., las cuerdas para atarlas que recogí de las hiedras que cuelgan en aquellos árboles...,musgo y barro para que no entre el agua y cerrar los huecos entre los troncos y..., gracias a los dioses que encontre un trozo de tela en aquella barca varada...,si la coso con mi manto podría hacer de vela improvisada...,Bien...,esto me llevara un tiempo...

Entonces sacó de las alforjas hilo y aguja y acarició a Tingle que parecía que se encontraba nervioso.

Tranquilo chico...,todo está bien...-Susurró al oído del animal para calmarlo.

Cuando tuvo todo preparado se dispuso a construir la balsa que los llevaría a los pantanos...,con un poco de suerte lo tendría terminado para cuando Link llegase.

Una vez que compruebo el contenido del cofre y me sorprendo al ver que era una vela con un fuego que no hacia daño y permitía ver en la oscuridad me alegro un monton de tener semejante objeto conmigo,y a continuación lo vuelvo a guardar en el cofrecito,vuelvo a subirme a Epona,para reemprender la marcha con ella y esperaba que aquella vela nos permitiese a mi fiel corcel y a mi,surcar lo que se vendría mas adelante.

Era hora de reencontrarme con mi amada esposa,para continuar con la búsqueda de nuestra hija.

Sabía que habría mas problemas en el camino,pero mientras nos mantuvieramos juntos y tuviésemos la esperanza de reencontrar a nuestra pequeña,la trifuerza nos guiaría,dado que ella siempre estaba atenta y observaba en general a todos los habitantes de Hyrule.

Tras dedicar tiempo, mucho esfuerzo y bastante pericia; la reina fue capaz de construir una balsa que podía soportar tanto su peso como ser viable a la hora de funcionar en el mar.

Ahora tan solo se necesitaba arrastrarla al ancho mar y comenzar a remar rumbo al pantano. No debería ser un trayecto demasiado largo pero estaba claro que sin la ayuda del transporte hubiese sido prácticamente imposible.

¿Sería hora de esperar a Link?

Tras liberar al pueblo continuaste con el rumbo fijo; llegaste hasta la costa, donde el inmenso mar te separaba de continuar tu paso por el pantano.

Era evidente que a nado era imposible cruzar aquella masa de agua, sin embargo no todo estaba perdido puesto que en dicha costa estaba Zelda, quien parecía haber construido una balsa con bastante pericia.

Ví a mi amado desmontar del caballo y una enorme sonrisa iluminó mi cansado rostro. Estaba bien y de nuevo volvíamos a estar juntos.

Limpié el sudor de mi frente y estiré mis agarrotados miembros, a fin de cuentas la construcción de aquella balsa había sido un trabajo arduo para una sola persona pero bueno, al final parecía que aguantaría.

Sin decir una palabra le mostré con orgullo a Link la pequeña balsa que había construido y le hice un gesto para que me ayudase a llevarla hasta la playa.

Que te parece lo que a construido tu mujercita ¿Eh?, para ser una reina no se me importa mancharme las manos - Dije guiñando un ojo a Link con la intención de aliviar la presión de nuestros corazones, mientras mantuvieramos el humor no habriamos perdido completamente la esperanza...

Finalmente la barca la barca llegó arrastarndose  hasta la orilla, las gaviotas volaban sobre nosotros emitiéndo sus caracteristicos graznidos mientras la fresca brisa venida del oceano nos acariciaba el rostro. Una vez allí le pregunté por su pequeña aventura.

¿Que había pasado allá atras...?¿Está todo bien amor mio?

Finalmente luego de que me reuní con mi amada esposa Zelda,baje de Epona,y me dispuse a ayudarla con los preparativos finales de aquella balsa para que no fuese cosa que nos cayéramos por algun descuido,hecho esto de inspeccionarla le escucho preguntar si había ocurrido algo,a lo cual asiento con mi cabeza dando a entender ¨una aldea era atacada por enemigos emergidos de la oscuridad,pero logre acabar con ellos¨.

Para mostrarle que lo que mi expresión decía a continuación le mostré a Zelda el pequeño obsequio que me había dado una de las aldeanas que es la vela cuya flama no quema y permite ver en la oscuridad,algo que me decía muy dentro mío que muy pronto la iríamos a necesitar.

Una vez terminado todos los preparativos, y no dejar nada liberado al azar,subo primero a los caballos,para luego ayudar a subir a Zelda a la misma y finalmente empujarla para subir al último yo.

Era hora de nuevamente ponernos en marcha.

Ahora había llegado el momento de la verdad, echarla al agua y probar si realmente era estable.

Una vez todos dentro, la balsa se mantuvo a flote ¡eso era fantástico! Con el impulso necesario la balsa se adentró en el ancho mar, navegando a ritmo lento pero seguro.

El viaje transcurrió con normalidad, sin embargo en mitad de la travesía un fuerte oleaje sacudió la zona.

Llegasteis a temer tanto por la misión como por vuestra vida, pero un buen trabajo siempre tiene una gran recompensa, eso significó que el haber elaborado la balsa con suficiente pericia y tiempo conllevó a una resistencia y estabilidad que os ayudó a sobrepasar aquellas olas que podrían haber sido fatales.

Ahora el pantano quedaba a la vista, vuestro objetivo estaba aún más cerca: el encuentro con Baba Yaga

Hubo un momento que pensé y temí que nuestra balsa se pudiera hundir pero por lo que pude observar es que la misma estaba muy bien construida para el poco tiempo que Zelda había tenido para hacer la misma.

Esto significaba que ella poseía grandes dotes aparte de ser de la familia real,lo cual me sorprendió porque nunca pude imaginarme hasta el momento que ella poseyera tales habilidades.

Verifique que todo estuviese en orden,Epona se encontraba bien,así que volví al lado de Zelda,me mantuve en completo silencio,dejaría que ella fuese quien hablase y me comentase de sus resultados.

El viaje por mar fue más peligroso de lo que esperaban. Solo la pericia de la mujer al construir la balsa, les había librado de naufragar y posiblemente de ahogarse.

Las olas y el viento azotaban la pequeña barca con furia pero sus ocupantes se mantenían firmes ante la tempestad.

¡Cuidado Link!,¡Agarra fuertemente la vela o el viento se la llevará! -dijo con el agua y el viento azotandole el rostro.

Finalmente tras unas horas de travesía que aparecieron días, divisaron los manglares que daban paso al pantano.

Ya casi hemos llegado amor mío..., Sólo un poco más y estaremos a salvo en tierra.

Al fin habían llegado a su destino ahora sólo quedaba encontrar a la bruja.