Partida Rol por web

Por alguna extraña razón, Mortimer comprobó que más gente le había preguntado al Barman por el paradero de Tannen en aquella ciudad y aquello solo podía significar que también le estaban dando caza otros cazarrecompensas para cobrar el dinero que daban por su cabeza. Probablemente las fuentes  que le habían conducido hasta Socorro eran fiables y pese a que el hombre dijese que no sabía nada al respecto, estaba cerca de su objetivo. 

Entonces, tras beberse de un trago el vaso de whisky, el coronel observó una situación cerca de su posición bastante particular en la que un borracho tenía atrapada con sus brazos a una joven dama, aparentemente en contra su voluntad. Dudó si debería intervenir para darle una lección a aquel infeliz, cuando algo más importante captó su atención. En una de las mesas de poker algunos hombres discutían acaloradamente y habían sacado sus armas. Uno era un tipo con un rifle que acusaba al otro de asesino, y el del revólver parecía estar confiado de que nada ocurriría allí estando presente tanta gente. 

Esto no va conmigo... Dejaré que arreglen sus problemas ellos mismos... Fíjate, el sheriff llega para poner orden a todo este conflicto...

Apoyado en la barra, y desde una posición privilegiada para ver todo lo que acontecía, el coronel observó cómo el tipo del rifle lo bajaba con calma evitando el enfrentamiento, siguiendo las indicaciones del sheriff y de un mestizo que trataba de calmar los ánimos. Pero en el momento en que se escucharon unos disparos a fuera y se distrajeron algunos de los presentes, no pudo evitar ver qué aquel cretino del revólver pensaba tomarse la justicia por su mano y disparar de improviso, ya fuese para matar al sheriff o al que le acusaba.

El coronel desenfundó su revólver con determinación y le disparó sin pensarselo dos veces a la mano que empuñaba el arma para hacérsela caer. No iba a permitir que aquel aparentemente probable asesino matase a sangre fría por la espalda.

Roy no tuvo tiempo de disparar, aunque iba a hacerlo.

El revolver salió despedido de la mano de Roy, que lanzó un pequeño grito de dolor al recibir la bala.

-¡Aaaaahh! -exclamó Roy, mirándote con sorpresa e ira.

Will se sorprendió ante el rápido desenfunde de Roy, pero todavía lo hizo más al ver cómo le disparabas con rapidez. Giró la cabeza hacia ti, asintió con ella en señal de agradecimiento, dejó al hombre del rifle y se dirigió hacia Roy.

-Creo que acabas de firmar tu sentencia de muerte, chico -le dijo a Roy, apuntándole al pecho-. Vamos, empieza a caminar.