Partida Rol por web

Pese a que todos se habian ido ya, tu no te fuiste de la sala. Es mas, tras un momento de duda, optaste por llamar a la puerta de la habitacion de una mujer, pero no de una mujer cualquiera, de la propia Directora. Tras unos segundos que te parecieron eternos, la dulce voz de la mujer se escucha desde el otro lado y te invita a entrar.

Pocas son las personas que han entrado en este cuarto de la Academia, principalmente por su ubicacion en el punto mas alto del lugar, tras una larga coleccion de escaleras, pero la vista es algo sobrecogedor. Por todos es sabido que la Directora es una Artifice muy poderosa y que es capaz de crear autenticos "milagros" con los materiales idoneos, pero lo que tienes frente a tus ojos es, si mucho miedo a equivocarte, parte de su laboratorio privado. Varios objetos extraños decoran las paredes, multitud de frascos con elementos exoticos se encuentran en varias estanterias y lo que parece una golem metalico se encontraba barriendo el suelo, retirando lo que parecen los restos de un experimento fallido que destruyo algun tipo de objeto de vidrio. Con fascinacion, avanzas un poco entre los extraños objetos y ves, entre los mil artefactos, varios objetos que se traen recuerdos de tu tierra natal, o mas bien de tu epoca. su forma, su funcion aparente, resulta tremendamente similar a las que se podrian encontrar en el Imperio Solomon en su auge, de hecho, si no fuera porque parece una locura, el pensamiento de que MM pertenecio a tu mismo origen surge en tu mente, de esa manera, el tener casi copias exactas estaria justificado... pero no tienes muchas pruebas de ello, ademas de que hablamos de hace casi un milenio y MM es humana, no podria haber vivido tanto tiempo... ¿verdad?

-¿Que desea, Maestro Solomon?-la voz de la Directora te trae de nuevo al mundo real. Tiene una mirada tranquila y una sonrisa relajante-En estos momentos estoy ocupada con un serio problema, asi que agradeceria brevedad en el asunto-hace un gesto hacia un escritorio medio sepultado entre papeleo donde se puede ver el extraño pergamino que trajisteis antes, pero no dice nada mas al respecto

Toc toc.

Esas fueron las dos primeras “palabras” que salieron de mí. Esperé con presteza paciencia el permiso. Segundos después, hallaría la respuesta sin parecer una orden.

- Con permiso. - Di un paso, no pude dar más. Ante mis ojos un aluvión de artilugios que hicieron que intentara asimilarlo todo. Veinte segundos tardé en dar un segundo paso antes de volver a detenerme y seguir contemplado todas aquellas maravillas.

Podría permanecer siglos enteros ahí y ni si quiera andaría por mi décimo paso, siendo unos veinte el llegar hasta la mujer con la que quería parlamentar.

- Perdón. - Me disculpé. - Buenos días. - Incliné la cabeza y saludé como los hacían los senadores de mi época. Me preguntaba si conocería dicho protocolo. - Estas obras me han dejado realmente sorprendido. - Hablaba en líneas generales, más mis ojos se posaron fugazmente en la zona donde se hallaba tecnología de mí era.

Aproveche para pasear por la estancia mientras le contaba mi razón de estar aquí. - Heme aquí no para dar informe de la misión... y sub misión. Tampoco para dar parte de las bajas que desafortunadamente hemos tenido. Y mucho menos por cierto pergamino de contenido desconocido. - Seguía mirando a mi alrededor, más no a mi superiora.

- Por lo que verdaderamente estoy aquí es por su gremio. Es increíble lo mucho que ha conseguido, pero... ¿Cómo pretende realizar su sueño de mundo idílico? Me gustaría poder ayudarla en dichos asuntos, haciendo más funciones de embajador, administrador, etc. No me mal interprete, me gustaría seguir como profesor, me encanta enseñar y aprender. Pero, creo que no valgo para este tipo de misiones tan “emocionantes”. Bastantes luchadores hay ya, deberíamos formar más a gente capaz de lidiar con otros pueblos, ciudades... países. Con fuerza simplemente no se obtiene la paz y un gobierno, sé de lo que hablo. - Me detuve. - La respeto, y no por su poder, que también es de admiración. - Guardé silencio unos instantes, giré sobre mí mismo para posar esta vez sí, mis ojos en ella. - Pero ni siquiera usted puede conseguir lo que desea por sí misma. - Caminé hasta ella, ignorando mirar hacia otro lado.

- Déjeme ayudarla... - Acabé diciendo con sinceridad. Imaginaba que ella entendería de lo que hablaba.

Aquellas palabras eran una declaración de intenciones. Solomon no estaba aquí para ser un pelele ignorante. Si de verdad quería conseguir ciertos objetivos, tendría que saber bien las cosas, pues... sabiendo la mitad, lo hecho será la mitad de bueno, y eso, en un sueño de clase mundial, sería tan sólo una quimera.

La mujer sonrie, parece que entiende tus motivos. Avanzando entre los mil cachivaches que decoran el lugar, te responde

-No puedo decir que no te equivocas, pero tampoco estas del todo en lo cierto. Efectivamente, mi intencion es la de montar una utopia sin guerras y que para ello la diplomacia es esencia, pero en los tiempos actuales ir desprotegido es mas un suicidio que otra cosa. No obstante, no te preocupes, cumplire tu deseo, puedes ayudarme en las tareas que conllevan relaciones de dialogo con otros paises, pero  no iras solo. Aunque "nunca haya que matar al mensajero" y en la actualidad la raza humana ya haya recuperado su estatus como "raza", eso no elimina la hostilidad de todos y aun hay gente potencialmente peligrosa por ahi fuera, me sentiria mas tranquila si tuvieras a alguien de apoyo, ya sabes, por si acaso sucede el peor de los casos, ¿estarias de acuerdo? Puedes, si gustas, elegir a alguien que ya conozcas, pero tambien podrias ayudarme en un... experimento de campo-mientras sonrie, avanza hasta una enorme figura cubierta por una tela. Al llegar a ella, la retira y un extraño golem queda revelado, demasiado similar a algunos que tu conoces muy bien

-A partir de ciertos textos antiguos y respaldado por algunas ilustraciones, he creado esto ¿que te parece? ¿Se parece a los originales? Esta en fase "prototipo" por lo que puede tener muchos fallos, por eso agradeceria que alguien con experiencia con estas cosas lo llevase "de paseo" para recopilar sus datos y corregir cualquier falla que tenga. Tengo intencion de que, una vez este libre de fallos, convertirlos en guardias de seguridad de Academia, que ultimamente empieza a tener mucha poblacion y empiezan a preocuparme los posibles delitos pequeños que a veces pasan inadvertidos, como robos o intimidaciones. Sabiendo que estos pequeños estan vigilando, podre dormir tranquila, tanto yo como todos los habitantes

Había olvidado lo compresiva y afable que era esta mujer, me recordaba a la emperatriz... Dinah.

Atiende a mis demandas y se preocupa por mi bienestar, no esperaba menos de ella. - Sea, será un honor poder ayudarla, y no tengo ningún problema en que me acompañe alguien mejor capacitado que yo en combate. Sin embargo, no sé si el elegido/a tendrá la paciencia para ir en misión “diplomática” jeje. - Sonrío, ya que tanto yo como la directora sabíamos perfectamente que mis compañeros no eran de hablar mucho.

Parece que estaba todo hecho, casi...

Descubre una obra de arte, yo me giro hacia ella y la miro sorprendido. - Esto es... - No pude terminar la frase. - ¿Cómo lo ha conseguido? Incluso entre los míos, realizar esto era toda una proeza, no sólo por el enorme gasto en recursos, sino por su complejo fabricado. - Estaba asombrado, y eso en mí... era harto difícil. - Ciertamente, sus habilidades son asombrosas directora. - Elogié ahora con palabras, ya que mi rostro lo había hecho primero.

- No tendré ningún problema en comprobar de lo que son capaces y tras unos análisis darte el parte de posibles “errores” de esta obra maestra tecnomágica. De ese modo podrá dormir mejor. - Volví a sonreír, esta vez, casi como un niño que tiene un juguete.

La albina mujer se voltea al escuchar tus palabras, pero no lo suficiente rapido, pues pudiste notar un ligero rubor en su rostro. Mirando por la ventana, o mas bien evitando mirarte, continua el dialogo:

-Bu-bueno, es un pequeño proyecto con el que llevo trabajando ya varios años, tampoco es para tanto... Y los materiales no son exactamente los originales, obviamente debido a su elevado coste... y... bueno... a este lo llamo Beta 33.8, pues hubo unos cuantos fracasos anteriores... ¡Pero estoy segura de que ya no explota! 

Aunque la persona con quien estas hablando sea la mas poderosa de toda la Academia, en estos momentos no puedes verla asi, solo puedes ver a una chiquilla que se siente muy feliz de que alguien haya alagado su trabajo, a fin de cuentas, lo que intenta recrear es algo que no conoce y que un "experto" en el tema le diga que esta bien, a cualquiera en su situacion le pondria muy feliz.

-En fin, tengo trabajo, ya te dije, asi que puedes llevartelo y dar una vuelta, ya te avisare cuando te necesite en alguna ciudad, aunque dada la situacion actual, dudo que sea pronto...-dicho eso, te entrega un pequeño pergamino-Contraseña de activacion. En teoria esta unidad deberia obedecer a cualquiera que conozca esta contraseña, asi que no la dejes al alcance de nadie, ¿si? Ah, lamento decirte que no habla, pero estoy trabajando para cambiar eso.

Poder, belleza y... dulzura. Una peligrosa combinación. Mi mente analizó su rubor. El análisis final sólo tenía una posible deducción. Mujer. Cualquiera se hubiera puesto ligeramente nervioso ante tal "pureza" momentánea. más no Sólomon.

No era un pensamiento machista, sólo analítico. Había visto a muchas comportarse así ante un gesto de admiración, y con razón.

- Je. - Sonrío con los ojos cerrados. - Con que Beta 33.8 ¿eh? - Cambié de tema para que se sintiera más cómoda.

- Un... un momento... - Hice una leve pausa. - ¿Explotar? - Perplejidad, un lienzo situado en mi rostro. - Bueno, ya me las apañaré entonces. Pasearé con él y veré qué tipo de funciones es capaz de hacer y si al menos es capaz de comprender ciertas directrices aunque no tenga la capacidad de dialogar. Gracias por atenderme directora MM, la dejo con sus quehaceres. - Me despido, no sin antes ver el complejo sistema de activación. - Hecatonquiros.... comprendo. - Devolvería el pergamino una vez memorizado.

Cerraría la puerta tras de mi con sutileza, pasos hacia un nuevo lugar, elegido al azar, con el juguete de mi superirora.

Con un ruido sordo, el golem parece cobrar vida y, como siguiendo una orden no dada, avanza hasta colocarse a un par de metros a tu espalda, como indicando que te va a seguir a esa distancia.

-...

Parece que intenta decir algo, pero, como ya habian dicho, el golem no dispone de forma de habla... oral. Tras notar esa ausencia, señala la ciudad a traves de una de las ventanas de la torre, en la zona rural, parece que ha "visto" algo... o eso es lo que se puede entender con algo de imaginacion

Un sonido proveniente de aquella máquina de... ¿matar? Hace que dé un paso hacia detrás para como medida de seguridad. Sabía de lo que eran capaces estas creaciones en el pasado y... tras la advertencia de la directora, mucho menos me fiaba de este artilugio.

- Bien, vamos. - Siguió mis pasos, en silencio. - Cierto, no sabes hablar. - Me detuve un momento, pensativo. - Tal vez no sepas hablar pero sí hablar en clave digital. No es así... ¿Beti? Sí, te llamaré Beti, Beta 33.8 suena demasiado frío. - Sonreí.

Intenté recordar el código binario de libro de Andromalius. Tal vez así el Hecatondies podría “dialogar”.

- Veamos... 01001000 01101111 01101100 01100001 00100000 01000010 01100101 01110100 01101001 00101100 00100000 11000010 10111111 01100011 11000011 10110011 01101101 01101111 00100000 01100101 01110011 01110100 11000011 10100001 01110011 00111111 - Una frase inintelegible para la mente humana salió a velocidad imposible de mis labios. - Veamos si de verdad la directora te ha programado bien... - Volví a sonreír esperando su respuesta.

El enorme golem gira su cabeza hacia ti. Suenan unos ruidos raros de su interior... y luego "contesta":

-01010000 01110010 01101111 01110100 01101111 01100011 01101111 01101100 01101111 00100000 01100100 01100101 00100000 01100011 01101111 01101101 01110101 01101110 01101001 01100011 01100001 01100011 01101001 01101111 01101110 00100000 01100001 01100011 01110100 01101001 01110110 01100001 01100100 01101111 00101110 00100000 01001111 01110010 01101001 01100111 01100101 01101110 00111010 00100000 01010011 01101111 01101100 01101111 01101101 01101111 01101110 00101110 00100000 01010000 01110010 01101111 01100011 01100101 01110011 01100001 01101110 01100100 01101111 00100000 01110000 01110010 01100101 01100111 01110101 01101110 01110100 01100001 00101110 00101110 00101110 00100000 01000001 01101110 01100001 01101100 01101001 01111010 01100001 01101110 01100100 01101111 00100000 01101000 01100001 01110010 01100100 01110111 01100001 01110010 01100101 00101110 00101110 00101110 00100000 01000001 01101110 01100001 01101100 01101001 01111010 01100001 01101110 01100100 01101111 00100000 01110011 01101111 01100110 01110100 01110111 01100001 01110010 01100101 00101110 00101110 00101110 00100000 01000011 01101111 01101101 01110000 01101001 01101100 01100001 01101110 01100100 01101111 00100000 01101001 01101110 01100110 01101111 01110010 01101101 01100001 01100011 01101001 01101111 01101110 00101110 00101110 00101110 00100000 01010000 01110010 01101111 01100011 01100101 01110011 01100001 01101110 01100100 01101111 00100000 01110010 01100101 01110011 01110000 01110101 01100101 01110011 01110100 01100001 00101110 00101110 00101110 00100000 01000010 01101001 01100101 01101110

"Dicho" eso, o mas bien emitidos esos extraños pitidos, se queda mirando, como si estuviera procesando algo. Sin embargo, fue mas rapido de lo que en principio aparentaba e inmediatamente se dispone de ir al punto previamente señalado, casi sin esperar por ti

No me había llevado nada traducir al instante los dígitos del golem de guerra.

- ... - De nuevo, sonreí satisfecho. La sonrisa se borró cuando la máquina se marchó por su cuenta. - Tal vez debería detenerlo... No, mejor dejaré que su autonomía guíe mis pasos. ¿Quién sabe lo que podría evitar si lo detengo? - Sonreí.

- 01010100 01100101 00100000 01110011 01101001 01100111 01101111 00100000 01100001 01101101 01101001 01100111 01100001 00100000 01101101 11000011 10101101 01100001 00101110 - Esta vez, era yo quien seguía.

Siguiendo al robot, llegas a la zona rural ubicada al este de la ciudad. Fue un paseo relativamente tranquilo, si no fuera poeque erais el centro de todas las miradas de cualquiera con el que os cruzarais. Seguro que mañana saldria algo en el "Academia News" relacionado con esto...

Al llegar al campo, ves como la nueva aprendiz de Arryken, Koi creo que se llamaba, salia corriendo con lagrimas en los ojos, diciendo algo que no queria volver mas. Fijando un poco la vista en ella, iba en ropa interior cubriendose con el abrigo de su maestro, a saber que estarian haciendo antes. Sin embargo, la maquina no se detuvo aqui. 

Mas adelante, ves un arbol caido, probablemente por vejez, pues parecia antiguo, y... ¡Unas piernas debajo! Alguien habia quedado atrapado bajo el tronco, a juzgar por el tamaño de los pies, no debia ser mas que un chico

Había olvidado lo tranquila que era la urbe, bueno, en realidad era ajetreada si eras profesor, ya que muchos siempre se paraban a preguntarte cualquier asunto que ellos mismos eran incapaces de gestionar o solucionar. Afortunadamente para mi, iba con un "guardaespaldas" que impedía un acercamiento hacia mi persona.

- ¿? - La alumna de mi compañero llamó mi atención por un instante. - Ya comentaré con Arryken qué ha sucedido. - Mi mente sabía qué había acontecido tratándose del pistolero, pero siempre estaba el beneficio de la duda.

El viejo árbol, sabía que caería en no menos de dos años aproximadamente, pero no pensé que lo haría encima de alguien. Realmente pensé en dejarlo ahí debajo, pero eso no sería moralmente bueno, más, yo no era bueno. - Analicemos... - Hablé para mi mismo, llevándome la mano al mentón de forma pensativa. - Tú, Betty, has sido causa de mucha expectación por estos lares. Si la directora pretende darte uso a ti y a más "hermanos/as" tuyos, la mejor manera de que los habitantes no os teman es haciendo algo bueno por ellos.... - Miré al cuerpo bajo el árbol.

No había otra opción.

- 01001100 01100101 01110110 01100001 01101110 01110100 01100101 00100000 01100101 01101100 00100000 01110100 01110010 01101111 01101110 01100011 01101111 00100000 01100100 01101111 01101110 01100100 01100101 00100000 01110011 01100101 00100000 01101000 01100001 01101100 01101100 01100001 00100000 01100101 01110011 01100001 00100000 01110000 01100101 01110010 01110011 01101111 01101110 01100001 00100000 01100011 01101111 01101110 00100000 01100011 01110101 01101001 01100100 01100001 01100100 01101111 00101100 00100000 01110011 01101001 00100000 01100101 01110010 01100101 01110011 00100000 01110100 01100001 01101110 00100000 01100001 01101101 01100001 01100010 01101100 01100101 00101110 - Codifiqué.

Esperé a que cumpliera mi mandato y una vez realizado analizaría el cuerpo, intentamdo detectar sus constantes vitales para averiguar si podría retener su muerte hasta llegar a el hospital más cercano.

Con la misma precision que un cirujano, el golem levanta el tronco derribado, dejando libertad para poder acceder al cuerpo. Sin embargo... no habia cuerpo. 

Frente a ti se encontraban una piernas que salian de una cintura conectada a... nada, literalmente. Sin embargo, lo mas extraño de esa bizarra situacion, es que se podian escuchar como unos ronquidos del lugar de donde deberia estar la cabeza, solo que no habia tal cabeza

Seguramente, de haber un alumno conmigo ahora mismo estaría vomitando, de igual manera tal vez yo también debería, salvo por el hecho que ya estaba acostumbrado a éstas pintorescas situaciones.

- Asqueroso... - Un gesto de disgusto se dibujó en mi rostro.

Miré curioso al robot, pensando si tal vez tendría los sistemas de detección que también poseían los de mi era.

- No pierdo nada por preguntar. - Pensé. - 01000010 01100101 01110100 01110100 01111001 00101100 00100000 01100101 01110010 01100101 01110011 00100000 01100011 01100001 01110000 01100001 01111010 00100000 01100100 01100101 00100000 01100100 01100101 01110100 01100101 01100011 01110100 01100001 01110010 00100000 01100100 01100101 00100000 01100100 01101111 01101110 01100100 01100101 00100000 01110000 01110010 01101111 01100011 01100101 01100100 01100101 00100000 11000011 10101001 01110011 01100101 00100000 01110011 01101111 01101110 01101001 01100100 01101111 00101110 00100000 01000001 01101000 00100000 01110011 11000011 10101101 00101100 00100000 01110000 01110101 01100101 01100100 01100101 01110011 00100000 01100100 01100101 01101010 01100001 01110010 00100000 01100101 01110011 01100101 00100000 01110100 01110010 01101111 01101110 01100011 01101111 00100000 01100001 00100000 01110101 01101110 00100000 01101100 01100001 01100100 01101111 00101110 - Pedí amablemente al ser mecánico, no sin antes mirar el tronco para comprobar si la parte superior estaría pegada a la madera, que de ser así pediría que no depositara el tronco por dicha parte.

Aguardé para ver si esa obra maestra era capaz de cumplir dicha función.