Los bises terminan y todos los participantes en el concierto se alinean en el escenario para recibir la ovación final del público. Podéis observar como sólo algunas de las personalidades más importantes son invitadas para reunirse personalmente con Melissa. Del inquisidor no queda rastro alguno.
La gente empieza a retirarse y no queda mucho para la medianoche. El día ha sido muy largo, es una muy buena hora para retirarse a la posada, comer algo caliente y tal vez tomar un baño caliente antes de descansar.
Luego de un tenso momento. Mat finalmente logró relajarse cuando vio como el inquisidor volvía a ocupar su asiento,al menos de momento no los habían descubierto, había pensado en esperar hasta el bis para marcharse sin que nadie los notará pero la desaparición del inquisidor lo forzó a esperar a que toda la gente se marchará para intentar mezclarse entre la multitud y perderle la pista,sabía que estaba siendo paranoico pero no podía evitar sentir que alguien los observaba mientras se movían junto a la masa de gente.
Respiré aliviada cuando ese señor raro dejó de buscar, pero la preocupación no me dejó disfrutar del resto del espectáculo. Debí haberlo sabido, la ciudad es un lugar feo, muy feo. Habría dado cualquier cosa por volver a estar en el bosque con los animalitos.
Cuando todo acaba decido seguir a Cau-kun, pero desde el aire, para evitar chocarme con la multitud de gente que transita.
El paseo ha sido realmente poco fructífero. Es más: me había costado dinero.
Finalmente, decido retornar a la taberna donde todo había empezado. El Sol estaba ya bajo y quizás, dormir un poco me ayudaría a aclararme las ideas y pensar en algo que hacer al día siguiente, hacía donde encaminar mis pasos, hacía donde mirar para buscar un futuro diferente.
Al parecer, la gente que había en un principio sigue allí. Al menos así es con Wander que sigue con la emotividad que le caracterizaba.
También veo al tendero que me había sacado el dinero por una estupidez que, de haber sido en mi poblado, hubiéramos contado por la noche en torno a un fuego, en familia. Estaba claro que las familias eran algo utópico en aquel lugar.
Encamino mis pasos hasta un asiento y dejo caer los brazos a mis costados. No aguantaré mucho más en aquel estado pero, quizás al menos el retorno sirva para algo.
A mis oídos llega algo de una prueba de resistencia. No es que quiera hacerlo, no es mi intención medirme con nadie en aquella situación, sólo quería descansar. Pero al menos, serviría para hacer el transito hasta el sueño, más ameno.
A medida que se movian Mat finalmente comenzo a aflojarse intentando aparentar normalidad mientras Mare flotaba placidamente sobre su cabeza,no terminaba de entender como es que hacia todas esas cosas y realmente rogaba que nadie pudiera verla pues de lo contrario estarian en muchos problemas,en su camino hacia la posada Mat lanzaba frecuentemente miradas hacia los costados esperando ver al inquisidor siguiendolos entre la multitud pero al parecer sus temores habian estado felizmente infundados
Ameko se sienta con unos personajes locales que ledan la bienvenida a la mesa. El rato de la cena es agradable y el calor del lugar así como la sabrosa comida, arrojan lejos vuestras posibles preocupaciones. El tiempo corre sin pausa y la gente poco a poco se va retirando a sus hogares dejando la posada cada vez más tranquila. Uno de los taberneros se acerca para comentar a Ameko y a Wander que les han dejado un balde con agua recién calentada por si desean bañarse antes de descansar y que os lo retirarán a la mañana.
Si alguno de vosotros desea probar el reto de los 7 infiernos, deberá hacer cuatro RF. Dificultad 40, 80, 120 y 140. Si falláis alguna quedaréis ko. Podéis poneros entre -20 y +20 a cada tirada, os dejo decidir a vosotros lo que aguantan vuestros pjs el alcohol. Si quedáis ko sencillamente os llevaran a vuestras habitaciones (hogar en el caso de Retha).
Quitando eso si alguno quiere hacer algo más o interactuar podéis hacerlo, si os váis a descansar pasad a la escena que abriré hoy mismo.
El camino de regreso sucede con tranquilidad, no hay rastro del inquisidor y a pesar del frío la noche está despejada y multitud de estrellas se pueden observar desde la ciudad. Para tranquilidad de Mat ninguna de las pocas personas que os encontráis parece reparar en la pequeña Mare.
Cuando llegáis al cuervo rojo, la posada está ya prácticamente vacía. Cerráis la puerta y podéis observar como Nana sonríe casi con melancolía, mientras observa a un niño pequeño de pelo azul que se ha dormido acurrucado en una de las esquinas de la posada.
Al ver a Mat. - ¡ Oh ! Buenas noches. Casi me olvido de tí. Si quieres cenar te puedo calentar algo de guiso, dame tan sólo un minuto para que acueste al hombrecito si eres tan amable. Nana coge con dulzura en sus brazos al pequeño y se lo lleva.
Al cabo de unos minutos te sirve un buen plato de guiso de conejo además de algo de queso y una hogaza de pan. - Le he pedido a mi ayudante que te preparé un balde de agua caliente por si quieres darte un baño. Te lo dejará en tu cuarto en un momento. Si deseas salir de la posada a la noche tienes la llave de la puerta principal en tu cuarto.
Tras eso te deja cenar tranquilo y cierra la puerta de la calle. La posada se queda vacía a excepción de Nana que está en la cocina y vosotros dos que estáis en el piso principal.
Si no queréis cenar simplemente ignorad esa parte. En cualquier caso cuando subas/subáis al cuarto el balde estará allí.
Si queréis hacer algo antes de acostaros o postear lo último del día por aquí, si no hoy mismo abro la siguiente escena.