Partida Rol por web

Shotoku avanza, la mirada perdida en las tinieblas de la oscuridad. Tropieza una vez, y al agacharse a mirar, descubre que es el cadaver de un pasajero mutilado.

Joder...

Se incorpora de nuevo y avanza a tientas. Agarrándose como puede a las paredes y tratando de no caer con el vaivén del barco provocado por el movimiento de las olas. La luz azul le impide ver el final del pasillo por el que se mueve. Entonces oye un ruido detrás. Con un rápido movimiento se gira mientras desenvaina el arma, para colocarse en una posición defensiva perfecta. Los años no han hecho que el viejo ronin pierda agilidad ninguna.

- Ah, eres tú, qué susto me has dado. ¿Me acompañas a la bodega?

Baja un poco el arma, pero sin fiarse realmente. Están pasando cosas muy raras en el barco, ahora uno no sabe en quién confiar...

Al aconstumbrarse a las sombras y a la extraña luz azul, que da a todo un color siniestro a lo que se ve, incluso  Shotoku tiene que refrenarse para no hacer una barbaridad con el joven que parece un extraño ser venido de otro plano de existencia. Su voz suena algo atemorizada sobretodo por las cosas que han pasado en los ultimos momentos. El joven ronin comenta a Shotoku por su petición de acompañarlo a la oscura bodega:- si, si, aunque te juro que jamás había pasado por una situación tan lugubre, y creo... que desperada- Cuando estais en esas, escuchais más pasos, y por el portal veis que viene la hermosa monje, con su hacha en su mano, su atemorizado acompañante el joven mercader Shinjo y el guerrero enmascarado, que esta en guardia y os dice:- Vaya creia que ya estariais batiendo con alguna alimaña... ¿Seguimos adelante no?-Shinjo os dice:- Si llego a salir vivo de esta os invito a una posada hasta que os harteis... perdonar, es que estoy nervioso y solo digo tonterias- mientrás echa una ojeada a Nariko algo turbado.

- Sigamos. - Sin más palabras el ex-samurai se gira rápidamente, y aún con el no-dachi en alto se vuelve a adentrar en las oscuridades. Con los sentidos completamente alerta, mira a un lado y a otro buscando alguna pista que le indique dónde está la demoníaca bestia.

Hice un gesto con la cabeza al hombre a modo de saludo, que era lo más agradable que podía ser con un hombre tan independiente. Ya había conseguido que el enmascarado entendiera que ir sólo por el barco era una estupidez, pero a este no parecía entrarle aún en la sesera y se le veía demasiado mayor ya como para hacerle entrar en razón. Tan sólo esperaba que su terquedaz fuera igual a su forma de luchar, eso le daría muchos puntos a favor.

Una sonrisa sarcástica se dibujó en mis labios al escuchar las palabras del hombre del arco, a las que no pude más que responder.

- A la alimaña mayor del barco la acabas de dejar a tus espaldas.. vigílalas ya que no es el mal de los muertos lo único que tenemos que temer aquí..

Lo que me dejó totalmente descolocada fueron las palabras del joven Shinjo, al que miré con cara de " ¿ y eso a qué viene ? ". Por un momento olvidé todo lo que sucedía alrededor y me reí con ganas, eso sí, sin soltar mi hacha que ya había pasado a ser como un alargamiento de mis brazos.

- Si salimos de verdad de este barco creo que maldecirás el haber pronunciado esas palabras cuando me veas comer..

Tras un momento de chanza, volví a mi expresión seria de costumbre y comencé a caminar tras el hombre.

Incluso en este horrible silencio, la risa sin macula de la monje alegra el ambiente y quita algo de tensión al asunto, a pesar de los cadaveres putrefactos y la siniestra luz. Shinjo al ver reir a la monje, sonrie algo más relajado, a pesar del agobio que supone está situación y comenta:- Bueno, no me importara... es agradable ver que alguien rie incluso en está situaciones- El enmascarado le da un golpe en el hombro y le dice:- Chico, aunque no te lo creas yo tambien soy primerizo en esto de demonios y demás, si tu pones la comida, ya me ocupare de que no paren de llegar bebidas- Si no tuviera esa mascara en el rostro seguro que veriais una sonrisa en su boca, y camina al lado de la monje y el mercader, que se siente protegido, entre el enorme hacha de la mujer y el arco y las flechas del guerrero. Mientrás los samurais parecen estar más en tensión que el resto, son guerreros pero se han forjado en un mundo de reglas, y está situación es más inquietante para ellos, que para los 3 heimin, que parecen disfrutar de su mutua compañia. Y así os internais en la oscuridad, donde os esperan los supervivientes(Según os ha comentado el siniestro monje) y el juicio de los dioses. Mientrás que afuera siguen campando las criaturas y la niebla fantasmal que no deja que nadie escape de su interior...