Partida Rol por web

- Basta con decirle, Sinclair, que la NSA está en ello, y esta vez no permitiremos...- se interrumpe porque está recibiendo algun mensaje a través del auricular que lleva en el oído. Se aparta un poco y habla en breves susurrps, pero por algún milagro oyes un par de palabras: "viajero" y "hospital".- Está de suerte, agente. Hemos recuperado la esfera. Olvide que hemos estado aquí y nos olvidaremos de usted.

"Capullo" piensas mientras se larga sin despedirse. Se mete en su coche 

"Esta vez". Quizá se refería a las veces que habéis toreado a la NSA en este caso. Pero por la forma en que hablaba tienes la impresión que hablaba más en general. ¿Se refería a otras esferas? ¿Otros casos extraños? ¿Qué demonios pasa aquí?

Contemplas como se aleja el coche del NSA rumiando...

El coche acaba de pasar la curva cuando vuelve Kimberly muy excitada:

- Oye, ¿Sabes que en este hotel todas las cañerías del lavabo están conectadas? Si te agachas en el fregadero oyes la habitación de al lado genial. ¡Lo he oído todo! ¡Y también he oido a los dos garrulos que iban con ese decir algo de ir a la morgue. ¿Les seguimos? ¡Yo conduzco!

La verdad es que con tu herida conducir no es fácil.

Parece que aquellos tipos ya se habían apropiado de la esfera, la principal prueba del caso. Y una pieza con un papel central en todo lo que había ocurrido, que todavía no habían aclarado. Aquello era un fuerte revés para el caso, aquello podía acabar con el caso sino podían evitarlo. Así que cuando Kimberly le dijo que le llevaba a la morgue siguiendo a los agentes del NSA ni lo dudo.-Vamos Kimberly, yo no estoy del todo recuperado para conducir y es vital que estos tipos no se hagan con la esfera.-

Aquello podía traerle serios problemas, por un lado con los agentes de la NSA, y por el otro Kimberly, que a fin de cuentas era periodista estaba adquiriendo más información del caso de la que era recomendable. Pero tenía que intentar salvar la esfera. En cuanto entran en le coche y salen rápido hacia la morgue, llama a Emily:-Di Trevizo tenemos detrás nuestro a los agentes de la NSA, ahora mismo van hacia la morgue con la intención de hacerse con la esfera. No se como se han enterado de que la tienes tu. Escóndela cuanto antes, no debemos dejar que se hagan con ella, o el caso estará acabado.

SINCLAIR

- ¡Vamos cariño!- Kim está emocionada. Su carrera de periodista de investigación empieza fuerte. Se siente Lois Lane*. Al encender el motor, antes de poner primera, su mano te acaricia de forma breve, pero sugerente, la rodilla. Pero tu no te sientes Superman, y el acelerón que pega te clava en el asiento y te hace cerrar los ojos un instante. Quieres decirle "despacio Kimberly" y casi dices "despacio, Nancy". Afortunadamente, te controlas.

Di Trevizzo no responde al teléfono. Lo tiene apagado. Estará en plena autopsia. 

A la mierda con la herida, una mujer que aprecias puede estar en peligro. Claro que quizá estás poniendo en peligro a otra mujer a la que quieres.

Como para aliviarte de tus tribulaciones, o para empeorarlas, tienes una llamada de Donovan.

- Sinclair, soy Donovan... Escúcheme. He tenido que dar esa bola al NSA. Eran órdenes directas del director del FBI. Sí, me ha llamado en persona desde Washington. No tenía otra opción. Es mejor así, Denny.  Dales lo que te tienes y olviden lo demás.

Te sorprende que te llame "Denny", Donovan nunca te ha llamado así. Ese tuteo final también es raro... Le das vueltas en la traqueteante carretera. Quiere que les des "lo que te tienes" pero que vosotros (o quizá "ellos") olviden lo demás... 

Aquella llamada de Donovan le dio mucho en lo que pensar. El ya sabía que yo no tenía la esfera, así que difícilmente se la podría dar a nadie. Pero yo también sabía que el no la tenía, así que tampoco se la podría haber dado a los de la NSA. Y había alguien allí, eso estaba claro sino no me habría llamado Denny. Solo podían ser los agentes del NSA, y el mensaje que a Sinclair le quedo claro es que la esfera no debería ir a sus manos, o el caso estaba cerrado. Eso le convenció de la necesidad de llegar cuanto antes a donde esteba Di Trevizo y poner la esfera a salvo, antes de que llegasen los de la NSA y les cerrasen el caso.-Kimberly, tenemos que llegar antes que ellos a la morgue.

- ¡Pues iré campo a través! ¡Sujétate!

Te agarras fuerte cuando mete su jeef cherokee alquilado colina abajo entre rocas y matojos. 

Vamos campo a través y mucho me temo que totalmente perdidos, y lo peor es que probablemente no tengamos ninguna prisa.-Mas despacio Kimberly, no conozco bien la zona, pero creo que por aquí no se va al hospital.-

- Vaaaale... Muy bien... Gira a la derecha antes de ése árbol... ¡CUIDADO!- se os queda un retrovisor colgando tras un "roce" con el maldito árbol- Ahora tenemos que entrar por ese camino (¡CUIDADO CON EL BORDIL...)- Hay una sacudida tremenda al topar con el bordillo, pasar por encima de la acera, y caer en el arcén vuestro 4x4, casi te muerdes la lengua.- Ahora izquierda. LA OTRA IZQUIERDA, recto hasta la rotonda...

Seguís unos cientos de metros hasta llegar a la rotonda que recuerdas, allí descubres que llevas un rato en contra-dirección... Por suerte Kimberly esquiva por poco un camión que venía de frente en una vía en carril único. Os suelta un buen bocinazo y dejáis parte de pintura rascando una farola.

- ¡Mujer tenías que ser!- os suelta el camionero. Kimberly le saca un dedo. Dos minutos y varios bandazos después, aparcáis delante del Hospital Indio... Jurarías que oyes sirenas a lo lejos...

- Hemos llegado, cariño!- anuncia Kimberly triunfalmente. Busca su cámara en una bolsa.- Oye, esa que está entrando no es compi tuya?

Sí, jurarías que ésa es Bartlet.

Menudo viajecito, a punto habían estado de matarse, pero no una sola vez no, habían sido varias. Era para sentir miedo ir con Kimberly y con prisas. Cuando, de forma casi milagrosa, llegaron a su destino, Sinclair tuvo que reprimir el impulso de salir y besar el suelo. Simplemente salió del coche, no pálido, blanco cual folio de papel, y por supuesto que no estaba para ver a nadie, a penas veía el hospital. Pero que cerca de matarse que habían estado, y Kimberly ahí estaba tan fresca, como si con ella no fuese la cosa. Si ciertamente aquella parecía Bartlet.-¡Bartlet, espera un momento!- Entrarían juntos al hospital a buscar a Emily, tenía que contarles lo que le había dicho el jefe, y lo de los tipos de la NSA.