Partida Rol por web

- Cariño, no te veo de pastora de cabras en Sicilia...

"Yo no tengo hijos así que no te diré qué hacer con los tuyos. Lacy no es mala chica, solo está en el pavo. Seguro que tú también te metiste en líos de jovencita. Tiene buenos genes, ya crecerá.

"Si se las trae todas de calle, Sinclair... No digo más. En cuanto al NSA... Intenta volar por debajo del radar, como he hecho yo con mis cosas.

Tras despedirse con abrazos de ti y tu familia, Félix Donovan se pone el sombrero de pescador y se va directo a Oregón. Ves como se aleja su coche pensativa.

A pesar de que para Sinclair, aquella oferta era algo que no podía rechazar, este entendía los dilemas y dudas de sus compañeros. Suponía que si el tuviese hijos, también se lo habría pensado, al menos, un rato más. Y aquí, el no quería hablar demasiado, no quería influenciar a nadie. Apreciaba mucho y quería a estos tipos, eran como su familia, pero entendía que podían meterse en algo muy peligroso y delicado. A punto habían estado de morir, el desde luego, había estado a escasos centímetros. Y al resto, tampoco le había faltado mucho, y si esto solo era el principio, los problemas que tendrían que afrontar, serían terribles y sus vidas siempre estarían en juego, pendiendo de un delgado hilo, que en cualquier momento podría quebrarse. 

Así, que con el deseo de que decidiesen unirse, pero respetando sus decisiones, espero con cierta ansiedad, que trató de disimular como mejor pudo, hasta ver que es lo que el resto decidía.

 Fessenden se había mantenido en silencio, evaluando a la señora Green y lo que estaba contando, desde sus palabras hasta sus gestos. Iba poco a poco encajando las piezas del puzzle en su cabeza, haciéndose una idea más o menos completa de cómo habían transcurrido los acontecimientos. 

 “La señora Green....así que ella fue la que me hizo llegar el sobre que nos permitió relacionar este caso con los asesinatos de West Virginia...”

 ¿Habría sido una especie de prueba? ¿Estarían allí porque con sus investigaciones fueron capaces de llegar hasta la esfera? En cualquier caso a Jack le alivió saber que no tenía relación con los cretinos de la NSA.

 Estaba deseando aceptar la oferta, pero había algo que le empujaba a pensárselo un poco más, a valorarlo con calma. Las condiciones le parecían bien, de hecho agradecería que de vez en cuando le sacaran de las tareas (en ocasiones algo aburridas) propias del FBI. No tenía ataduras como mujer o hijos, y estaba dispuesto a afrontar viajes y desplazamientos. ¿Entonces que era lo que le impedía aceptar abiertamente la proposición? 

 Miedo. Fessenden podía saltar a un campo de batalla armado con un fusil y lanzarse a la carrera contra un batallón enemigo; podía lanzarse en paracaídas en mitad de una selva tropical atestada de milicias enemigas, o podía participar en un ataque relámpago sobre una base enemiga en pleno desierto. Pero esto era diferente... El enemigo que tendría que afrontar ahora sería algo completamente desconocido, insólito, tal vez incluso invencible. 

 Durante los últimos días no había querido profundizar en la verdadera naturaleza de lo que tuvieron que afrontar, quizá porque simplemente era imposible de entender desde un punto de vista lógico. Ahora tendría la oportunidad de hacerlo: en el fondo sabía que no podía rechazar la propuesta. 

 Miró a Sinclair, el único que de momento había aceptado. Luego se volvió hacia la señora Green:

 - Está bien. Acepto el trabajo. -dijo extendiendo la mano. 

 Era un soldado, y había aprendido a superar el miedo hacia mucho tiempo. Estaba dispuesto a volver a hacerlo. 

Escucho las palabras de la Señora Green. 

- Son palabras muy bonitas, aunque algo nos ocultas, pero yo no tengo a nadie ahi afuera la verdad, pero al igual que Emily, me gustaría hablar a solas con ellos si nos permites, aunque Jack haya aceptado. Yo la verdad estoy muy interesada, pero hay muchos peros siempre 

- Pues bienvenidos a Delta Green, agentes.- Drake sonríe enigmáticamente.

Me di la vuelta apesumbrada mientras respondía un...
Si, nos veremos... supongo, solo pegadme un toque.
El mundo no era como creíamos, habíamos descubierto un horror estelar y por lo que decía esta señora, no era un caso aislado. Y el destino quiso que fuéramos a tomar parte de ese peligroso juego mortal. Solo podía pensar en lo terrible que sería dejar huérfanos a Tommy y Lacy...

Me voy a tomar unas cerves con Mangas, al Coyote. Algo me dice que en la reserva no tenemos controles de alcoholemia mientras ese sheriff siga siendo sheriff, y le debo una enorme disculpa. Me he portado como una auténtica perra con ese pobre hombre