Partida Rol por web

Sena deja escapar un largo suspiro, cuadrando sus hombros y alza su sable cogido con ambas manos hacia el frente, con las piernas separadas para no perder el equilibrio. No era una postura de combate bonita pero si efectiva.

En un momento dado, apenas un segundo después de observar a su oponente, avanza unos pasos e intenta descargar un poderoso ataque sobre el costado de su rival. Pero no calculó para nada bien y su sable ni siquiera pasó cerca del droide.

A su siniestra, Aohozal se abalanzó sobre su contrincante, y Kanuth la siguió poco después. El chiss había tenido profesor de esgrima particular antes de entrar en la Academia Jedi — no porque sus padres pensaran que necesitaba protegerse, sino por un aspecto puramente ceremonial y postural — pero descubrió que la memoria muscular respondía y que se sentía cómodo con aquel sable en las manos.

Avanzó rápidamente con el sable a un lado, y aprovechando su pequeño tamaño, realizó un ataque ascendente en diagonal para intentar desequilibrar al droide de entrenamiento.

Wistie se encontraba de pie junto a sus azules hermanos de armas, dispuestos en linea encarando a esos otrosseres metalicos que en ese punto ya había aprendido que eran conocidos como "droides".

Wistie vio a los otros dos adelantarse con un trote al ataque, pero Wistie no sentía el fuego del combate en su interior en ese momento, simplemente no tenía nada en contra de aquellos oponentes, por lo que primero se quedó parado allí donde esta esperando a que su oponente se acercara. Pero como este tampoco lo hizo, Wistie entonces se acercó unos cuantos pasos hacia ese y enseguida adoptó una postura defensiva, agachandose un tanto abriendo bastante sus cortas piernas y sujetando con ambas manos su sable de luz que mantenía de forma horizontal por sobre su cabeza, a la espera de los ataques de su oponente. 
Cuando a Wistie le pareció ver una buena oportunidad realizó una estocada contra su oponente, pero esta fue más un movimiento amenazante que un verdadero ataque. Wistie enseguida de realizado el intento de ataque regresó a su postura defensiva.

Dos de los tres alumnos se lanzaron a la carga de inmediato, mientras que el tercero permaneció a la defensiva, acercándose con cuidado y realizando estocadas de tanteo.

El primer ataque de Kanuth consiguió su objetivo. El chisporroteo de la hoja naranja atravesó al droide de abajo hacia arriba en diagonal dejando un ligero olor a circuito quemado y obligándole a retroceder un paso.

La brillante hoja de Sena dejó una estela de luz blanca al hacer el barrido horizontal, que quedó demasiado lejos de su objetivo. ¿Acaso su sable era más pequeño, o estaba defectuoso?. Una rápida mirada de reojo al maestro indicó que os observaba atentamente, pero sus pensamientos parecían estar más allá de esa habitación.

El Ewok tanteó a su oponente con el sable como en su tribu le habían enseñado a usar una lanza, pinchando hasta ver un punto débil en su oponente.

Entonces los droides reaccionaron.

Balanceando su sable con un movimiento gemelo al de Kanuth, consiguió asestarle un golpe. La descarga eléctrica recorrió todo el cuerpo del Chiss. 
El droide de Sena avanzó un paso y la alcanzó con un golpe de barrido en el costado, el mismo golpe que ella utilizó sin éxito. La descarga eléctrica recorrió su cuerpo como un látigo.
El droide de Wistie utilizó la misma táctica de ataque, aunque no la defensa. Aún así, su estocada no llegó a acertar al Ewok. 

Efectivamente los machos ewoks enseñaban muy temprano el modo de elaboración de una lanza y su correcto uso, pero Wistie estaba llevando eso más allá: combinando lo que su padre le enseñó con el reciente aprendizaje que su maestro guerrero Goda le había impartido. Empleaba la cautela y esgrimía el sable como un ewok con una lanza... pero la postura que empleaba era claramente Jedi.

Wistie esquivó con facilidad la estocada de su oponente y se percató de que aquellos rivales de entrenamiento estaban imitando los ataques. Se preguntó si era porque se estaban limitando a imitar el nivel que poseían. Aun así, Wistie vio que su oponente solo imitó su postura y la forma del ataque que le lanzó pero su pose no se veía tan firme como la que Wistie estaba manteniendo... entonces frunció el ceño con decisión y su sable, horizontal sobre su cabeza, cayó en un tajo descendente que surcó en diagonal el torso de metal gris de su oponente.

Con eso Wistie comprobó que aquellos eran buenos imitando los movimientos brutos y simples pero al parecer no eran tan buenos imitando tecnicas bien aprendidas. Esbozó una sonrisa, pensando ahora que había comprendido el sentido de ese entrenamiento, y enseguida regresó su sable encima de su cabeza adoptando nuevamente su postura defensiva.

Infantilmente, pensaba que derrotaría al droide de entrenamiento con una sola estocada, pero estaba claro que esos constructos estaban hechos para resistir embates tan débiles como los suyos. Sonrió para sí, satisfecho con la idea de que, en un futuro no muy lejano, podrá aplastarlos fácilmente.

—¡Ouch! —musitó, cuando la hoja de su oponente le provocó una sacudida. Afortunadamente, fue cosa de poco y podía continuar. No veía a Wistie por ningún lado, pero por el rabillo del ojo vio a su compatriota luchando ferozmente, y se sintió reconfortado. Quizás ese fue el problema, que se distrajo al comprobar sus alrededores y su estocada fue demasiado lenta. La hoja chisporroteó al chocar con la del droide de entrenamiento.

Sena recibe el golpe del droide, pero la descarga apenas resulta como una incómodo calambre en su piel, sin duda por la emoción del combate, la chiss entrecierra los ojos y aferra con más fuerza el sable, dispuesta a no fallar esta vez.

Pero la voluntad no era nada sin conocimiento y técnica así que Sena volvió a fallar en su estocada, y maldice algo entredientes, en su lengua materna, algún improperio dedicado contra sí misma y su falta de habilidad.

Wistie, el pequeño Ewok, parecía saber como defenderse de sus enemigos. Kanuth no obtuvo esta vez un adecuado ángulo y el droide se movió lo suficientemente rápido como para esquivarlo. Sena también se percató de ese punto, aunque su ataque era impreciso, estaba mucho mejor ejecutado que el anterior, pero no logró acertar al droide que se apartó ante el ataque.

Pero de improviso los droides ejecutaron una maniobra que no habíais hecho vosotros, y por lo tanto, no podían haberla copiado. Wistie y su plan defensivo lograron evitar el sable de entrenamiento sin mayor problema, pero Kanuth fue sorprendido y lastimado sin piedad. Sena, de no ser por sus reflejos rápidos, habría sido alcanzada por esta nueva maniobra. De hecho, el sable quemó las puntas de un mechón de pelo de la chiss.

Esquivaste el ataque por los pelos. Si no hubiera sido por la suerte o la fuerza, habrías recibido otra descarga y entonc... una sombra se movió por tu campo de visión lateral ocultándose tras una columna.
El droide ejecutó un amplio círculo defensivo y aprovechaste para dar un paso atrás y ver mejor quién se ocultaba entre las sombras de la columna.

Con un ojo puesto en tu adversario, decidiste echar un rápido vistazo para ver quién... ¡Mark Targon! y parece estar manipulando algún tipo de control tras la columna.

Wistie logró bloquear ese ataque sorpresivo pero apretó los dientes al ver que su oponente ahora ejecutaba movimientos más firmes y veloces. Al parecer, efectivamente sus oponentes estaban limitandose pero estos aumentaban la dificultad para situarse en un punto en que fuesen un desafío para ellos. Wistie supo leer bien la situación de su combate personal y tuvo claro que su postura de esgrima, con sus movimientos más meditados pero lentos, ya no le sería suficiente con el nivel de habilidad que poseía para seguir dandole pelea a su oponente. 
Entonces, ahora, si quería vencer, debía atacar abandonando las restricciones de la técnica.

Wistie alzó su sable vertical sobre su cabeza y lo dejo caer sobre su oponente pero este fue capaz de frenar su sable con el suyo. Wistie inmediatamente dio unos pasos hacia atrás para librarse del alcance del rango de los ataques de su oponente, antes de que este lanzara un contrataque, y enseguida continuo retrocediendo unos pocos metros más hasta detenerse a la espera de su oponente aunque ahora ya no ejecutó la pose de combate.

Otro golpe, y otra estocada que el droide de entrenamiento le bloqueaba. Kanuth podía ser un chiss de mente centrada, pero no dejaba de ser un niño y empezaba a frustrarse. Giraba en torno a su oponente buscando una abertura, pero se había vuelto más rápido y empezaba a cansarse. 

Maldita sea...que cerca estuvo eso...huele a pelo de Porg quemado ah espera...soy yo. Que bien.

Su mirada se desvía un momento y aprieta los dientes, segura de que algo no anda bien. Gira la cabeza y confirma sus sospechas, ni se lo piensa, con el sable de luz en ristre, Aohozal corre hacia detrás de una columna, olvidándose de la prueba y del droide.

-¡Maldito canalla traidor embustero!- espeta contra algo o alguien, sus compañeros no pueden explicarse el comportamiento de la chica chiss.-¡Maestro!

Sin pensarlo dos veces, el droide siguió con su programación y persiguió a Sena, atacándola por la espalda. Desde detrás de la columna, una sombra corrió en dirección opuesta a vosotros, hacia una de las salidas de aquella sala en ruinas, pero no pudísteis verla bien, pues los droides de combate comenzaron a moverse de manera rápida y eficaz. Ya no eran lentos y no imitaban movimientos, los combinaban con asombrosa eficacia. Además, sus golpes comenzaban ha hacer auténtico daño.

-¿Eh?, ¿Qué?- Fueron las palabras del maestro ante la repentina huída de Sena y persecución del droide fuera de lo que había definido como área de combate.

En un segundo evaluó la situación. Parecía que los droides se habían descontrolado de su programación. Efectuó un salto cayendo al lado del inconsciente Kanuth, sujetándolo antes de que cayera al suelo y el droide le rematara. Activó su sable de luz de color azul y, en un movimiento horizontal, cortó al droide por la mitad. Con el mismo impulso del corte lanzó en sable contra el droide de Wistie clavándose en el pecho de este y con la mano liberada del arma, empujó con la Fuerza al droide que atacaba a Sena, estrellándolo contra la pared y haciéndolo añicos. 

-¿Qué ha pasado?.- Preguntó.

Su oponente le persiguió, tal como se lo esperaba el joven ewok. Wistie instintivamente había pensado en intentar usar el terreno para cambiar la situación del combate, pero una vez llegó hasta él este le realizó un preciso y veloz movimiento con el sable que Wistie ni siquiera con su postura de combate, e incluso si estuviera totalmente concentrado en la defensa, habría podido evitar. Intentó bloquearlo pero el corte fue dirigido contra sus piernas y eso no lo esperaba. La hoja brillante enemiga le atravesó haciendo que una fuerte y muy desagradable vibración recorriera todo su cuerpo.

— ¡Arghhh! — Gritó Wiste por el dolor. Aquello fue tan solo un instante pero casi le hace perder el control y caer al suelo.

Entonces con el rabillo del ojo ve a Sena pasar corriendo mientras dice algo gritando, pero Wistie estaba demasiado concentrado como para hacer el esfuerzo mental de intentar traducir las palabras que ella dijo. Él entonces aprieta los dientes y mira al droide con enojo, ahora mismo tenía claro que ese que tenía enfrente ya era bastante superior a él en combate en todo sentido... aun así Wistie aun creía que todavía podía conseguir golpearle de nuevo con su sable y quizás solo eso faltaba para derrotarlo. Entonces lanzó una estocada recta directa hacia el pecho, pero su oponente consiguió bloquearla y apartar a un lado el sable. Wistie enseguida empezó a reunir fuerzas para recobrarse de aquello y volver a cambiar su posición... pero justo entonces un sable de luz azul surgió del pecho de su oponente a la vez que el metal con el que tuvo contacto brillaba de colores rojizos. Instantes después, como muerto tras la herida mortal, se desplomó al suelo al tiempo que el sable caía a un lado apagado. Wistie llegó a ver a Goda con su brazo y mano extendida y al voltearse ver como el oponente de Sena salía expulsado varios metros hasta chocar contra una pared, sabiendo muy bien ahora que había usado aquella magia llamada Fuerza que meses atrás viera usar por aquel de la cara pintada contra Sena en el comedor.

Wistie volvió a voltearse hacía Goda viendole con una expresión un tanto extraña en su cara, una mezcla de gratitud y reproche, aun respirando agitadamente.

— Meechoo paamu eechik... — Decía, pero fue interrumpido.

— ¿Amo Wistie? — Dijo el droide, en tono de exigencia.