Partida Rol por web

Afuera estaba vuestro maestro esperando, apoyado en uno de los muros de piedra bajos que flanqueaban las escaleras.
Mas allá un enorme patio rodeado por una muralla alta se extendía segmentado por muros mas pequeños. En cada área podíais ver a ciertos grupos de estudiantes, entre dos y tres por maestro, lo que os daba una idea de lo importante que llegaba a ser la academia. Cerca de cien alumnos, entre iniciados y padawans, vivían en ese antiguo templo reconvertido en academia jedi.

-¿Ya habéis acabado?.- Preguntó mirándoos con sus grandes ojos. -Muy bien. Comenzaremos por el principio y os enseñaré una técnica muy efectiva cuando se trata de ayudar a un compañero. Hoy, señor Kanuth,- Dijo exclusivamente al chiss -será capaz de vincularse con la fuerza y sentir la infinidad del universo.-

El maestro os llevó por un lateral del templo hasta una zona menos concurrida. El sol brillaba y el clima era especialmente cálido. Mientras pasabais por otra zona, pudisteis ver como un grupo de iniciados, no mucho mayores que vosotros, estaban sentados delante de su maestro y levantaban una pequeña piedra redonda hasta la altura de sus ojos. Uno de ellos abrió los ojos para veros pasar perdiendo la concentración y la piedra cayó de inmediato al suelo. Una regañina de su maestro lo hizo volver a cerrar los ojos y concentrarse. 

En esa parte del patio la hierba verde se tornaba en tierra batida. Allí unos alumnos practicaban con sables de luz. Unos droides que parecían bolas blancas les lanzaban rayos de color anaranjado mientras estos intentaban desviarlos. Aquellos rayos que no eran desviados chisporroteaban al contacto con la piel produciendo pequeños calambres que hacían saltar al alcanzado, y a veces soltaban un grito.

Por fin llegasteis a una zona donde no había nadie y los muros que rodeaban el recinto se encontraban en ruinas. De echo, varias columnas estaban esparcidas por el suelo cubiertas de vegetación y algunas piedras mostraban signos de una lucha que tuvo tiempo atrás.

-Aquí.- Dijo el maestro Uksun señalando el suelo mullido por una capa de musgo. -Sentaos en círculo como lo hiciéramos ayer.-  

Ver de cerca los famosos sables de luz le provocó un escalofrío que recorrió cada fibra de su ser, y no pudo evitar buscar la mirada de Aohozal con una leve sonrisa. Ese sería su destino. No sabía si el color indicaba algo, si había jerarquías o era puramente aleatorio, pero no le importaba. No había Jedi sin espada. Y él sería un Jedi.

—Estoy listo —dijo, firme. No mentía. Había meditado, estaba descansado y había desayunado bien. Los sucesos del día anterior y el encontronazo con Mark quedaban lejos ya, aunque hubiera sucedido apenas unos minutos antes. Estaba listo y sabía que su Maestro confiaba en ello.

Con lentitud, se sentó en el suelo y acarició la hierba con las palmas, sintiendo el cosquilleo en sus manos sin castigar.

Se reúne con sus compañeros y su maestro. Esta bastante seria, parece que el incidente con Mark ha enfriado su carácter y endurecido su determinación. Mira a Kanuth y a Wistie y les dedica un asentimiento con la cabeza e incluso una pequeña sonrisa confiada.

-Yo también, maestro.- y para demostrarlo, se sienta en el suelo pero sin lentitud, parece imbuida de impaciencia, notaba la agitación en su interior aunque no traslucía nada.

Wistie se reunió con Sena y Kanuth en el lugar que les había indicado su mentor, este esperó a que llegasen los tres y entonces los condujo a través de muchos lugares de entrenamiento hasta llegar a uno que no había sido tomado aun. En el trayecto Wistie reparó en una especie de lanzas mágicas que brillaban con luz propia y con distintos colores, al pasar cerca de unos de esas pudo ver que la parte brillante surgía del objeto opaco en el que el dueño mantenía sus manos y Wistie recordó que todos los maestros y otros guerreros de la tribu Jedi llevaban consigo uno de esos cortos palos de tonos grises. Entonces Wistie recordó que ya había visto esas lanzas brillantes cuando vio a los primeros dos Jedi con los que se encontró antes de que lo enviaran en aquella maquina voladora.

— Yenden oh amoowa kla jeeks klektuhkuh. Meechoo tu yuhyi. — Comentó Wistie, señalando las lanzas luminosas.

— Yenden también tiene una de esas lanzas. Yo se la vi. — Tradujo el droide que se afanaba por seguir el paso del grupo con sus cortos pasos.

-Yenden es un padawan.- Explicó Uksun mientras os instalabais. -Los padawan están asignados a un maestro y le acompañan en sus misiones para aprender y mejorar sus habilidades.- Uksun os miró a los tres una vez sentados mientras el droide traducía. -Pero no os creáis que es fácil. Muchos padawans mueren en las misiones, por eso el aprendizaje inicial es tan riguroso.-

Uksun también se sentó cerrando el círculo. 

-Ahora, Sena y Wistie, cerrad los ojos y relajaos. Sentid vuestro yo interior, vuestra conciencia y expandirla lentamente hacia Kanuth.-   

Wistie entonces se concentra en hacer lo mismo que había hecho ayer para revivir aquella sensación que llegó a percibir. Pero aunque pudo hacerlo, y hasta sintió algo más que parecía ayudarle a mantener esa sensación, no lograba hacer aquello que Goda les pedía... "expandir vuestra conciencia hacia Kanuth"... Wistie no supo como hacer eso, pero no se desanimó y simplemente se dispuso a seguir intentando sentir más y mejor esas sensaciones que iban y venían... parecido al calor del sol que amainaba o se acentuaba en un día ventoso o con un cielo salpicado de nubes.

Sena se concentra, lo hace con todas sus ganas, puede sentir la ayuda del maestro y le pone mucho empeño en llegar hasta Kanuth, intenta visualizar la fuerza como ondas de energía y hace como si quisiera enviarlas hasta su compatriota...pero las ondas se diluyen en el aire ante sus ojos cerrados y pierde la concentración al frustrarse.

-No os precipiteis.- Dice vuestro maestro mientras mantiene serena la concentración. -Al principio es dificil, incluso para un alumno como Mark, conectar con la Fuerza. Siempre hay algo que nos llama la atención, que nos distrae de nuestro objetivo. Si intentais forzar la situación y el sentirla, también os desviais de vuestro objetivo. La Fuerza fluye por el universo, no es necesario forzarla para que aparezca. 

Y entonces, poco a poco comenzó a percibir una sensación diferente a la que sintió la primera vez, diferente a la que sintió cuando vio en su mente al líder Luke y diferente a la nueva que estaba sintiendo ahora mismo. Esforzandose en retener esas sensaciones, concentrandose en ellas, a Wistie le llegó a la mente primero la impresión de una gran roca... y parecía encajar con la primer sensación que había percibido, una roca confiable y firmemente anclada al suelo, una roca de la que uno podía aferrarse si te arrastraba la corriente o intentabas escalar. La otra sensación que ahora comenzaba a percibir... la sentía más pequeña, y vibraba mucho, como una pequeña llama azotada por el viento. Wistie entonces intentó rodear, cubrir esa llama, y pareció que eso hacía que la llama ardiese con más fuerza y seguridad. No era una llama peligrosa... al menos... no lo era ahora.

Sena no se rinde, logra sacudirse la frustración de la misma manera que uno se quitaría un bicho del pelo y suspira largamente, posa las palmas sobre las rodillas. Inspira. Espira...

Vuelve a visualizar aquellas ondas ante ella, como si el aire tuviera forma y color y siente como aquello pasa a través de ella, entra por su piel, por su dedos...la atraviesa y sale y vuelve a entrar, a volverla...es la sensación más maravillosa del mundo...y entonces se propuso que Kanuth también sintiera aquello y se lo envía con unos movimientos de las manos...que probablemente fueran innecesarios pero a ella le parecía importante.

Uksun sonrió para sí mismo. Sin experiencia previa ni entrenamiento esos niños habían sido capaces de volver a sintonizar con la fuerza.

-Ahora Kanuth. Siente a tu alrededor a tus compañeros y lo mas importante, no te concentres en concentrarte. No dejes que tu yo interior domine tus pensamientos y te aparte de sentir por ti mismo lo que es la Fuerza, sin tener que haber ganado un premio porque lo exige tu familia.-

El chiss estaba sorprendentemente tranquilo. Lo que era algo muy a tener en cuenta considerando la presión a la que estaba sometido: su familia, el estar solo en aquel lugar, lo sucedido con Mark y, por supuesto, lo sucedido el día anterior en la prueba inicial. Y, sin embargo, su corazón latía con calma y su respiración era pausada. Las palabras del Maestro Uksun llegaron en una inspiración, y en la siguiente respiración... vino aquello que estaba esperando.

Se obligó a no emocionarse, a no ponerse nervioso. No era una carrera, lo había dejado claro durante el desayuno. Debía de sentir sin controlar, acariciar sin aferrar. Como si fuera agua o una corriente de viento, no un trozo de piedra o una brizna de hierba. Casi podía sentir el interés de Aohozal, llegando a él como un susurro, y sonrió casi imperceptiblemente. También sintió algo que provenía de Wistie, menos delicado, pero igualmente intenso.

Y, por supuesto, la influencia del Maestro, que ardía como una llama que le hacía estremecer, y al mismo tiempo, le reconfortaba. ¿Eso era la Fuerza? ¿Eso debían de aprender a utilizar por el bien de la Galaxia?

La Fuerza fluía libremente entre vosotros. Era una sensación distinta a cualquier otra cosa que hubiérais sentido antes, y gratificante. 

"Muy bien." La voz del maestro resonó en vuestra mente. No os estaba hablando, ¡pero lo hacía!. Su boca permanecía cerrada pero podíais entender sus palabras. Incluso Wistie podía entenderlas sin necesidad del droide traductor. Eran sensaciones, sentimientos o pensamientos fugaces y simples.

-Wistie, intenta crear un vínculo, una unión con la mente de Sena.- El droide tradujo sus palabras, pero no hicieron falta. En la mente del pequeño ewok las palabras del maestro resonaron con una intención clara; "Enlaza con Sena" 

Dentro de la abierta mente del chiss, la Fuerza fluía libremente. Como clara agua cristalina pudo entender las intenciones del mismo modo. "Kanuth, enlaza con Sena". 

Ahora que sentía la Fuerza fluyendo a través de él, Kanuth se preguntó cómo había podido pasar tanto tiempo sin disfrutar de ella. ¿Cómo podían los seres vivos ajenos a este mundo, vivir así? Era una sensación única, que más allá de emociones y sentimientos, le llenaba y le hacía sentir feliz. ¿Feliz era la palabra? No sabía cómo podía definirlo. Pleno, quizás.

Una vez estuvo inmerso en la práctica, ya nada le sorprendía. Cuando el Maestro Uksun habló directamente a sus mentes, entendió que era algo sencillo cuando llevas años usando la Fuerza, y que no tardarían ellos mismos en hacer lo mismo. Sí, maestro, respondió mentalmente, y extendió su conciencia hacia Aohozal como si fuera tan sencillo como alargar el brazo y tocarla con la punta de los dedos. Primero, delicadamente. Luego, con más firmeza. 

Parecía decir estoy aquí, puedes confiar en mí.

No entendía porqué el maestro les mandaba comunicarse con ella, seguro había sido más útil hacerlo con Wistie, así podrían mejorar la comunicación con él. Pero con ella...no le gustaba, y al principio se encontró tensa, como si tratase de evitar el contacto de manera refleja. Tal vez sólo estaba asustada.

Pero el primero en llegar hasta ella fue Kanuth y su energía familiar la convenció de que nada malo pasaría. Suspira y logra relajarse, siente la conexión, la comunicación, el equilibrio...

Wistie escuchó la voz de su maestro guerrero... pero no con sus oídos, la voz resonó como si fuera la voz de un recuerdo. Él aun se estaba acostumbrando a vivenciar tantas demostraciones de magia en tan poco tiempo, además de la interminable sucesión de objetos, criaturas y lugares maravillosos. Era un contraste apabullante, comparado a la mayormente tranquila vida sencilla que había llevado en su tribu. Wistie quedó perplejo un momento mirando a Goda, pero enseguida reaccionó volviendo a cerrar sus ojos e intentar hacer lo mismo... pero esta vez intentando sentir algo más, quizás ese "algo" sería algo que le llegase desde Sena.

Pero no percibió nada más... ¿Sena se habría cerrado un poco y ese "algo" de ella no podía salir bien?
Wistie abrió uno solo de sus ojos: Kanuth ahora mismo se veía muy serio y concentrado, totalmente diferente a como se veía ayer, Sena también estaba con los ojos cerrados pero no lucía como si se estuviese concentrando sino que más bien parecía estar dejandose llevar, aunque tenía las manos apretadas como si algo la estuviese poniendo un tanto en tensión. Goda estaba como siempre, imperturbable, y ahora Kanuth se le parecía.
Wistie volvió a cerrar su ojo, y espero tranquilo, aprovechando para relajarse un poco, a la espera de que sintiera algo más.

-Wistie, concéntrate como si quisieras enviar tus pensamientos a tu familia en tu planeta.- El droide tradujo las palabras de tu maestro.

Wistie dio un pequeño brinco allí donde estaba sentado. La voz de Goda, aunque mayormente ecuánime, le hizo entender que allí no estaban para relajarse y asentar la comida del almuerzo. De pronto, mientras la criatura brillante aun estaba diciendo lo que Goda había dicho, Wistie sintió una fuerte sensación atravesarlo y de alguna manera supo que aquello provenía de Goda, fue tal la impresión que Wistie no prestó atención a lo que la criatura brillante decía. Wistie abrió los ojos como platos, aquello se sentía como si volviese a tener 2 años y apenas estaba aprendiendo a andar y de pronto un adulto lo tomase por la espalda y echase a correr llevandolo a él en el aire. Pero entonces Wistie volvió a cerrar los ojos para tratar de concentrarse, sorprendentemente no le fue tan complicado ignorar esa fuerte sensación que le acababa de invadir... sino que hasta parecía ayudarle a sentir más claramente las otras sensaciones menos fuertes, como si aclarara la niebla.

Volvió a ver la pequeña llama, que ahora lucía muy nítida y estable, quizás incluso con algo más de tamaño. La roca era ahora mucho más grande, incluso proyectaba una gran sombra. Y ahora... sintió algo más: primero fue el frío, un frío agradable para un día caluroso, y luego le llegó una corriente de aire... como una brisa muy sutil.