Partida Rol por web

—Aguantaremos porque es lo que hacen los Jedi —continuó, apoyando a su compañera. No iba a permitir que Mark les viera dudar, o temer. Gente como él se crecía con el miedo y la debilidad de otros.

— ¿Eedeeza shetai Deajstare? — Dijo el joven ewok con un repentino tono confiado en su voz y una sonrisa en su rostro fruncido por la ira y el esfuerzo. — Ni dos veces diez, ¡Ni diez veces diez!, son problema para nuestra maestra. Nuestra misión en esta nave ya esta hecha. Solo tenemos que llamarla y todos juntos te acabaremos. ¡Vete y dile a tu maestro que lo cazaré!

— ¿Diez guerreros Estrella de la Muerte? — Dijo el joven ewok con un repentino tono confiado en su voz y una sonrisa en su rostro fruncido por la ira y el esfuerzo.

-¡Insolente enano peludo!.- Vuestro antiguo compañero cambió la postura de guardia a ataque, y mientras daba un salto acrobático hacia atrás alejándose de vosotros, lanzó su sable de color escarlata con mortal precisión hacia Sena, que se apartó a tiempo.

-Al menos uno de vosotros irá al infierno.-

Pensaba gritar a sus compañeros, dar la orden de ataque, pero después de tantos años no era necesario. Se abalanzó contra Mark por un flanco mientras veía cómo Sena buscaba su contra por el rabillo del ojo. Su enemigo bloqueó el ataque rápidamente, y Kanuth apreció el odio y la rabia en su expresión. ¿Cómo se llegaba a algo así? ¿Qué te hacía perder tu lado más sensato y abandonarte a unas prácticas como las del reverso tenebroso?

Mientras me recuperaba, pude ver como Mark saltaba contra mí de nuevo, lo que me dio tiempo a esquivar su ataque para hacer una contra, volviendo a tomar mi postura defensiva.

- No lo tendrás fácil - le dije mientras movía mi sable para intentar atacarle.

Aquel no iba a ser un duelo diferente al resto. En grupo o en el uno contra uno, todos los combates se sucedían de una manera similar. Los contendientes se devolvían golpes sin llegar a tocarse, hasta que uno de los dos perdía la guardia y entonces el otro aprovechaba para ganar terreno. Pocos eran los que se solían acabar de un solo ataque.

Wistie observa un momento como el combate se retoma, entonces baja su arco y cierra por unos instantes sus ojos.

Entonces... se concentra. Logra sentir la nube oscura y nauceabunda que lo rodea, pero Wistie se esfuerza en tratar de ver más allá de ella. Siente las huellas brillantes en la Fuerza de Sena y de Kanuth... junto a otra huella aun más brillante que ellas, pero con un brillo bastante diferente, como un fuego alimentado por combustible. Y no mucho más allá... logra sentir la huella de su maestra Umdala.

"¡Jedi traidor!" Piensa con fuerza Wistie, repasando en su mente las imagenes del combate que habían estado teniendo, la imagen del rostro tatuado de su enemigo, la imagen que el ewok vio de su maestra una vez su enemigo abrió la puerta del hangar y la imagen de Sena destruyendo los controles objetivo de la misión que su maestra les había encomendado allí. "¡Jedi traidor!" Dice mentalmente, Wistie, tratando de que esas palabras junto con aquellas imagenes emanen de su cuerpo a través de la Fuerza y lleguen a ser percibidas por su maestra como si de un olor se tratasen.

Tras eso, Wistie enseguida vuelve a abrir sus ojos enfocandose una vez más en el combate.

Wistie observa un momento como el combate se retoma, entonces baja su arco y cierra por unos instantes sus ojos.

Tras eso, Wistie enseguida vuelve a abrirlos, enfocandose una vez más en el combate.

Mark esquivó vuestros golpes sin apenas moverse. Su sable se movió de un lado a otro desviando los ataques que ambos chiss ejecutaban con precaución, enfocándose más en la defensa.

Entonces Mark atacó, con un estilo salvaje. Su sable hizo un molinete mientras giraba su cuerpo acercándose a Sena y de repente la punta del sable salió disparada hacia Kanuth abriendo un surco en su costado. 

Una risotada triunfal salió de su boca. -¿Ves maestro?.- Dijo casi gritando por la ira. -Los mataré a todos y demostraré ser digno del poder oscuro.-

Las palabras de Mark tras alcanzar a Kanuth daban a entender que tenía alguien que le estaba enseñando a manejar el lado oscuro de la Fuerza.

Nos estábamos intentando defender, pero parecía no ser suficiente, nuestro oponente nos estaba alcanzando y nosotros no estábamos ni acercándonos. Tomé la iniciativa y volví a mi estancia de combate normal, al menos ahora que le flanqueábamos quizá hubiera cierta posibilidad de alcanzarle con más facilidad.

Balanceé el sable de luz haciendo una finta para que pensase que iba a intentar alcanzarle por arriba, pero al bajar, moví la hoja de manera que hizo un círculo que hizo que el ataque viniera de abajo. Creí entonces que toda esa confianza se vería mermada en el momento en el que lograse acertar en el blanco.

El lacerante dolor del sable atravesando nuevamente su cuerpo le arrancó un gemido, pero no cejó en su empeño de derrotar a Mark. Sena cambió su postura de ataque mientras Wistie se quedaba atrás, ¿qué estás haciendo?, pero él siguió con una postura más defensiva. Si dejaba abiertas demasiadas opciones, acabaría recibiendo un golpe letal.

La maestra jedi se cubrió detrás de unas cajas mientras Bo-Katan devolvía el fuego. Umi miró hacia la puerta y os vio combatiendo contra Mark. Notaste un sentimiento de angustia y otro de pesar relacionados con el antiguo alumno, pero en tu cabeza recibiste claramente dos palabras.

"Dejadlo. Huyamos."

Wistie volvió a gruñir apretando los dientes, aunque esta vez parecía dirigirlo a si mismo, sacudiendo negativamente la cabeza.

Guardó su arco corto al cinto y tomó su espada del suelo. Adoptó enseguida una pose de combate, sosteniendo su larga espada de metal por encima de su cabeza con ambas manos. Sus ojos estaban fijos en el humano del sable de luz roja y su rostro contraido en una expresión cargada de ira, iba a atacar.

Entonces el joven ewok separó una de sus manos de tres dedos de la empuñadura de su espada y pasó la palma de esta a lo largo de toda la hoja. El frío metal de la espada pareció calentarse levemente y para alguien sensible era notable como la Fuerza era canalizada para que atravezara el metal y lo impregnara con el sentimiento del ewok.

Pero él aun sufría el efecto del poder de la Fuerza que había sido impuesto sobre él, entorpeciendo su concentración.

El ataque combinado de ambos chiss fue casi demoledor, de no ser por que Targon había sido entrenado vuestro antiguo maestro, y eso se notaba. Realizó una evasión al ataque de Kanuth con un bloqueo parcial de la blanca hoja de Sena, que apenas le tocó la piel, aunque lo suficiente como para sacarle un gruñido de dolor.

Mark empezaba a cansarse y su rabia por no conseguir neutralizar a alguno de sus antiguos compañeros comenzaba a hacer que cometiera errores. Pero algo pareció llamar su atención durante una fracción de segundo. Entonces hizo un corte horizontal para alejaros de él y saltó hacia atrás. Mediante una acrobacia giró en el aire y se posó, alejado de vosotros, sobre una plataforma a dos metros del suelo.

-Parece que dentro de poco esto se va a poner más interesante.- Dijo Mark en un tono burlón. -Tal vez queráis ver a alguien muy querido por vosotros.- Una amplia sonrisa malvada se dibujó en su cara.

-Dejadlo.- Las palabras de vuestra maestra resonaron en vuestra cabeza. Más allá, la situación se ponía fea para ambas mujeres. La canciller mandaloriana estaba agotada, y vuestra maestra tenía quemaduras menores, pero era cuestión de tiempo que un disparo acabara dándole de lleno. No podía seguir bloqueando disparos de bláster indefinidamente. -La misión.- Dijo mentalmente.

Sentí a nuestra maestra llamarnos. Es verdad, la misión. pensé.

En pose defensiva, comencé a avanzar de espaldas en dirección a la puerta que Targon había abierto.

- Es el momento de la retirada, os cubro - dije deteniéndome a los pocos pasos de retroceder para quedarme a la espera de que Wistie y Kanuth se apartasen de Mark.

La voz de su maestra le sorprendió en el frenesí del combate, pero no le quitó el mal sabor de boca que le había pronunciado las palabras de Mark. Lo poco que sabía del reverso tenebroso de la Fuerza es que daba herramientas a sus usuarios que muchos tacharían de antinaturales. ¿Qué estratagema usarían contra ellos?

Una terrorífica idea pasó por su mente.

—¡Encadenados! —respondió a su compañera. Era una estrategia que habían practicado durante su época de estudiantes: dos escapaban mientras otro protegía, y a los pocos metros, los otros dos mantenían la guardia para proteger al tercero que se había quedado atrás mientras huía. No iba a permitir que Sena se quedara atrás.

Wistie volvió a escuchar la voz de su maestra, pero esta vez al parecer les habló a los tres porque con más frustración que asombro vio a sus compañeros iniciar la retirada.

— ¡Kvark! — Exclamó, fuera de sus cabales. — ¡No, no, no! ¡Aun no! ¡Aun puedo luchar!

Wistie una vez más intentó manipular la Fuerza pero la caprichosa energía mistica no se adhería al metal de su espada. ¿Por qué se negaba a apoyarlo justo cuando más importante era?

— ¡FEECH! — Gritó con rabia.
Entonces, dominado por la ira, la frustración y ahora la desesperación de estar contra el reloj, el joven ewok abandonó toda la pruedencia que había estado manteniendo y con los ojos como brasas ardiendo en un rostro contraido en una expresión fúrica mostrando los dientes apretados... corrió hacía el enemigo. Justo antes de alcanzarlo dio un salto para caer sobre aquel con un tajo descendente de su espada con toda su fuerza y la de la caida.