Partida Rol por web

Para el evento se habia escogido el coliseo de la capital, estaba a rebosar y los mas aptos habian pasado por una criba de eliminatorias , en las regiones vecinas ,solo uno de cada region importante, habia conseguido llegar vivo a la gran final de combatientes del rey Jilokasin tercero, 

La algarabia ceso cuando en el palco principal , el general draconido de "Las huestes de los umbrianos cabreados" hizo un gesto de aprobacion con la mano , como señal del inicio de los juegos. Al lado de él un bardo, en pose altiva y una serie de actores entraron en escena en la arena del coliseo , incluido el ganador del "Torneo de maximo combatiente" del año pasado , el gladiador Maximus...

Como de una representacion se tratara: mitad teatro, mitad exhibicion, el bardo con aires de grandeza , solto un "speech" al tiemp que actuaban, que ni el "Speaker" Pepe reina en el mundial de futbol al tiempo que la escena tomaba a Maximus de protagonista

Al terminar , salen todos los actores y el bardo dice:

A continuacion los participantes del torneo se presentaran en el centro del coliseo , para ganarse al publico y que sus rivales les teman...

Un grupo de ESCLAVOS aterrados vienen tirando de una plataforma sobre la arena, mientras un desganado capataz restalla el látigo. Pero su expresión no es lo bastante satisfactoria y el miedo se escurre entre sus ojos.

Sobre la plataforma de la que tiran hay una especie de sarcófago, cubierto de cadenas, y anclado a cuatro escarpias que lo sostienen sobre la plataforma. Unos gritos de PURA FURIA emergen del interior del sarcófago cada vez que giran, cada vez que aceleran o frenan.

"¡No puedo más! ¡Mandadme a las minas pero no puedo seguir! ¡Es demasiado aterrador!" dice uno de los esclavos
"¡Calla y Tira!" replica el capataz. Lo entiende muy bien, él tampoco quiere estar aqui.

Desde el palco, un opulento noble se alza sobre los demás y anuncia a su campeón

¡Ciudad de Cuatro Vientos!

 

Sabed que Yo, Devon Coincrawler, en mi magnificiencia y honestidad, os traigo al mejor luchador que han conocido estas tierras.

¡No tiene nombre, para que la muerte no sepa donde ir a buscarlo!
¡No tiene apellido, pues toda nación del mundo teme de alojar su furia!
¡No tiene origen, porque su vida y su leyenda, al igual que su rabia no tiene final!

¡Yo, Devon, por la gloria de la casa Coincrawler OS DOY A EL CABRÓN DE LA MOTOSIERRA!

Los esclavos, en su carga, no pueden evitar chocar una de las ruedas con un craneo alojado en la arena... una leve vibración, pero lo suficiente. Justo lo suficiente

De pura furia, un brazo recubierto de escamas destroza uno de los lados del sarcófago. Y el aullido es tal que parece que la ciudad queda en silencio durante varios largos minutos.

Luego, entre golpes de cabeza, o mediante la fuerza de su poderosa mandíbula, el sarcófago es destrozado hasta la última astilla.

"N... ¡No me dejeis aqui!" dice uno de los esclavos, quien no ha tenido tiempo suficiente para huir por los pórticos...

E

ntonces se contempla a este ser. Su larga y feroz cola, rematada de proto-plumas, su rostro alargado con unas fauces feroces, sus garras ¡Sus terroríficas garras!

Con una velocidad pasmosa, en un abrir y cerrar de ojos está junto al esclavo. Y para sorpresa de todo el público, este ser de otro mundo, de otro tiempo, habla con una voz serena 

"¿Quieres morir o vivir? ¿Morir en la arena, o vivir como un esclavo?"

"¿Y VOSOTROS, publico? ¿Queréis vivir libres, o permaneceréis aquí, como esclavos de vuestros instintos más bajos?"

El Cabrón de la Motosierra aulla una vez más...

Fffiiiiiiiiiiiiiiiiiiuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu se escucha a la salida del bardo de la arena.

Los espectadores atónitos ven caer una flecha al centro de la arena.

Fffiiiiiiiiiiiiiiiiiiuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu se escucha otra vez y otra flecha cae al centro de la arena, los espectadores están en silencio, expectantes y de golpe un potente graznido rasga el cielo.

Todo el mundo mira hacia arriba y de repente, las nubes se rasgan ante la aparición de un Roc que desciende haciendo un picado hacia el público y justo cuando parecía que se iba a estrellar, empieza a sobrevolar sus cabezas, dando una vuelta a la arena y descendiendo donde se habían clavado previamente las dos flechas, en pleno centro.

Nadie se había dado cuenta, hasta que el Roc al haber aterrizado y plegado sus alas, dejo ver a una pequeña persona, enfundada en una armadura brillante y de muy buena factura con un arco en la mano. Ya sabían quién era el tirador misterioso. En ese momento el público ruge de excitación, ovacionando al primer concursante. Como respuesta y pedir silencio, dispara otra flecha al aire y se repite lo mismo, Fffiiiiiiiiiiiiiiiiiiuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu, el público vuelve a callar expectante.

Soy Laifito, de la orden de los Paladines del Norte, cazadores de demonios, cegadores de cíclopes y vengo aquí, para reclamar el honor de la victoria de este torneo para mi orden!!

Vengo a demostrar, que el valor de las personas no está en su tamaño, vengo a demostrar, que cualquiera de vosotros puede llegar a estar aquí presente con esfuerzo y diligencia!!

Estoy aquí para conseguir la victoria a favor de los desprotegidos, no lo olvidéis, los Paladines del Norte os protegeremos y estoy aquí para demostrarlo!!

Disparo una última flecha al aire Fffiiiiiiiiiiiiiiiiiiuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu y el Roc alza el vuelo, haciendo que el público enloquezca a su salida.

La gente no viene a ver a los ganadores. Los ganadores no son interesantes, porque sobreviven. Lo interesante es ver morir a una criatura, desafortunada, agónica. Lo que le da vida se evapora de sus ojos; lo que impulsa sus músculos desaparece dejando el antiguo y vigoroso cuerpo hecho un amasijo de carne, suponiendo que su adversario haya sido lo bastante piadoso como para no desmembrar y desfigurar el cadáver. Y la gente estalla en vítores celebrando la muerte.

Voraz estaba acostumbrado a los pasos de esa danza funesta. Era todo una interpretación, una interpretación mortal, pero una interpretación. Saludos, expectación, apuestas, sangre y arena. Desde que cinco años atrás su tribu, los Huesorgro, hubieran sido masacrados y esclavizados, servía a un opulento señor, Kleep Misth, combatiendo en esta clase de eventos: contra fieras, contra hombres, en recreaciones navales, en entornos modificados por la magia, lo que fuera. Un gran trasgo no está acostumbrado a rendirse, se dé la circunstancia que se dé. Así que ahí estaba él una vez más frente a la verja que se alzaba permitiéndole pasearse entre los vivos de nuevo, emulando que es un admirado héroe –aunque en verdad es una admirada carnaza. Seguro que, en cuanto se mostrara, más de uno estaría ya apostado por la horrible forma de la que podría ir a criar malvas. No obstante, Voraz no estaba dispuesto.

Con paso firme salió al frente. Austero. Un simple faldón de mallas cubría sus intimidades. Su piel roja y cargada de cicatrices recibió el baño del sol. Avanzó sin ni siquiera alzar la mirada hasta el centro de la pista. Ya conocía el tipo de caras que acudían, ¿para qué molestarse en mirar? Era su momento, su pequeño fragmento de gloria. Apretó los puños. Tensó la garganta. Pegó un espectacular grito: ¡¡AAAAAAAUUUUUUUUOOOOOOOOOOGGGGGGGHHHHCCCCC!!

Silencio. “Calladitos, ‘tupidos jumanos”, piensa. “Voraz habla”.

- ¿QUERER SANGRE, CERDOS? ¿QUERER VER CABEZA DE VORAZ RODAR? –gritó escupiendo saliva y haciendo potentes gesticulaciones en las que su índice rajaba su cuello-. Puegh aquí estoy –baja la voz golpeándose el pecho-. Voraz preparado para aplastar. Voraz listo para reventar. Voraz ansioso de machacar, triturar, quebrar, partir, hacer pedazos… ¡LOS FRÁGILES HUESOS DEL QUE OSE ENFRENTAR VORAZ EN COMBATE! ¡VORAZ RECORDARÁ EN ESTA ARENA QUE NO HABER ESPERANZA PARA NADIE! ¡VORAZ MATARÁ VUESTROS HÉROES! –exclama intentando intimidar al público-. Igual que vosotros aplastar mi familia… -susurra para sí.

Porque no había otra manera. El amo Kleep le había prometido libertad, siempre que le hiciera ganar el suficiente dinero con las apuestas. Uno contra todos. ¿Quién iba a pensar que ese pedazo de mierda trasgoide podría ganar? Era una probabilidad arriesgada, pero más valía que todo el mundo la tuviera en cuenta.

- Hoy. Hoy historia hacer aquí –se despide.

Y dándose la vuelta, con el pecho hinchado, se vuelve a las instalaciones, se vuelve tras la verja. Ignora los comentarios. Ignora los abucheos. Ignora los silbidos. Sólo una cosa importa: sobrevivir.

Una plataforma de piedra se acerca al centro de la arena, con un trono, en el que está sentado un bardo y varios megáfonos. Una vez en su posición, el bardo que estaba esperando empieza a hablar:

El Imperio de Noxus nos complace anunciar que hemos sido capaces de traerles a un campeón de la Liga de Leyendas!!!

Hemos traido al infame, degenerado y sádico favorito de todos los públicos.

Para que haga sus delicias destrozando a sus oponentes en esta arena.

Para disfrutar de sus habilidades que le han llevado a lo más alto.

Les presento...a....DR. MUNDO!!!!!!!!!!

Justo en ese momento la plataforma de piedra empieza a temblar, el bardo salta y sale corriendo.

Se empieza a agrietar y con un gran estruendo, se parte en mil pedazos, dejando a la vista al campeón que hasta ahora estaba oculto.

Todo el mundo pensaba que era una piedra flotante, porque era impensable que una persona fuese capaz de cargarlo.

JAJAJA HE VENIDO AQUÍ PARA EXPERIMENTAR CON VUESTROS "GUERREROS", CUANDO ACABE CON ELLOS DESEARÁN NO HABER VENIDO!!!

El público lo abuchea y lo aplaude en una mezcla de euforia y desprecio, a su salida de la arena varios hombres empiezan a limpiarla y no consiguen mover las rocas... el público al ver eso se calla de golpe y empieza a murmurar... no había sido un truco, realmente era piedra maciza... un silencio sepulcral invade la arena, imaginando que pasaría con los combatientes en cuanto ese hombre se les acercase...

Al escuchar las presentaciones de sus adversarios, se ve entrar a una persona de imponente porte, con una armadura rasgada que ha pasado por varias batallas. Mientras se dirige al centro del mismo, va gritando y levantando las manos para que el publico aclamase al nuevo gladiador.
- ESTAN LISTOS PARA VER SANGRE!!!!!!!!!
- ESTAN LISTOS PARA VER AL MEJOR LUCHAR!!!!!!!!!
- PUES AQUI ESTA EL MEJOR!!!!!!!!!
Luego saca su espada y empieza a hacer movimientos con la misma para impresionar al publico, lanzando la misma a aire, muy alto, para darle tiempo de levantar los brazos y luego cuando los empieza a bajar observan como los mismos se prenden fuego. Cuando cae la espada este la toma del mango y la misma se cubre con las mismas llamas que cubrían los brazos.
- AQUI ESTA SU CAMPEON!!!!!!!!!!
Al ocurrir esto el publico hace sentir su aclamación por el campeón, pues su demostración de habilidad dejo a todos mas que exaltados...
Después se retira el recinto donde se encuentran sus adversarios
 

 = OMAKE =

Esta presentación no ocurre, no es la real, pero... en un universo alternativo. SI ocurre.

Todos habían echó su presentación, ahora le tocaba a ella! Había observado la puesta en escena y presentación de sus contrincantes, quedando impresionada por algunos de ellos, sobre todo por un ser con forma reptiliana.

Tenía qué llamar la atención y se le ocurrió jugar con la sucia mente de aquellos hombres deseosos de sangre. Embadurno su espada, así como su firme cuerpo de sangre, cubriéndolo de tatuajes y símbolos rúnicos, como si de un ser salvaje se tratara y a continuación salió a la arena,  moviéndose como sí de un ser felino se tratara, agitaba su cabellera rojiza, primero a un lado del palco y después al otro, pausadamente, buscando llamar la atención. Luego siguió andando con paso firme e intimidante  al centro de la arena. 

Una vez colocada en el centro, esgrimió su espada alzándola a modo de desafío y lanzo un grito gutural, intimidando a los presentes:

Ssssoy vida, ssssoy muerte, ssssoy El fin!

¡Aquí llega Reddevil!   Gritaba el bardo como un poseso, parca en palabras, querido pueblo, pero no en hazañas! 

Ella sola acabo con un demonio batezzu, si como escuchan, también destripo a diez Sulis que mancillaron un templo del señor de la luz, oh siiii, creedme cuando os digo que ella es la muerte roja!  

Mientras el Bardo no paraba de gesticular, gritar y adornar tales hazañas, Reddevil pensó- que bien habían sido invertidas sus monedas, comprando los servicios del avaricioso Bardo. Que bien hacia su trabajo.

Regresando a continuación a los barracones, con una sonrisa malévola.